sábado, 31 de julio de 2010

El TESORO ESCONDIDO

Don Julio Gómez Arbizú hacía un viaje a caballo por el campo. Al ocultarse el sol, pidió posada en una casa que estaba a la vera del camino. La casa tenía aspecto de pobreza. No había muebles, y la alimentación era escasa. Todo daba la impresión de suma indigencia.

La señora de la casa era joven, y sin embargo en su rostro se veían las huellas de una vida llena de sinsabores. No era de extrañarse. Su esposo era un borracho empedernido que la maltrataba una y otra vez.

Mientras el visitante miraba el aspecto de aquel hogar, vio una vieja y olvidada Biblia que estaba en un rincón. Al despedirse, le dijo a la familia: «Hay en esta casa un tesoro que los puede hacer ricos.»

Después que el forastero partió, los dueños de la casa comenzaron a buscar lo que a su juicio tendría que ser una joya o una vasija llena de oro. Hasta hicieron hoyos en el piso, pero todo sin resultado.

Un día la señora levantó la Biblia olvidada, y encontró escrita en la guarda esta nota: «Lea Salmo 119:72.» En ese pasaje de los Salmos encontró la siguiente afirmación: «Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.» La señora, recordando las palabras del visitante, se preguntó: «¿Será éste el tesoro del que habló el forastero?»

Así que le comunicó al resto de la familia lo que pensaba, y empezaron a leer la Biblia. Con eso, un gran milagro comenzó a efectuarse. El borracho se convirtió en un hombre trabajador. El color volvió a las mejillas de la señora. La armonía desplazó el resentimiento, y la felicidad retornó al hogar.

Cuando el forastero visitó de nuevo la casa, había desaparecido de ella todo indicio de tristeza. En su lugar reinaba la paz. Con el corazón rebosante de gratitud, la familia le dijo: «Encontramos el tesoro, que se ha convertido en todo lo que usted nos dijo.»

Lo cierto es que la Biblia es el Libro por excelencia. Produce resultados positivos en la vida de quienes lo estudian con fe y con devoción.

¿Con cuánta frecuencia leemos nosotros la Biblia? ¿Hemos leído la historia de Abraham? ¿Hemos experimentado la satisfacción que produce la lectura de los Salmos? ¿Hemos seguido la vida de Cristo? Si no hemos leído la Biblia, hemos hecho caso omiso del mensaje más importante para nuestra vida.

Leamos la Biblia. En ella encontraremos tesoros que cambiarán nuestra vida. Leámosla con sinceridad y fe. Dios, mediante su Santa Palabra, quiere hablarnos. Leamos ese tesoro que hace rico a todo el que lo descubre.

2Timoteo 3:15-17

15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Juan 5:39

39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Marcos 12:24

24 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?

1Timoteo 3:14

Verdad Extraordinaria

14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.

1Timoteo 6:20

20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.

2Timoteo 3:14-16

4 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

2Timoteo 4:2

1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

LA CENTRALIDAD DEL EVANGELIO:
1Corintios 1-2:1-26


Salutación

1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Acción de gracias por dones espirituales

4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.


¿Está dividido Cristo?

10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.


Cristo, poder y sabiduría de Dios

18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 32 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

1Corintios 2

Proclamando a Cristo crucificado

1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.


La revelación por el Espíritu de Dios

6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

martes, 20 de julio de 2010

SECRETOS DEL AMOR PERDURABLE

Por el Dr. Adrián Rogers

Le dije a mi esposa el otro día: “¿Sabes? El gran milagro no es “amor a primera vista”. Es amor después de una larga, larga mirada.” Le compartiré algunas formas en que mi esposa y yo tratamos de mantener la miel en nuestra luna de miel.

FORTALEZCA LA FE

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QK108 La música del matrimonio

Edifíquense mutuamente en la fe. Eclesiastés 4:12 dice: “[…] cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” El cordón de tres dobleces es: un hombre, una mujer y Dios. Joyce sabe que ella no es la número uno en mi vida, porque Dios es lo primero en mi vida. A ella no le molesta estar en segundo lugar. ¿Por qué? Porque ella sabe que le amo más al tenerla en segundo lugar que lo que le podría amar si la tuviera en primer lugar.

RECUERDEN SUS FUNCIONES


Dios nos hizo diferentes para poder hacernos uno (ver 1 Pedro 3:1, 7). Hizo al esposo con un duro exterior y a la mujer más gentil, pero no inferior. El marido es la cabeza del hogar, como Jesús es la cabeza de la iglesia y se entregó a Sí mismo por ella (ver Efesios 5:23-25). A la mayoría de mujeres no les importa someterse al hombre que les ama lo suficiente como para morir por ellas y lo demuestra por la manera en que viven para ellas.

CULTIVE EL CONTENTAMIENTO

Un hombre sabio una vez dijo: “A quien lo poco no le es suficiente, nada es suficiente.” Si usted no tiene cuidado, su matrimonio será “hasta que las deudas los separen”. Aprenda a estar contento (vea Filipenses 4:11-13). ¿Sabe cuánto pagué por el anillo de compromiso de Joyce? Cien dólares. No tenía ni dinero en efectivo ni tarjeta de crédito. Lo que hice fue ir pagando semanalmente ese anillo.

ELIMINE LA AMARGURA

No hay problemas demasiado grandes para resolver, sólo gente demasiado pequeña para resolverlos. Si elimináramos la amargura y atacáramos el problema, en vez del uno al otro, nuestras familias estarían mucho mejor. No vayan a la cama disgustados, dándose las espaldas. Efesios 4:26 dice. “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.” Joyce y yo hemos tratado de practicar eso. Algunas veces hemos estado levantados por [horas] seguidas, ¡pero hemos resuelto nuestras amarguras!

CONTINÚE LA COMUNICACIÓN

La comunicación es tan importante porque es lo que verdaderamente construye la intimidad en un matrimonio. Primera Pedro 3:8-10 tiene mucho que decir acerca de la comunicación que una pareja necesita tener a fin de gozar de un amor perdurable. Una manera en que podemos construir la comunicación, es teniendo una buena vida de “citas”, y hay cuatro clases de citas que todos necesitan tener: primero, cada cónyuge necesita tener una cita diaria con Dios; segundo, si la pareja tiene hijos, necesita tener una cita periódica con cada uno de ellos; tercero, cada cónyuge debe tener una cita consigo mismo y, cuarto, las parejas deben tener una cita entre ellos.

REFRESQUE EL ROMANCE

Joyce y yo verdaderamente tratamos de que nuestro “noviazgo” continúe. Muchas veces, yendo hacia casa, le llamo y le dijo: “El carro del amor está rumbo a casa. Casi no puedo esperar a llegar. Así que, ¡prepara tus labios!” Y para los esposos quiero añadir lo siguiente: nunca deje de cortejar a su esposa, y nunca corteje a ninguna otra mujer. No les diga a sus compañeras de trabajo, o a las meseras en el restaurante, “Cariño”, porque solamente su esposa lo es. La Palabra de Dios dice que “los esposos deben dar honor a sus esposas”, lo cual significa respeto y cortesía siempre. Abra las puertas para ella, y no sólo cuando otras personas están mirando.

PRACTIQUEN LA ORACIÓN

Primera Pedro 3:7 dice: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” Para los hombres que puedan estar leyendo esto, déjenme decirles que la mayoría de los hombres no quieren orar con sus esposas, porque tenemos un exterior muy duro. Con todo, esposos, les imploro que se humillen y se pongan de rodillas, con sus esposas, y practiquen la oración. Déjele saber que usted ora por ella. Deje que ella escuche el desbordarse de su corazón ante Dios. Eso le dará a ella gran confianza y consuelo.

Si usted está casado o planifica el casarse, espero que usted ore acerca de estas cosas para tener un amor que perdure.

Dr. Adrián Rogers
0206 Seven Secrets Of Lasting Love
Versión al español publicada Julio 2010
http://www.elamorquevale.org/