lunes, 20 de agosto de 2012

LOS BRAZOS DE NUESTRO PASTOR SON FUERTES


Los Brazos de tu Pastor
Como pastor apacentará su rebaño;
En su brazo llevará los corderos, 
Y en su seno los llevará;
Pastoreará suavemente a las recién paridas. – Is. 40:11

 
Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
Quiero animarte con una buena noticia.  Es una verdadera buena noticia. Tienes un Pastor que te está cuidando ahora mismo.  Y está listo para levantarte en sus brazos en cualquier momento, especialmente en tiempos de necesidad.
 
Isaías, hablando proféticamente acerca de Jesús en este pasaje mesiánico -- porque como podrás notar, este verso se encuentra en rojo en la Biblia Thompson -- nos dice que Cristo cuida en una forma especial a los más necesitados.  Los corderos son los más tiernos.  Estos son los más débiles y que se enferman fácilmente.  Son los que divagan, y  frecuentemente se caen y se lastiman con facilidad.  El lleva a estos corderitos en sus brazos.
 
¿Alguna vez has pensado en la clase de brazos que tiene tu Pastor?  Son . . .
 
  1. Brazos fuertes.  Son los brazos más fuertes que hay en todo el universo.  Ellos crearon el mundo y todo lo que en el hay. Fueron los brazos que movieron los dedos para poner la luna y las estrellas en su lugar (Sal. 8:3).  También fueron los mismos brazos que se agacharon para levantar a Pedro y ponerlo en la barca cuando se estaba hundiendo en la tormenta (Mt. 14:22-36).  Tal como Pedro, tu también puedes clamar al Señor,  “Señor, sálvame,” y Él lo hará.
     
  2. Brazos largos.  Sus brazos no son limitados como los tuyos o los míos. Los de El no tienen límites.  Alcanzan a cada pueblo, tribu y nación.  Se extienden de mar a mar, y de una montaña a otra.  Son lo suficientemente largos para alcanzar y aquietar tu corazón adolorido.  Son lo suficiente largos para alcanzar y rescatar a tu hijo o hija pródiga, no importa cuán lejos se hayan alejado. Esos brazos los vuelven a traer a casa.  ¿Por qué no hacer la canción del salmista tuya?  Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo (Sal. 98:1).
     
  3. Brazos cariñosos, y misericordiosos que nos dan confianza.  Jesús dijo, Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mt. 11:28).  Sus brazos extendidos sanó al leproso, y pueden hacer lo mismo por ti (Mt. 8:4).  Cuando Jesús vio la mujer adúltera, la saludó con esos brazos de compasión y le dijo, Ni yo te condeno; quedas perdonada (Juan 8:1-11).  Esos mismos brazos que dieron la bienvenida al Hijo Prodigo, son los mismos que están listos para aceptar a cualquiera, incondicionalmente.  Esos brazos salen de un corazón lleno de amor (Lc. 15:11-32).

¿Has oído de Derek Raymond?  Fue un corredor en las Olimpiadas del 1992 quien se cayó a solo 175 metros de la meta.  Lastimado, cansado y derrotado se quedó allí no pudiendo culminar sus sueños Olímpicos.  Su papá que lo estaba observando desde la gradería en el estadio, cuando vió a su hijo caer, saltó de su asiento y corrió entremedio de la gente.  Brincó la malla para poder llegar a donde estaba su hijo.  En esos momentos, la multitud pudo presenciar un cuadro conmovedor en la historia Olímpica.  El padre levantó a su hijo que estaba lastimado sobre la pista de carrera, y lo colocó sobre su hombro y lo llevó a la meta.  Derek terminó la carrera.  Con lágrimas de gozo, el padre e hijo se abrazaron.  65,000 personas aplaudieron y un hijo experimento el increíble amor de un padre por su hijo.  Si un padre humano puede hacer eso por su hijo, ¿no piensas que tu Padre Celestial hará mucho más por ti?   
 
Anímate, mi querido amigo.  Tu Pastor te espera con los brazos abiertos.  Son brazos que conocen tu dolor porque fueron heridos, magullados y bañados en Sangre.  Fueron clavados en una cruz por ti y para mí.  Todo lo que tienes que hacer es clamar “Papacito, por favor, levántame.”  Al hacer eso, te prometo, El te oirá.  El se interesa en ti.  Te llevará. Nadie tiene los brazos como los que tiene tu pastor. 
 
Oración: Mi Señor, Mi Dios, Mi Pastor, te adoro a ti hoy.  Gracias por tu cuidado infatigable.  Gracias por estar presto para levantarme en cualquier momento.  Descanso en tus brazos hoy sin temor porque eres mi Pastor. Eres mi Pastor con brazos largos, fuertes y cariñosos. Gracias, Señor Jesús.

 
-- Dr. Juan Jauchen985 – Cristo Como Pastor (revisa toda la cadena)

CRISTO DA " VUELTA A TÚ CORAZÓN"

«VUELTA A MI CORAZÓN»
por Carlos Rey

Todos los presentes en aquella reunión habían tenido un encuentro con Dios. Uno por uno se levantaron y contaron lo que Jesucristo había hecho por ellos. Unos contaban cómo los había liberado de sus vicios, otros contaban cómo había resuelto sus problemas conyugales, y aun otros contaban cómo había suplido sus necesidades materiales. Entre ellos había una ancianita indígena que también quería hablar.
La mujer se levantó y, con marcada dificultad, dijo con el acento de su dialecto indígena: «Yo no sé cómo hablar, pero sí sé lo que siento dentro de mí. Desde que acepté a Cristo en mi vida, es como si Él le ha dado vuelta a mi corazón. Todo es muy diferente. Mis pensamientos son diferentes. Mi vida es diferente. Yo no sé cómo decirlo, excepto que Dios le ha dado vuelta a mi corazón.»
Mientras grandes teólogos se devanan los sesos tratando de definir a Dios, de reducir las enseñanzas de Jesucristo a filosofías humanas y de relegar sus milagros a la esfera de lo común y corriente, esta anciana indígena, sin escuela ni erudición, define la doctrina de la regeneración en una frase que encierra lo que otros han tratado de definir en grandes tomos: vuelta al corazón.
Esta es una magnífica ilustración de la gran diferencia que hay entre la teoría y la experiencia. Una cosa es estudiar religión, y otra es conocer a Dios. Así mismo una cosa es poder dar un florido discurso sobre la vida mística de Jesús de Nazaret, y otra es tener a ese Jesús motivando cada acción de nuestra vida. Si hemos de hallar la paz y la tranquilidad que proceden de haber hallado el verdadero sentido de la vida, lo que necesitamos no es una definición teológica de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad sino tener a Cristo mismo viviendo en nuestro ser.
La definición de la anciana indígena, «vuelta al corazón», es lo que realmente ocurre cuando permitimos que Cristo fije su residencia en nuestro ser. En un tiempo corríamos tras el pecado; ahora corremos tras la justicia divina. En un tiempo arrastrábamos las cadenas del vicio; ahora somos libres como los pájaros. Todo esto está comprendido en las palabras positivas de la anciana indígena. Es, en realidad, lo que significa ser regenerado: vuelta al corazón.
Si no le hemos dado oportunidad a Cristo de que fije su residencia en nuestro corazón, no somos cristianos en el sentido más estricto de la palabra. ¿Somos, de veras, seguidores de Cristo? ¿Hemos permitido que le dé vuelta a nuestro corazón?


sábado, 18 de agosto de 2012

YO DIGO: JEHOVÁ ES MÍ PASTOR


David una vez Dijo
Jehová es mi Pastor
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El cuidado cariñoso es algo muy característico de un buen pastor. La Biblia dice que tú fuiste comprado por un costo inmensurable (I Cor 6:20). Tú vales mucho para Dios por lo tanto tu puedes estar seguro de que él te trata con mucho cuidado. 
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Muchos ven a Dios como alguien estricto y autoritario. Un Dios que se encuentra distante  y lejos. Alguien que se enoja fácilmente. Que está esperando que tropieces y que falles.  Algunos piensan que su plan es castigarnos severamente hasta que aprendamos a obedecer. Pero esta no es la figura que vemos en el Buen Pastor.     
Por cierto éste no es el Dios de la Biblia. Esta no es la forma que te trata tu Pastor. De ninguna manera. Mas bien nuestro Pastor nos provee de:
  1. Nuevas Misericordias cada día (Lm3:22-24)
  2. Él te lleva cerca de su corazón expresando su amor, su compasión y calor (Is 40:11)
  3. Él perdona cada uno de tus pecados y nunca los utiliza en contra de tí (Sal. 103:3)
  4. Él te corona de favores (Sal. 103:4)
  5. Él es, el lugar donde puedes ocultarte.
  6. Él es tu refugio y protección.
  7. Él es el que te libra.
  8. Mira y Observa

    Cuando Dios quiere compartirnos como El es ¡

    Utiliza la figura de un Pastor ¡Ese es el Pastor que tienes hoy! ¡Jesús! Agárrate de El. Deja que te lleve en sus brazos   poderosos. Cuando El piensa en ti, lo hace con mucho gozo y satisfacción. El te trata con cariño.   He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia (Sal. 33:18)

jueves, 9 de agosto de 2012

PABLO Y APOLOS SON DOS TITANES

Iglesia Cristiana de Santa Rosa de Osos
Saludo de Bienvenida
Lectura Bíblica: Hechos 18: 1- 11

Introducción
Una lección Profunda para Pablo en la Ciudad de Corinto.
Pablo en la Ciudad del Pecado.
Aquí Pablo casi tira la toalla como decimos popularmente.
Pablo en Corinto

 1  Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto.  2  Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos,  3  y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.  4  Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos.  5  Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.  6  Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles.  7  Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga.  8  Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.  9  Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles;  10  porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.  11  Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.

Palabras de Aliento, Motivación y Animo. La compañía del Señor en medio de la Dificultad y la Persecución, se deja ver.

Aparece en escena un Hombre llamado Galión.
 12  Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal,  13  diciendo: Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley.  14  Y al comenzar Pablo a hablar, Galión dijo a los judíos: Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, oh judíos, conforme a derecho yo os toleraría.  15  Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.  16  Y los echó del tribunal.  17  

Galión lo defendió y dijo que eran cuestiones de Palabras y los echó del Tribunal.
Galión es un Espectador Indiferente, había sido nombrado paa ejercer el Control y hacer cumplir la Ley, pero no le importaba nada de lo que estaba sucediendo.




martes, 7 de agosto de 2012

EL APACENTADOR DE LA GREY


El Gran Apacentador Y Sus Apacentadores
Como pastor apacentará su rebaño. . .  –Is. 40:11


 
Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
Tu pastor Jesús -- que vive dentro de ti -- es uno que hace la paz.  El desea que tú también seas un hacedor de la paz.
 
Isaías dijo proféticamente que Cristo es el Gran Apacentador.  Es el que aquieta a su rebaño y que quita el temor.  Es el que perdona.  Es el que guía con confianza sabiendo que todo saldrá bien.
 
Cuando Jesús es tu Pastor, no hay nada de qué preocuparse.  Aun cuando has sufrido una injusticia, no hay necesidad de enojarte o de entregarte al resentimiento.  El está obrando su plan perfecto en tu vida, y siempre traerá el bien, aun cuando has sido tratado injustamente (Ro. 8:28).
 
El añora por tu confianza para gobernar tu corazón, tu hogar, tu iglesia y aun tu país (Col. 3:15).  Él te ha escogido para ser su instrumento para que eso ocurra.  
 
¿Has oído el relato acerca de la Noche Buena durante la primera guerra mundial?  Los Alemanes y los Ingleses estaban en plena guerra, el uno contra el otro.   Se encontraban separados por una brecha de menos de 50 metros en una batalla feroz.  Durante varios días gran cantidad de soldados habían muerto.
 
De repente, al llegar la media noche del 24 de Diciembre, los Ingleses se dieron cuenta que los Alemanes habían dejado de utilizar sus armas. Más bien los Ingleses comenzaron a ver velas prendidas que se suspendían de las trincheras enemigas y de pronto se escuchó la entonación del lado Alemán del afamado villancico  “Noche de paz, Noche de amor.  Todo duerme en derredor.  Entre sus astros que esparcen su luz.  Bella anunciando al niñito Jesús.  Brilla la estrella de paz, brilla la estrella de paz”.
 
Al principio los Ingleses pensaron que era un truco del enemigo, pero cuando el primer soldado Alemán levantó las manos en alto dejando su fusil en tierra y se paró en la trinchera, los Ingleses se dieron cuenta que algo nuevo estaba pasando.  De pronto otros hicieron lo mismo.  Ellos dejaron sus armas y salieron de la trinchera y dentro de minutos cientos de soldados de  ambos lados se reunieron en ese espacio  entre los dos ejércitos.  Se abrazaron en celebración y de pronto estaban entonando juntos los cánticos en armonía.  ¡Paz en la tierra!, ¡Feliz Navidad!
 
Todo empezó con un soldado.
 
Te pregunto hoy ¿Por qué no eres como ese soldado?  ¿Por qué no deponemos nuestras armas?  Dejemos de pelear entre nosotros.  Dejemos de pagar mal por mal.  Más bien seamos los primeros en humillarnos y de perdonar y más bien orar por los que se oponen a nosotros.  Imitemos más a Jesús añorando la unidad (Jn. 17:20-21).
 
Él es nuestro todo poderoso y misericordioso Príncipe de paz.  El calma el mar cuando viene la tormenta y en forma callada obra  su perfecta voluntad en cada uno de nosotros.
 
Mostremos  al mundo que somos los verdaderos seguidores del Señor.  Cuando su paz realmente reina en ti, sana a los que están en tu entorno.  Verás a otros seguir tu ejemplo.  Experimentarás en una forma nueva qué es ser hijo del Rey.  Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios (Mt 5:9).

 
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehova, me haces vivir confiado.  – Sal 4:8
 
985 – Cristo Como Pastor-- Dr. Juan Jauchen