jueves, 31 de mayo de 2018

EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO DIOS CONSOLADOR.


EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO DIOS CONSOLADOR.
Nuestro Consolador.
Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Juan 16:7-11.
Nuestro Consolador, es el Espíritu Santo, a quien el Padre envió para que nos recuerde y enseñe todas las cosas que Jesús hizo y las que están escritas en su Palabra. Él es quien nos guía a toda verdad, Él es nuestro maestro.
Como hijos de Dios, cada día debemos anhelar ser guiados por el Espíritu Santo y no por nuestras emociones y sentimientos, para dar testimonio de lo que Él está haciendo en nuestras vidas.
Tengamos siempre presente que el Espíritu Santo nos ayuda cuando somos débiles e intercede por nosotros con gemidos indecibles, conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 8:26-27).
Él está listo para darnos aliento, coraje, fuerza, sabiduría y gracia en todo momento. Él puede proveer al corazón humano la paz y el consuelo que nadie más puede hacerlo.
El Espíritu Santo llegará a ser tu amigo más íntimo, tu consejero, tu guía, tu consolador, el compañero de toda tu vida cuando tú se lo permitas.
Autora. Brisna Bustamante S.
Sub Coordinadora Call Center.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas” (Lucas 11:34).
EL TRABAJO ESPECÍFICO DEL ESPÍRITU SANTO.
El capítulo 14 de Josué nos cuenta algo muy interesante sobre un hombre llamado Caleb. Tres veces el Espíritu Santo dice que Caled “cumplidamente siguió a Jehová Dios” (vs.8, 9, 14). Cada onza de Caleb estaba dedicada al Señor. Esta es la clase de corazón que deberíamos tener si es que nos identificamos como creyentes. El diablo va a intimidar a un hombre de corazón débil. Y sólo hay una forma de pararse contra el diablo: entregándose totalmente a Jesucristo. Por cierto, Dios no acepta “devoción a medias”. Sería mucho mejor para usted decir que Dios no existe, que decir que Dios no significa mucho para usted, o que Él no hace ninguna diferencia en su vida, o que no le provoca amarlo.
Lea Apocalipsis 3:14-18. ¿Puede usted sacar aplicaciones para su vida de esta admonición dada a la iglesia de Laodicea?
3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
“En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13).
¿Qué significa que usted está “sellado con el Espíritu Santo”?
 1. Primero, el sello es una marca de autenticidad. Si el Espíritu Santo no está en usted, entonces usted es falso. Primera Juan 3:24 dice: “Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”
2. Segundo, el sello es una marca de propiedad (como la marca en una res). Usted le pertenece. Romanos 8:9 dice: “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.”
3. Tercero, el sello es una marca de seguridad. En Ester 8:8 leemos acerca de este tipo de sello “que no puede ser revocado por ningún hombre”. La razón por la cual permanecemos salvos, no perdemos nuestra salvación, es porque Dios nos ha sellado.
Alabe a Dios porque le ha salvado, le ha sellado y le ha asegurado por toda la eternidad. Regocíjese cantando el himno: “¡Aleluya, qué Salvador!”, de Philip Bliss.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” - (Romanos 12:1).
SOMOS UNA OFRENDA VIVA A DIOS.
En el Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer “nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí: disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
¿Está usted practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100% disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” - (Filipenses 3:13-14).
Hay dos días que pueden robar el gozo y la realización de hoy. Uno es el mañana, y el otro es el ayer. Ambos son días en los cuales el creyente debe negarse a vivir. Muchos de nosotros nunca hemos aprendido cómo separarnos del ayer. Todavía lo arrastramos con nosotros, y está robando nuestro gozo. Pablo pudo haber vivido así, en el plano de la culpa, pero él rehusó hacerlo. Tal vez usted, como Pablo y muchos otros, ha cometido algunos horribles pecados. Pero, mi amigo, aquello que Dios lo llama limpio, ningún hombre puede llamarlo sucio. Si usted ha confesado su pecado y se lo ha entregado a Dios, ese pecado está enterrado profundamente. No deje que contamine su día. ¡Aprenda a vivir en el presente!
EL ESPÍRITU SANTO CONVENCE DE PECADO, NO CONDENA.
Si usted está experimentando culpabilidad por un pecado no confesado, entonces confiéselo y arrepiéntase. Si usted experimenta culpa por un pecado confesado, rechace esa culpa. El Espíritu Santo convence, no condena. Romanos 8:1: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria en la MISMA IMAGEN, como por el Espíritu del Señor” - (2 Corintios 3:18).
Somos cambiados “de gloria en gloria” por el PODER del Espíritu Santo. Eso no significa que esto sucede “de la noche a la mañana”, sino UN PASO A LA VEZ. Hoy usted debería tener un poquito más de gloria que ayer. Hoy usted debería ser un poquito más como Jesús, que lo que fue ayer. Y mañana, usted deberá ser aún más como Jesús. ¿Está usted llegando a ser como Jesús? No, si es que no está en su Palabra. ¿No cree que ya sea tiempo de que esta generación considere seriamente la Palabra de Dios?
Ponga aparte un tiempo y un lugar para estar a solas con Jesús, hoy, y ore y medite el Salmo 119:18: “ABRE mis ojos, y MIRARÉ las maravillas de tu ley.”
“Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí” - (Juan 15:26).
El Espíritu Santo tiene un deber: testificar del Señor Jesucristo. Eso es todo lo que tiene en mente. Él no está interesado en hacer diez cosas por Dios, sino sólo una. Hay muchos que se concentran en el Espíritu Santo, enfocándose en lo que Él hace por medio de milagros, sanidades, lenguas y otras cosas más. Amigo, cuídese de aquellos que hacen del Espíritu Santo la figura central de su fe.  El distintivo de un hombre o mujer llenos del Espíritu Santo es que siempre estarán hablando acerca de Jesucristo. No pueden hacer nada más. No pueden hacer nada menos.
Haga esta promesa delante de Dios: “Entrego todo lo que soy y tengo (esto quiere decir: talentos, negocios, educación, tiempo, recursos, hogar) por la causa de Cristo. Tan sólo una cosa hago ―viva o muera― Jesús será glorificado en mi vida hoy y cada día de mi existencia.”

LA PALABRA DE DIOS ES LUZ EN EL CAMINO.


LA PALABRA DE DIOS ES LUZ EN EL CAMINO.
El Señor nos ha dado su Palabra para que sea la lámpara que alumbre nuestros pies e ilumine nuestro camino que nos lleva a Él.
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105).
Los creyentes somos peregrinos que transitamos hacia el lugar de destino que es el cielo. Este caminar se produce a través de oscuridad y tinieblas que es el mundo. Pero, con nosotros está la luz de Dios que alumbra cada tramo del camino, como expresa el texto de la estrofa del Salmo (vv. 105-112).
Nuestro camino de peregrinos fue abierto por Cristo mismo: “dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas” (1 P. 2:21). La senda no es ancha, sino estrecha; el entorno son las tinieblas propias del mundo. La Biblia es el instrumento que Dios da para guiar el camino. No se trata de una compararla con la luz, sino que ella misma es luz, que hace visible el lugar donde ponemos nuestros pies. Ella orienta los pasos “como es digno del Señor; agradándole en todo” (Col. 1:10). De ese modo podremos tener vidas con una moral intachable (Ro. 13:13), con un amor pleno (Ef. 5:2), mostrando la sabiduría de Dios en ellas (Ef. 5:15). El camino cristiano es luminoso porque estamos en la senda de Aquél que dijo: “El que me sigue no andará en tinieblas”.
La Biblia alumbra la senda de la aflicción (v. 107). Expresa la certeza de cómo serán superadas nuestras pruebas. Las presentamos delante de Dios y le pedimos que nos aliente “conforme a tu Palabra”. Ella brillará entonces sobre el camino antes ensombrecido por las dificultades. Esa luz que alumbra la senda de la aflicción procede de la Palabra. No existe luz para el afligido que está lejos de ella.
También alumbra la senda de la adoración (v. 108). ¿Cómo sabré que mi adoración y servicio son conformes a lo que Dios desea? No es la práctica de la vida religiosa lo que Dios busca, sino un corazón entregado delante de Él (Is. 29:13). Por eso en oración pido que “sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca”. Pero eso está en razón directa a aprender de “tus juicios”, es decir, de tu Palabra.
La Biblia ilumina la senda de la confianza (v. 109). La vida es un camino de incertidumbre a los ojos del hombre. Hay continuos peligros en ella, por eso debemos prestar atención a los mandamientos de Dios para ser obedientes a Su voluntad.
La Palabra alumbra la senda de la fidelidad (v. 110). El lazo es figura del peligro en una vida de testimonio personal conforme a Dios (Sal. 140:5). Procura apartar al creyente de la senda de la fidelidad para convertir la vida en un fracaso. En ese trance oro: “Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; en ti he confiado; no desampares mi alma” (Sal. 141:8).
Finalmente, la heredad del creyente es la Palabra (v. 111). Dios anticipa de Su herencia y nos llena de gozo. La Biblia habla de herencia y de corona, apuntando en el versículo al modo de alcanzarlos.
¡Oh, sí, Señor! Necesito luz en mi senda, aliento en mis tristezas, firmeza en mis pasos, esperanza en la angustia. Para eso debo acercarme más a la Palabra, cancelar mi pensamiento para tomar el Tuyo. Esta es mi oración ante ti: “Que mi corazón se incline a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin”
– Autor: Pastor Samuel Pérez Millos.
¿Sabe usted qué es la Biblia? Es una carta de amor que Dios le escribió a usted. Es Dios diciéndole: “He fijado mi mirada en ti. ¡Te amo!”
Usted no puede ser salvo por llevar acabo buenas obras, ni por hacerse miembro de una iglesia. Usted es salvo por la gracia de Dios que afirma: “Yo te amé primero.”
¿Cuándo fue la última ocasión que usted recibió una carta de amor? ¿Cuándo fue la última vez que escribió una? Dedique un tiempo hoy para escribirle una carta de amor al Señor.
TENGAMOS UN CORAZÓN COMPASIVO PARA COMPARTIR LAS BUENAS NUEVAS DE SALVACIÓN.
“Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído” (Hechos 22:15).
¿Qué es lo más importante en su vida, hoy? ¿El mirar su diaria telenovela, o el invitar a su casa a un vecino no salvo y tener la oportunidad de hablarle de Jesús? ¿Es más importante para usted el reunir a sus amigos para jugar un partido de básquetbol o fútbol, o ir a visitar a su padre inconverso? ¿Le interesa más ir de compras, que sacar tiempo para leer la Biblia a una persona no salva, en un asilo de ancianos? Amigo, su tiempo se está terminando. Y usted no podrá testificar en el cielo. Esa es su responsabilidad y privilegio terrenal, ahora. Ninguno de nosotros sabe cuántos días, horas, o minutos de vida le quedan. Debemos aprovechar las doradas oportunidades que Dios nos da diariamente para testificar.
Imagínese que hoy es su último día sobre la faz de la tierra. ¡Pues vívalo como si en realidad lo fuera!
¡! BUENAS NOTICIAS Y NO MALAS NOTICIAS!!
APARTADOS PARA EL EVANGELIO, TESTIGOS DE CRISTO Y LLEVANDO EL MENSAJE DE SALVACIÓN.
Apartado para el evangelio de Dios. Romanos 1:1.
Millares de bebitos nacen cada día en un mundo lleno de malas noticias. Las palabras malas noticias han llegado a ser una expresión común y corriente para describir nuestra época.
¿Por qué hay tantas malas noticias? Es sencillo. La mala noticia que ocurre a mayor escala es solamente la multiplicación de lo que está ocurriendo en el ámbito individual. El poder que contribuye a las malas noticias es el pecado.
Con tantas malas noticias, ¿puede haber alguna buena noticia? ¡Sí! Las buenas noticias son que puede resolverse el problema del pecado. No hay que ser egoísta. Pueden mitigarse la culpabilidad y la ansiedad. Hay sentido para la vida y esperanza de vida después de la muerte. El apóstol Pablo dice en Romanos 1:1 que las buenas nuevas es el evangelio. Es las buenas nuevas de que puede ser perdonado el pecado del hombre, puede quitarse la culpabilidad, puede tener sentido la vida y una esperanza futura puede ser una realidad.
LA PALABRA DE DIOS TIENE UNA RESPUESTA PARA TU PROBLEMA.
EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS.
Querido Dios:
En tus manos coloco mis preocupaciones y problemas.
En tu sabiduría coloco mi camino, mis direcciones y mis objetivos.
En tu AMOR,
Coloco mi vida!
Echando toda tu ansiedad sobre Él, porque Dios tiene cuidado de ti.
El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas. Mateo 6:34
Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Mateo 6:25.
¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Mateo 6:27.
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; Lucas 10:41.
Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir; Lucas 12:11.
Y dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. Lucas 12:22.
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Filipenses 4:6.
Echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque Él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7.
LA ALEGRÍA QUE PRODUCE LA PALABRA DE DIOS.
Job dijo: “Guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12). Cuando la Palabra de Dios llega a ser tan importante para usted como lo es su alimento diario, entonces usted comenzará a crecer en su vida espiritual. A veces nos preguntamos si el polvo acumulado sobre nuestra Biblia servirá de testimonio en contra nuestro. El siguiente verso es de un libro escrito por Richard Greene que hace reflexionar: “Ha estos dos Dios los ha casado y ningún hombre los separará, polvo sobre la Biblia, sequía en el corazón.” ¡OH, que tuviésemos hambre por la Palabra de Dios!
Ayune una de sus comidas el día de hoy, así podrá sentir una milésima del hambre que debemos tener por alimentarnos de la Palabra de Dios. Y recuerde orar por aquellos que necesitan la leche pura de la Palabra de Dios.
LA PALABRA DE DIOS NOS ANUNCIA PROMESAS.
Juan 12:32: “Y Yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí mismo.”
Por primera vez en la historia el hombre está temeroso de lo que sabe. Su cabeza y sus manos han sobrepasado a su corazón, y nos enfrentamos con cosas para las cuales no tenemos respuestas, tales como la plaga del SIDA, la bomba de tiempo del Medio Oriente, el incremento de hambre, las irregularidades climáticas, y mucho más. Con todo, no tenemos que retorcer las manos y decir: “¿A qué llegará este mundo?” Nosotros podemos alzar nuestros ojos y preguntar: “¿Quién está por llegar al mundo? ¡Es el Señor Jesús! ¡Gloria a Dios por ello!”
¿Y CÓMO LE ESTÁ DANDO LA GLORIA AL SEÑOR JESUCRISTO?
Llame a su iglesia y pregunte si hay algún lugar donde usted pueda participar como voluntario ministrando a su comunidad. Tal vez haya un comedor para los necesitados, un asilo de ancianos, un refugio para los desamparados o algún centro para niños abandonados donde usted pueda servir.
LA PALABRA DE DIOS HAY QUE MIRARLA ATENTAMENTE.
“Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:25).
Santiago 1:23 y 24 pinta la imagen de un hombre apresurado. Tiene muchas cosas en su mente. Él se da un vistazo muy casual y sale rápidamente. Si la Biblia es como un espejo, entonces este hombre sólo mira fugazmente la Palabra sin, en realidad, aplicarla a su vida. Muchos creyentes son esta clase de estudiantes bíblicos. Son como un mosquito saltando de aquí para allá, en vez de ser como abejas que profundizan y permanecen lo suficiente para extraer la dulzura de la flor. En contraste, el hombre del versículo 25 profundiza en la Palabra. Es alguien que se deleita en la Palabra de Dios, que aplica la Palabra de Dios, y que ama y atesora la Palabra de Dios.
¿Es usted así? ¿O sólo mira “de pasadita” la Palabra de Dios, y prosigue a realizar las cosas que tiene que hacer, de acuerdo a una lista,  porque cree que son más importantes? ¿Cómo saberlo? Fácil. Invierta una hora en la Palabra de Dios, no una, sino dos o tres  veces esta semana. Eso será un comienzo.
LO QUE DIOS QUIERE REVELARNOS Y ENSEÑARNOS, LO HACE A TRAVÉZ DE SU PALABRA Y HAY CIERTAS COSAS QUE DIOS NO REVELARÁ.
“Porque Él mira hasta los fines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos. Al dar peso al viento, y poner las aguas por medida” (Job 28:24-25).
En una ocasión el pastor Rogers enseñó: “Hay ciertas cosas que Dios NO revelará. Y ésas son buenas noticias. ¿Quién quiere creer en un Dios al que pueden ponerlo en un cofre, y entenderlo completamente? Yo no. Usted puede ir con un recipiente vacío hacia el océano, y llenar ese recipiente con agua de mar. Todo lo que está en ese recipiente es agua del océano, pero no todo el océano está en ese recipiente, ¿verdad? Y con nuestras mentes ―tamaño recipiente―nunca vamos a conocer todo lo relativo a Dios. Yo no lo podré hacer. Usted no lo podrá hacer. Nadie lo podrá hacer.”
¿Qué le pertenece a Dios? ¿Qué le pertenece a usted? ¿Qué va a hacer con las cosas que Dios le ha dado?
“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29).

martes, 29 de mayo de 2018

¿QUÉ PODEMOS HACER NOSOTROS FRENTE A LA TEMPESTAD?


¿QUÉ PODEMOS HACER NOSOTROS FRENTE A LA TEMPESTAD?
Marcos 4: 35- 41. 4:35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
4:36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
4:37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
4:38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
4:39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
4:40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
4:41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
¿POR QUÉ TIENES MIEDO?
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que recompensa a los que lo buscan. Hebreos11:6.
Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos al otro lado del lago”. Así que dejaron a las multitudes y partieron. Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraron en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús estaba dormido en la parte posterior, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron diciendo: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”, gritaron.
Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: “¡Silencio! ¡Cálmense!”. De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó: “¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?”
Los discípulos estaban completamente aterrados, “¿Quién es este hombre? -se preguntaban unos a otros - que ¡hasta el viento y las olas lo obedecen!
¿Qué tipo de temor sintieron los Apóstoles?
Puede explicarlo usted en sus propias palabras?
De este relato de la biblia podemos aprender tres cosas muy importantes:
-1. La primera, es que Dios les dijo, “Crucemos al otro lado del lago”, no les dijo “Crucen”. Cuando pasemos un momento difícil en nuestras vidas o cuando Dios nos pida que hagamos algo, recordemos que Él estará con nosotros, que en ningún momento nos dejará ni desamparará y que su gracia nos protegerá de todo mal.
-2. La segunda, es que a pesar de que veamos que las cosas siguen igual o posiblemente empeoran, no dudemos de lo poderoso que es Dios y que una palabra suya es suficiente para cambiar nuestras circunstancias. Incluso, si en algún momento no llegamos a sentir su presencia o que actúa a nuestro favor, no perdamos la calma, la fe ni la confianza en Él, porque en el momento exacto nos ayudará y mostrará la salida a cualquier problema que estemos enfrentando. No permitirá que nada malo nos suceda, porque El solo quiere lo mejor para cada uno de nosotros.
Este día volvamos a creer en Él y en todo lo que es capaz de hacer.
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: “No temas, yo te ayudo.” Isaías41:13.
-3.La tercera, es que no debes inquietarte porque Dios tiene todo en control.
En medio de un agradable viaje en avión, la voz del capitán interrumpió el servicio a bordo y pidió a los pasajeros que se colocaran los cinturones de seguridad. Al momento el avión comenzó a sacudirse como un barco en un océano azotado por el viento. Mientras los pasajeros hacían lo que podían para enfrentar las turbulencias, una niña seguía leyendo su libro. Cuando aterrizamos, le preguntaron por qué había permanecido tan tranquila y ella respondió:” mi papá es el piloto, y me está llevando a casa”
Aunque los discípulos de Jesús eran pescadores experimentados, estaban aterrorizados cuando una tormenta amenazaba con hundir su barca. Ellos estaban siguiendo las indicaciones del Señor; entonces,¿ por qué pasaba eso?(Marcos 4:35-38).
Aquel día, aprendieron que hacer las cosas como el Señor dice no significa que uno  no tenga que enfrentar tormentas en la vida. Pero, como Él estaba con ellos, también entendieron que las tormentas no impiden que lleguemos a donde Dios quiere que vayamos (5:1).
No importa si la tormenta es resultado de un accidente trágico, la pérdida de un empleo o alguna otra prueba, podemos confiar en que no todo está perdido. Nuestro piloto puede manejar la tormenta y hará que lleguemos a casa.
Señor, fortalece hoy mi fe en medio de las dificultades.
Cuando Jesús es nuestra ancla, las tormentas no deben atemorizarnos.
JESUCRISTO MANIFIESTA SU PODER Y SU GLORIA, PORQUE ÉL ES SEÑOR DE TODO.
¿Qué significan tormentas o tempestades?
¿Has visto algunas, has experimentado en carne propia una tormenta?
¿Qué piensa qué puede hacer Jesús?
¿Cómo te identificas con el pasaje de 1ª Pedro 1:3-7.3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1:4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1:6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 1:8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
DIOS HIZO EL MAR Y LA TIERRA.
¿Qué conclusiones sacas del Pasaje de Jonás 1: 1- 17. Y 2: 1- 10?
¿Qué sentimientos mostramos en medio de las tempestades, pruebas?
¿Qué principios divinos y espirituales podemos desarrollar con la historia del Profeta Jonás?
¿Quiénes estaban en la barca con Jesús? ¿Y usted no está en las tormentas del mundo? ¿Le hace a Jesús las mismas preguntas  y reproches que le hicieron los Apóstoles?
Si los Apóstoles eran pescadores expertos, y estaban acostumbrados a las tormentas y entonces, ¿por qué tenían miedo y por qué sintieron más miedo cuando las aguas obedecieron la voz de Jesús?
¿Qué dice la Palabra con respecto a la fe en Jeremías 17: 7. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
HAGÁMOS UNA REFLEXIÓN FINAL.
Una tormenta, un problema grande y una prueba, provocan miedos y terror más allá de nuestras capacidades físicas y muchas veces no sabemos qué hacer y concluimos que todo se acabó, y entonces, nos preguntamos ¿ dónde está Jesús?, ¿ dónde está Dios?
Dios está en el mar, en la lluvia, en las violentas olas, en los problemas y las pruebas.
Como nos narra el Libro de Jonás, los hombres en aquel barco clamaban a sus dioses, pero no hubo respuesta, ellos invocaban al dios Poseidón, señor de los mares. Los hombres del barco buscaron a Jonás y le dijeron clama a tú Dios. Jonás dijo échenme al mar y así lo hicieron y la tormenta se calmó, allí estaba Jehová El Dios que hizo el mar y la tierra.
Jesucristo es El Dios que hizo el mar y la tierra y a Él podemos clamar cuando la tormenta, el problema o la prueba aparezcan.
Dios nos enseña a depender y confiar en Él y no en las circunstancias o en nuestras fuerzas.
El Salmo 46: 1- 3, 7. Dice: 1. Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
46:3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
46:7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Sela.
¿Para qué están las tormentas?
Para que Jesucristo manifieste Todo su Poder y su Gloria al mundo.
¿Cree usted que Jesucristo es diferente al dios Poseidón?, ¿por qué?


lunes, 28 de mayo de 2018

LA PALABRA DE DIOS ES EL ESPEJO QUE NOS DA SABIDURÍA.


LA PALABRA DE DIOS EL ESPEJO NOS DA SABIDURÍA.
Es un privilegio diariamente abrir el espejo de la Palabra de Dios. Dios con su consejo nos anima, fortalece, nos desafía y confronta a ver la vida desde Su perspectiva. Ya que nosotros somos limitados, finitos y en muchos momentos vemos el hoy, lo que en el presente nos sucede y lo sacamos a Él de nuestro horizonte. Necesitamos Su sabiduría, porque sabiduría es ver las cosas desde la perspectiva de Dios. Desde nuestra posición en la vida, no podemos distinguir el panorama completo; por eso, sigamos viviendo por fe y no por vista. Crezcamos en la Palabra de Dios que nos hace sabios.
MÁS VIDA PARA SUS DIAS. Y NO MÁS DÍAS PARA SU VIDA.
"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". —Isaías 55:8-9.
Después de asistir al servicio fúnebre de un amigo que murió de cáncer en el hígado, me puse a pensar en cómo debemos reaccionar cuando nuestra vida ha sido traspasada por una flecha de aflicción. No me refiero a un dardo pequeño si no a una flecha que ha traspasado las zonas vitales.
Mi amigo no se puso en una esquina a marcar sus días en un calendario. Por el contrario, cuando recibió la noticia decidió aprovechar al máximo cada día que le quedaba. Su doctor le dijo que probablemente moriría antes del Día de Acción de Gracias (último jueves de noviembre). Él respondió: « ¿Quién lo dice?» No solamente vivió más allá del Día de Acción de Gracias, sino que también hizo una fiesta en Navidad, en Semana Santa, un gran festejo el Día de la Independencia de los Estados Unidos (4 de julio), y hasta estaba planeando el siguiente Día de Acción de Gracias. Supe que hasta había sacado una cita con el dentista. Esa clase de actitud enfatiza una de mis filosofías de la vida: «Al ser traspasado por una flecha, no busque más días para su vida, sino más vida para sus días». Olvídese de la cantidad. Preocúpese por la calidad de sus días. Si ponemos nuestros ojos en Dios y vemos más allá del dolor, sufrimiento, prueba, limitación, obstáculos, u oposición nuestra perspectiva para la vida será increíble. Las flechas no cambiarían nuestro rumbo. Simplemente, van a profundizar y mejorar nuestro carácter.
¿Qué flecha le ha traspasado recientemente? ¿Le han dado la noticia de una enfermedad terminal? ¿Imposibilidades? ¿Dolor físico? ¿Trato injusto? ¿Calumnias? ¿Problemas en el hogar? ¿Falta de trabajo? Le aconsejo que no pierda el tiempo curándose las heridas o preguntándose por qué. Tome la decisión de hacer lo que hacía antes, pero viva al máximo. Recuerde, no busque más días para su vida sino más vida para sus días.
Medite en la Palabra de Dios: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". Isaías 55:8-9.
Las flechas no son más que los reveses momentáneos que nos ayudan a reagruparnos, renovarnos y recargarnos para que, sigamos adelante y no perdamos la fe, esperanza y amor.
Autor: Pastor Charles Swindoll.
NECESITAMOS LA SABIDURÍA DE DIOS Y ÉSTA ESTÁ EN SU PALABRA, EN SU ESPÍRITU.
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).
Dios hizo la mente del hombre. Todos los descubrimientos y el verdadero conocimiento en este mundo provienen de Dios. Es la Verdad de Dios y no debemos tener temor. Pero eso no significa que debemos pasearnos en forma casual por los senderos de diabólicas filosofías. La Verdad de Dios no cambia como las filosofías. La primera parte de Malaquías 3:6 dice: “Porque Yo Jehová no cambio.” No sabemos si eso significa algo para usted pero significa mucho, querido amigo (a). El mismo Dios que nos amó tanto como para poner a su propio Hijo en la cruz, hace más de dos mil años, nos sigue amando de la misma manera. No tenemos que preocuparnos, cuando nos acercamos a Dios en oración, de que a lo mejor Él esté de mal humor. Ahora, si esto no enciende su motor espiritual, es que no tiene ninguno.
Lea el Salmo 145.1- 6. 1 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
145:2 Cada día te bendeciré,
Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
145:3 Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Y su grandeza es inescrutable.
145:4 Generación a generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos hechos.
145:5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia,
Y en tus hechos maravillosos meditaré.
145:6 Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
Y yo publicaré tu grandeza.
 Deje que su motor comience a correr en alabanza a Dios.
RECUERDE QUE SU PALABRA DICE QUE DIOS LO SABE TODO.
“No ores hasta que Dios te escuche, ora hasta que lo escuches a El"
Esta frase llego a mi hace algunos, días, en realidad me hizo detener todo lo que estaba haciendo y meditar en ella un poco. Me hizo pensar en todas las veces que afanadamente traje mi oración a Dios, explicando toda mi necesidad y por ende mi afán, pero no tuve dediqué el tiempo a escuchar su voz y a conocer su respuesta.
La palabra de Dios dice en el salmo 139:4 “Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda”. Antes de que nosotros vengamos en oración a Dios, El ya conoce nuestras palabras, cuando clamamos, El ya está enterado de nuestra necesidad, El lo conoce todo y no debe pasar por nuestra mente, ni por un solo segundo, la idea de que a Dios se le paso por alto nuestra circunstancia y está muy ocupado haciendo otras cosas. De ninguna manera, es más de acuerdo a Isaías 65:24.
“Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”. Dios siempre está atento a nuestra oración y a nuestro clamor. A través de toda la palabra nos invita a presentar cada ruego y súplica ante su gran trono de gracia, pero una vez hacemos eso, ¿estamos dando el tiempo para escuchar la respuesta de Dios. O sencillamente oramos para que nuestra voluntad se haga, tal cual deseamos? Amado lector, si bien es cierto que Dios escucha nuestra oración, también es certero que El desea enseñarnos sus caminos, propósito y su perfecta voluntad, cuando ores, pídele a Dios que te revele sus caminos, sus planes y los deseos de su corazón y así podrás orar de una mejor manera y podrás pedir de acuerdo a su voluntad.
Dios siempre nos escucha, aprendamos a escucharlo a Él.
Juan 10:27 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. (RVR1960).
LA SABIDURÍA DE DIOS PARA CRECER CADA DÍA MÁS Y MÁS.
Hoy gracias a Dios puedo escribirte y para mí es un verdadero gozo. Deseo decirte que crecer en Dios y buscar su sabiduría exige esfuerzo, tiempo, dedicación, y hambre por la Palabra. Las Escrituras nos dicen dónde podemos encontrarla: «Porque el Señor da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia». Dios no está almacenando sabiduría para sí mismo,  ni es egoísta sino que «Él provee de sana sabiduría a los rectos» (Pr. 2: 6-7).  ¿Estás buscando al Señor de todo corazón? Él es la fuente de toda sabiduría para tu vida.
DESCUBRIR UNA SABIDURÍA INVALUABLE.
En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti… meditaré en tus preceptos y consideraré tus caminos. Me deleitaré en tus estatutos y no olvidaré tu palabra. —Salmos 119:11:15-16
Howard Carter se quedó boquiabierto cuando escuchó la pregunta de su asistente.
Por varios siglos, los arqueólogos, turistas y ladrones de tumbas habían buscado las sepulturas de los faraones egipcios. Se creía que ya todo estaba descubierto. Pero por alguna razón, él estaba convencido de que todavía había una tumba más. Y entonces, finalmente… ¡Eureka!
Howard Carter penetró la silenciosa oscuridad y vio lo que ningún otro hombre moderno había visto. Uno de sus ayudantes que estaba detrás de él, le preguntó: «¿Puedes ver algo?» ¡Qué si podía ver algo! El área estaba llena de animales de madera, estatuas, baúles, carruajes, esculturas de cobras, vasijas, dagas, joyas, un trono y hasta un ataúd hecho a mano en cuya tapa se veía esculpida la imagen de oro de un rey adolescente. Todo el lugar estaba lleno de oro. Ese fue, por supuesto, el descubrimiento arqueológico más emocionante del mundo: la tumba y el tesoro del rey Tutankamón.
No creo que haya muchas emociones tan grandes como el gozo de un súbito descubrimiento. El dolor y el costo de la búsqueda se olvidan instantáneamente. Las inconveniencias, las muchas horas, los muchos sacrificios, todo se disipa ante la alegría de descubrir algo especial. Uno se pierde en el momento al ver un descubrimiento maravilloso al igual que un niño cuando mira una araña.
Salomón escribió acerca del mayor descubrimiento de todos: el tesoro de la Escritura. «Hijo mío, si recibes mis palabras. . . si la buscas como a plata y la procuras como a tesoros escondidos, entonces entenderás el temor del Señor, y descubrirás el conocimiento de Dios» (Proverbios 2:1, 4-5).
¡Qué gran descubrimiento! En la Escritura se encuentran bóvedas de sabiduría invaluable que no se puede encontrar si uno anda deprisa. La verdad de Dios se encuentra allí, esperando que la descubran. La Palabra de Dios, al igual que una mina profunda, está lista para ceder sus tesoros. ¿Puede usted ver algo?
Autor. Pastor C. Swindoll.
¿ LE ESTÁ FALTANDO LA SABIDURÍA ?
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
Santiago 1:5 nos dice que si no tenemos sabiduría, debemos pedírsela a Dios. Permítanos decirle lo que eso significa literalmente. Si usted no tiene sabiduría, pídasela al Dios Dador. ¿Ha pensado en Dios como “el Dios Dador”? ¿Qué significa para usted que Dios anhela derramar sus bendiciones sobre usted? ¿Se dice a usted mismo: “¡Qué bueno! Entonces veamos qué puedo sacarle a Dios.”? ¿O le vuelve humilde saber que el Poderoso Dios, quien creó el aire que usted respira, el suelo por el que camina, y el cuerpo en el cual habita, éste es el Dios que le ama y que quiere bendecirle? Oramos que sea esto último, porque ése es el corazón de un hijo o hija de Dios.
Pídale a Dios que le humille. Que ponga en usted un corazón como de niño, para que busque al Padre más que a ninguna otra persona o cosa.


jueves, 24 de mayo de 2018

TENGO UNA RABIECITA MENUDITA QUE SE CONVIERTE EN IRA HACIA MI HERMANO.


TENGO UNA RABIECITA MENUDITA QUE SE CONVIERTE EN IRA HACIA MI HERMANO.
Efesios 4:26: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.”
La Palabra de Dios nos dice que debemos ser “tardos para airarnos” (Proverbios 14:29, Santiago 1:19). No hay nada que le hará más daño a su trato con otros que la ira innecesaria. Si usted es dado a la ira, permítame decirle un par de cosas que la Biblia menciona y éstas no son halagadoras. 1. Primero, la Biblia dice que usted es un necio. Eclesiastés 7:9 enseña: “No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.”
2. Segundo, usted posee un carácter débil. Proverbios 16:32 dice: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” La ira sin control es como tirar una piedra a un panal de avispas.
¿Se enoja usted fácilmente? Si es así, confiéselo. No permita que Satanás construya una fortaleza en su vida. Si usted se enoja hoy, pregúntese qué necesidad no está siendo suplida y póngala en las manos del Señor.
ES TIEMPO DE PEDIR PERDÓN EN ORACIÓN.
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de Ti, y no quites de mí tu Santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente” (Salmos 51:10-12).
DEBEMOS TENER SUMO GOZO EN MEDIO DE PRUEBAS Y NO OPTAR POR EL ENOJO.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” - (Santiago 1:2-3).
Santiago 1:2 es un versículo interesante porque tiene la palabra “cuando” en vez de la palabra “si”. Verá, alguna gente cree que la vida siempre va a ser “color de rosa”, acolchonada con pétalos y días soleados. Si yo asegurara tal cosa, estaría hablando con la Biblia cerrada y una cabeza vacía. Sea usted salvo o no, la vida le garantiza una cosa: ¡dificultades! Habrá pruebas, opresión, malentendidos. Y cuando usted se entrega a Cristo, no se torna inmune a estas cosas. Las pruebas son parte de la vida, pero cómo los creyentes se comportan en respuesta a esas pruebas motiva a que un mundo incrédulo se detenga y lo note. Usted puede hablar de la fortaleza de un creyente por lo que se necesita para detenerle.
Decida, por usted mismo, ser responsable. Si es casado, pida a su esposa que conteste la siguiente pregunta. Si es soltero, pida la ayuda de un amigo de confianza: ¿Cómo calificarías la forma en que he respondido a las pruebas en mi vida, el año pasado, en una escala del 1 al 10? Significando 1 que he agradecido la oportunidad de aprender a ser paciente, y 10 que me he enojado por cada piedrita que la vida puso en mi camino. ¿Aprendió algo nuevo acerca de sí mismo? ¿Algo en lo cual debe mejorar el próximo año?
PRIMERO EL PERDÓN QUE LA OFRENDA.
“Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” - (Mateo 5:24).
Jesús nos dice que debemos dejar nuestra ofrenda a un lado y hacer la paz con algún hermano enojado, antes de que podamos adorar. Nadie puede estar “bien con Dios”, y conscientemente estar mal con su hermano. Pero note que Jesús no está diciendo que usted necesita dejar su ofrenda e ir y reconciliarse con su hermano si es que usted tiene algo en contra de él (o ella), (vea Mateo 18:15-20). Aquí Jesús está diciendo que usted necesita “hacer la paz” con algún hermano o hermana que tiene algo en contra suya. Antes de que cante, antes de que ore, antes de que enseñe, antes de que ofrende, antes de que adore, la Biblia dice que primero debe reconciliarse con su hermano (a). No hay ofrenda sobre la tierra que pueda substituir el estar en paz con los otros.
 De lo que usted sabe, ¿hay alguna persona que está guardando sentimientos negativos en su contra? Entonces, el Señor le dice: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano.”
Antes de que usted haga ninguna otra cosa, ahora mismo, este minuto, pídale a Dios que le enseñe si hay alguien con quien usted necesita reconciliarse. Luego, ¡vaya y hágalo!
APRENDAMOS A TENER GOZO EN TODO.
“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común” - (Hechos 4:32).
Usted puede saber mucho acerca de una persona por lo que le entristece, alegra y enoja. ¿Correcto? En muchas ocasiones esto puede ser la escasez de abundancia de posesiones o riquezas. Sin embargo, cuando una persona tiene el gozo del Señor, nada puede robarle ese gozo.
¿Ha aprendido a tener gozo en el Señor y no en las cosas de este mundo? ¿Se mantiene sin aferrarse a las cosas de este mundo? Si no, pueda ser que Dios le enseñe a hacerlo. Para confiar completamente en el Señor:
1. primero, debe existir una confianza que depende del Señor.
2. Segundo, debe existir una comunión que se regocija en el Señor.
3. Tercero, debe existir un compromiso que transfiere las cargas al Señor.
¿Dónde está su confianza: en sus posesiones, su posición, su auto-estima? ¿Cuánto tiempo invierte diariamente en comunión con el Señor? ¿Cómo definiría su compromiso de confiar en Dios en toda área de su vida?
EL SEÑOR DICE:” ESTÁS EN MIS MANOS”
Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de asesinato. Sucedía, que el verdadero culpable era una persona muy influyente del reino, y por eso desde el primer momento procuró hallar un chivo expiatorio quien cargase con su culpa y dejar así encubierto su delito. El hombre acusado, fue llevado a juicio y comprendió que tendría escasas oportunidades de escapar de la horca, sabiendo que se enfrentaba a personas muy poderosas que se habían puesto de acuerdo en condenarlo.
El juez, aunque también estaba confabulado, se cuidó de mantener todas las apariencias de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: “Conociendo tu fama de hombre justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la Providencia la que decida tu destino”. Por supuesto, el perverso funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: “Culpable”. La víctima, aun sin conocer los detalles, se dio cuenta de que el sistema era una trampa. Cuando el juez lo conminó a tomar uno de los papeles, el hombre respiró profundamente y permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados.
Cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno de los papeles, se lo metió a la boca y lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon. --Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo vamos a saber el veredicto? --Es muy sencillo --replicó el hombre--. Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué. Con refunfuños y un enojo imposible de disimular, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo.
Esta historia me hace pensar, que aunque  el enemigo quiera destruirte y devorarte, debes estar seguro al igual que aquel hombre, que Dios tomará el control de tu situación. Aun cuando todas las circunstancias muestren que no hay salida y no veas luz al final del túnel, Dios se hará cargo, por lo cual puedes descansar confiadamente en sus manos.
Tal vez atraviesas una injusticia, una persecución, pero Dios es el  juez, quien tiene la última palabra y no permitirá que sus hijos sean destruidos.
Nunca dejemos de luchar hasta el último momento. En momentos de crisis, sólo la fe  y la confianza en Cristo, es más importante que cualquier otra salida.
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” - 2 Corintios 4:7-9.
Autora. Telma Céspedes.
2 Corintios 4:7-9.
La Buena Parte del Día - 1 Corintios 2:7-102 Corintios 4:7-9. "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos".
El apóstol Pablo inicia este pasaje mostrándonos que podemos ser movidos por el orgullo cuando tenemos algunos privilegios. Pero nuestra vida en Cristo está diseñada para vivir libres del orgullo. Por muy altos que sean nuestros logros, por grandes que sean nuestras victorias habrá circunstancias propias de la humanidad a las cuales aún estaremos sujetos, como son los momentos difíciles, el dolor, las contradicciones de la vida y sobre todo a una característica propia del ser humano: La debilidad.
FRÁGILES Y DÉBILES.
Somos comparados a vasijas de barro, totalmente frágiles, débiles, (2 Corintios 4:7) en el que guardamos un tesoro valioso, un corazón redimido por Jesús y su Espíritu que mora en nosotros cuando hemos tenido un encuentro genuino con El.

En este tiempo se exalta mucho el poder en las personas por el control que ejerce en sus propias fuerzas sobre su vida y la de quienes lo rodean, su autosuficiencia, y su alto nivel de control sobre lo que puede tener o hacer, lo lleva a pensar que todo lo que posee y ha logrado es por su propio esfuerzo, que a quienes ha provisto dependen solo de su mano, pero se olvida que lo más característico del ser humano no es su poder sino su debilidad, porque solo en ella se glorifica el poder de Dios. (2Cor 12:9) "Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad".
Entonces solo cuando derribamos esta manera de pensar y reconocemos quien es el que realmente debe ser glorificado podemos llegar a ver la diferencia entre nuestra debilidad y el poder de Dios, por esto el apóstol Pablo quería enseñar a través de estas realidades humanas que en nuestra vida tenemos este contraste que no podemos negar y el cual debemos siempre reconocer para que nuestra dependencia sea únicamente de Dios.
DIOS NOS DA UNA SALIDA.
1. Estaremos atribulados (debilidad), pero no angustiarnos (poder de Dios). Es natural que el hombre pase por tribulaciones, pero es característico de Dios darnos siempre una salida. Aunque nuestra debilidad nos produzca tribulación, nuestro espíritu puede ir más allá en una comunión con Dios y recibir dirección de El para hallar salida.
DIOS TRAE PAZ Y REPOSO.
2. Podremos estar en apuro (debilidad), pero no desesperarnos (poder de Dios). Hay momentos en los que no sabemos qué hacer en nuestra humanidad ante ciertas situaciones; pero Dios trae paz y reposo, entonces nuestro espíritu no duda en la espera que pronto llega la solución.
DIOS NO NOS DEJA SOLOS.
3. Podremos ser perseguidos por el hombre (debilidad), pero no desamparados por Dios, (Poder de Dios). (Josué 1:5), dice "Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé". Nada puede cambiar la fidelidad de Dios, pero solo nuestra autosuficiencia, puede negarse a recibirla.
DIOS NOS LEVANTA DEL SUELO.
4. Podremos estar derribados (debilidad), pero no destruidos (poder de Dios), Nuestra debilidad puede llevarnos a caer, pero el poder de Dios nos levanta para El glorificarse en nuestras vidas y ser testimonios vivos de su poder.
LA MANO DE DIOS ESTÁ ALLÍ.
El miedo a las circunstancias difíciles solo puede desaparecer cuando reconocemos que no podemos hacer las cosas solos, sino de la mano de Dios, estrictamente bajo su dirección. (2Cor. 3:4-5).
LA GLORIA, EL PODER Y LA FURZA SON DE DIOS.
Aunque la vida nos rodea de debilidad Cristo nos rodea de su gloria, para que no olvidemos que la debilidad es cosa nuestra y la gloria y el poder son de Dios, de esta manera siempre tendremos total y absoluta dependencia de Él. Cuanto más reconocemos nuestra debilidad más se glorifica Dios en nuestras vidas.
Oración. Señor gracias por tu palabra que nos da esperanza en medio de nuestras debilidades, que nos recuerda que en ellas tu perfeccionas tu poder. Amen. Bendiciones.
Autora. Por: Rosana Quevedo Ángel.

NACIDOS DE DIOS PARA SALVACIÓN Y VIDA ETERNA.


NACIDOS DE DIOS PARA SALVACIÓN Y VIDA ETERNA.
Primera Juan 5:1: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios.”
¿Qué es la salvación? No es un credo. Usted dirá: “Bueno, yo creo en el plan de salvación.” Usted puede creer en el plan de salvación e ir directo al infierno. Usted no es salvo mediante el plan de salvación, usted es salvo por el Hombre de la salvación. La salvación no es un credo, ni un código. Usted comentará: “Bueno, yo creo que si uno vive rectamente, uno va al cielo.” Si usted pudiera ser salvo por vivir rectamente entonces el Calvario fue un error. El evangelio tampoco es una causa. Usted responderá: “Soy miembro de una buena iglesia que predica la Biblia.” Nada de esto le salvará, sino sólo Cristo. La salvación no es creer en algo, es recibir a alguien. El verdadero evangelio es el que se centra en Jesucristo.
Pídale a Dios que le dé la oportunidad divina de compartir a Jesús con alguien el día de hoy. Tal vez sea un compañero de trabajo, o su hijo (a). Quizás sea un desconocido que se sienta junto a usted en un restaurante. Esfuércese y tome aliento, Dios irá delante de usted preparándole el camino.
SALVOS POR GRACIA Y NO POR OBRAS.
Efesios 2:8: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”
¿Cómo puede usted decir si tiene o no el verdadero evangelio? El apóstol Pablo nos da tres pruebas.
1. La primera es el origen del evangelio. ¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El evangelio es legitimado por su origen.
2. La segunda es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz. Es la obra sobrenatural de Dios.
3. La tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema. Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
Dedique una o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de venir!
JESUCRISTO ES EL SALVADOR, SEÑOR, REY Y DIOS.
Colosenses 1:17: “Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten.”
Cantamos que nuestro Señor tiene al mundo en sus manos. Sin embargo, ¿sabe qué es aún más extraordinario que eso? Que Él tiene a todo el universo en sus manos. Él es quien con tan sólo su palabra lo creó. Él es el que lo mantiene funcionando. Él es el que un día doblará al mundo como a una prenda de ropa y lo guardará en un cajón en algún lado. Él lo regula, lo gobierna y lo administra.
Cuando tome el periódico y lea algo alarmante, no hay necesidad de pánico. Dígase a sí mismo: “¡Alabado sea el Señor, así lo profetizó!” Nuestro Dios está en control. Él que puso las estrellas en órbita, posee a todo el universo en sus manos.
ES TIEMPO DE DAR LA GLORIA AL SEÑOR JESUCRISTO.
Apocalipsis 7:12: “La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.”
Ese cuenta de un hombre que se emocionaba demasiado en la iglesia. Continuamente gritaba: “¡Alabado sea el Señor!” Un día, unos miembros de su congregación vinieron a hablarle cuando él araba sus campos. Al terminar de platicar, él inclinó su rostro y explicó: “Sé que es verdad. He interrumpido los cultos, pero saben, me siento ahí y pienso en todo lo que el Señor ha hecho por mí: cómo murió en agonía y derramó su sangre en la cruz por mí... cómo Él ha perdonado todos mis pecados... cómo me ha llenado del Espíritu Santo y hasta cuida de mi mula mientras le alabo.”
Si ser salvo y saber que irá al cielo no lo emociona, usted tiene callos en su alma. ¡Es emocionante conocer al Señor Jesucristo!
¿Cuándo fue la última vez que usted levantó sus manos y grito: “¡Alabado sea el Señor!”? ¡Quizás este instante sea el momento!

miércoles, 23 de mayo de 2018

GRACIA INMERECIDA. Efesios 2: 1- 22.


RECIBIMOS DE DIOS UNA GRACIA  INMERECIDA POR MEDIO DE JESUCRISTO SEÑOR Y SALVADOR.
GRACIA INMERECIDA. Efesios 2: 1- 22.
Una vez una mujer bañada en lágrimas se acercó cierto día a Napoleón a fin de solicitar una gracia para su hijo.
El emperador respondió que era imposible; se trataba de un joven soldado que había desertado y aun traicionado; la justicia exigía pues, que fuera fusilado.
- No pido justicia, explico la madre, abogo por una gracia.
- Señora, le repito que su hijo no merece una gracia, confirmo Napoleón.
Pero ella alegó, es por eso que pido gracia, pues si fuera inocente ya no podría merecerla, es todo lo que pido.
- Bien, en este caso le concedo la gracia. El emperador lo perdonó.
No podemos ganar el favor de Dios a través de nuestros propios méritos, porque nadie podría ser bastante bueno o hacer suficientes obras para alcanzar el nivel de perfección exigido por Dios.
En cambio, si apelamos a su infinita compasión, nunca seremos decepcionados. Él otorga gratuitamente la salvación a quien se vuelve a Él.
Suplicarle es reconocer que no podemos hacer nada por nosotros mismos, que nos sentimos perdidos, es reconocer también que Dios existe y que Él es el Salvador.
Cuando acudimos a su amor nunca es en vano, porque Él nos ama verdaderamente, con amor eterno. Jeremías 31:3.
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”. Efesios 2:4-5.
 Autora. Telma Céspedes.
Tags: Gracia , inocente, compasión, Dios.
DIOS NOS PIDE FE Y NO UN AFÁN PERSONAL. RECUERDE SU GRACIA.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6).
¿Alguna vez tiene preocupaciones? No mire a su alrededor para señalar a alguien más. Le preguntamos a usted: ¿alguna vez se preocupa, aunque sea un poquito, por algo? Y sin embargo la Biblia nos dice claramente que no debemos preocuparnos por nada, sino que debemos orar por todo. Hay, en realidad, solamente dos clases de cosas por las cuales no debemos preocuparnos: las cosas por las cuales nada podemos hacer, y las cosas por las cuales algo podemos hacer. Lo mejor que se puede decir acerca de la preocupación, es que es inútil. La peor cosa que se puede decir de la preocupación es que deshonra a Dios. La preocupación es lo opuesto a la fe.
Tenga el siguiente versículo como una oración de consagración a Dios:
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
EXISTE UN TRONO DE LA GRACIA.
Hebreos 4:16: “ACERQUÉMONOS, pues, confiadamente al TRONO de la GRACIA, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Cuando está siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador. Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un SUMO SACERDOTE que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue TENTADO en todo según nuestra semejanza, pero SIN PECADO.”
Cristo fue tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, más Él no pecó. Jesucristo sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido Dios. A su vez, fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
 ¿Está enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha enfrentado? ACUDA al Señor y Él le AYUDARÁ a VENCERLA.
EXISTE UNA MULTIFORME GRACIA DE DIOS.
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).
La Biblia habla de “la multiforme gracia de Dios”. ¿Qué significa eso? Significa que podemos experimentar la gracia de Dios en muchas formas. Por ejemplo, existe “la gracia que canta”. Cuando Pablo y Silas estuvieron en prisión, Dios les dio la gracia para cantar (vea Hechos 16:25). Existe también “gracia al hablar”. Colosenses 4:6 dice: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” Dios le dará la habilidad de hablar de sus problemas con su gracia. Dios da también “gracia fortalecedora”. Timoteo era enfermizo. Pablo le dijo: “Esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1). Cuando usted invierte tiempo en la Palabra de Dios, puede tomar de la “multiforme gracia de Dios”.
Lea acerca de otros “multiformes” caminos que Dios ha provisto para sus hijos:
Nehemías 9:19. Tú, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir.
 Salmo 104:24. ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría;
La tierra está llena de tus beneficios.
 Lucas 18:29-30. Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,
18:30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
Y Efesios 3:8-12. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
3:9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas;
3:10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
3:11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,
3:12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;
FUIMOS LLAMADOS POR DIOS PARA SEGUIR SUS PISADAS.
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21).
Cristo sufrió por usted. Y algunos dirán: “Pero, ¡yo no quiero sufrir por Él!” Amigo, permítame decirle que usted va a sufrir de todas maneras, ya sea salvo o perdido. No obstante, cuando usted se somete a Jesucristo y obedece la Palabra de Dios, Él va a poner un arco iris de esperanza sobre su sufrimiento. Él va a escribir Romanos 8:28- 29, sobre lo que usted está pasando.
  8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Usted sabrá que las pruebas presentes son para su bien. Rendirse y someterse a Dios es la única manera de tener la gracia y poder de Dios en su vida. Gozo, paz y días sin preocupaciones están delante de aquel que rinde su vida para la gloria de Dios. Sí, el sufrimiento vendrá, pero será seguido por el gozo.
¿Qué significa que “Cristo sufrió por usted”? Lea Isaías 53:3-4:3. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
para tener una vislumbre profética de lo que Cristo en realidad sufrió, en lugar suyo. ¿Cómo va a ser su vida diferente hoy, debido al sacrificio de Jesús?
LA GRACIA DE DIOS NOS TRANFORMA DE GUSANOS A MARIPOSAS.
DE PECADORES A TEMPLOS DEL ESPÍRITU SANTO.
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Corintios 3:16).
El pastor Adrián Rogers tuvo el privilegio de pastorear iglesias en medio de campañas de construcción. Para él fue una experiencia de crecimiento en la fe el observar cómo Dios trabaja. De hecho, él expresó: “Nunca olvidaré la primera iglesia en donde eso sucedió en Fort Pierce, en la Florida. Había un anciano arquitecto que supervisaba el trabajo y él dijo algo que nunca he olvidado. Mientras mirábamos los planos, yo dije: ‘No debe ser caro porque no tenemos mucho dinero.’” El anciano le contestó: “Oh, querido muchacho. La buena arquitectura no es un arreglo de hermosos materiales. Es, más bien, el hermoso arreglo de materiales.”
¿Lo ve? El Señor puede tomar a personas de las canteras del pecado, y con su gracia y su Palabra, nos hace calzar, juntos, en el majestuoso templo de Dios.
¿Se siente usted como una pila de ladrillos desiguales? ¿Se está preguntando si su vida tiene algún propósito? O tal vez se pregunta por qué está aquí. Medite en este devocional bíblico. Medítelo hasta que sienta el cambio de incertidumbre a la fe, de tristeza al gozo, del desánimo y desaliento a una realidad de poder sobrenatural.
DIOS NOS SALVÓ Y NOS LLAMÓ SEGÚN SU PROPÓSITO Y SU GRACIA.
“Quien nos SALVÓ y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9).
Usted conocerá la gloria y el honor que Dios ha preparado para usted, sólo cuando conozca a Jesús como su Salvador y Señor personal. El hombre fue coronado con gloria y cargado con culpa, pero puede ser cambiado por GRACIA. Cuando usted es SALVO, Dios no lo pone únicamente de regreso a lo que era antes de ser perdido. Usted ha ganado mucho más en Jesús que lo que perdió en Adán (su vieja naturaleza). Adán podía perder su relación con Dios. Usted nunca podrá perder su relación con Dios. Ni siquiera los ángeles comprenden el extraordinario gozo de un PECADOR SALVADO por GRACIA. ¡Y lo mejor está aún por venir!
ES TIEMPO DE DAR GLORIA Y ALABANZA  A DIOS PADRE Y A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO.
Separe un tiempo, ahora mismo, para meditar en por qué Dios le ha salvado. ¿Ha puesto Él en su corazón algún ministerio especial? ¿Le ha dado algunas amistades que necesitan conocer a Jesucristo? ¿Es usted creativo y puede utilizar sus dones testificando, evangelizando, o ministrando? Él le ha salvado para traer gloria para sí mismo.