lunes, 3 de septiembre de 2012

PASTOREARÁ SUAVEMENTE A LAS RECIÉN PARÍDAS

La Cosa Más Importante


Como pastor apacentará su rebaño;

En su brazo llevará los corderos,

Y en su seno los llevará;

Pastoreará suavemente a las recién paridas. – Is. 40:11







Hno. Juan con Maria¿Qué es lo más importante que un pastor debe hacer? El profeta Isaías nos presenta con la respuesta en un cuadro hermoso en la figura de nuestro Pastor. Enfocaremos su corazón hoy basado en la frase, “Y en su seno los llevará.”



El corazón de Dios está muy abierto y esperando para todo aquel que viene a El. Tu Pastor celestial quiere llevarte en su seno, cerca de su corazón. Es allí donde encontrarás un ministerio efectivo.



Su corazón es tierno, revelador, y lleno de amor, sabiduría, consuelo y fortaleza. Te enseña a como amar a otros y como perdonarlos. Es la fuente de paciencia, lleno de esperanza y poder. Nunca encontrarás éxito en el ministerio si no descubres el valor de dejar que el Señor te lleve cerca de su corazón.



David era un hombre conforme al corazón de Dios (Hch 13:22). Aunque su vida fue plagada por pecado, David clamó a Dios “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51:10). En otra ocasión él escribió, Deléitate asimismo en Jehová, él te concederá las peticiones de tu corazón (Sal 37:4). David encontró su refugio, su perdón, su pasión y pureza al buscar el corazón de Dios.



Y Jesús. ¿Alguna vez te has preguntado por qué el Señor se apartaba de las multitudes para buscar los lugares silenciosos en las montañas? Era que añoraba por la presencia de su Padre (Mr 1:35). Jesús moraba en el seno de su Padre (Jn 1:18). El fue enseñado por su Padre (Jn 8:28). Nunca hizo nada por su propia cuenta. …El Padre que mora en mí, él hace las obras (Jn 14:10). El poder de Jesús para predicar, el hacer milagros y aguantar la cruz provino del corazón de su Padre.



Juan, el Amado, fue uno de los pastores más importantes de todas las edades. En su vejez, él exhortó a la iglesia hacia el amor y la pureza ( I Jn 4:7; 5:21). El profetizó de las cosas que vendrían (Ap. 1:19). ¿Cuál fue el secreto del aguante en su ministerio? La última cena, nos da la respuesta. Juan estaba recostado sobre el pecho de Jesús (Jn 13:35). A él le gustaba oír el palpitar del corazón de Jesús y cultivó un oído atento al mismo por el resto de su vida. Tal como Jesús entendía su necesidad profunda de su Padre, así Juan el amado, entendía su gran necesidad por los recursos que solo se encuentran en Jesús.



Cuando uno comienza a profundizarse en el corazón de Jesús, uno descubre sus motivos y propósitos de El. Uno aprende lo que le trae contentamiento y tristeza. Uno llora por las cosas que le hacen llorar a El. También te encontrarás con la misma paz, amor y poder que lo fortaleció a él. “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Jn. 14:12).



Mi hijo mayor se llama Andrés. El nació con el síndrome de Downs. Aunque tiene cuarenta años, el todavía piensa y habla a nivel de niño. María y yo lo amamos con todo nuestro corazón. Cuando tenía cinco años, un día estuvimos de paseo en el bosque. Andrés se había adelantando cuando de pronto nos dimos cuenta que lo habíamos perdido. No podíamos hallarlo. Lo buscamos mucho hasta el anochecer. Lo llamábamos con desesperación por su nombre, “Andrés, Andrés.” Al fin oí un clamor a la distancia “papito, papito.” De pronto lo encontré bajo un arbusto encogido, lleno de temor. Lo levanté en mis brazos y coloqué su cabecita cerca de mi corazón. Llorando se agarró de mi. No quería soltarme. Ahora, seguro otra vez, Andrés podía descansar, y sentir al ritmo de ese corazón lleno de amor que había conocido desde su nacimiento.



¿Es eso por lo que tú añoras hoy? ¿Será eso lo que tú deseas sobre todas las cosas? La Escrituras revelan el corazón de Jesús. Medita sobre ello cada día. Pero no te olvides de pasar esos momentos en silencio y quietos cada día. Están llenos con una cariñosa afirmación de tu Pastor. Vacía tu mente de las ansiedades cuando estás solo. Escucha. Dile al Señor todas tus preocupaciones. Y sigue escuchando. Cuando te despiertes, dile que quieres oír su voz. Lo oirás hablar a través del día “corazón a corazón.” No te desilusionarás. Te sentirás refrescado, lleno de poder, gozo y esperanza. Si quieres tocar el corazón de personas, primero tienes que tocar el corazón de Dios. Eso es clave a una vida rica y un ministerio efectivo.





Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;

Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. – Sal. 46:10



-- Dr. Juan Jauchen 985 – Cristo Como Pastor (revisa toda la cadena)

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