sábado, 1 de octubre de 2016

DIOS DA EL SUEÑO AL CANSADO.

DIOS DA EL SUEÑO AL CANSADO.
“Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño” (Salmo 127:2).
JONÁS PASÓ POR UN ESTADO DE DEPRESIÓN.
En el libro de Jonás, aprendemos que Jonás llegó a un punto físico de depresión (véase Jonás 4:3,8). Él quería que Dios le matara.
Jonás 4:3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
4:8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.
¿Alguna vez ha llegado usted al punto de desesperación y ha pensado que todo y todos estaban en su contra y no sabe qué hacer? Quizás lo que usted necesitaba era acostarse y dormir. Ahora, eso tal vez no suene muy espiritual, pero no podemos abusar de nuestros cuerpos sin sufrir las consecuencias. El ser un hijo de Dios no le inmuniza al agotamiento físico. Existe suficiente tiempo en el día para llevar acabo, con gracia, todo lo que Dios desea que hagamos.
NECESITAMOS EL APOYO DE DIOS.
¿Siente que está al borde de un colapso? Quizás ya lo esté. Antes de derrumbarse, pídale a Dios su sabiduría para establecer algunos límites en su vida, aprender a decir no, delegar algunas de sus responsabilidades, solicitar un día de vacaciones, pedir un abrazo, o tal vez acudir a un consejero cristiano para ser ayudado (a).






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