DIOS DA EL
SUEÑO AL CANSADO.
“Por
demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis
pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño” (Salmo 127:2).
JONÁS
PASÓ POR UN ESTADO DE DEPRESIÓN.
En el libro
de Jonás, aprendemos que Jonás llegó a un punto físico de depresión (véase
Jonás 4:3,8). Él quería que Dios le matara.
Jonás
4:3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es
la muerte que la vida.
4:8
Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol
hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo:
Mejor sería para mí la muerte que la vida.
¿Alguna
vez ha llegado usted al punto de desesperación y ha pensado que todo y todos
estaban en su contra y no sabe qué hacer? Quizás lo que usted necesitaba era
acostarse y dormir. Ahora, eso tal vez no suene muy espiritual, pero no podemos
abusar de nuestros cuerpos sin sufrir las consecuencias. El ser un hijo de Dios
no le inmuniza al agotamiento físico. Existe suficiente tiempo en el día para
llevar acabo, con gracia, todo lo que Dios desea que hagamos.
NECESITAMOS
EL APOYO DE DIOS.
¿Siente
que está al borde de un colapso? Quizás ya lo esté. Antes de derrumbarse,
pídale a Dios su sabiduría para establecer algunos límites en su vida, aprender
a decir no, delegar algunas de sus responsabilidades, solicitar un día de
vacaciones, pedir un abrazo, o tal vez acudir a un consejero cristiano para ser
ayudado (a).
No hay comentarios:
Publicar un comentario