sábado, 14 de julio de 2012

LO VALIOSO DEL DOMINIO PROPIO PARA TOMAR DECISIONES ACERTADAS:

LO VALIOSO DEL DOMINIO PROPIO PARA TOMAR DECISIONES ACERTADAS:
2da de Timoteo 1: 7- 8.
 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
1:8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor,
Proverbios 25: 28.
25:28 Como ciudad derribada y sin muro
Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.
Tener dominio propio es saber tomar las medidas necesarias para cuidar y proteger los recursos que hemos recibido del Señor. Típicamente una ciudad estaba rodeada de un muro. Piense en la persona que no sabe callarse. Vive rodeado de pleitos y controversias, y se enreda en todo tipo de dificultades, porque no sabe guardar silencio en el momento oportuno. Piense en la persona que no sabe decirle que no a los pedidos que otros le hacen. Pierde control de su propia vida y se pasa el tiempo tratando de satisfacer las demandas de todos los que se le cruzan por el camino. Piense en la persona que no sabe disciplinarse en la comida. Pierde su buen estado de salud y comienza a adquirir un peso en desproporción a su estatura, adquiriendo todas las complicaciones propias del obeso. Piense en la persona que no puede resistirse a las seductoras invitaciones del pecado. Pierde su santidad y se hunde en todo tipo de práctica que debilita profundamente su vida espiritual.
Para pensar:
Tener dominio propio es saber tomar las medidas necesarias para cuidar y proteger los recursos que hemos recibido del Señor. Es poseer la disciplina para resistirse a los impulsos naturales de la carne. Es una decisión que, en el momento parece innecesaria, pero que produce un fruto precioso en el futuro. Todo líder debe ser ejercitado en el dominio propio.

El poder del dominio propio.
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32
Todos nosotros de una u otra manera somos sorprendidos y se nos despierta una admiración por los conquistadores, por gobernantes, generales de ejércitos. Toda esta gente es muy capaz, pero la palabra dice que mejor es el hombre que se enseñorea, domina, gobierna, que se apropia de su espíritu que el que toma una ciudad. Nos pueden asombrar los estrategas que han llevado a sus tropas a la victoria, pero la Biblia dice que mejor es el hombre que se enseñorea de su espíritu.
Tú puedes ser mejor que ellos. Enseñorearse del espíritu es algo muy importante, y a veces difícil. En ocasiones nos salimos de nuestras casillas, pero no debemos mantenernos así. Tienes que dominar su espíritu. La palabra enseñorear en hebreo es la palabra mashal, que significa dominar, gobernar, tener control.
“Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.” Hechos 24:24-25
Esta es la escritura que más me llamó la atención acerca del tema. La justicia de Dios, el juicio venidero, la fe en Jesucristo, son doctrinas básicas para el desarrollo de la vida cristiana. Cuando tu recibes a Jesús en tu corazón, él  te justifica; te hace un hombre justo delante de los ojos de Dios. ¿Por qué el apóstol Pablo fue inspirado por el Espíritu de Dios a mencionar el dominio propio entre la justicia y el juicio? El habló de estas doctrinas, y le recomendó a estas personas a tener dominio propio, que es parte del carácter.
Dominio propio es dominarse a sí mismo. El Señor nos salva, pero el dominio propio hace que nos vaya mejor en el juicio venidero. Si nosotros queremos tener mejores juicios en la vida, deberíamos tener mejor dominio de nosotros mismos. Si no dominamos la boca, es obvio que carecemos de dominio propio. Si no dominamos la boca esta va controlar el resto de nuestra vida. El centro cerebral de la boca es de los más importantes porque controla otros centros cerebrales en el cuerpo, por esto es que aprendemos a hablar de último.
La palabra dominio propio en el griego es la palabra que se traduce para templanza en Gálatas 5:22-23. Esta palabra viene del griego ecrates, que quiere decir: fuerte, robusto, tener poder sobre, poseer, reinar, controlar, continencia.
Creo que no hay una persona que se logre controlar el 100% del tiempo de las veces, pero sí que hay aquellas que lo hacen el 90%, y otros que ni al 10% llegan. Nunca discuta con enojados. No hay ningún enojado que diga que el otro tiene la razón.
Es importante entender que el Apóstol Pablo puso el dominio propio como una cosa de las más importantes que existen. Gálatas 5:23 dice que parte del fruto del Espíritu Santo es templanza. Un fruto que debemos de dar que llevamos a Jesús dentro de nuestro corazón, es la práctica del dominio propio. Siempre estamos viendo como poseemos algunas cosas, y todavía no hemos logrado poseernos a nosotros mismos, pero si lo logramos, vamos a lograr grandes cosas.
La carrera del dominio propio nunca termina. La falta de dominio propio en un momento determinado de tu vida puede ser lo que te esté haciendo pagar por algo a lo que le dijiste sí, cuando debías haber dicho no. El dominio propio es el que te dice “lo comienzo y lo termino,” “tengo que estudiar, no importa cuánto cueste y cuando me duela.” Es el que te hace llevar a tus trabajadores a mayores niveles. Debes ser dueño de ti mismo en todas las áreas de tu vida.
“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:3-7
Ya Dios te ha dado el espíritu de poder, de amor, pero también de dominio propio, por lo tanto no tienes excusa. Tienes el espíritu de dominio propio y tienes que vivir de acuerdo a él.
En otras palabras el verso siete dice: El mantener un avivamiento en tu vida está ligado al dominio propio. Dominio propio es el que evita que peques y apagues tu avivamiento. El dominio propio también hace que ese avivamiento cobre acción. Si tienes dominio propio, puedes vivir en avivamiento. Porque tienes dominio propio sabes que te puedes avivar. Pablo dice que el avivamiento de tu vida, el avivar el fuego de Dios en ti, depende de ti. Tú decides cuando avivarlo. Tú decides cuando apagarlo. Domínate y lo mantendrás encendido.
Conviértete en una persona que se enseñorea de su espíritu, y serás mejor que el que conquista ciudades enteras.
Quiero compartir con ustedes un concepto de Dominio Propio que
encontré en un diccionario bíblico:

"Capacidad que tiene un individuo de controlarse o de equilibrar sus
acciones y emociones. Se puede decir que el dominio propio es el
resultado arduo y difícil de un ejercicio de la personalidad".
El Apóstol Pedro también nos enseña:
"Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud, a la virtud conocimiento; al conocimiento,
dominio propio; al dominio propio paciencia, a la paciencia piedad;
a la piedad afecto fraternal, y al afecto fraternal amor. Porque
si estas cosas están en vosotros y abundan, no os dejaran estar
ociosos, ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo" 2ª Pedro 1:5-8.
Aquí podemos ver como el Dominio Propio, es una de las
características fundamentales, que nuestro hermano Pedro Señala,
entre las que debemos tener para no estar sin fruto, ni ociosos.
Quiero resaltar algunas cosas que podemos lograr cuando ejercitamos
el dominio propio, y los fracasos que tenemos cuando no hay Dominio
Propio en nuestras vidas:


Pablo tenia Dominio Propio y por ello, podía decir: "Por lo cual,
por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte".


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