La Mano del Pastor
Salmo 139:1-5
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros;
y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
--Jesús, tu Pastor (Mt. 6:26)
Salmo 139:1-5
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros;
y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
--Jesús, tu Pastor (Mt. 6:26)
Hno. Juan con Maria
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo?
¿Has olvidado Quién es el que espera por ti cada mañana antes que te levantes? Él está ahí, listo para contar el número de los cabellos de tu cabeza (Mt. 10:30). Ya sabes, ¡el número de cabellos cambia cada día! Él te afirmará, te fortalecerá y te dará instrucciones para otro día, si tan sólo le escuchas.
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo?
¿Has olvidado que tu Pastor te conoce como nadie más te conoce? Él conoce incluso cuando te sientas. Conoce cada vez que te levantas. Está consiente de cada paso que tomas cada día. Incluso antes de que hables, Él conoce lo que vas a decir.
¿Cómo puede ser? ¿Por qué nadie se preocupa a tal grado por ti? ¿Por mí? La razón es sencilla. ¡Él es Dios! Y Sus poderosos brazos de protección – motivados por Su espíritu de amor infinito – te abrazan. Cada momento de tu vida. Él está caminando frente a ti. Él observa que no haya ningún peligro en la retaguardia. Su poder debajo de ti te guarda para que no caigas. Y si miras hacia arriba, encontrarás Su rostro sonriente de aprobación.
Hace mucho Él puso Su mano sobre ti. Suavemente. Tiernamente. Decisivamente y con un propósito. Él no te dejará ir. Es una mano de bendición. Dirección. Protección. Misericordia. Es una mano de amor.
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo? Tu pastor está más cerca de ti de lo que te imaginas. ¡Su nombre es El Príncipe de paz! Él reina hoy sobre ti con poder, sabiduría y humildad. Y Él es todo lo que puedas necesitar jamás. ¡Por siempre!
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo?
¿Has olvidado Quién es el que espera por ti cada mañana antes que te levantes? Él está ahí, listo para contar el número de los cabellos de tu cabeza (Mt. 10:30). Ya sabes, ¡el número de cabellos cambia cada día! Él te afirmará, te fortalecerá y te dará instrucciones para otro día, si tan sólo le escuchas.
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo?
¿Has olvidado que tu Pastor te conoce como nadie más te conoce? Él conoce incluso cuando te sientas. Conoce cada vez que te levantas. Está consiente de cada paso que tomas cada día. Incluso antes de que hables, Él conoce lo que vas a decir.
¿Cómo puede ser? ¿Por qué nadie se preocupa a tal grado por ti? ¿Por mí? La razón es sencilla. ¡Él es Dios! Y Sus poderosos brazos de protección – motivados por Su espíritu de amor infinito – te abrazan. Cada momento de tu vida. Él está caminando frente a ti. Él observa que no haya ningún peligro en la retaguardia. Su poder debajo de ti te guarda para que no caigas. Y si miras hacia arriba, encontrarás Su rostro sonriente de aprobación.
Hace mucho Él puso Su mano sobre ti. Suavemente. Tiernamente. Decisivamente y con un propósito. Él no te dejará ir. Es una mano de bendición. Dirección. Protección. Misericordia. Es una mano de amor.
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo? Tu pastor está más cerca de ti de lo que te imaginas. ¡Su nombre es El Príncipe de paz! Él reina hoy sobre ti con poder, sabiduría y humildad. Y Él es todo lo que puedas necesitar jamás. ¡Por siempre!
¿Por qué estás preocupado? ¿Por qué tienes miedo?
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste Tu mano.
--Sal. 139:5
Y sobre mí pusiste Tu mano.
--Sal. 139:5
-- Dr. Juan Jauchen