sábado, 23 de mayo de 2015

EL PODER DE LA ORACIÓN Y LOS REQUISITOS QUE DIOS NOS PIDE.

EL PODER DE LA ORACIÓN Y LOS REQUISITOS QUE DIOS NOS PIDE. 2 Crónicas 6: 12- 13.
EL REY SALOMÓN ORÓ EN EL TEMPLO PIDIENDO PERDÓN POR EL PUEBLO.
Los israelitas se reunieron alrededor de Salomón mientras que «se puso luego Salomón delante del altar de Jehová. . . y extendió sus manos. Porque Salomón había hecho un estrado de bronce (y) . . . se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo . . . » (II de Crónicas 6:12-13). Era muy común para el pueblo de Dios levantar las manos en oración y en alabanza (Salmo 63:3-4). Las manos levantadas hacia el cielo es una señal de sumisión de un sincero corazón y de adoración. Por seguro hubiese sido natural levantar nuestras manos y de arrodillarnos en humildad delante del Dios Viviente.
EXALTANDO A DIOS CON LAS MANOS, PERO PECANDO CON EL CORAZÓN
Salomón empezó su oración, diciendo: «Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a Ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con Tus siervos que caminan delante de Ti de todo su corazón . . . para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre, y Te teman así como Tu pueblo Israel, y sepan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado» (II de Crónicas 6:14,16,33). Tristemente, sus pláticas no fueron evidentes en su conducta.
UN HOMBRE ORANDO POR EL PUEBLO, PERO VIVIENDO EN PECADO.
Salomón también había orado: «Si Tu pueblo Israel fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra Ti, y se convirtiere, y confesare Tu nombre, y rogare delante de Ti en esta casa, Tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de Tu pueblo Israel. . . para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre, y Te teman» (6:24-25,33). Es también conmovedor saber que no hay ningún registro de que Salomón se arrepintió de sus pecados.
¿Estamos tan ocupados esperando el halago del mundo que se nos olvida alabar a Dios?.
DIOS TIENE COSAS BUENAS PARA SU IGLESIA, SI PIDE PERDÓN POR SUS PECADOS.
En algún lugar, en este mismo momento, en una cama de un hospital o en una celda de una prisión, enfrentándose a perder un trabajo o a las crueles experiencias de los problemas familiares, por todo el mundo hay personas arrepintiéndose de sus pecados, buscando en la Palabra de Dios la dirección para sus vidas, y llegando a ser fortalecidos en su fe. Es tan maravilloso conocer el gran amor que Dios tiene para con nosotros. «(Mas) siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo» (I de Corintios 11:32). Los mejores años de nuestras vidas pueden ser el resultado de algún fracaso, de alguna angustia, o de la soledad que muchas veces nos llevan a encomendar nuestras vidas al Señor. Podemos llegar a ser las personas que Dios quiere que seamos. El sufrimiento puede llegar por medio de Dios, por medio de Satanás, o por nuestras propias malas decisiones; pero Dios lo puede usar todo y así lo hará para nuestro bien si volvemos a Él en fe. «Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse» (Romanos 8:18).
LA GLORIA DE DIOS SE MANIFESTÓ CON PODER. 2 Crónicas 7: 1.
«Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa» (II de Crónicas 7:1).
DIOS TIENE UN MENSAJE PARA SU IGLESIA: ARREPENTIMIENTO Y VOLVER EL CORAZÓN A ÉL.
Después de esa gran dedicación, el Señor otra vez se le apareció a Salomón de noche, y le dijo: «Si Yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a Mi pueblo; si se humillare Mi pueblo, sobre el cual Mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren Mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra» (7:13-14).
¿ QUE PIDE DIOS DE NOSOTROS?. HUMILLARNOS, CONFESAR, ARREPENTIRNOS, PEDIR PERDÓN.
Consideremos cuidadosamente los requisitos establecidos por Dios para poder decir: « . . . sanaré su tierra». En primer lugar, Dios habla de « . . . Mi pueblo». Esto implica nuestra necesidad de recibir a Cristo tal y como la Palabra nos dice. Entonces, «si se humillare. . . » Su pueblo quiere decir, primeramente y lo más alto, confesarle que hemos despreciado Su Palabra, como si pudiéramos vivir por medio de nuestro mejor juicio sin necesitar Sus consejos. Cuando nos humillamos, esto también incluye el reconocer nuestros pecados, sentir la angustia por nuestros pecados, y un arrepentimiento genuino de nuestros pecados. Sólo Dios puede perdonar y hacer llegar ese gran perdón y la limpieza de todos los pecados cuando confesamos nuestros pecados (I de Juan 1:9).
BUSCAR SU ROSTRO, ESTUDIAR Y OBEDECER SU PALABRA.
Cuando Dios dice: « . . . y buscaren Mi rostro», Él quiere decir que tenemos que diariamente buscarle en Su Palabra para llegar a saber lo que significa vivir. Mientras que leemos Su Palabra, el Espíritu Santo no solamente ilumina nuestro entendimiento para conocer Su perfecta voluntad, pero Él nos da el poder para vivir por ella. Dios nos advierte: «El que aparta su oído para no oír la Ley, su oración también es abominable» (Proverbios 28:9).
HONRAR A DIOS CON TODO MI CORAZÓN Y CON TODA MI MENTE.
Nosotros tenemos que considerar y preguntarnos: ¿Será para el honor de Dios lo que estoy buscando en oración, o es meramente para mi beneficio?
DEBEMOS PERMANECER EN SU VERDAD, EN SU PALABRA Y OBEDECERLA SIN RETRASOS.
Nuestra gran necesidad es leer toda Su Palabra al mismo tiempo que oramos sobre ella. Jesucristo nos dijo: «El que en Mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en Mí, y Mis Palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho» (Juan 15:6-7).
¿ QUE TAN CERCA CREE USTED QUE ESTÁ DIOS?.
«Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras» (Salmo 145:18).

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