jueves, 12 de abril de 2012

PREPARÁNDONOS PARA EL ENCUENTRO CON JESUCRISTO


PREDICACIÓN IGLESIA DE SANTA ROSA DE OSOS ABRIL 21 DE 2012.

A. SALUDO
B. LECTURA BÍBLICA: 1 Tes: 5: 12-24
C. ORACIÓN:

INTRODUCCIÓN:
¿ Qué cosas haría usted, si supiera que Dios nos llama hoy ante su presencia ?
Tal vez muchas cosas seguramente hay para arreglar.
Estar preparados para el día que nos encontremos en las nubes con El Señor Jesucristo es nuestra responsabilidad, pero hay una responsabilidad mayor y es ayudar a preparar a la Iglesia.
Lograr paz, armonía, alegría y tranquilidad en mí hogar, en el trabajo, con mis vecinos y en la sociedad exige vivir el día a día con Dios.
El Apóstol Pablo le escribe a la Iglesia de Tesalónica una primera Carta, en la que destaca algunos aspectos importantes y que se deben tener en cuenta en la vida Cristiana.
   Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, 
   Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;    pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre,
    Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
_   Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.
 así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros,    y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. 
  para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

   que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;    no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;    que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.
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La venida del Señor










  Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen,13 para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.   Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.   Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.    Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.   Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.   Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
   Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;   que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.    Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.    Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 

Finalmente Pablo Exhorta a la Iglesia a trabajar en dos frentes.
1. En la Iglesia por los Hermanos.
2. En la Sociedad con el prójimo.
12  Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;  13  y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.  14  También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.  15  Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.  16  Estad siempre gozosos.  17  Orad sin cesar.  18  Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.  19  No apaguéis al Espíritu.  20  No menospreciéis las profecías.  21  Examinadlo todo; retened lo bueno.  22  Absteneos de toda especie de mal.  23  Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.  24  Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 

Cinco acciones que debemos estar haciendo hasta que El Señor regrese por nosotros.
1. Amonestar a los Ociosos:
Ocioso es uno que anda desordenadamente; el término es Militar, se utiliza en la Milicia e indica el que se sale del camino, que anda como quiere, no se somete a las reglas y que tilda a sus hermanos de fanáticos.
No necesariamente anda en pecado, pero no le gustan los horarios; nuestra responsabilidad es amonestarlo, con amor, sin gritarlo, sin ofenderle, buscando una forma de que reconozca los errores.
2. Alentar a los de poco ánimo, también conocidos como los pesimistas:
Dos hombres estaban cerca a un muelle y uno de ellos trataba de darle encendido a una lancha y el otro le gritaba, eso no va a prender, el otro seguía insistiendo a lo que el otro decía, es imposible y no va a arrancar, finalmente logró dar encendido y el hombre sonriendo, lo invitó a subir y el pesimista le dijo, y ahora ¿ no podrás a pagarlo.
Los de poco ánimo siempre miran las cosas desde la derrota, no podemos verlos como un estorbo, es necesario alentarlos; póngase al lado y acompáñelo.
Estas personas no quieren orar, no quieren asistir a los eventos, no quieren trabajar en ningún Ministerio, dicen estar cansados y muy ocupados, pero gastan mucho tiempo viendo televisión, escuchando música o al frente de un computador.
3. Sostener a los débiles:
Los que no han madurado en la fe, les gusta vivir creyendo en leyes, se dejan llevar por los regalismos; sosténganlos para que no caigan, como dice en Ro 15:1-3.

1  Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.  2  Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.  3  Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 
No pelee por los derechos que adquirimos en Cristo, no compita, no entre en el conflicto, escuche , sea paciente, tolere al hermano y practique la Longanimidad.
4. Sea paciente:
No se irrite, no explote, ni se deje irritar por el hermano, recuerde que hay creyentes afables y otros irritables, acérquese a ellos y deles confianza.
5. No pagar mal por mal:
Cuando somos ofendidos, nos proponemos muchas veces a echar mano de la venganza.
Miremos lo que nos dice Ro 12:17-21. Deberes cristianos
 17  No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.  18  Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.  19  No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.  20  Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.  21  No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. 
Lo otro que debemos estar haciendo cuando llegue el Señor, es estar compartiendo el Evangelio  y dando a conocer el Amor de Dios a nuestros Prójimos.
En 1 Jn 4: 7-21 encontramos: Dios es amor
7  Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.  8  El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.  9  En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.  10  En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.  11  Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.  12  Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.  13  En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.  14  Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.  15  Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.  16  Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.  17  En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.  18  En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.  19  Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.  20  Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?  21  Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 
El Amor tiene un origen y ese origen es Dios y ese Amor se manifestó en la Persona de Jesucristo.
La primera evidencia de que yo amo a Dios es que conozco su Palabra, la entiendo y guardo sus Mandamientos.
Si verdaderamente Amo a Dios, obedezco su Palabra. Jn 14:15, 21.
15  Si me amáis, guardad mis mandamientos.

  21  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 



La segunda evidencia es Amar al Prójimo y es cuando no rechazo a nadie, porque todo hombre, mujer o niño, tiene la oportunidad de arrepentirse, no podemos rechazar a nadie y el Amor mío se manifiesta, cuando yo le comparto el Amor de Jesucristo y el Amor de Dios.
Jesucristo murió por toda la Humanidad, y si Amo al Prójimo, le comparto el Evangelio por dos razones:
1. Porque la Persona que se muere sin conocer el Amor de Dios, se condena, si yo tengo a Jesús en el corazón y yo amo a esa Persona, le cuento lo que Jesús hizo por él.
2. Cuando él entienda el Amor de Dios, el también va a Amar a Jesucristo, va a conocer su Palabra y va a Obedecerlo en todo y va a guardar sus Mandamientos y así va seguir un ciclo que nunca va a terminar, ya que se va a convertir en un Discípulo.
Tenemos que Amar a todas las Personas, porque ellas tienen la imagen de Dios y nadie puede quitar esa imagen de Dios.
Conclusión final:
La Palabra de Dios es Espiritual y Sobre natural; así como Dios creo al mundo, a través de su Palabra y así como Dios resucitó a Jesús de la muerte con su poder en forma sobrenatural , igualmente Jesús nació en una forma sobre extraordinaria y sobre natural.

CASA NUEVA, VIDA NUEVA, MUERTE VIEJA



En la casa todo era alegría, festejo y felicidad. La casa estaba recién construida, y la familia se había mudado hacía apenas tres horas. Además del festejo por la casa nueva, se brindaba por la felicidad de una pareja de recién casados.
Así mismo, en el jet de fabricación británica, todo era festejo y alegría también. El avión estaba recién reparado, y volvía a la casa de su dueño, el magnate liberiano Hawker Siddeley. El ingeniero de vuelo, Joseph Dovillie, inglés de cuarenta y un años de edad, se sentía feliz también.
Pero la tragedia los envolvió a todos. El avión falló a poco del despegue. Se vino a tierra y chocó contra la casa. Diecisiete personas murieron en el accidente, entre ellos la pareja de recién casados. La casa y el avión se incendiaron y quedaron reducidos a cenizas. Todo esto ocurrió en Khartoum, Sudán, en abril de 1983.
Hay tragedias de la vida real que parece que fueran pura fantasía. Llegan a ser una acumulación de hechos y de circunstancias que parecen más propios de una película de horror que de la vida que todos suponemos debiera ser tranquila, feliz y ordenada.
He aquí toda una familia que celebra una doble felicidad, natural en cualquier familia: una casa nueva, recién comprada, y una pareja nueva, recién casada. Y he aquí un avión jet ultramoderno, que despega airoso del aeropuerto, para realizar un viaje que se supone es de placer.
Pero en cuestión de minutos: la caída del avión, el impacto en la casa, el incendio que estalla pavoroso, y ambos eventos felices que se convierten en escenas de horror y de espanto. De la felicidad más intensa se pasa, en un momento, a la desgracia, la ruina y la muerte.
¿Qué conclusión podemos sacar de esto? Una conclusión tan vieja como el hombre mismo: la muerte acecha a cada paso; por lo tanto, siempre hay que estar preparado. Hoy estamos vivos, sanos, bien provistos y felices. Mañana podemos estar enfermos, agónicos, arruinados o muertos.
¿Cuál es la actitud que nos conviene adoptar ante esta fragilidad e inseguridad de la vida humana? Estar preparados para cualquier eventualidad. Y como el Único que nos promete seguridad permanente y vida eterna es Cristo, entonces hoy, en este momento mismo, cuando el bienestar nos rodea —hoy y no mañana— más vale que recibamos a Cristo como Señor y Salvador.







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