"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,…la prueba de vuestra fe produce paciencia". Santiago 1:2-3
El 19 de febrero de 1942 fue un día que marcó a Canadá; ese día se realizó la puesta en escena de una supuesta invasión nazi a Winnipeg, Manitoba, durante la “Segunda Guerra Mundial”. Las palabras claves eran: «qué sucedería», este simulacro procuraba demostrar aquello que sucedería si Canadá caía bajo la rigurosa ocupación nazi, para que los canadienses respaldaran más plenamente la guerra. Alguien describió así el suceso: El día «qué sucedería», nos hizo despertar a la realidad de la ocupación nazi. El pueblo de Manitoba experimentó el intenso dolor de casi todas las brutalidades nazis. Si bien esa jornada no incluía a “todo el mundo”, fue un valioso intento de instruir a la gente, esto sensibilizó al pueblo, les ayudó a entender aquello que apenas reflejaba el terrible sufrimiento que asolaba Europa.
Las auténticas pruebas de la vida no las vivimos con un anticipado simulacro de «qué sucedería», sino que las vivimos y experimentamos en carne propia. En efecto, las lecciones más importantes no pueden sólo observarse, sino que deben experimentarse. En muchos casos sin entender el por qué, a veces decimos:_ ¿No entiendo por qué nos sucede esto a nosotros que somos hijos de Dios?, pero permítame decirle que en los verdaderos tiempos de angustia y quebranto, logramos discernir más profundamente la vida, la fe y nuestra necesidad de Dios. Además somos más sensibles, comprensivos y compasivos con otros; estamos dispuestos a ayudar con más disposición y nos acercamos a Dios reconociéndonos necesitados.
Santiago escribió: «Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia» Santiago 1:2-3. Un pastor escribe un comentario de estos versículos y dice:_ “La reacción natural y humana ante las pruebas, no es regocijarse, por esa razón el creyente debe hacer un compromiso conciente para enfrentarlas con gozo” y “Cada prueba si el creyente lo permite, se convierte en un examen que fortalecerá su fe”.
Las pruebas llegan para mejorar nuestra vida, perspectiva, y fe; pero sobre todo, nuestra relación con el Señor; nosotros decidiremos si aprendemos las lecciones o nos amargamos y llenamos de tristeza. No existen los «qué sucedería» en la vida cristiana; existen las pruebas reales, y estas forman parte de la escuela que Dios utiliza para que crezcamos en Él.
Reflexión: Los momentos difíciles pueden enseñarnos a confiar más en Dios.
Las Pruebas, un enfoque verdadero:
1- Las pruebas son los peldaños que nos permiten ascender a la excelencia del propósito de Dios para nuestras vidas. Dios tiene un propósito para cada uno de los que somos de él. Dios anhela que cumplamos con ese propósito. Dios usa las pruebas para ayudarnos a cumplir con su propósito.
2- Las pruebas son la manera para tener un conocimiento más profundo de Dios. Eso fue lo que experimentó Job. Este hombre no era una mala persona, todo lo contrario. Lea en la Biblia sobre él.
3- Las pruebas son las herramientas que utiliza Dios para perfeccionar nuestro carácter; la paciencia, la capacidad de soportar adversidad sin desmoronarse, es una cualidad del carácter, esta virtud se aprende por medio de las pruebas.
4- Las pruebas son la forma de Dios para mantenernos humildes. Nuestra naturaleza pecaminosa nos induce a pensar que somos los mejores, los más importantes; Dios utiliza las pruebas para bajarnos de esa nube rosada y ponernos en nuestro lugar.
5- Las pruebas son oportunidades para mostrar el poder de Dios. Si no hubiera pruebas, no habría oportunidades para que Dios manifieste su poder soberano.
Autor: David Logacho - La Biblia dice
Creciendo a través del conflicto: Cada uno de nosotros tiene problemas de los cuales quisiéramos salir, pero sin conflictos, Dios no podría mostrar su fidelidad en nuestras vidas. Muchos de nosotros quisiéramos tener un dispositivo que nos advierta la aparición de un nuevo problema y que además nos indicara la forma de solucionarlo con solo oprimir un botón. Todos los seres humanos queremos salir rápidamente de cualquier dificultad, incluso sin medir muchas veces el costo; sin embargo, los conflictos son utilizados por Dios para mostrar su propósito y fidelidad en nuestras vidas. El rey David es un claro ejemplo de una existencia llena de conflictos y situaciones adversas, David creció espiritualmente en situaciones desastrosas. El conflicto fue la herramienta utilizada por Dios para cumplir sus propósitos eternos en él; aprenda de David, cómo el conflicto puede refinar la fe.
Acercándose más a Dios: Aunque Dios está en todas partes se nos invita a "acercarnos", con el fin de desarrollar nuestra confianza en Él, experimentar y disfrutar su presencia. A menudo la Biblia muestra a Dios como alguien que está mas cercano de unos que de otros; a veces Él extiende sus manos y otras esconde su rostro. Es posible que hayamos vivido ambas experiencias. Su interacción con nosotros es personal, a largo plazo y transformadora. Podríamos sentir envidia de Moisés porque habló: “cara a cara con Dios” pero en la época de la Gracia, los privilegios de Moisés pasan a ser los mismos de todo cristiano.
sábado, 30 de junio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
EL CORAZÓN SÓLO UN ÓRGANO O TAMBIÉN UN LUGAR DONDE VIVE DIOS
INTRODUCCIÓN:
Cuando se habla de Corazón, también se habla de un Lugar, del Alma, del Espíritu.
Dt 4: 29.
29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
Dt 6: 5.
5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
1 R 3: 7- 12.
7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio, 12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
1 C 28: 8 -9.
8 Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente. 9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
Pro 4: 2o- 23.
20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. 21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; 22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. 23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
Mt 5: 8.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Sal 14: 1.1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Sal 24: 1- 5.
1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos. 3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.
Col 3: 23- 24.
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
CERCANOS AL CORAZÓN DE DIOS:
Acercándose más a Dios: Aunque Dios está en todas partes se nos invita a "acercarnos", con el fin de desarrollar nuestra confianza en Él, experimentar y disfrutar su presencia. A menudo la Biblia muestra a Dios como alguien que está mas cercano de unos que de otros; a veces Él extiende sus manos y otras esconde su rostro. Es posible que hayamos vivido ambas experiencias. Su interacción con nosotros es personal, a largo plazo y transformadora. Podríamos sentir envidia de Moisés porque habló: “cara a cara con Dios” pero en la época de la Gracia, los privilegios de Moisés pasan a ser los mismos de todo cristiano.
Características de un Corazón Rendido: Dios desea trabajar en nuestros corazones por eso nos advierte: “Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. (Prov.4:23), también a través del profeta nos dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) En la Biblia la palabra “corazón”, se refiere normalmente a la mente, como centro del pensamiento y de la razón. Pero incluye también las emociones, la voluntad y con ello todo el ser interior. Ahora todo esto está incluido el la palabra "corazón" y por esa razón debemos cuidarlo y cultivarlo, para ser buenos hijos de Dios y para influenciar a quienes nos rodean. Aprendamos a tener un: Corazón: Abierto, Agradecido, Apasionado, Alegre y Adorador.
Pastoreando el corazón de tus hijos: Enfocado hacia el Hogar Cristiano, aprenderemos que no podremos entender a nuestros hijos, ni su vida sino conocemos primero su corazón. Como padres estamos muchas veces concentrados en la conducta exterior de nuestro hijo y lo corregimos porque queremos que sea apropiada y correcta; pero Dios dice que nuestra verdadera preocupación debe ser su corazón, porque del corazón mana la vida y su conducta es solo un reflejo de su corazón. La tarea más importante como padres en el tiempo que tenemos a los hijos en el hogar, es pastorear su corazón.
El cristiano y su intimidad personal: En palabras simples podemos decir que intimidad es aquello que somos cuando nadie nos ve. Cada día cultivamos pensamientos, miradas, sentimientos, relaciones, decisiones que son íntimas, a largo plazo todos estos factores produce frutos de cristianos que glorifican y sirven a Dios, o frustraciones que pueden acabar aun con la vida del cristiano más consagrado. La intimidad con el Señor, es importante porque forjamos el carácter que surge cuando estamos en público. La intimidad es el eje, la médula de la vida.
Cuando se habla de Corazón, también se habla de un Lugar, del Alma, del Espíritu.
Dt 4: 29.
29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
Dt 6: 5.
5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
1 R 3: 7- 12.
7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio, 12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
1 C 28: 8 -9.
8 Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente. 9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
Pro 4: 2o- 23.
20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. 21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; 22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. 23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
Mt 5: 8.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Sal 14: 1.1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Sal 24: 1- 5.
1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos. 3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.
Col 3: 23- 24.
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
CERCANOS AL CORAZÓN DE DIOS:
Acercándose más a Dios: Aunque Dios está en todas partes se nos invita a "acercarnos", con el fin de desarrollar nuestra confianza en Él, experimentar y disfrutar su presencia. A menudo la Biblia muestra a Dios como alguien que está mas cercano de unos que de otros; a veces Él extiende sus manos y otras esconde su rostro. Es posible que hayamos vivido ambas experiencias. Su interacción con nosotros es personal, a largo plazo y transformadora. Podríamos sentir envidia de Moisés porque habló: “cara a cara con Dios” pero en la época de la Gracia, los privilegios de Moisés pasan a ser los mismos de todo cristiano.
Características de un Corazón Rendido: Dios desea trabajar en nuestros corazones por eso nos advierte: “Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. (Prov.4:23), también a través del profeta nos dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) En la Biblia la palabra “corazón”, se refiere normalmente a la mente, como centro del pensamiento y de la razón. Pero incluye también las emociones, la voluntad y con ello todo el ser interior. Ahora todo esto está incluido el la palabra "corazón" y por esa razón debemos cuidarlo y cultivarlo, para ser buenos hijos de Dios y para influenciar a quienes nos rodean. Aprendamos a tener un: Corazón: Abierto, Agradecido, Apasionado, Alegre y Adorador.
Pastoreando el corazón de tus hijos: Enfocado hacia el Hogar Cristiano, aprenderemos que no podremos entender a nuestros hijos, ni su vida sino conocemos primero su corazón. Como padres estamos muchas veces concentrados en la conducta exterior de nuestro hijo y lo corregimos porque queremos que sea apropiada y correcta; pero Dios dice que nuestra verdadera preocupación debe ser su corazón, porque del corazón mana la vida y su conducta es solo un reflejo de su corazón. La tarea más importante como padres en el tiempo que tenemos a los hijos en el hogar, es pastorear su corazón.
El cristiano y su intimidad personal: En palabras simples podemos decir que intimidad es aquello que somos cuando nadie nos ve. Cada día cultivamos pensamientos, miradas, sentimientos, relaciones, decisiones que son íntimas, a largo plazo todos estos factores produce frutos de cristianos que glorifican y sirven a Dios, o frustraciones que pueden acabar aun con la vida del cristiano más consagrado. La intimidad con el Señor, es importante porque forjamos el carácter que surge cuando estamos en público. La intimidad es el eje, la médula de la vida.
Cinco mil años de civilización no han podido sacar del corazón humano la bestia primitiva. Detrás del telón de la religión, la cultura, la educación, las buenas maneras, los trajes bien cortados y las joyas, se esconde el Caín, el Nerón, el Calígula, el Gengis Kan de las antiguas crónicas de la humanidad.
Los filósofos y los moralistas se hacen la pregunta: ¿Por qué será la humanidad así? La razón se asemeja al refrán del director del zoológico: «A la fiera la podemos sacar de la selva, pero no podemos sacar la selva de la fiera.»
Al corazón del hombre, desde que cayó en el jardín del Edén, lo ha dominado la ambición, la codicia, el narcisismo, la envidia y el odio. Recubierto de civilización, bulle todavía dentro de él la fiera que habitó las cavernas. El hombre es un empedernido pecador, y no hay remedio humano para él.
Sin embargo, Jesucristo, el Hijo de Dios, puede quitar de ese hombre el corazón de piedra que tiene adentro y poner en su lugar un corazón de carne. Cristo tiene poder para convertir al pecador en una nueva criatura, pues transforma, regenera, corrige y salva. Sólo tenemos que entregarnos a Dios de todo corazón. Cuando hacemos eso, Él nos convierte en una nueva criatura. Esa trasformación puede ser nuestra. Rindámonos hoy mismo a Cristo.
Las obsesiones, las fobias, las pasiones y las ansiedades pueden dominar todo nuestro ser a tal grado que nos hacen inútiles. Los afanes de la vida, cuando controlan la voluntad, se vuelven destructivos.
Las obsesiones, las fobias, las pasiones y las ansiedades pueden dominar todo nuestro ser a tal grado que nos hacen inútiles. Los afanes de la vida, cuando controlan la voluntad, se vuelven destructivos.
Tenemos que aprender a matizar nuestra existencia. «Nada con exceso» era la máxima de Epicteto, el estoico filósofo griego del siglo primero de nuestra era. Dios no nos hizo para las obsesiones, las pasiones, los frenesíes y los fanatismos. Nos hizo para la sobriedad, la mesura, el equilibrio, la armonía.
«No se inquieten por nada —escribió el apóstol Pablo—; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias» (Filipenses 4:6). Vivir libres de pasiones y obsesiones es la clave de la vida prudente, moderada y satisfecha. Esa es la vida que Dios quiso que su creación llevara.
Ahora bien, ¿cómo puede el ser humano despojarse de tantas fobias y obsesiones? Entregándole su vida a Cristo. La persona que no tiene a Cristo en el corazón será para siempre víctima de pasiones desorbitadas.
Es que sólo Jesucristo —Señor, Salvador y Maestro perfecto— puede darnos esa estabilidad, ese equilibrio y esa moderación ideal. Cuando Él entra a nuestro corazón, transforma nuestro modo de pensar, y todos nuestros móviles cambian. Sometámonos a su divina voluntad. Él quiere ser nuestro mejor amigo.
TAMBIÉN ES EL ENEMIGO DE TODOS: EL DIABLO DE LOS MUSULMANES
Era una de las celebraciones grandes en la Meca musulmana. Se trataba de una de las fiestas tradicionales de la religión islámica. Realizaban, con miles de peregrinos, el ritual de apedrear al diablo.
La costumbre se llevaba a cabo en cuevas donde, según la tradición, residía el maligno. La multitud iba de cueva en cueva con piedras en las manos y las arrojaban —decían ellos— contra el diablo. Sólo que en esta ocasión se produjo una estampida de tales proporciones que cundió el pánico en la multitud.
Cuando todo hubo pasado, además de haber muchos heridos, hubo 829 muertos. Algunos de ellos fueron pisoteados, otros golpeados y otros apedreados.
Muchos le tienen terror al diablo; otros se burlan de él. Otros procuran exorcizarlo con ritos y ceremonias, mientras que otros niegan su existencia. Para los musulmanes la costumbre es tirarle piedras una vez al año, y muchas veces hay pánico colectivo que deja como saldo a muchos muertos y heridos.
¿De veras existe el diablo? La Biblia dice que sí, y que es el enemigo más grande del hombre. La Biblia lo llama destructor, acusador, príncipe de este mundo, y padre de la mentira. No sólo existe, sino que encarna todas las fuerzas malignas que se oponen a Dios y a su Hijo Jesucristo.
Sin embargo, las armas que se toman contra Satanás no son ni piedras ni ninguna cosa inanimada. El diablo es una persona, y la única manera de neutralizar su influencia es tener a Jesucristo en el corazón.
El apóstol Juan, en su primera carta a la iglesia universal, declara: «El que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo» (1 Juan 4:4). Es decir, Cristo, que habita en el corazón de todo el que le da entrada, tiene más poder que Satanás, que habita en este mundo.
Si hemos llevado una vida de luchas continuas, de problemas interminables, de aflicciones, contiendas, hostilidades y altercados constantes, es posible que hayamos provocado todo ese malestar nosotros mismos, pero también es posible que Satanás haya estado procurando quitarnos toda noción de tranquilidad, paz y armonía.
La única fuerza en el universo que puede contrarrestar la fuerza del diablo es Cristo, que venció a Satanás mediante su muerte en la cruz. Por eso el que acepta a Cristo como su Señor y Redentor ya no tiene que temer al diablo, porque éste no tiene ningún dominio sobre él.
Coronemos a Cristo como Rey de nuestra vida. Rindámonos a Él. Sometámonos a su señorío. Él apedreó al diablo de una vez por todas al morir en la cruz por nosotros.
miércoles, 27 de junio de 2012
DIOS NOS PONE SOBRE AVISO: OTRA AVALANCHA DEVASTADORA
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Ocurrió un 6 de junio mientras transcurría tranquilo el tiempo de la siesta. Las nubes en el cielo azul flotaban suavemente, y los habitantes de la región, ubicados entre los cafetales del valle del Río Páez, a unos 400 kilómetros al sudoeste de Bogotá, Colombia, descansaban en completa calma. De repente se sintió el remezón del volcán vecino, y tras el temblor, una avalancha de piedras, nieve, barro y tierra, que bajaban de la cumbre a casi seis mil metros de altura. En pocos momentos mil doscientas personas quedaron sepultadas. Los pueblos que viven en las márgenes de la Cordillera de los Andes conocen este tipo de tragedias. En 1985 la ciudad de Armero, al pie del Nevado del Ruiz, también en Colombia, quedó sepultada por una avalancha. Murieron veintitrés mil personas. En 1970, en Yungay, Perú, una avalancha de barro y piedras sepultó el poblado entero, matando, en cuestión de segundos, a veinticinco mil personas. Sin embargo, no por conocidas dejan estas tragedias colectivas de sobrecoger el ánimo, angustiar el corazón y despertar perpetuos temores e incertidumbres. ¿Cuándo se producirá la próxima? ¿A qué pueblo de Colombia, de Ecuador, de Perú, de Bolivia, de Chile o de Argentina le tocará? Usamos la palabra «avalancha» para denotar algo que se produce en forma inevitable, masiva y rápida. El diccionario define «avalancha», o su sinónimo «alud», como «lo que se precipita súbita e impetuosamente». De ahí las expresiones «avalancha de votos», «avalancha de gente» y «avalancha de aplausos». No sólo en Los Andes hay avalanchas. Las hay, también, en la sociedad en todo el mundo. El vocablo «avalancha» puede describir las violencias que hay en muchas partes de la tierra. Tenemos avalanchas de abortos en los países más civilizados; avalanchas de drogas introducidas por conducto de aeropuertos, fronteras y playas; y avalanchas de amor libre, de sexo ilícito y de homosexualidad y lesbianismo, que sin hacer ruido destruyen a millones de personas. ¿Qué hacer para librarnos de esas avalanchas? Simplemente ubicarnos fuera de su camino. No tenemos que estar en el paso de las avalanchas de drogas, alcohol, infidelidad, deshonestidad y engaño. Hay Alguien que nos puede librar de esos aludes. Es Jesucristo, el Hijo de Dios. Él desea librarnos tanto del mal como de sus consecuencias, pero sólo lo hace si le damos nuestro corazón y nos sometemos a su divina voluntad. Entreguémosle nuestra vida a Cristo. Él nos librará de esas avalanchas. |
martes, 26 de junio de 2012
¿ SABES CÓMO ORAR ?: MIRA ESE EJEMPLO LA SILLA DESOCUPA
Cuentan que la hija de un anciano le pidió al pastor de la iglesia cristiana de su localidad que fuera a orar por su padre. Cuando llegó el pastor, encontró al hombre acostado con la cabeza apoyada sobre dos almohadas. Al lado de la cama había una silla desocupada. El pastor supuso que la hija del anciano le había avisado de su visita.
—Supongo que me ha estado esperando —anunció.
—Yo no esperaba a nadie —respondió el anciano—. ¿Quién es usted?
El pastor se presentó y explicó:
—Vi la silla desocupada y pensé que usted me estaba esperando.
—Ah, sí, la silla —contestó el hombre postrado en cama—. ¿Me haría el favor de cerrar la puerta?
El pastor, algo desconcertado, cerró la puerta.
—Nunca le he dicho esto a nadie, ni siquiera a mi hija —le dijo el anciano—. Es que pasé casi toda la vida sin saber orar. Cuando iba a la iglesia, escuchaba al pastor hablar sobre la oración, pero no le hallaba sentido. Así que no llegué a orar sino hasta hace unos cuatro años, cuando mi mejor amigo me dijo: «Mira, Juan, orar no es más que conversar con Cristo. Sugiero que hagas esto: Siéntate en una silla y pon otra silla en frente de ti. Por la fe, ve a Cristo sentado en esa silla. Eso no tiene nada de extraño porque Él prometió que estaría con nosotros siempre. Luego comienza a hablarle así como me estás hablando a mí ahora mismo.» Así que lo hice, y me gustó tanto que lo he estado haciendo un par de horas al día. Pero tengo cuidado de que mi hija no me vea, porque si me viera hablándole a una silla desocupada, ¡pensaría que yo debiera estar en un manicomio!
Al pastor lo conmovió profundamente la historia, y animó al anciano a que siguiera adelante. Después de elevar una oración a Dios por él, volvió a la iglesia.
Habían pasado sólo dos días cuando recibió una llamada de la hija informándole que su padre acababa de morir.
—¿Murió en paz? —le preguntó el pastor.
—Mi papá se veía muy tranquilo, pastor. Antes de que yo saliera de compras a las dos de la tarde, me llamó para decirme que me amaba, y me besó en la mejilla. Una hora después, al regresar, lo encontré muerto. Pero había algo extraño. Parece que antes de morir, mi papá se inclinó y recostó la cabeza sobre la silla al lado de su cama.
El pastor se secó las lágrimas y dijo:
—¡Qué hermoso sería si todos pudiéramos morir así!
Lo cierto es que el deseo de ese pastor puede cumplirse también en nosotros algún día. Basta con que sigamos el ejemplo de aquel anciano, resolviendo desde hoy mantener una relación íntima con Dios mediante la oración. Cristo está a nuestro lado, esperando que iniciemos la conversación.
—Supongo que me ha estado esperando —anunció.
—Yo no esperaba a nadie —respondió el anciano—. ¿Quién es usted?
El pastor se presentó y explicó:
—Vi la silla desocupada y pensé que usted me estaba esperando.
—Ah, sí, la silla —contestó el hombre postrado en cama—. ¿Me haría el favor de cerrar la puerta?
El pastor, algo desconcertado, cerró la puerta.
—Nunca le he dicho esto a nadie, ni siquiera a mi hija —le dijo el anciano—. Es que pasé casi toda la vida sin saber orar. Cuando iba a la iglesia, escuchaba al pastor hablar sobre la oración, pero no le hallaba sentido. Así que no llegué a orar sino hasta hace unos cuatro años, cuando mi mejor amigo me dijo: «Mira, Juan, orar no es más que conversar con Cristo. Sugiero que hagas esto: Siéntate en una silla y pon otra silla en frente de ti. Por la fe, ve a Cristo sentado en esa silla. Eso no tiene nada de extraño porque Él prometió que estaría con nosotros siempre. Luego comienza a hablarle así como me estás hablando a mí ahora mismo.» Así que lo hice, y me gustó tanto que lo he estado haciendo un par de horas al día. Pero tengo cuidado de que mi hija no me vea, porque si me viera hablándole a una silla desocupada, ¡pensaría que yo debiera estar en un manicomio!
Al pastor lo conmovió profundamente la historia, y animó al anciano a que siguiera adelante. Después de elevar una oración a Dios por él, volvió a la iglesia.
Habían pasado sólo dos días cuando recibió una llamada de la hija informándole que su padre acababa de morir.
—¿Murió en paz? —le preguntó el pastor.
—Mi papá se veía muy tranquilo, pastor. Antes de que yo saliera de compras a las dos de la tarde, me llamó para decirme que me amaba, y me besó en la mejilla. Una hora después, al regresar, lo encontré muerto. Pero había algo extraño. Parece que antes de morir, mi papá se inclinó y recostó la cabeza sobre la silla al lado de su cama.
El pastor se secó las lágrimas y dijo:
—¡Qué hermoso sería si todos pudiéramos morir así!
Lo cierto es que el deseo de ese pastor puede cumplirse también en nosotros algún día. Basta con que sigamos el ejemplo de aquel anciano, resolviendo desde hoy mantener una relación íntima con Dios mediante la oración. Cristo está a nuestro lado, esperando que iniciemos la conversación.
lunes, 25 de junio de 2012
EL SEÑOR ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARÁ
No te preocupes…No temas…Descansa
Nada te faltará. – Salmo 23:1
Nada te faltará. – Salmo 23:1
Hno. Juan con Maria
Por eso David estaba convencido que nunca necesitaría nada y pudo decir,Nada me faltará. Su futuro estaba asegurado. Todos sus recursos infinitos de poder y de amor eran suyos.
¿Entiendes con cuanto cuidado estás siendo protegido hoy? ¿Sabes cuán seguro estás? Cuando te afliges por dinero, Dios dice yo soy “dueño del ganado de mil colinas” (Sal 50:10). Cuando sientes dolor, El promete que su gozo será tu fortaleza (Neh 8:10). Cuando te sientes temeroso acerca del futuro de tus hijos, El dice, No temas, Yo los cuidaré (Is 54:13). Dios quiere que descanses y que encuentres paz en El.
Claro que esto no implica que dejes de trabajar y planificar, o que dejes de orar. ¡No! Lo que quiere decir es que cada mañana despiertas y pones tus ojos en el corazón inmenso de Dios. Te dices a ti mismo, que no dejarás que tus problemas te controlen. Dios será tu vida. Es de El que vendrá tu descanso.
Jesús dijo que el Padre sabe cuando el gorrión más pequeño cae a la tierra (Mt 10:29). Nunca son olvidados por Dios (Lc 12:6) Si El tiene tanto cuidado de un gorrión, ¿te puedes imaginar el cuidado que tiene de ti?
David sabía bien. ¡El sabía cuanto era amado por Dios! Es por eso que David se apresuraba para encontrarse de madrugada con Dios cada día. Jorge Mueller de Inglaterra también sabía lo propio. Aunque el tenía que dar de comer a cientos de huérfanos cada día, nunca le faltó una sola comida. A veces las provisiones de Dios vienen al último momento, pero siempre vienen.
Para tu propio bien, estoy pidiéndote que te afirmes y ejercites esa misma fe. No dejes que el temor, la falta de perdón, el dolor, o la ansiedad te esclavicen. Encuentra tu descanso en Jesús. Confía en El tal como un corderito inocente confía en su pastor. Cuando vuelvas a esa fe sencilla, conocerás lo que es realmente vivir así como vive el hijo del rey más rico. Serás libre y nunca quedarás desilusionado.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento,
Guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
sábado, 23 de junio de 2012
INVIERTA EN EL REINO DE LOS CIELOS: INVERTIR EN EL FUTURO
“haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”. - Mt. 6:20
Jason Bohn era estudiante universitario cuando convirtió un hoyo en un solo golpe jugando al golf y ganó un millón de dólares. Aunque otros podrían haber despilfarrado ese dinero, Bohn tenía un plan. Como deseaba ser profesional de ese deporte, usó el premio como un fondo para vivir y entrenarse, y mejorar su talento deportivo. El efectivo se convirtió en una inversión para su futuro, la cual le dio sus dividendos cuando ganó el torneo B. C. Open de 2005 de la PGA (Asociación de Golf Profesional). Sin duda, su decisión de invertir a largo plazo en vez de vivir el momento fue sabia.
En un sentido, esto es lo que Jesús nos dice que hagamos. Se nos han confiado recursos (tiempo, talento, oportunidades) y nosotros decidimos cómo usarlos. El desafío es considerar esos recursos como utilidades para invertir a largo plazo. El Señor lo expresa de este modo en Mateo 6:20: «… haceos tesoros en el cielo», y nos asegura que estos tesoros protegidos no pueden ser destruidos ni robados.
Piensa en tus recursos: talento, tiempo, conocimiento, capacidades, profesión, negocio, dinero. Son temporales y limitados. Pero si los inviertes con la vista puesta en la eternidad, estas cosas efímeras pueden producir un impacto permanente. ¿Cuál es tu objetivo? ¿El ahora o la eternidad? Invierte en el futuro, ya que no solo tendrá un efecto interminable, sino que también cambiará tu manera de ver la vida cada día.
Reflexión: Las personas más ricas de la tierra son las que invierten su vida en el cielo.
Cinco principios para usar bien el dinero
Principio #1—La ley del Contentamiento (Fil. 4:12)
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Recuerde que Dios es dueño de todas las cosas. (Sal. 50:12).
12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud.
12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud.
Principio #2— La ley del Auto-control (Co. 3:5).
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Empiece transfiriendo a Dios todo lo que usted posee. (Hag. 2:8).
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
Aléjese de los pecados financieros de la avaricia y la idolatría. (Ro. 6:1–2).
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera
Principio #3— La ley de la Mayordomía (Mt. 25:23).
23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Reconozca que es responsable delante de Dios de cómo gasta el dinero.
Regrese el diezmo de sus ganancias a Dios. Haga de esto un compromiso. (Gn.14:20).
20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Principio #4— La ley de Dar (2 Co. 9:6 – Hch. 20:35).
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Ofrende regularmente (1 Co. 16:2).
2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
Dé con sacrificio, haciendo a un lado alguno de sus deseos personales (2 Co. 8:3).
3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
Ofrende a quienes son de bendición para su vida (Ga. 6:6).
6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye
6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye
Principio #5— La ley de Pedira Dios que supla sus necesidades, no sus caprichos (Mt. 6:24-34).
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Acepte la voluntad de Dios con un corazón obediente. (Mr. 14:36).
36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.
36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.
No se compare con los demás, y de gracias a Dios por todo cuanto posee (1 Ts. 5:18).
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
jueves, 21 de junio de 2012
FORTALECIENDO LA FAMILIA: SU HIJO SABIO O INSENSATO
IGLESIA CRISTIANA LA CONFRATERNIDAD DE SANTA ROSA DE OSOS. IGLESIA EL BUEN PASTOR. JUNIO 23 DE 2012.
- BIENVENIDA
- LECTURA BÍBLICA: PRO 1: 1-7.
Motivo de los proverbios
1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 2 Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes, 3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; 4 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. 5 Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo, 6 Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos. 7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
- ORACIÓN
Dios bendice de una forma especial a todas nuestras Familias. Amén
INTRODUCCIÓN.
La situación actual de los Jóvenes en los EEUU, EN COLOMBIA O EN OTRA PARTE DEL MUNDO ES DIFÍCIL.
El entono le ofrece tantas alternativas de vida, que se hace difícil rechazar las ofertas, es allí donde nosotros como Padres, tenemos que actuar de una forma contundente.
El libro de los Proverbios nos da pautas, si queremos ayudadr en esa Orientación tan importante. Dios nos lleva paso a paso en esa tarea.
Cuando la Familias incluyen en sus planes a Nuestro Señor Jesucristo, hay seguridad para las Familias.
PRO 1: 8-18.
Amonestaciones de la Sabiduría :
8 Oye,hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; 9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello. 10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas. 11 Si dijeren: Ven con nosotros; Pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivo al inocente; 12 Los tragaremos vivos como el Seol, Y enteros, como los que caen en un abismo; 13 Hallaremos riquezas de toda clase, Llenaremos nuestras casas de despojos; 14 Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa,— 15 Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, 16 Porque sus pies corren hacia el mal, Y van presurosos a derramar sangre. 17 Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave; 18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo.
PRO 1: 20.
20 La sabiduría clama en las calles, Alza su voz en las plazas; 21 Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
PRO 1: 22.
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
PRO 9: 4-6
4 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice: 5 Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado. 6 Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.
PRO 14: 15.
15 El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.
PRO 22: 3.
3 El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño.
2a PE 3:3.
3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
PRO 13: 1.
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
PRO 15: 12.
12 El escarnecedor no ama al que le reprende, Ni se junta con los sabios.
PRO 9: 7-8.
7 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha. 8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.
PRO 13: 1.
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
PRO 1: 7 7.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.:
PRO 15: 5.
5 El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente
PRO 15: 20.
20 El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre.
IS 5: 20 20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
PRO17: 10.
10 La reprensión aprovecha al entendido, Más que cien azotes al necio.
CONCLUSIÓN.
Dios delega en nosotros una gran responsabilidad como Padres;¿ qué estás haciéndo como Papá para o Mamá para que tus hijo vivan bién y honren a Dios y te honren a tí ?.
Orar sin cesar es una de las muchas instrucciones que Dios nos da.
- BIENVENIDA
- LECTURA BÍBLICA: PRO 1: 1-7.
Motivo de los proverbios
1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 2 Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes, 3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; 4 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. 5 Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo, 6 Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos. 7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
- ORACIÓN
Dios bendice de una forma especial a todas nuestras Familias. Amén
INTRODUCCIÓN.
La situación actual de los Jóvenes en los EEUU, EN COLOMBIA O EN OTRA PARTE DEL MUNDO ES DIFÍCIL.
El entono le ofrece tantas alternativas de vida, que se hace difícil rechazar las ofertas, es allí donde nosotros como Padres, tenemos que actuar de una forma contundente.
El libro de los Proverbios nos da pautas, si queremos ayudadr en esa Orientación tan importante. Dios nos lleva paso a paso en esa tarea.
Cuando la Familias incluyen en sus planes a Nuestro Señor Jesucristo, hay seguridad para las Familias.
PRO 1: 8-18.
Amonestaciones de la Sabiduría :
8 Oye,hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; 9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello. 10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas. 11 Si dijeren: Ven con nosotros; Pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivo al inocente; 12 Los tragaremos vivos como el Seol, Y enteros, como los que caen en un abismo; 13 Hallaremos riquezas de toda clase, Llenaremos nuestras casas de despojos; 14 Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa,— 15 Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, 16 Porque sus pies corren hacia el mal, Y van presurosos a derramar sangre. 17 Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave; 18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo.
PRO 1: 20.
20 La sabiduría clama en las calles, Alza su voz en las plazas; 21 Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
PRO 1: 22.
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
PRO 9: 4-6
4 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice: 5 Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado. 6 Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.
PRO 14: 15.
15 El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.
PRO 22: 3.
3 El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño.
2a PE 3:3.
3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
PRO 13: 1.
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
PRO 15: 12.
12 El escarnecedor no ama al que le reprende, Ni se junta con los sabios.
PRO 9: 7-8.
7 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha. 8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.
PRO 13: 1.
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
PRO 1: 7 7.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.:
PRO 15: 5.
5 El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente
PRO 15: 20.
20 El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre.
IS 5: 20 20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
PRO17: 10.
10 La reprensión aprovecha al entendido, Más que cien azotes al necio.
CONCLUSIÓN.
Dios delega en nosotros una gran responsabilidad como Padres;¿ qué estás haciéndo como Papá para o Mamá para que tus hijo vivan bién y honren a Dios y te honren a tí ?.
Orar sin cesar es una de las muchas instrucciones que Dios nos da.
miércoles, 20 de junio de 2012
LOS CAMBIOS TAMBIÉN LLEGARON A LA IGLESIA
IGLESIA LA CONFRATERNIDAD JESÚS MI BUEN PASTOR DE SANTA ROSA DE OSOS.
- A. SALUDO
- B. LECTURA BÍBLICA: 2a de Cor 5: 17. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
-C. ORACIÓN
EL ENCUENTRO DE DOS VARONES DISTINTOS: PEDRO Y CORNELIO.
Hch 10: 1- 48
1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. 3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. 4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. 5 Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. 6 Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas. 7 Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; 8 a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo. 9 Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. 10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; 11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; 12 en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. 13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. 15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16 Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo. 17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta. 18 Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro. 19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. 20 Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado. 21 Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? 22 Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras. 23 Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope. 24 Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. 25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. 26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. 27 Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. 28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; 29 por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir? 30 Entonces Cornelio dijo: hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente, 31 y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios. 32 Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará. 33 Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado. 34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos. 37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. 40 A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. 42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. 44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. 47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
- A. SALUDO
- B. LECTURA BÍBLICA: 2a de Cor 5: 17. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
-C. ORACIÓN
EL ENCUENTRO DE DOS VARONES DISTINTOS: PEDRO Y CORNELIO.
Hch 10: 1- 48
1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. 3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. 4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. 5 Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. 6 Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas. 7 Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; 8 a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo. 9 Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. 10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; 11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; 12 en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. 13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. 15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16 Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo. 17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta. 18 Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro. 19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. 20 Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado. 21 Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? 22 Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras. 23 Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope. 24 Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. 25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. 26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. 27 Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. 28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; 29 por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir? 30 Entonces Cornelio dijo: hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente, 31 y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios. 32 Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará. 33 Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado. 34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos. 37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. 40 A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. 42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. 44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. 47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
NO SOMOS MÁS QUE GUSANOS ATRAPADOS.
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Un indígena oriundo de Centroamérica había hallado la paz en Dios. Había cambiado radicalmente, de una vida de depravación, borracheras e infidelidad, a una vida de verdadera satisfacción y paz. Siempre hablaba de su salvación y de lo que Jesucristo había hecho por él. No le importaba dónde estuviera ni quién estuviera viéndolo o escuchándolo. A todos les daba el testimonio de su conversión. Un día un amigo suyo le preguntó: —Churunel, ¿por qué hablas tanto de Cristo? Churunel no respondió de inmediato, sino que comenzó a recoger palitos y hojas secas que fue colocando uno sobre otro en un círculo. Entonces buscó hasta hallar un gusanito, y lo puso en el centro del círculo. Todavía sin decir palabra, encendió un fósforo y lo acercó a las hojas y a los palitos secos. El fuego dio la vuelta al combustible seco, y el gusanito atrapado comenzó a buscar locamente cómo salir, pero no podía. Por fin el fuego avanzó hacía el centro, y el calor se fue acercando al gusano. Éste, desesperado, levantó en alto la cabeza como para respirar, cuando menos, un poco de aire fresco. El gusanito sabía que su único refugio tendría que venir de arriba. Al verlo así, Churunel se inclinó y le extendió sus dedos. El gusano se asió de ellos y el indígena sacó el gusano de en medio del fuego. Fue hasta entonces que emitió su primera palabra. «Esto —explicó Churunel— es lo que Cristo hizo por mí. Yo estaba atrapado en los vicios del pecado, y no había esperanza de salida. Había tratado, por todos los medios posibles, de salvarme a mí mismo, pero me era imposible. »Entonces el Señor se inclinó hacia mí y me extendió su mano. Lo único que tuve que hacer fue asirme de Él. Cristo me sacó de esa prisión. Por eso no puedo dejar de contarles a todos lo que hizo por mí.» Lo cierto es que aquel indígena describió a la perfección lo que Cristo puede y quiere hacer por cada uno de nosotros. Sin Cristo estamos atrapados. Más vale que reconozcamos de una vez por todas que la vida real no respalda el argumento popular que dice: «El día que yo quiera dejar el vicio, puedo dejarlo.» De no ser por una ayuda que venga de arriba, moriremos en nuestros pecados. Cristo está cerca de nosotros y nos extiende la mano. Sólo tenemos que asirnos de ella. Churunel lo hizo y encontró paz. Así como él lo han hecho millones más, y han hallado la paz. ¿Por qué no hacerlo nosotros también? Cristo quiere rescatarnos y darnos su paz. |
lunes, 18 de junio de 2012
¿ CUÁNTO NECESITA LA SOCIEDAD DE DIOS?: EL MACHISMO Y EL SIDA
La mujer apenas podía contener las lágrimas. Estaba contándoles su historia a oficiales del Seguro Social. Era la misma historia de muchas mujeres como ella, una historia que es drama y que es, a la vez, tragedia.
Se llamaba Rosario Servín, y tenía treinta y nueve años de edad. Vivía en una de las grandes capitales de América Latina, era viuda y tenía seis hijos. Su esposo había muerto de SIDA, y ella también estaba infectada. Rosario acababa de perder su casa, que era la única herencia, además de la enfermedad, que le dejó su esposo.
Tales casos representan una epidemia. Miles y miles de mujeres pueden contar la misma historia. Casadas con un hombre machista, deben aguantar pacientemente todo lo que él haga.
El esposo, que tiene todas las mujeres que quiere, vive en completo abandono y se enferma de SIDA. La mujer no se atreve a decir una sola palabra, ni a preguntar cuántas mujeres tiene ni a ensayar la menor protesta. Lo aguanta todo pacientemente, pidiéndole a Dios que su esposo cambie, pero en vez de cambiar él le transmite a ella el virus mortal.
Se cuenta que cuando Hernán Cortes conquistó México, los príncipes aztecas le traían lotes de hasta veinte muchachas vírgenes para que escogiera la que más le gustara, y distribuyera a las restantes entre sus capitanes. Esa es parte de nuestra herencia. Con la proliferación del machismo, de la lujuria y del pisoteo cínico de las normas divinas del sexo y del matrimonio, ¿cómo no van a haber en las Américas millones de casos de SIDA?
Tenemos quinientos años de «civilización» en nuestros países de habla española. ¿Y a qué hemos llegado? Lo que salta a la vista es un enorme desmoronamiento moral, espiritual, económico y político.
¿Qué es lo que falta en nuestra sociedad? Falta algo que la civilización no ha podido darnos. Falta algo que la cultura no ha podido darnos. Incluso, falta algo que la religión tampoco ha podido darnos. Falta Dios introducido en cada fibra de nuestra vida. Falta una relación personal con el Señor Jesucristo.
Cristo puede entrar en nuestra vida desalojando de nosotros todo lo que es malo. Él puede regenerarnos y limpiarnos, y hacer de nosotros —de cada hombre y cada mujer que se entrega a Él— una nueva persona. Cristo, y no la religión, es lo que salva. Dejémoslo entrar en nuestro corazón. Ese será el principio de una nueva vida. Dejemos que entre hoy mismo. Él quiere ser el Señor de nuestra vida.
sábado, 16 de junio de 2012
EL PERDÓN : UNA VERDADERA ACTITUD DE UN CORAZÓN AGRADECIDO
Cómo perdonar cuando alguien le ha hecho daño
Andar íntimamente con el Señor Jesús quiere decir que debemos hacerle frente al hecho de perdonar a otros, lo cual no siempre resulta fácil. No podemos evadir, ni negar el hecho que las relaciones personales a menudo resultan en un riesgo que implica ofensas y la necesidad de perdonar continuamente. Sea que la culpa de la ofensa sea de otro, o que sea nuestra responsabilidad, Efesios 4:31-32 resume hermosamente cómo podemos tener una conciencia limpia y ser libres para amar y servir a Dios de todo corazón:
Efesios 4:31-32 .
“Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad. En vez de eso, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. (RVC).
En diferentes momentos de nuestra vida nos veremos abocados a la tarea difícil de perdonar. La siguiente tabla y pasos nos ayudan a encaminarnos a una decisión de obediencia y amor santo.
Cultive un corazón de Perdón
1. Profundice su comprensión del perdón de Dios mediante el estudio de la Biblia y la meditación. Dios ha sido impresionante y absurdamente generoso con nosotros. Permita que la gracia estimule humildad y gratitud. Lea Romanos 5:8.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
2. Aprenda a reconocer las señales de un corazón perdonador: descartando la necesidad de castigo o venganza, mirando al ofensor con bondad y compasión, y escogiendo extenderse en amor.
3. Aprenda a responder bien cuando los sentimientos heridos vuelven a aflorar. Apóyese en la ayuda del Pastor de Pastores, para que cambie su corazón. Vuélvase (arrepiéntase), afine su oído a la voz del Pastor (dependa) y ande en sus caminos (obedezca).
Camine en los Pasos al perdón
1- Comprenda que perdonar es correr riesgos. Incluso un ofensor arrepentido con toda probabilidad nos fallará de nuevo, tal vez en lo mismo.
2- Apóyese en Dios. Clame: _“Señor: vengo a ti para que me concedas gracia y fuerza para amar a esta persona que me ha hecho daño y procure lo mejor para ella.”
3- Cancele efectivamente la deuda. Mediante la oración, dígale a Dios que usted abandona el derecho de cobrárselas en cualquier nivel y abandone su amargura o resentimiento, deje esto completamente en las manos de Dios.
4- Evalúe si debería o no decirle al ofensor lo que usted ha hecho delante de Dios.
5- Si es apropiado, verbalmente ofrézcale perdón. Si se arrepiente, la relación personal puede volver a su curso. Si no, la relación personal no se puede restaurar; pero cuando se ofrece el perdón, se puede pagar el mal con un bien (Romanos 12:21).
21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Comunique el Perdón
Si usted quiere corregir las cosas con alguien a quien usted le ha hecho daño, pero esa persona no está a su alcance, permita que el perdón de Dios baste. Confíe en que Dios intervendrá por usted para aliviar cualquier dolor de corazón que usted ha causado. Tal vez ayude confesar su pecado a un amigo de confianza.
Si la persona está a su alcance pero rehúsa perdonarle, pregúntese: ¿Indica esa negativa que en realidad no me he arrepentido genuínamente? Examínese según las normas que se hallan en 2 Corintios 7:8-11. Si el arrepentimiento es genuino, entonces el perdón de Dios es suficiente. Dese cuenta, también que el perdón puede ser un proceso. Tal vez la otra persona necesita tiempo para estar dispuesta a perdonar.
2 Corintios 7:8-11. 8 Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. 9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
Andar íntimamente con el Señor Jesús quiere decir que debemos hacerle frente al hecho de perdonar a otros, lo cual no siempre resulta fácil. No podemos evadir, ni negar el hecho que las relaciones personales a menudo resultan en un riesgo que implica ofensas y la necesidad de perdonar continuamente. Sea que la culpa de la ofensa sea de otro, o que sea nuestra responsabilidad, Efesios 4:31-32 resume hermosamente cómo podemos tener una conciencia limpia y ser libres para amar y servir a Dios de todo corazón:
Efesios 4:31-32 .
“Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad. En vez de eso, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. (RVC).
En diferentes momentos de nuestra vida nos veremos abocados a la tarea difícil de perdonar. La siguiente tabla y pasos nos ayudan a encaminarnos a una decisión de obediencia y amor santo.
Cultive un corazón de Perdón
1. Profundice su comprensión del perdón de Dios mediante el estudio de la Biblia y la meditación. Dios ha sido impresionante y absurdamente generoso con nosotros. Permita que la gracia estimule humildad y gratitud. Lea Romanos 5:8.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
2. Aprenda a reconocer las señales de un corazón perdonador: descartando la necesidad de castigo o venganza, mirando al ofensor con bondad y compasión, y escogiendo extenderse en amor.
3. Aprenda a responder bien cuando los sentimientos heridos vuelven a aflorar. Apóyese en la ayuda del Pastor de Pastores, para que cambie su corazón. Vuélvase (arrepiéntase), afine su oído a la voz del Pastor (dependa) y ande en sus caminos (obedezca).
Camine en los Pasos al perdón
1- Comprenda que perdonar es correr riesgos. Incluso un ofensor arrepentido con toda probabilidad nos fallará de nuevo, tal vez en lo mismo.
2- Apóyese en Dios. Clame: _“Señor: vengo a ti para que me concedas gracia y fuerza para amar a esta persona que me ha hecho daño y procure lo mejor para ella.”
3- Cancele efectivamente la deuda. Mediante la oración, dígale a Dios que usted abandona el derecho de cobrárselas en cualquier nivel y abandone su amargura o resentimiento, deje esto completamente en las manos de Dios.
4- Evalúe si debería o no decirle al ofensor lo que usted ha hecho delante de Dios.
5- Si es apropiado, verbalmente ofrézcale perdón. Si se arrepiente, la relación personal puede volver a su curso. Si no, la relación personal no se puede restaurar; pero cuando se ofrece el perdón, se puede pagar el mal con un bien (Romanos 12:21).
21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Comunique el Perdón
Si usted quiere corregir las cosas con alguien a quien usted le ha hecho daño, pero esa persona no está a su alcance, permita que el perdón de Dios baste. Confíe en que Dios intervendrá por usted para aliviar cualquier dolor de corazón que usted ha causado. Tal vez ayude confesar su pecado a un amigo de confianza.
Si la persona está a su alcance pero rehúsa perdonarle, pregúntese: ¿Indica esa negativa que en realidad no me he arrepentido genuínamente? Examínese según las normas que se hallan en 2 Corintios 7:8-11. Si el arrepentimiento es genuino, entonces el perdón de Dios es suficiente. Dese cuenta, también que el perdón puede ser un proceso. Tal vez la otra persona necesita tiempo para estar dispuesta a perdonar.
2 Corintios 7:8-11. 8 Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. 9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
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