lunes, 25 de junio de 2012

EL SEÑOR ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARÁ


No te preocupes…No temas…Descansa
Nada te faltará. – Salmo 23:1

Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
David era un hombre conforme al corazón de Dios.  Entendía que El era poderoso, que estaba presente en todo lugar y que era un pastor personal.  Este Pastor que está presente en este momento, conocía a David.  Realmente lo conocía, y David a su Pastor.

Por eso David estaba convencido que nunca necesitaría nada y pudo decir,Nada me faltará.  Su futuro estaba asegurado.  Todos sus recursos infinitos de poder y de amor eran suyos.

¿Entiendes con cuanto cuidado estás siendo protegido hoy? ¿Sabes cuán seguro estás?  Cuando te afliges por dinero, Dios dice yo soy “dueño del ganado de mil colinas” (Sal 50:10).  Cuando sientes dolor, El promete que su gozo será tu fortaleza (Neh 8:10).  Cuando te sientes temeroso acerca del futuro de tus hijos, El dice, No temas, Yo los cuidaré (Is 54:13).  Dios quiere que descanses y que encuentres paz en El.

Claro que esto no implica que dejes de trabajar y planificar, o que dejes de orar.  ¡No!  Lo que quiere decir es que cada mañana despiertas y pones tus ojos en el corazón inmenso de Dios.  Te dices a ti mismo, que no dejarás que tus problemas te controlen.  Dios será tu vida.  Es de El que vendrá tu descanso.

Jesús dijo que el Padre sabe cuando el gorrión más pequeño cae a la tierra (Mt 10:29). Nunca son olvidados por Dios (Lc 12:6)  Si El tiene tanto cuidado de un gorrión, ¿te puedes imaginar el cuidado que tiene de ti?

David sabía bien.  ¡El sabía cuanto era amado por Dios!  Es por eso que David se apresuraba para encontrarse de madrugada con Dios cada día.  Jorge Mueller de Inglaterra también sabía lo propio.  Aunque el tenía que dar de comer a cientos de huérfanos cada día, nunca le faltó una sola comida. A veces las provisiones de Dios vienen al último momento, pero siempre vienen.

Para tu propio bien, estoy pidiéndote que te afirmes y ejercites esa misma fe.  No dejes que el temor, la falta de perdón, el dolor, o la ansiedad te esclavicen. Encuentra tu descanso en Jesús.  Confía en El tal como un corderito inocente confía en su pastor.  Cuando vuelvas a esa fe sencilla, conocerás lo que es realmente vivir así como vive el hijo del rey más rico. Serás libre y nunca quedarás desilusionado.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento,
Guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
 

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