martes, 26 de febrero de 2013

DIOS ESTÁ DE NUESTRO LADO EN LA BATALLA


Jonatán: Valor Intrépido
I Samuel 14:1-15
. . . porque Jehová los ha entregado en nuestra mano.  1 S. 14:10
 
Mientras lees esto me pregunto si estás en medio de una batalla.  Puede ser una lucha personal o familiar.  Quizá te sientas desanimado en el ministerio, como si estuvieras en un valle.  Cobra ánimo mientras escuchas las lecciones de batalla de la historia de Jonatán, el hijo del rey Saúl y el amigo en quien confiaba David.  Dios está trabajando su plan perfecto en ti.

El enemigo estaba ganando terreno.  Saúl y su ejército estaban desanimados y llenos de miedo (1 S. 13:16-23).  Jonatán creía que Dios podía hacer algo.  Su nombre significa “El Señor proveyó”.  No hay nada que Dios no pueda hacer.  ¡Él es el Dios que siempre está proveyendo (1 S. 14:1)!

Jonatán tenía un paje de armas leal, un amigo en quien confiaba.  Ese paje de armas me recuerda lo valioso que es en realidad un amigo que te entienda.  Necesitamos un amigo como el paje de armas de Jonatán quien nos diga, “Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad.” (1 S. 14:6-7).  La vida es muy solitaria algunas veces.  En muchas ocasiones nos sentimos que nadie entiende nuestro dolor.  La verdad es que frecuentemente el único amigo que puede entendernos y confortarnos con Su presencia es Jesús.  Afortunadamente para Jonatán, su paje de armas llenó ese papel.  Él creía que Dios derrotaría al enemigo ya sea en su peñasco “Boses” que significa “El que brilla”, o en el peñasco donde se hallaba su enemigo “Sene” que significa “Espina” (1 S. 14:4).

La lección es clara para nosotros hoy.  Dios algunas veces nos lleva por el camino más difícil porque sabe que edificará nuestra fe de una mejor forma, y la fe siempre le agrada (He. 11:6).  Jonatán y su amigo bajaron al valle y luego hacia donde estaba el enemigo.  Los valles siempre son parte del plan de Dios, incluso cuando están llenos de vacilación y duda.  Como sucedió con Jonatán y su amigo, puede parecer que el enemigo está abrumándote y que estás levantando la vista para ver al enemigo.  La verdad es que los valles del desánimo, la desilusión y la lucha, nos preparan para batallas futuras.  Eventualmente nos llevan a lugares altos de victoria (1 S. 14:12).

Cuando escalamos saliendo de los valles, vemos el poder victorioso de Dios y somos capaces de descansar en lugares altos (1 S. 14:13).  Las victorias pequeñas se convertirán en victorias grandes si recordamos que la voluntad de Dios involucra esperar y caminar, incluso mientras que estamos en los valles de la vida (1 S. 14:14-15).
 
Cuando Dios hace algo maravilloso, Él comienza con una dificultad.
Cuando Dios hace algo extremadamente maravilloso, Él comienza con algo imposible.
 
-- Pst. Dan Johnston2077 – Jonatán 
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