martes, 26 de febrero de 2013

JESÚS ENTREGÓ SU VIDA POR MÍ

EL GRAN SACRIFICIO - SU VALOR INFINITO Yo soy el Buen Pastor;
El Buen Pastor Su vida da por las ovejas. –Jn. 10:11


Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
¿Sabes cuán valioso y especial tú eres?

Tu nombre ha sido grabado en la entrada de los Cielos (Lc. 10:20, Fil. 4:3). Tú eres la niña de los ojos de Dios (Sal. 17:8). Antes que nacieras, Dios estaba haciendo y dando forma a cada célula de tu cuerpo (Sal. 139:13). Tú tienes un valor infinito para Dios.

Más aun, Jesús, el Creador de todo el universo, en Quien todas las cosas subsisten (Col. 1:16-17) dio Su propia vida por ti. ¡Tú eres más valioso para Él que Su propia vida! Él preferiría morir, antes que pasar la eternidad sin ti.

Él murió voluntariamente por ti. Jesús no tenía que morir. Nadie Le forzó a ir a la Cruz por ti. Nadie Le mató – ni los Judíos, ni los Romanos, ninguno. Él, de su propia voluntad, entregó Su vida por ti.

Él murió por cada persona que siempre ha vivido. Dios no tiene favoritos. Su bella imagen está incrustada en lo más pequeño de nosotros y en lo más grande. El color de tu piel no le importa a Jesús. Tu riqueza o tu pobreza no mueve a Dios para amarte mas o menos. Jesús murió por el mundo entero. Su sangre cubre los pecados de todos. Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres (Tit. 3:11).

Él murió por ti. Si tú hubieras sido la única persona que viviera en el mundo, Él habría muerto por ti. Es cierto que
Él murió por el mundo entero, pero también murió por cada persona. Cada bebé recién nacido es de igual valor para Jesús. Así de preciso y amplio es el amor de Dios. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro. 8:38-39).

Una pequeña niña Afgana sabe lo que significa ser salvada de la muerte por otra persona. El 29 de Marzo del 2012 ella estaba jugando en un camino de tierra. De repente un tanque militar, con dieciséis toneladas de peso, pasaba por ese camino, y la niña pasaba en frente del pesado tanque y debió haber muerto. Entonces Dennis Weichel, un soldado de 29 años la vio. Él se lanzó enfrente del tanque y empujó a la pequeña niña hacia un lugar seguro. El soldado murió aplastado bajo el pesado tanque, pero una pequeña niña Afgana fue salva.

La niña Morgan Porter de tres años de edad sabe lo que significa tener una nueva vida por causa de otro. En Enero de este año ella recibió un trasplante de corazón de una niña que había sufrido una terrible y mortal herida en la cabeza. Los padres de esta niña herida querían que Morgan viviera. Así que el corazón, perfectamente compatible, fue extraído de su niñita y se lo pusieron a Morgan. La pequeña Morgan vive hoy gracias al corazón de otra niña.

¿Sabías que tú tienes un corazón nuevo – el mismo corazón de Jesús? Él murió, para que tú pudieras tener Su corazón. Así Su sangre correría por tus venas. Él quería que tú vivieras. Quiero decir, que vivas realmente, para siempre.

Esta es la Buena Nueva que debemos compartir con la gente. Las personas no son criaturas de la casualidad, no son accidentes de la naturaleza, ¡No! Ellas son objeto del amor divino del Creador, quien dio a Su propio Hijo para que todos vivieran.

Y esta es la vida a la que somos llamados a vivir. ¡La vida de Jesús! Una vida de auto entrega, de sacrificio de vida. Eso es amor, el servir a otros y no querer ser servidos.

Así que Jesús es el Buen Pastor porque Él tiene la Victoria sobre Satanás. Él es Bueno porque Él nos da vida, llena diariamente con Su abundancia. También es Bueno porque Él voluntariamente entregó Su vida por ti y por mi. Él te ama y echa de menos tu amistad. Él extraña escuchar tu voz y tenerte escuchando Su corazón latir. Tú eres valioso para Él, más valioso para Él que Su propia vida.

Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Jer. 31:3

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1 Co. 15:58

-- Dr. Juan Jauchen 985 – Cristo Como Pastor (revisa toda la cadena)
Devocionals Pasados

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