El Príncipe De Los Pastores
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. – 1 P. 5:4
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. – 1 P. 5:4
Hno. Juan con Maria
¿Sabes el secreto para ser un fabuloso pastor? ¿Quieres ser el mejor
padre que puedas ser? ¿Quieres ser líder de tu grupo de célula, tu
clase de escuela dominical, o tu grupo de jóvenes, en sabiduría y
santidad?
Yo creo que sí quieres. Y Pedro, uno de los pastores más fabulosos de todos los tiempos, nos muestra el camino. Él llegó a conocer a Jesús como su Príncipe. El más honrado y valorado en el Reino. El ejemplo magnífico. El número uno. ¡El Rey que viene!
En ese hermoso encuentro de restauración cerca del Mar de Galilea, Jesús le dijo a Pedro que apacentara a Sus ovejas (Jn. 21:15-19). Jesús estaba diciéndole a Pedro, y a nosotros, que si queremos mostrar nuestro amor por Él, debemos pastorear a Su pueblo (¡Ellos son Suyos, no nuestros!). Nosotros los alimentaremos con comida que nutra sus espíritus.
Pero Pedro aprendió pronto que es imposible alimentar a otros si él mismo no había sido alimentado. ¡Pedro necesitaba un pastor para poder pastorear a otros! Él mismo necesitaba pasar tiempo con Jesús. De hecho, eso fue lo que llamó la atención de los líderes judíos a principios de la era cristiana. Esto es lo que diferenció a los apóstoles de otros obreros religiosos de su tiempo. ¡Y era evidente a todos! Ellos eran hombres que “habían estado con Jesús” (Hch. 4:13). Pedro, al predicar estaba lleno de poder, de denuedo, de convicción y del Espíritu Santo (Hch. 4:8). La gente creía (Hch. 4:4). Los líderes religiosos estaban maravillados (Hch. 4:13). La gente era llena del Espíritu Santo (Hch. 4:31). Y la iglesia era “de un corazón y un alma” (Hch. 4:32)
Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. – Hch. 4:13
¿Y qué me dices de ti? ¿Has descubierto la belleza, el gozo y la fuerza que provienen de pasar tiempo con Jesús? ¿En qué estás apoyándote para dirigir a tu rebaño? En los siguientes devocionales compartiré algunas sugerencias prácticas acerca de cómo maximizar tu tiempo con Jesús. Pero permíteme ser claro. El camino más rápido para quedar totalmente agotado es tratar de dirigir a la gente en tus propias fuerzas. No hay otra manera para encontrar el éxito en el ministerio fuera de Jesús. “En [Cristo] están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Col. 2:3).
Así que, sé como el pastor Pedro. Conoce a Jesús no sólo como tu Salvador, y tu Señor. Conócelo cada día en una forma fresca, como tu Príncipe – tu modelo, tu número uno, tu Rey que viene. No serás decepcionado. Y descubrirás que ¡Él es todo lo que tu necesitarás para tener éxito guiando a Su rebaño!
Yo creo que sí quieres. Y Pedro, uno de los pastores más fabulosos de todos los tiempos, nos muestra el camino. Él llegó a conocer a Jesús como su Príncipe. El más honrado y valorado en el Reino. El ejemplo magnífico. El número uno. ¡El Rey que viene!
En ese hermoso encuentro de restauración cerca del Mar de Galilea, Jesús le dijo a Pedro que apacentara a Sus ovejas (Jn. 21:15-19). Jesús estaba diciéndole a Pedro, y a nosotros, que si queremos mostrar nuestro amor por Él, debemos pastorear a Su pueblo (¡Ellos son Suyos, no nuestros!). Nosotros los alimentaremos con comida que nutra sus espíritus.
Pero Pedro aprendió pronto que es imposible alimentar a otros si él mismo no había sido alimentado. ¡Pedro necesitaba un pastor para poder pastorear a otros! Él mismo necesitaba pasar tiempo con Jesús. De hecho, eso fue lo que llamó la atención de los líderes judíos a principios de la era cristiana. Esto es lo que diferenció a los apóstoles de otros obreros religiosos de su tiempo. ¡Y era evidente a todos! Ellos eran hombres que “habían estado con Jesús” (Hch. 4:13). Pedro, al predicar estaba lleno de poder, de denuedo, de convicción y del Espíritu Santo (Hch. 4:8). La gente creía (Hch. 4:4). Los líderes religiosos estaban maravillados (Hch. 4:13). La gente era llena del Espíritu Santo (Hch. 4:31). Y la iglesia era “de un corazón y un alma” (Hch. 4:32)
Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. – Hch. 4:13
¿Y qué me dices de ti? ¿Has descubierto la belleza, el gozo y la fuerza que provienen de pasar tiempo con Jesús? ¿En qué estás apoyándote para dirigir a tu rebaño? En los siguientes devocionales compartiré algunas sugerencias prácticas acerca de cómo maximizar tu tiempo con Jesús. Pero permíteme ser claro. El camino más rápido para quedar totalmente agotado es tratar de dirigir a la gente en tus propias fuerzas. No hay otra manera para encontrar el éxito en el ministerio fuera de Jesús. “En [Cristo] están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Col. 2:3).
Así que, sé como el pastor Pedro. Conoce a Jesús no sólo como tu Salvador, y tu Señor. Conócelo cada día en una forma fresca, como tu Príncipe – tu modelo, tu número uno, tu Rey que viene. No serás decepcionado. Y descubrirás que ¡Él es todo lo que tu necesitarás para tener éxito guiando a Su rebaño!
-- Dr. Juan Jauchen 985 – Cristo Como Pastor (revisar toda la cadena)
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