miércoles, 20 de noviembre de 2013

LOS CELOS DAN COMIENZO AL ODIO Y ESTE A LA MUERTE.

LOS CELOS DAN COMIENZO AL ODIO Y ESTE A LA MUERTE.
Todo comenzó en el Cielo. Un ángel llamado luzbel, que se reveló contra Dios y arrastró a otros ángeles. Fue lanzado por su pecado a la Tierra; allí también vio la oportunidad de poner al hombre en contra de Dios. El hombre pecó contra Dios y fue expulsado del Paraíso. Génesis 4:5 RVR.
Mas no miró propicio a Caín y a la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran manera, y decayó su semblante. . Luego los celos entraron en Caín y  mató a su hermano Abel.
 Así ha seguido los celos causando el daño a toda la humanidad. Nuestros hogares tampoco han escapado a éste flagelo.
Todo comenzó bien, así como comienza la mayoría de los matrimonios. Había ternura, había afecto y, más que nada, había amor. Sin embargo, pasada la luna de miel, el matrimonio comenzó a andar mal. En medio de dos que se amaban, se interpusieron los celos, que destruyen todo lo que tocan.

Un día Francisco Contreras, de Monterrey, México, no soportó el acoso de los celos y le pegó un tiro a su esposa, Sanjuana, en el temporal derecho. Acto seguido, se disparó él mismo en la sien. Ninguno de los dos murió, pero Sanjuana quedó con las facultades mentales alteradas, y Francisco perdió la vista en un ojo. Los celos habían triunfado.

Si hay algo que los matrimonios deben rehuir, son los celos. Los celos consumen alma, corazón, mente y vida, y mientras los están consumiendo, conducen a la locura, terminando en tragedias como aquella.

Hay celos que son naturales y saludables, y que provienen de un amor genuino. La Biblia dice que aun Dios es un Dios celoso que con diligencia vela por los suyos. Pero hay, también, celos morbosos, perjudiciales y enfermizos, producto de oscuros y bajos complejos. Esos son celos destructivos.

¿Cómo evitar que haya celos destructivos? Se comienza estableciendo un patrón de fidelidad incondicional entre esposos. El cónyuge debe saber, sin la más mínima duda, que su pareja, por nada en la vida, defraudaría los votos nupciales de amor y lealtad que los dos hicieron ante Dios.

Luego, cada cónyuge debe desarrollar fe y confianza en Cristo. La fe profunda en Cristo nos libra de psicopatías enfermizas. Cuando ambos esposos son verdaderos seguidores de Cristo, no hay entre ellos ningún brote de malos celos.

Añádase a esto el cultivo a fondo de la amistad matrimonial. Cuando el amor —el buen amor, el amor basado en un compromiso inquebrantable— se cultiva con sumo cuidado, los celos malignos no tienen ocasión de brotar. Porque al conservar el amor genuino, nos inmunizamos contra los celos destructivos.

Dios, el diseñador del matrimonio, es también la fuente del amor. Cuando nuestro matrimonio y nuestra vida están en armonía con Dios, estamos también en armonía con nuestro cónyuge, y los celos no tienen dónde aflorar.

Con Cristo en el matrimonio, no hay lugar para celos enfermizos. Sólo hay lugar para un amor cálido, puro, tierno y cristiano. Sea Cristo, desde hoy, el Señor de nuestro matrimonio. En él hay paz y confianza y seguridad.
En el libro 1 Corintios 13, El Señor nos habla del Amor, que es contrario a los celos.
13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
13:6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
13:10 más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Prov. 24:19-20 "No te entrometas con los malignos, ni tengas envidia de los impíos, porque para el malo no habrá buen fin y la lámpara de los impíos será apagada"


Prov. 3:31-33 "No envidies al hombre injusto, Ni escojas ninguno de sus caminos. Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los justos. La maldición de Jehová está en la casa del impío, Pero bendecirá la morada de los justos."
¿QUÉ ES LA ENVIDIA Y LOS CELOS?


Envidia: Es el "disgusto o pesar por el bien ajeno", es la tristeza causada en uno, por el bienestar de otro..., se dice que uno de los males culturales arraigados dentro de los países de América es la envidia, y los celos de la cual provienen muchísimos males.
Números 5:14 RVR
Si viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella contaminado; o viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado;

Números 5:15 RVR
Entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y traerá su ofrenda con ella, la décima de un epha de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso: porque es presente de celos, presente de recordación, que trae en memoria pecado.

Números 5:18 RVR
Y hará el sacerdote estar en pie á la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos: y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.

Números 5:25 RVR
Después tomará el sacerdote de la mano de la mujer el presente de los celos, y mecerálo delante de Jehová, y lo ofrecerá delante del altar:

Números 5:29 RVR
Esta es la ley de los celos, cuando la mujer hiciere traición á su marido, y se amancillare;

Números 5:30 RVR
O del marido, sobre el cual pasare espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer: presentarla entonces delante de Jehová, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.

Números 11:29 RVR
Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? más ojalá que todo el pueblo de Jehová fuesen profetas, que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.

Deuteronomio 32:16 RVR
Despertáronle á celos con los dioses ajenos; Ensañáronle con abominaciones.

Deuteronomio 32:21 RVR
Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Hiciéronme ensañar con sus vanidades: Yo también los moveré á celos con un pueblo que no es pueblo, Con gente insensata los haré ensañar.

Proverbios 6:34 RVR
Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
LA ENVIDIA: ACARREA MALDICIÓN.
Génesis 26:14 RVR
Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y grande apero; y los Filisteos le tuvieron envidia.

Génesis 30:1 RVR
Y VIENDO Rachêl que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

Génesis 37:11 RVR
Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre paraba la consideración en ello.

Job 5:2 RVR
Es cierto que al necio la ira lo mata, Y al codicioso consume la envidia.

Salmos 37:1 RVR
NO te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

Salmos 73:3 RVR
Porque tuve envidia de los insensatos, Viendo la prosperidad de los impíos.

Proverbios 14:30 RVR
El corazón apacible es vida de las carnes: Mas la envidia, pudrimiento de huesos.

Proverbios 23:17 RVR
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo tiempo:

Proverbios 24:1 RVR
NO tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos:

Proverbios 24:19 RVR
No te entrometas con los malignos, Ni tengas envidia de los impíos;

LA ACCIÓN DE GRACIAS DEL PROFETA JONÁS.

Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.

Jonás 2:9

Es asombroso que el profeta Jonás diera gracias a Dios mientras estaba en el vientre del gran pez (Jon. 2:1). ¿Cómo reaccionaría usted si estuviera en el lugar de Jonás? Tal vez clamaría: "¿Qué estás haciendo, Dios? ¿Dónde estás? ¿Por qué está sucediendo esto?" Pero Jonás reaccionó de manera diferente: "Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste" (v. 2). Después describió su hundimiento en el mar y la seriedad de su dilema (vv. 3-5)

No obstante, en medio de tan difícil situación, Jonás oró: "Tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo" (vv. 6-7). Aunque tenía sus debilidades, Jonás demostró una gran estabilidad espiritual en su oración. Confió en el poder de Dios para librarlo si quería. De igual manera, la paz de Dios lo ayudará a usted si reacciona ante las circunstancias con acción de gracias.
2 Crónicas 30:22 RVR
Y habló Ezechîas al corazón de todos los Levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron de lo sacrificado en la solemnidad por siete días, ofreciendo sacrificios pacíficos, y dando gracias a Jehová el Dios de sus padres.

Efesios 5:20 RVR
Dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo:

Colosenses 3:17 RVR

Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él.

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