ALTA PRIORIDAD PRIORIDAD PARA LOS HIJOS DE DIOS.
Mi hija que estudia en la escuela primaria, no quería hacer la tarea. De modo que me dijo que con gusto la haría el próximo día. Ese comentario me impulsó a mí, el papá siempre diligente, a decirle que la escuela era lo más importante en su vida, y que no debía tomar a la ligera sus responsabilidades escolares.
Tanto ella como su hermana menor me miraron totalmente sorprendidas. Las dos voces interrumpieron mi sermón para decir simultáneamente: «No, no, Papi. Lo más importante es Dios y la iglesia.»
Eso me paró en seco. No sabía qué decir porque, claro, ellas tenían razón. La iglesia, que para ellas significa aprender acerca de Dios, es realmente la prioridad más importante en la vida.
Para todos nosotros los hijos de Dios aprender y conocer a Dios debería ser lo más importante. No debe importarte si estás de vacaciones, ni que durante el año escolar te sientas abrumado con las tareas, los deportes, las actividades extracurriculares y el trabajo. Dios y su Palabra exigen la primera prioridad en nuestras vidas.
El escritor del Salmo 119 nos comunica, a través del salmo, la importancia de la Palabra de Dios y de aprender sus leyes. « ¡Cuánto amo yo tu Ley! ¡Todo el día es ella mi meditación!» (v.97). «Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación» (v.99). «Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino» (v.105).
Muchos niños cristianos y pequeños tienen una comprensión sencilla de las Escrituras: Dios es Grande y lo más importante es aprender acerca de Él. No podemos rebatir eso, por más que queramos, ni deberíamos poner excusas como: tareas, fatiga, ocupaciones, entretenimientos, deportes, TV o tiempo para nosotros.
Este mes de Junio es un momento fabuloso para empezar a estudiar la Palabra de Dios regularmente y con constancia. Luego, hazte una disciplina, nada realmente conseguimos sin disciplina, sin esfuerzo y dedicación.
Estudiar geometría, computación, economía o literatura española no es realmente lo más importante. Estudiar la Palabra de Dios, descubrirle y conocerle, debe ser nuestra más alta prioridad.
REFLEXIÓN
■ ¿Tengo un horario para estudiar la Biblia? ¿Lo estoy siguiendo?
■ ¿Cuáles son algunas excusas que uso para evitar estudiar la Palabra de Dios?
■ ¿Cómo me va a ayudar en mi manera de pensar el estudiar la Biblia? ¿En mi perspectiva de la vida? ¿En mis decisiones?
Autor: Escritores de Nuestro Pan Diario
Tanto ella como su hermana menor me miraron totalmente sorprendidas. Las dos voces interrumpieron mi sermón para decir simultáneamente: «No, no, Papi. Lo más importante es Dios y la iglesia.»
Eso me paró en seco. No sabía qué decir porque, claro, ellas tenían razón. La iglesia, que para ellas significa aprender acerca de Dios, es realmente la prioridad más importante en la vida.
Para todos nosotros los hijos de Dios aprender y conocer a Dios debería ser lo más importante. No debe importarte si estás de vacaciones, ni que durante el año escolar te sientas abrumado con las tareas, los deportes, las actividades extracurriculares y el trabajo. Dios y su Palabra exigen la primera prioridad en nuestras vidas.
El escritor del Salmo 119 nos comunica, a través del salmo, la importancia de la Palabra de Dios y de aprender sus leyes. « ¡Cuánto amo yo tu Ley! ¡Todo el día es ella mi meditación!» (v.97). «Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación» (v.99). «Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino» (v.105).
Muchos niños cristianos y pequeños tienen una comprensión sencilla de las Escrituras: Dios es Grande y lo más importante es aprender acerca de Él. No podemos rebatir eso, por más que queramos, ni deberíamos poner excusas como: tareas, fatiga, ocupaciones, entretenimientos, deportes, TV o tiempo para nosotros.
Este mes de Junio es un momento fabuloso para empezar a estudiar la Palabra de Dios regularmente y con constancia. Luego, hazte una disciplina, nada realmente conseguimos sin disciplina, sin esfuerzo y dedicación.
Estudiar geometría, computación, economía o literatura española no es realmente lo más importante. Estudiar la Palabra de Dios, descubrirle y conocerle, debe ser nuestra más alta prioridad.
REFLEXIÓN
■ ¿Tengo un horario para estudiar la Biblia? ¿Lo estoy siguiendo?
■ ¿Cuáles son algunas excusas que uso para evitar estudiar la Palabra de Dios?
■ ¿Cómo me va a ayudar en mi manera de pensar el estudiar la Biblia? ¿En mi perspectiva de la vida? ¿En mis decisiones?
Autor: Escritores de Nuestro Pan Diario
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