QUE BUENO CUANDO DE NUESTROS LABIOS SALE LA EXPRESIÓN: TU LEY
ES MI DELICIA.
“Vengan a mí tus misericordias, para que viva, porque tu ley
es mi delicia (Salmos 119:77).
LA LIBERTAD Y LA ARMONÍA SE COMPLEMENTAN.
¿Cómo une Dios un libro de la ley con un libro de canciones?
Con libertad y armonía. Dios nunca planeó que sus leyes fuesen una carga. Él
quiso que fueran bendiciones. Por ejemplo, el piano funciona de acuerdo a
ciertas leyes. Cuando una persona domina esas leyes, la monotonía del
aprendizaje se convierte en delicia. La práctica permite que una persona se
siente frente al piano, en perfecta libertad, y haga brotar y danzar una
melodía de las teclas de marfil. Cada ley posee una canción escrita en su
reverso, usted lo descubrirá cuando respete y cumpla la ley. Su deber se
transformará en deleite.
TU LEY ES MI DELICIA CADA DÍA SEÑOR.
Lea el Salmo 1 y pídale a Dios que le haga experimentar el
deleite del cual el salmista habla en el versículo 2, y que le dé fortaleza
para meditar acerca de su Verdad durante este día.
1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de
malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
1:4 No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.
1:5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
1:6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Más la senda de los malos perecerá.
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