NO PROVEÁIS O NO BUSQUEMOS CREAR NECESIDADES A LA CARNE,
MEJOR DICHO NO BUSQUEMOS LA TENTACIÓN.
SINO VESTÍOS DEL SEÑOR JESUCRISTO, OSEA PROTEJÁMONOS CON SU
ESPÍRITU.
“Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los
deseos de la carne” (Romanos 13:14).
Una historia favorita del pastor Rogers acerca de la
tentación, es la de un padre que un sábado por la tarde deja a su hijo en casa,
porque el muchacho no se sentía bien. Al salir, el padre le dijo: “No vayas al
lago a nadar con tus amigos.” Y el muchacho respondió: “¡Entendido, señor!” Al
regresar a casa, el papá pasó junto al lago, y vio a su hijo divirtiéndose con
sus amigos en el agua. El padre detiene el carro, llama a su hijo y le dice:
“¿No te dije que no vinieras a nadar?” Y el hijo responde: “Pero, papá, no
tenía la intención de nadar. Sólo vine a mirar, pero me caí en el agua.” Cuando
el padre empezó a sentir lástima por su hijo, notó que su hijo vestía su traje
de baño. Y su hijo le explicó: “Yo cargue mi traje de baño, por si acaso era
tentado.”
¡Amigo, no haga ninguna provisión para la carne!
Pídale a Dios que prevenga el que usted sea tentado hoy.
Pídale fortaleza para vencer la tentación, si es que Él la permitiera. Y no
sólo cuando ocurre la tentación, sino a lo largo del camino cuando tiene que
tomar decisiones.
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