MISERICORDIA
BONDAD PERDÓN Y GRACIA PARA CON EL PRÓJIMO.
¿Hasta dónde
llega su misericordia su bondad y su perdón?
CON UN
CORAZÓN LIMPIO, LLEGAREMOS LEJOS.
Salmos
51:10: “Crea en mí, oh Dios, un CORAZÓN LIMPIO, y RENUEVA un espíritu recto
dentro de mí.”
Después que
David pecó y cometió el terrible hecho de adulterar, él dijo en Salmos 51:3:
“Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.”
EL PAPEL DE
LA CONCIENCIA EN EL CREYENTE.
¿Puede
imaginarse lo que sería si su pecado estuviera “siempre” delante de usted? El
hecho estaría resonando en su conciencia por siempre. Verá, la CONCIENCIA es un
JUEZ INTERNO que Dios ha puesto en usted que le acusa o excusa. No puede hacer
que usted haga lo correcto, pero le muestra lo que es bueno y lo que es malo. Y
cuando su CONCIENCIA está en PAZ, usted tiene una LIBERTAD tremenda. Una buena
conciencia hará por usted lo que un sedante para dormir nunca podría hacer.
´¿ QUÉ LE
DICE HOY SU CONCIENCIA?
¿Qué es lo
que su conciencia le está diciendo en esta mañana? ¿Está usted en PAZ con Dios?
HAY PERSONAS
QUE NO TIENEN EN CUENTA SU CONCIENCIA Y HACEN TODO TIPO DE MALES.
PONGA MUCHO
CUIDADO A ESTA HISTORIA.
«EL PEOR
ENEMIGO DEL HOMBRE»
Por Carlos
Rey.
«El 11 de
marzo de 2004 fue el día del terror. Entre las 7:30 de la mañana y las 8:00,
horas puntas del transporte en la capital española, catorce bombas depositadas
por fanáticos criminales en cuatro trenes de la línea ferroviaria Alcalá de
Henares-Madrid, donde viajaban cerca de seis mil personas, sembraban de heridos
y muertos las vías. Las estaciones de Atocha-Renfe, Santa Eugenia y El Pozo del
Tío Raimundo se convertían, desde ese día y para siempre, en símbolo de lo que
la barbarie criminal es capaz de cometer en pos de no se sabe qué estúpidos
ideales, capaces de justificar lo injustificable. Ciento noventa y dos muertos
y casi dos millares de heridos de diversa consideración fueron el resultado de
aquel crimen contra la humanidad.... Aquel día Madrid lloró, y lloramos todos
con ella. Aquel día todos fuimos víctimas de aquel atentado.»1.
Así reseña
Francisco Vázquez un libro escrito en homenaje a las víctimas de aquel fatídico
11 de marzo. Según «Las crónicas del 11M», publicadas por el Diario El País,2. una
de las víctimas fue María del Carmen Lominchar, programadora informática de
treinta y cuatro años de edad, que tenía sólo tres meses de embarazo, y que por
consiguiente contaba por dos vidas. Apenas un cuarto de hora antes del
siniestro, Mari Carmen le había dado en la cama un beso a su esposo, José
Antonio Alcázar, policía municipal en Madrid, que ese día trabajaba el turno de
la tarde.
Otra de las
víctimas fue Osama el Amrati, marroquí de veintitrés años de edad, que la noche
anterior, antes de acostarse, había dejado el siguiente mensaje en el teléfono
móvil de su novia Beatriz: «Eres mi vida. Te quiero. Hasta mañana.»
Trágicamente, Osama no había podido ofrecerle a su amada Beatriz un solo día
más de su amor y devoción.
«Mucho se ha
escrito desde aquel día sobre los acontecimientos producidos —comenta Francisco
Vázquez—, muchas suposiciones, pero sólo una realidad. El 11-M dejó víctimas
muertas, dejó víctimas mutiladas y heridas, y sobre todo, dejó víctimas
psicológicas, cuyas mentes (como la de todos) no asimilan que el hombre sea el
peor enemigo del hombre.»3.
Vázquez
tiene razón. Lamentablemente hay muchas víctimas que excusan al hombre y, para
colmo de males, culpan a Dios, considerándolo su peor enemigo, cuando en
realidad Él quiere ser su mejor amigo. En esos casos, la única terapia que
puede darles paz interior es reconocer lo que nos da a entender el salmista
David en los siguientes versos:
El
malvado... se pone al acecho...,
Se esconde en espera de sus víctimas,
y asesina a mansalva al inocente....
Pero tú [oh
Dios] ves la opresión y la violencia,
las tomas en cuenta y te harás cargo
de ellas.
Las víctimas
confían en ti;
tú eres la ayuda de los huérfanos.4.
1 Francisco J. Vázquez, «11-M: Homenaje a
las víctimas—Comentario»
En
línea 9 ago. 2004.
2 Luis Gómez, Pablo Ordaz y Francisco
Perejil, «Las crónicas del 11M» (Diario El País: Libros electrónicos ELPAÍS.es)
En línea 9 ago.
2004.
3 Vázquez, «11-M: Homenaje a las
víctimas—Comentario».
4 Sal 10:4,8,12,14.
LA
CONCIENCIA NOS AYUDA A TOMAR DECISIONES.
ESTA ES OTRA
HISTORIA.
«A MI HIJITO...
LO QUISE ASFIXIAR»
Por Carlos
Rey.
«Necesito
ayuda. Casi le provoco la muerte a mi hijito de un año. Él no paraba de llorar,
y perdí la razón: lo quise asfixiar. No es la primera vez que lo hago. He
maltratado a mis hijos mayores también....
»Le he contado
a mi esposo, y me dice que todo va a pasar, que soy fuerte y necesito mucha
voluntad, y que él cree en mí. Pero yo tengo miedo.... Los recuerdos de lo que
hice me carcomen.... Me pasan las escenas por la cabeza una y otra vez, [con]
su carita llena de llanto, y no puedo [sentir como si nada hubiera pasado].»
Este es el
consejo que le dio mi esposa:
«Estimada
amiga:
»Su caso nos
conmueve en lo más profundo del corazón, pero ¡también nos horroriza!
»Nos
compadecemos de sus hijos mayores por el abuso que han sufrido y han visto. Las
mismísimas escenas que no dejan de pasar por la cabeza de usted también pasan
por la mente de ellos; pero en el caso de sus hijos, a esas escenas las
acompaña la gran inseguridad de no saber nunca cuál de ellos pudiera ser la
víctima la próxima vez. ¡No pueden confiar ni siquiera en su propia madre! De
seguro que han de seguir sufriendo las consecuencias emocionales mucho tiempo
después de haber olvidado el dolor físico.
»Quien corre
el mayor peligro es su hijito de un año. La forma en que usted lo trató pudo
haberle causado un daño aún más grave. Es posible que usted lo haya sacudido
con tanta violencia que su delicado cerebro infantil sufriera alguna lesión
permanente.... Con ese sólo incidente, usted pudo haber dañado el cerebro y haber
trastornado para siempre la vida de su hijito....
»¡Así que
con razón tiene miedo! Si bien su esposo ha sido muy comprensivo en cuanto a
esa ira suya, su conciencia le está diciendo que debe formular un plan para
evitar que siga maltratando a sus hijos. ¡Hágale caso a su conciencia!
»Usted
necesita ayuda profesional para dominar su ira. Si tiene los recursos para
consultar con un terapeuta, le rogamos que haga una cita en seguida. De lo
contrario, busque cursos para grupos de personas que necesitan dominar el
enojo....
»Mientras
tanto, haga un plan para alejarse de su hijito y de sus hijos mayores cada vez
que sienta que se le está agotando la paciencia. Deje que el niñito llore solo
en su cuna, y vaya usted a calmarse en otro sitio. Debe ensayar el plan cuando
su hijito no esté llorando, a fin de que pueda llevarlo a cabo cuando se sienta
enojada.
»Además de
ayuda profesional, usted necesita la ayuda de Dios. Él le dio una conciencia
para que le advirtiera de cualquier peligro porque la ama y quiere ayudarla.
Acuda a Él y pídale que le dé la sabiduría y los recursos que necesita.»
LA PALBRA DE
DIOS ES MUY CLARA: DEBEMOS AMARNOS UNOS A OTROS.
Efesios
4:32: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
En una
ocasión el pastor Rogers leyó algo acerca de un jugador de golf llamado
DiVensenzo que tocó profundamente su corazón. Al salir triunfante del campo de
golf se le acercó una mujer y le dijo: “Tengo un bebé que agoniza.” Conmovido,
el jugador firmó un cheque y se lo dio, motivándola: “Tome esto, y trate de
comprar algo de felicidad para usted y su hijo.” Una semana después el jugador
estaba en el club almorzando, y uno de los oficiales de la asociación
profesional de golf se le acercó y le dijo: “¿Sabías que la mujer que se te
acercó la semana pasada no tenía ningún niño muriendo de una enfermedad
incurable?” Y DiVensenzo exclamó: “¿No hay ningún bebé agonizando? ¡Esa es la
mejor noticia que he escuchado en esta semana!” ¡Qué actitud!
¿Alguna vez
ha sentido que la gente desea aprovecharse de usted? Dé gracias hoy que el
Señor es quien lleva el puntaje.
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