Se ha dicho que en los últimos años ha habido crisis de liderazgo en el mundo especialmente en el ámbito
político; no se puede negar también que esa misma crisis se ha dado en la iglesia evangélica.
En la Biblia nosotros encontramos líderes que siguen siendo verdaderos referentes no sólo para la iglesia,
sino también para el mundo empresarial y político. Entre estos líderes podemos mencionar a José, Moisés,
Daniel, David, Jesús y Pablo.
Para la iglesia, Jesús es el líder modelo a quien intentamos imitar. No ha habido ni habrá un líder como lo
fue Jesús, un líder que estableció un nuevo paradigma de liderazgo.
A continuación menciono algunas de las características que desde mi punto de vista son las más
impresionantes y que se convierten en un desafío para los líderes actuales.
1) Su liderazgo se basó en la humildad, no en la petulancia que da el estatus quo. (Mateo 11:29;
Filipenses 2:5-8). (Mateo 4: 1- 11)
Una persona humilde generalmente ha de ser modesta y vivir sin mayores pretensiones: alguien
que no piensa que él o ella es mejor o más importante que otros.
“El modelo de liderazgo que prevalece en el mundo es el piramidal, jerárquico y gerencial. El
liderazgo es cristiano en la medida en que renuncia a ese modelo de la sociedad pagana y acata
como norma el ejemplo de Jesucristo, el modelo del líder/siervo, caracterizado, entre otras cosas,
por el amor y la humildad. En otras palabras, el liderazgo es cristiano en la medida en que toma
en serio la palabra de Jesucristo a sus discípulos, la palabra que se hizo carne en su propia
persona”. (René Padilla).
Juan el Bautista dijo: “Es necesario que él crezca y que yo mengüe”. Sin embargo, Jesús no quiso
exaltarse a sí mismo.
2) Nunca promovió su imagen, a pesar de que esta sea una estrategia del marketing. (Mateo 8:4,
Mateo 9:30, Marcos 7:35-36, Marcos 9:25-26).
Hizo una infinidad de milagros y prodigios y en cada uno de ellos prefirió el anonimato, se lo
ordenó hasta rigurosamente a muchas personas beneficiarias de su poder que no lo dijeran a
nadie.
Oración de Teresa de Calcuta
“Líbranos, Jesús mío, del deseo de ser alabados
del deseo de ser venerados, del deseo de ser preferidos,
del deseo de ser consultados, del temor de ser humillados,
del temor de ser despreciados, del temor de ser ofendidos,
del temor de ser ridiculizados.”
3) Su mayor satisfacción era estar con la gente, especialmente con los marginados de la sociedad.
(Mateo 11:19, Lucas 7:34). Defendió a la viuda (Juan 8: 1-11) Levantó la autoestima de la mujer
samaritana (Juan 4). Fue el único que tuvo la valentía de abrazar a leprosos. (Marcos 8: 1-4)
2
Comió con publicanos y pecadores (Mateo 9: 9-13), valoró a los niños y niñas aun en contra de la
voluntad de sus discípulos (Lucas 18:15-17)
4) Su mensaje estaba en total coherencia con su estilo de vida. A diferencia de los escribas y fariseos
que imponían cargas que ni ellos podían llevar. (Lucas 23: 4, 47, Hebreos 4:15) (Mateo 23).
Como bien dice el dicho popular: “Las palabras convencen pero el ejemplo arrastra”. Las
multitudes tenían motivos de sobra para seguir a Jesús, siendo uno de los motivos que más pesaba
el hecho de que Jesús, practicaba lo que enseñaba. Por eso la gente se admiraba que Jesús
enseñaba con autoridad. (Lucas 4:32)
5) Su liderazgo se caracterizó por el servicio desinteresado al prójimo sin hacer acepción de
personas. (Juan 13:1-20). (Mateo 20:28).
Ser siervo es una decisión
• Es un cambio de paradigma
• Es un proceso de desaprendizaje y de aprendizaje
• Tiene que ver con un cambio de actitud
“Sino que se despojó así mismo, tomando forma de siervo hecho semejante a los hombres; y
estando en la condición de hombre, se humilló así mismo, hasta lo sumo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz”. (Filipenses 2:7-8)
Para ser líder primero se debe ser siervo
“El siervo, es por definición, un ser humano total. El siervo-líder es un ser funcionalmente superior ya que
está más cerca de la tierra- él escucha, ve, conoce y su inspiración intuitiva es excepcional. Por eso se
puede confiar y depender de él”. (Robert K. Greenleaf)
Conclusión
Estas y otras características no creo que las hayan poseído hombres como Platón, Cicerón, Aristóteles,
Mahoma, Confucio, Lenin, Hitler, o los líderes más recientes que se conocen en la historia de la
humanidad.
Sólo Jesús es el modelo por excelencia de quien tenemos que seguir aprendiendo cada día y procurando
imitar en nuestro andar diario.
El liderazgo del que nos habla Jesús es radicalmente distinto del que nos ofrece el
mundo. En el que el líder es un servidor vulnerable, que necesita de las personas,
tanto como las personas necesitan de él.
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