martes, 17 de marzo de 2015

¿HA PENSADO USTED CUÁL ES SU ÚLTIMO DESEO? SU ÚLTIMO DESEO.

¿HA PENSADO USTED CUÁL ES SU ÚLTIMO DESEO?
SU ÚLTIMO DESEO.
Por el Hermano Pablo.
TODOS TENEMOS DESEOS EN LA VIDA.
« ¿Desea usted algo?» La pregunta era natural y un tanto trivial. Es la pregunta que la empleada doméstica le hace al ama de casa cuando ésta toca el timbre. Es la pregunta que nos hace todo dependiente de comercio cuando nos acercamos al mostrador. Es la pregunta que el soldado le hace al coronel cuando éste lo llama.
¿DESEA  USTED ALGUNA OTRA COSA?
Pero en este caso la pregunta no era trivial. Se la hicieron a Mark Hopkinson, de cuarenta y dos años de edad. Y quienes la hacían eran los guardias de la prisión de Rawlins mientras llevaban a Hopkinson a la cámara de inyección letal. El hombre, cínico como siempre, respondió: «Sí, tráiganme una rubia y un helicóptero.»
¿ SABE USTED QUÉ ES UNA PERSONA CÍNICA?.
Este hombre, ejecutado el día 21 de enero por tres homicidios, jugó cínicamente la vida. Desprovisto de reverencia alguna, haciendo alarde de ateísmo, sin respeto a nada ni a nadie fuera de su propio egoísmo, vivió en el delito desde los veinte años de edad. A los cuarenta mató a una pareja y al hijito de ambos, a fin de robarles. Después trató de eliminar a un testigo ocular, y el intento se vio frustrado. Así terminó sus días, en la mayor frialdad.
UN CÍNICO ES UNA PERSONA SIN VALORES, NI PRINCIPIOS.
Hay personas que, al igual que Hopkinson, no saben lo que es pudor, ni dignidad, ni honorabilidad ni vergüenza. Quizá no lleguen al extremo de matar al prójimo, pero hacen, como quiera, gala de despreocupación moral, de cinismo indiferente, de callosidad de conciencia, de insensibilidad espiritual. Si se les pregunta: « ¿Desea usted algo?», son capaces de dar la misma respuesta de Hopkinson, y con el mismo cinismo descarado: «Sí, una rubia y un helicóptero.»
SIN RESPETO HACIA DIOS, SIN RESPETO A NINGÚN SER HUMANO.
Para personas así, la vida no es más que placeres sensuales, ganancias materiales, ateísmo artificial, y subir por la escala de la sociedad a costa del prójimo, sacrificando cualquier principio moral o cualquier sentimiento emocional.
EL CÍNICO COMO EL INSENSATO MORIRÁ EN SU PECADO.
El diccionario define cinismo como «impudencia, desvergüenza, procacidad.» Oscar Wilde, escritor y dramaturgo inglés, decía: «El cínico es aquel que conoce el precio de todo, pero no conoce el valor de nada.» El libro de Proverbios en la Biblia dice: «Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan. Morirá por su falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez» (Proverbios 5:2223). Esa es la vida del cínico.
Como nos dice la Palabra: Debemos humillarnos delante de Dios, echar nuestras ansiedades sobre él y dejar todo afán en la vida, ya que Dios Cuida de nosotros.
Tengamos la humildad de reconocer nuestra necesidad. Responder con cinismo al que quiere ayudarnos es la mayor demostración de irresponsabilidad. Esta gran verdad se aplica, especialmente, a nuestra relación con Dios. Acerquémonos a Él en humilde contrición y digámosle: «Ten compasión de mí, que soy pecador» (Lucas 18:13).
Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
¿AHORA CUÁL SERÁ SU ÚLTIMO DESEO?
PEDIRLE A DIOS SU BENDICIÓN ETERNA Y SU SALVACIÓN.
Romanos 10:9: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”
¿Alguna vez ha pensado acerca de la salvación como una cafetería en la que puede escoger qué aspectos de Jesús quiere? Por ejemplo, decir: “Tendré un poco de salvación, pero por favor, nada de señorío.” Si Jesús no es su Señor, entonces tampoco es su Salvador.
¿Cuál es la diferencia? Bien, supongamos que un pastor va a casar a una pareja y le pregunta al joven: “¿Felipe, tomas a Margarita como tu legítima esposa?” Y él le contesta: “Bueno, tomo a Margarita como ama de casa.” Y luego le pregunta a Margarita: “¿Tomas a Felipe como tu legítimo esposo?” Y ella le responde: “Lo tomo como proveedor del hogar.”
No podemos escoger lo que queremos o no de Jesús. ¡Tomamos a Jesús como Señor de todo y sobre todo!
¿Es Jesucristo el Señor de toda área de su vida? Tome tiempo hoy para examinar su vida: sus finanzas, sus amistades, sus sueños y esperanzas.
Salmos 139:23: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.”
Un niño tenía un rompecabezas que por un lado poseía un mapa del mundo y por el otro la figura de un hombre. La mamá le dijo al niño que tratara de armarlo y al poco tiempo el pequeño ya lo había resuelto. La mamá estaba sorprendida de ver cómo el niño tan pequeño sabía tanto de geografía. Entonces ella le preguntó: “¿Pero cómo lo lograste?” “Oh contestó el niño¾, es que armé el otro lado primero. Cuando el hombre quedó bien formado, entonces el mundo quedó bien.”
¡Cuán cierto es esto! Nunca vamos a componer este mundo hasta que tengamos el hombre correcto, es decir: el Señor Jesucristo.

¿Se siente confundido por las cosas en su mundo? Entréguese a Jesús y confíe que Él le hará entender lo que para usted es incomprensible.

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