martes, 17 de marzo de 2015

TODOS TENEMOS PROBLEMAS PERO HAY QUIEN DESEA AYUDARNOS.SALMO 146.JESUCRISTO ES NUESTRA AYUDA, ¿ LE CREES?.

TODOS TENEMOS PROBLEMAS PERO HAY QUIEN DESEA  AYUDARNOS.SALMO 146.JESUCRISTO ES NUESTRA AYUDA, ¿ LE CREES?.
¿Está usted plagado (a) de dudas? ¿La depresión, la soledad y la inferioridad se mantienen sobre usted como una nube tenebrosa? ¿Crea la tensión diaria de la vida un pozo de ira en lo íntimo de su ser? ¿Se encuentra paralizado (a) por el temor? ¿Está experimentando la enfermedad de la amargura?,¿ tiene  celos y esto lo está matando?, ¿ la envidia  no lo deja tranquilo?.
Hay un texto en este salmo que puede hacernos decidir entregar todo a Dios y es el siguiente: v. 7  “Que hace justicia a los agraviados.”
Nos remitiremos al comienzo del salmo para estudiarlo adecuadamente.
Vs. 1-2 El método de alabanza y cántico a Dios exalta la grandeza del salmista, porque a pesar de estar sufriendo o haber sufrido, alaba a Dios. Teniendo ante nosotros esta gloriosa perspectiva, ¡cuán bajas parecen las situaciones terrenales y cuán grandes los beneficios celestiales! Y analicemos porqué.
v. 3  “No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre”. Somos dados a descansar en hombres importantes de la tierra antes que en Dios, tenemos la tendencia a poner en manos humanas nuestras contrariedades, cuando tenemos un Dios que se yergue como poderoso Gigante, un Salvador que ha dado su vida por nosotros inyectándola también en nuestro ser y un Consolador que nos acompaña como amigo inseparable. Mira mi amigo, mi hermano; el Espíritu Santo es mi amigo, yo un día le dije: “si tú eres mi consolador, estando a mi lado, guiándome, ¿por qué no eres mi amigo entonces?... Hagamos un trato, tú serás mi amigo, iremos de la mano, y platicaremos juntos de todo lo que me acontece” y desde ese día yo fui una persona diferente, más confiada, más estable, más entregada. Aprendí a confiar en Él y no confiar en príncipe ni creer que de los hijos de los hombres puede venir alguna salvación, pues de ellos “sale su aliento, y vuelven a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos” (v. 4) Entonces el salmista aconseja a su auditorio a que no confíe en gobernantes mortales transitorios y transfiera todo en alabanza a Dios a manera de experimentar bienaventuranza como estudiaremos a continuación.
Salmos 55:22: “Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.”
Una anécdota relata que un hombre tenía un perro al cual le fascinaba el agua. Un día el perro jugaba en el lago cuando el hombre decidió que era hora de marcharse. Él llamó al perro, mas éste no hizo caso. Le llamó varias veces y el perro no obedecía. Era un perro muy bien entrenado, pero aun así no venía a su amo. Finalmente el hombre lanzó un palo en el agua. El perro lo vio, nadó hacia éste, lo recogió y lo llevó a los pies de su amo. Puede ser que Dios le haya dado una carga porque Él no logra que usted le preste atención. Él desea que usted vaya y ponga esa carga a los pies del Maestro.
¿Está usted hoy apesadumbrado? Deposite sus cargas a los pies del Maestro y permita que su paz inunde su corazón.
«PÉGATE UN TIRO»
Por el Hermano Pablo.
MUCHOS TOMAN DECISIONES FATALES Y ¿USTED, QUÉ HARÁ?
Fue una conversación muy emotiva entre madre e hijo, una conversación realizada por teléfono en una de las grandes ciudades del mundo. El hijo, de treinta y siete años de edad, lloraba. Lloraba como cuando era niño.
DESESPERACIÓN- ANGUSTIA- DOLOR- MIEDO.
— ¿Qué hago, mamá, qué hago? —decía entre sollozos.

Y la madre, sollozando también, y con el alma partida en dos, sin hallar una palabra de consuelo le dijo:
MIRA HIJO MÍO.
—Antes que sigas matando gente, hijo, pídele perdón a Dios por lo que has hecho, y pégate un tiro.
¿SERÁ ÉSTE UN BUEN CONSEJO, ENVIADO POR UNA MADRE?
A los diez segundos, la madre oyó en su auricular el disparo. Se trataba de Dean Hemrick, hijo de Sara Carpenter. Dean había matado a cuatro personas, y estaba encerrado en su apartamento, rodeado de policías. Había perdido toda esperanza.
EL DESENLACE FINAL DE UNA CARRERA DE PECADO.
He aquí otro drama de pasiones descontroladas. Dean Hemrick, loco de celos, había matado a su esposa y a tres personas más. Luego se había encerrado en su apartamento, y desde allí había llamado desesperadamente a su madre. La anciana, con el corazón desgarrado, no le dio más consejo que: «Pégate un tiro.»
NUESTROS HECHOS PECAMINOSOS AFECTAN NUESTRA RELACIÓN CON UN DIOS SANTO Y JUSTO Y TRAEN DOLOR, TRISTEZA A NUESTROS PADRES.
Cuando se ha esfumado toda esperanza, nuestras decisiones nunca son racionales. Cuando hemos perdido la fe, hemos perdido también el rumbo. Sin fe y sin esperanza no sabemos qué hacer. Cuando no tenemos luz ni guía el mundo nos parece un gigantesco laberinto. Todo lo que hacemos y pensamos nos confunde y nos trastorna. Somos como un barco en alta mar sin brújula y sin timón. Esa es la vida del que no tiene esperanza. Esa es la vida del que no tiene fe.
NECESITAMOS DE UNA FE FUERTE EN CRISTO JESÚS.
Sin embargo, nadie en este mundo tiene que vivir sin fe. Al contrario, la fe es parte natural del ser humano. Nacimos con fe. Nacimos con la capacidad de confiar. Si así no fuera, ningún bebé sobreviviría. La fe es parte de nuestra herencia divina.
¿ POR QUÉ ESTAMOS PERDIENDO LA FE?.
¿Qué es entonces lo que nos ocurre? Que con los años y las traiciones, con las mentiras y los artificios, nos volvemos ariscos. Perdemos la candidez. Se nos va la fe. Le tenemos miedo a todo, y nuestra vida entera es un constante huir.
HAY ESPERANZA PARA EL HOMBRE EN PECADO: JESUCRISTO ES LA RESPUESTA, HOY ES EL DÍA PARA BUSCARLO Y PEDIRLE PERDÓN.
A Dios gracias que esa no tiene que ser nuestra condición. Ninguno de nosotros tiene por qué vivir así. Para cada uno hay un mejor destino que ese. La venida de Jesucristo a este mundo es la solución de Dios para esa condición desesperada del ser humano. Cristo mismo dijo: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28). Si nuestra vida está llena de desasosiego y confusión, busquemos a Cristo. Él es la solución. Él nos está esperando.
LA ENVIDIA ESTÁ ACABANDO CON MI VIDA.
PODRIDO DE ENVIDIA.
La envidia pudrirá tu razonamiento y arruinará tus relaciones interpersonales.
La envidia es el común denominador que destruye cada amistad. Destruye familias, negocios, iglesias y vecindarios. Fomenta el tipo de mentalidad que dice "yo me lo merezco". Se alimenta de sospechas y suposiciones. Enciende el chisme y la calumnia. Muchas de las veces se disfrazan como espiritualidad.
Es importante señalar que la envidia NO es tener una meta, un deseo o un sueño.
La envidia NO es desear algo bueno o anhelar algo por el cual hayas trabajado o ahorrado.  En cambio, la envidia es el resentimiento de alguien que ya tiene lo que tú quieres. La envidia, por ejemplo, ve a alguien que ha sido bendecido con belleza y dice: "¿Por qué ella y yo no?" La envidia ve a alguien que nació rico o talentoso y se pregunta: "¿Por qué él y yo qué?"
Es muy fácil ver los privilegios de otros y pensar: "Deben pasársela bien".
La envidia no toma en consideración lo duro que otros trabajaron para merecerse lo que tienen o para llegar al puesto que tienen. La envidia no está interesada en los sacrificios que alguien hizo para llegar al lugar donde se encuentra. La envida pudre el razonamiento.
El Filósofo y escritor español Miguel de Unamuno dijo "La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual".
NOS PONEMOS EN CONTRA DE DIOS. SOMOS ENVIDIOSOS.
Cada vez que somos envidiosos entablamos en guerra con Dios. En el fondo, el problema no es la persona a la que le tenemos envidia. Si somos honestos, la envida se molesta por la decisión que Dios tomó de bendecir a alguien más con lo que nosotros queremos.
RESISTIR LAS DECISIONES DE DIOS ES PECADO.
La envidia es resentirse de la bondad de Dios hacia otros. ¿Sabes por qué? Porque si tú lo tienes, cualquier cosa que sea, es porque Dios te lo dio. Y si otros lo tienen, cualquier cosa que sea, es porque Dios se lo dio a ellos. De manera que si otros lo tienen y tú lo resientes; ¿A quién estás resintiendo? - a Dios. ¿Lo ves? Pero La envidia no comprende eso.
NO ES SOLO LA ENVIDIA, SINO EL DESEAR EL MAL PARA OTROS, ARRUINAR LA RELACIÓN PERSONAL CON OTRAS PERSONAS Y SEGUIR AMARGADO.

Tendemos a pensar que la envidia no es tan mala como creemos. La realidad es que es bastante dañina y nociva porque nunca está contenta con el simple hecho de sentir celos. ¡No! La envida desenfrenada, literalmente desea que les sucedan cosas malas a otras personas y se regocija en las calamidades de otros. Desea ver a otras personas pisoteadas, y hundidas. No se conforma con sentir celos. La envidia es enfermiza e insensata. La envidia es cruel. Lo peor de todo es que la envidia pudrirá  tu razonamiento y arruinará tus relaciones interpersonales.

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