NO AMEMOS AL
MUNDO PORQUE EL MUNDO SE HA HECHO ENEMIGO DE DIOS.
Conformados
a Cristo.
No améis al
mundo, ni las cosas que están en el mundo.
1 Juan 2:15
Como
cristianos, somos nuevas criaturas y miembros de la iglesia de Jesucristo, y
por tanto excepcionales. Como resultado, no debemos vivir como las personas del
mundo. El mundo es orgulloso; nosotros somos humildes. El mundo está
fragmentado; nosotros estamos unidos. El mundo es incapaz; nosotros estamos
dotados. El mundo odia; nosotros amamos. El mundo no conoce la verdad; nosotros
sí la conocemos. Si no andamos de manera diferente del mundo, no lograremos las
metas de Cristo. Si vivimos como las personas del mundo, estamos esencialmente
imitando a los muertos (Ef. 2:1-5), y eso no tiene sentido.
2:1 Y él os
dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2:2 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en
los hijos de desobediencia,
2:3 entre
los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos
por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
2:4 Pero
Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
2:5 aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos),
Los
cristianos somos como una nueva raza. Tenemos una nueva simiente espiritual
incorruptible, y debemos vivir de una manera que corresponda con ella. Somos
nuevas criaturas que han sido preparadas para una existencia eterna. Como
resultado, podemos abandonar nuestra antigua manera de vivir y ser conformados
a la vida de Cristo.
UN NUEVO HOMBRE
CON UN NUEVO PENSAMIENTO EN CRISTO.
Piense de
manera diferente.
Ya no andéis
como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente.
Efesios 4:17
La salvación
es, ante todo, un cambio de manera de pensar. El apóstol Pablo les dice a los
creyentes: "Vosotros no habéis aprendido así a Cristo" (Ef. 4:20). El
cristianismo es cognoscitivo antes de que sea experimental. Una persona tiene
que considerar el evangelio, creer en sus hechos históricos y en las verdades
espirituales, y entonces recibir a Cristo como Salvador y Señor.
El primer
paso en ese proceso es el arrepentimiento, que significa que se piensa de
manera diferente de lo que se pensaba acerca del pecado, de Dios, de Cristo y
de la propia vida de uno. La palabra griega para "arrepentirse"
significa "cambiar la mente de uno". Como se emplea en el Nuevo
Testamento, siempre se refiere a un cambio de propósito, específicamente un
abandono del pecado.
Ese cambio
debe resultar en un cambio de conducta, que también se basa en la mente. En el
versículo de hoy, Pablo dice que el no regenerado vive "en la vanidad de
su mente". Proverbios 23:7 dice: "Cuál es su pensamiento en su
corazón, tal es él". Así que, cuando piensa de manera diferente, usted
actuará de manera diferente.
LOS CAMBIOS
PROFUNDOS QUE SE PRODUCEN EN CRISTO.
Un cambio de
naturaleza.
Si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.
2 Corintios
5:17
CAMBIOS
INCREÍBLES Y TOTALES.
Cuando usted
recibe a Jesucristo, nace de nuevo y entra en el reino de Dios. Usted se
convierte en una persona totalmente distinta. El cambio que ocurre cuando usted
es salvo es más espectacular que el cambio que ocurrirá cuando usted muera
porque entonces ya usted tiene una nueva naturaleza y es ciudadano del reino de
Dios. La muerte simplemente lo lleva a la presencia de Dios.
TODO ES
NUEVO: VOLUNTAD, MENTE, CORAZÓN, PODER, CONOCIMIENTO, SABIDURÍA, VIDA,
HERENCIA, RELACIÓN, JUSTICIA, AMOR, DESEOS Y CIUDADANÍA.
En sus
epístolas, el apóstol Pablo dice que, cuando Dios nos transformó, nos dio una
nueva voluntad, una nueva mente, un nuevo corazón, un nuevo poder, un nuevo
conocimiento, una nueva sabiduría, una nueva vida, una nueva herencia, una
nueva relación, una nueva justicia, un nuevo amor, un nuevo deseo y una nueva
ciudadanía. Él llamó a eso "vida nueva" (Ro. 6:4). Algunos enseñan
que, cuando una persona se hace cristiana, Dios le da algo nuevo además de su
vieja naturaleza pecaminosa. Pero según la Palabra de Dios, no recibimos algo
nuevo. ¡Nosotros mismos nos volvemos nuevos!
EL SEÑOR
DICE QUE SOMOS LUZ.
Vivamos en
la luz.
Vosotros
sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Mateo 5:14
El apóstol
Pablo observó al mundo pagano y llegó a la conclusión de que su manera egoísta
e inútil de pensar lleva al entendimiento entenebrecido y a un corazón
endurecido. Eso, a su vez, lleva a la insensibilidad al pecado y a la conducta
sin pudor, que entonces lleva a la obscenidad desvergonzada. Y no es en
realidad muy diferente en la actualidad.
LA VIDA
ANTIGUA ESTÁ LLENA DE PECADO.
Los
creyentes ni siquiera hemos de tener el mínimo interés en alguna de las
malvadas características de los incrédulos. Debemos ser una luz sobre un monte,
separados del mal que nos rodea. Debemos ser diferentes. No puede esconderse
una ciudad sobre un monte. Debemos levantarnos como sal y luz. Pero si somos
corrompidos por el sistema, nos volvemos inservibles.
LA NUEVA
NATURALEZA DE JESUCRISTO.
Nuestro
bendito Señor Jesucristo nos compró a costa de su propia vida. Nos dio una
nueva naturaleza que es santa, sin mancha y santificada para siempre. Solo nos
pide que vivamos conforme a lo que nos ha dado abandonando nuestra vieja manera
de vivir y adoptando la nueva.
CADA UNO
DEBE EXAMINAR SU VIDA.
Examínese.
¿No sabéis
que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera
ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Santiago 4:4
¿Sigue
aferrado usted al estilo de vida que llevaba antes de ser cristiano? Como
revela el versículo de hoy, si no hizo un esfuerzo consciente por separarse de
este mundo cuando se entregó a Cristo, tiene razón para poner en tela de juicio
si su salvación fue genuina.
EL MUNDO NO
TENDRÁ COMPASIÓN DE NADIE.
Primera Juan
2:15 dice: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si
alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él". Cuando usted se
hace cristiano, desea que se le separe del mundo. Sin duda el mundo seguirá
tentándolo a usted en lo sucesivo, pero usted debe dejar el malvado sistema de
Satanás.
USTED MISMO
ES TESTIGO DE LO QUE EL MUNDO HACE AL SER HUMANO. LO DESTRUYE COMPLETAMENTE.
Es una
mentira decir que una persona puede ir a Cristo sin haberse apartado del mundo.
¡Tiene que haber un cambio de la manera de vivir! No es algo fácil de hacer.
Pablo nos dijo que no vivamos como vivíamos antes de que conociéramos a Cristo
(Ef. 4:17). Pero podemos vivir de esa manera porque tenemos una nueva
naturaleza.
UNA NUEVA
ACTITUD PARA DIOS.
Una nueva
actitud.
Vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 4:24
Cuando usted
se entregó a Cristo, reconoció que era pecador y decidió abandonar su pecado y
las cosas malvadas de este mundo. Pero Satanás hará brillar al mundo y su
pecado delante de usted para tentarlo a que regrese a él. Pablo nos advierte
que no volvamos al mundo, sino que más bien nos vistamos de la justicia y
santidad de la verdad.
Eso no es
algo que se hace una sola vez; es algo que se hace cada día. Una manera de
hacerlo se describe en 2 Timoteo 3:16, que dice: "Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia". Si quiere vivir rectamente, lea la Palabra de Dios.
Lo ayudará a enfrentarse a los vestigios del mundo todavía presentes en su
vida.