CUIDANDO
NUESTRO CUERPO Y NUESTRO ESPÍRITU.
LA PUREZA
SEXUAL ES PARA TODOS POR FAVOR CUIDÉMONOS.
“Huye
también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” - (2 Timoteo 2:22).
TAMBIÉN LOS
ADULTOS DEBEMOS HUIR, SALIR CORRIENDO. ! PELIGRO!
LA
PROMISCUIDAD SI ESTÁ DE MODA.
La pureza no
está de moda estos días, pero permítanos contarle lo que un padre le dijo a su
hija un día. Ella le escribió desde la universidad la siguiente nota: “Querido
papá: Mis compañeros universitarios hacen que la promiscuidad sexual suene y
parezca tan natural e inevitable. Hay momentos en los que me pregunto qué es lo
que yo estoy esperando.” Su padre le contestó: “Estas esperando el ser libre de
la molestosa voz de la conciencia y de las grises sombras de la culpa; libre
para dar todo de ti misma, no en una fracción de pánico. Un profundo instinto
en ti sabe qué tremenda influencia tendrá en ti la primera y total unión con
otra persona. Y ese mismo instinto sigue diciéndote que no lo desperdicies.”
¡ALERTA POR
EL PELIGRO DE NUESTROS HIJOS!.
¡Cómo
deseamos que más familias sean lo suficientemente abiertas como para discutir
estos asuntos, y animar a los jóvenes a permanecer puros.
¿Tiene usted
hijos adolescentes? Entonces, separe un tiempo para discutir con ellos este
importante asunto de la pureza.
UN EJEMPLO
DE PUREZA PARA IMITAR: JOSÉ HIJO DE JACOB. Génesis 39.
39:1
Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia,
varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.
39:2 Mas
Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el
egipcio.
39:3 Y vio
su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía
prosperar en su mano.
39:4 Así
halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y
entregó en su poder todo lo que tenía.
39:5 Y
aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía,
Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová
estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
39:6 Y dejó
todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna
sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.
39:7
Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y
dijo: Duerme conmigo.
39:8 Y él no
quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo
de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
39:9 No hay
otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por
cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría
contra Dios?
39:10
Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de
ella, para estar con ella,
39:11
aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de
los de casa allí.
39:12 Y ella
lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las
manos de ella, y huyó y salió.
39:13 Cuando
vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
39:14 llamó
a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que
hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes
voces;
39:15 y
viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
39:16 Y ella
puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa.
39:17
Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos
trajiste, vino a mí para deshonrarme.
39:18 Y
cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
39:19 Y
sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba,
diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.
39:20 Y tomó
su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y
estuvo allí en la cárcel.
39:21 Pero
Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los
ojos del jefe de la cárcel.
39:22 Y el
jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que
había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
39:23 No
necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al
cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo
prosperaba.
EL NARCÓTICO
DE LA MENTE ES EL SEXO.
El narcótico
de la mente.
1 Corintios
6:18
Un hombre
que se enredó en el mundo de la
pornografía escribió lo siguiente:
"Rápidamente
aprendí que la lujuria al igual que el sexo, dirigen en una sola dirección.
Nunca puedes regresar a un nivel bajo y mantenerte satisfecho. Siempre quieres
más y más. Una revista te excita, una película te prende, un espectáculo en
vivo hace que la sangre corra por todo tu cuerpo... la lujuria no satisface;
provoca. Ya no me pregunto por qué los anormales pueden llegar a abusar
sexualmente de niños, a practicar el masoquismo y otras anormalidades. Aun
cuando todos estos actos son incomprensibles para mí, recuerdo muy bien que
donde terminé era incomprensible para mí cuando empecé. Un primo mío se
suscribe por lo menos a quince de las revistas más sucias que jamás haya visto.
Él me ha dicho que aun estando rodeado de todas las representaciones de cada
acto sexual, de cada tamaño, forma y tipo de mujer que se pueda imaginar, sigue
deseando más. Aún se devora las nuevas ediciones. Ahora, él y su esposa están
experimentando con orgías, y otras variaciones que no mencionaré. No es
suficiente, nunca es suficiente. El encanto se le acabará, y quedará deseando
más".
La
pornografía es una droga muy poderosa; es el narcótico de la mente. Nunca puede
regresar a un nivel menor y obtener la misma sensación. Lleva a sus víctimas a
obtener más y más material perverso. Es como tomar agua salada; nunca estará
satisfecho siempre tendrá sed de más.
Asimismo, las revistas pornográficas, los stripshows y las películas
XXX; acabarán con su vida sexual sana.
¿Y SI NOS
QUEREMOS, PORQUÉ NO PODER HACER EL AMOR?
Si hay amor
¿Por qué no he de hacerlo con mi novio?
Un día llegó
una joven a platicar con su mamá, a quien le tenía la suficiente confianza para
decirle sus inquietudes, le dijo que cada vez que estaba con su novio
despertaba en ella deseos pasionales que la hacían querer tener relaciones
sexuales. Por lo que le preguntó: mamá, si nos amamos ¿por qué no he de hacerlo
con mi novio? A lo que la madre respondió: “no”, porque no sabes si se
quedarían juntos para siempre.
Pero más
allá de esta respuesta o las consecuencias que puede traer relaciones sexuales
antes de tiempo como embarazo no deseado, enfermedades, un matrimonio por
compromiso, noviazgos muy largos por costumbre y sin compromiso, entre otros.
Existen otras realidades sobre el sexo en el noviazgo, como lo siguiente:
PRUEBA DE
EGOÍSMO.
A lo que se
pudiera pensar de que intimidar en el noviazgo es una prueba de amor, es todo
lo contrario. Es una prueba de egoísmo, porque anteponen lo que sienten y
quieren ahora, sin importar que no exista un compromiso estable. Es una manera de
demostrar que primero está el deseo físico, lo que le produce placer en el
momento, que respetar a su pareja. Entonces eso ya no es amor, es interés y
satisfacción personal.
Si bien, la
actividad sexual es una expresión de amor, hay que enfatizar que el amor
conlleva bendecir, cuidar, proteger, respetar y sobre todo dar de manera
incondicional para toda la vida. Una persona que ama y se deja amar, es una
persona que se respeta y se deja respetar, y que mejor manera de demostrarlo en
el noviazgo, cuando se está en esa etapa de conquista, para darse a conocer,
ver por los intereses uno del otro, intercambiar opiniones, ideales, apoyarse
en proyectos, enfrentar dificultades, todo un proceso que los prepara para el
matrimonio; pero que al dejarse llevar por el impulso a tener relaciones
sexuales, rompen con el encanto de la conquista.
Por eso y
más no deberían existir las relaciones sexuales en el noviazgo, aun cuando
realmente se amen, porque el verdadero amor no es egoísta, posesivo,
condicional o interesado. Muchos noviazgos son pasajeros, nacen de una
atracción física, de un momento agradable, de una amistad, de una oportunidad,
pero que terminan en nada.
PRUEBA DE
AMOR.
La mejor
prueba de amor, es el respeto a quien supuestamente se quiere, reconocer que el
amor va más allá de la atracción y el deseo, es permitirse conocer y darse
conocer a la persona aceptando defectos y virtudes para juntos, en el momento
acordado puedan dar ese paso tan importante que es el pacto matrimonial, y
ahora sí como pareja comprometida a dar incondicionalmente pueden disfrutar del
sexo como la máxima expresión física de amor que los funde en un solo ser.
Por eso, el
sexo no es malo, al contrario es algo maravilloso que Dios creó en su plan
perfecto, para que sea exclusivo y perpetuo en el matrimonio. Así como un papá
o una mamá daría lo que fuera por evitar que su hija o su hija no tuviera
relaciones sexuales apuradas, porque sabe que esto le puede acarrear muchos
problemas, no por nada hay tantos hijos no deseados, enfermedades venéreas a
causa de excesos y relaciones promiscuas, infidelidades, abortos, gente
lastimada con el corazón roto, cicatrices en el alma, entre otras consecuencias
negativas, es que Dios mismo, como nuestro Padre Celestial nos quiere evitar
tanto sufrimiento.
Es por amor
y beneficio de nosotros mismos que nuestro Papá Dios diseñó perfectamente el
sexo con la instrucción que debe ser sólo el matrimonio, donde al fundirse en
uno solo se comparten todo lo que son en alma, cuerpo y espíritu, reforzando
así el amor conyugal. Así que la motivación principal de la relación sexual es
amar a la pareja en el matrimonio donde hay un pacto de exclusividad para toda
la vida.
Dentro las
características de la definición perfecta del amor, Dios nos dice que el amor
es benigno, no hace nada indebido, no busca lo suyo, todo lo sufre, todo lo
cree, todo lo espera. Entonces, ¿Cómo deseas vivir tu noviazgo, basado en amor
o egoísmo?
QUE NADIE
MENOSPRECIE TU JUVENTUD Y GUARDÉMONOS DE TODO PECADO. 1ª Timoteo 4: 9- 12.
4:9 Palabra
fiel es esta, y digna de ser recibida por todos.
4:10 que por
esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios
viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
4:11 Esto
manda y enseña.
4:12 Ninguno
tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
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