DIOS PADRE
DIJO A DIOS HIJO SIÉNTATE A MI DIESTRA. SALMO 110.
La alabanza
de David a Dios por Su soberanía sobre las naciones; la oración por el juicio
sobre los inicuos; la exhortación para confiar en Dios y no en los ídolos. El
tiempo de compartir el Evangelio y cumplir la Gran Comisión
UNA PRECIA CUMPLIDA EN SU TOTALIDAD.
Cuando
Jesucristo ascendió al cielo, Él cumplió las profecías que el Espíritu Santo
había anteriormente inspirado a David a escribir: «Jehová (Dios el Padre) dijo
a Mi Señor (Dios el Hijo): Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga a Tus
enemigos por estrado de Tus pies» (Salmo 110:1). Jesucristo citó este Salmo
refiriéndose a Sí mismo en Marcos 12:36.
JESUCRISTO
ES: LA CABEZA DEL ÁNGULO.
Israel, como
nación, rechazó su Rey Mesías. Pero, «(la) piedra que desecharon los
edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. . . . (Y) es cosa maravillosa a
nuestros ojos. ...Bendito el que viene en el Nombre de Jehová. . . Jehová es
Dios, y nos ha dado luz; atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. Mi
Dios eres Tú, y Te alabaré; Dios mío, Te exaltaré. Alabad a Jehová, porque Él
es bueno; porque para siempre es Su misericordia» (Salmo 118:22-23,26-29).
ESA PIEDRA
ES LA QUE NOSOTROS ACEPTAMOS.
Jesús citó
este Salmo, diciendo: « . . . ¿Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que
desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo? Todo el que
cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le
desmenuzará» (Lucas 20:17-18; Marcos 12:10-11).
AHORA SOMOS
MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS.
El apóstol
Pablo citó este Salmo cuando les escribió a los hermanos que estaban en Éfeso:
«Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la principal Piedra del ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo
santo en el Señor» (Efesios 2:19-21).
JESUCRISTO
LA PIEDRA REPROBADA: ES EL SALVADOR DEL MUNDO.
Después del
milagro de sanar al hombre cojo afuera del templo, hablándole al pueblo de
Israel: « . . . Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del
pueblo, y ancianos . . . sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de
Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros
crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por Él este hombre está
en vuestra presencia sano. Este Jesús es la Piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido a ser Cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos» (Hechos 4:8,10-12).
AHORA
TAMBIÉN DIOS QUIERE OBREROS APROBADOS.
Segunda
Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero
que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.”
Sorprende lo
poco que toma para que un creyente deje de llevar acabo la tarea que el Padre
le ha encomendado hacer. Este asunto de ser creyente no es un paseo de domingo
por la mañana o por la tarde. Reflejar la luz de Dios en un mundo de tinieblas
es un trabajo de tiempo completo. Debemos orar, llorar y estudiar al respecto
de tal manera que nos presentemos aprobados.
ESTO OCURRE
EN MUCHAS IGLESIAS DEL MUNDO.
La mayoría
de nosotros en los Estados Unidos nos levantamos los domingos por la mañana y
vamos a sentarnos a una iglesia con aire acondicionado y preciosos vitrales,
disfrutando de la mayor comodidad. La verdad es que somos flojos,
indisciplinados y faltos de determinación.
En las
Iglesias latinas, también ocurre; pero sé que no en todas, porque vemos
hermanos que tienen Pasión y Compasión por los Perdidos.
Amigo, amiga
Dios desea llevar acabo su obra con los que están genuinamente comprometidos
con Él.
¿Toma usted
en serio su vida cristiana? Entonces comience algo hoy que edifique el Reino de
Dios para la Gloria del Padre.
NO HAY LUGAR
PARA LA PEREZA.
No hay lugar
para el letargo.
Todo lo que
te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas.
Eclesiastés
9:10
No hay lugar
para el letargo en la vida cristiana. Tal actitud no solo impide que usted haga
lo bueno, sino que a veces significa que en realidad ha permitido que prospere
el mal. Para que florezca la mala hierba, lo único que tiene que hacer el
jardinero es dejar solo el jardín.
ES HORA DE
ACTUAR COMO VERDADEROS CRISTIANOS.
El autor de
Hebreos se refirió a la recompensa que Dios tiene para quienes le sirven
asiduamente: "Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el
trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún" (He. 6:10).
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