LA
IMPORTANCIA DE LA SALVACIÓN DE NUESTROS HIJOS.
DESDE EL
CORAZÓN DE NUESTRO PADRE CELESTIAL.
¿CÓMO SON
NUESTROS HIJOS?
¿Y POR QUÉ SE COMPORTAN ASÍ?
¿SABE USTED
CON QUIÉN ANDAN SUS HIJOS, Y DÓNDE ESTÁN?
“Los hijos
de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová”-- 1 Samuel 2:12
EL NO
CONOCER A JESUCRISTO, NOS PUEDE TRAER PROBLEMAS.
Las
declaraciones y pasajes tristes abundan en las Escrituras, pero ninguno más
triste que el que está encima. Eli era un sacerdote, y aún la Biblia nos dice
que sus hijos eran corruptos “y ellos no tenían conocimiento de Jehová.” Todos
nosotros experimentamos acontecimientos y situaciones angustiosas en nuestras vidas, pero como madre, y padre
no puedo pensar en nada peor que mis hijos no conozcan al Señor. De hecho, es
la oración diaria de mi corazón — que no sólo mis hijos sino también mis nietos
y bisnietos también conocerán y servirán y amarán al Señor.
MUCHAS VECES
LOS HIJOS NO ESTÁN EN NUESTROS PLANES ESPIRITUALES.
Debo
confesar que hay veces que me distraigo de la pasión de orar por ese resultado
en las vidas de mi familia. Cuando las
cosas van bien — ellos están felizmente casados, tienen empleos buenos,
disfrutan de una salud excelente - casi me olvido de lo temporal que eso es.
Recuerdo que una señora una vez me dijo que ella prefería tener a su hijo en la
celda de los condenados a muerte en la prisión sirviendo a Jesús que
disfrutando de una vida fácil como la de
un presidente de alguna gran empresa y viviendo en una gran mansión sin
conocer al Salvador. Sus palabras me impresionaron al principio, hasta que
consideré la verdad de lo que ella dijo.
¿Por supuesto, ninguno de nosotros quiere ver a un ser querido pasar ningún
tiempo en la prisión, pero cuándo recordamos que nuestro tiempo en esta
tierra es sólo un parpadeo de ojos con relación a la eternidad, esto cambia
nuestra perspectiva, verdad?
LA ORACIÓN
DEBE SER PERMANENTE, CON FE, Y UNIDA A UNA VIDA DE SANTIDAD Y SERVICIO.
Hoy hago un
nuevo compromiso de orar con pasión, no sólo por mi propia familia, pero por
cada uno que cruza mi camino y no conoce a Jesús como su Salvador. Quiero ser
capaz de decirle a cada uno de ellos que ellos realmente “conocen al Señor,”
porque entonces también puedo decir, en las palabras de 3 Juan 1:4, “¡No tengo yo
mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad!”.
Que esto sea
así que cuando oremos con pasión por aquellos que necesitan doblar su rodilla
al Nombre sobre todo nombre, el Nombre de Jesús!
Santiago
1:3: “Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”
Un hombre
tenía un gran reloj de caja. Un día le dio lástima el reloj porque éste tenía
un pesado péndulo. Y dicho péndulo siempre colgaba del reloj. El hombre dijo:
“Oh. Señor Reloj, usted ha cargado ese pesado péndulo por tanto tiempo; se lo
voy a quitar para que pueda descansar.” El reloj protestó diciéndole: “No
quites ese péndulo de mí. Es el que me hace funcionar.” De la misma manera, las
pruebas y tribulaciones de la vida están presentes para fomentar nuestra
perseverancia. Están para que continuemos adelante, continuemos confiando,
continuemos orando y continuemos dependiendo en Dios.
¿Cuándo fue
la última vez que compartió con alguien la necesidad de estar agradecidos por
sus pruebas? ¿Cuándo fue la última vez que se lo dijo a sí mismo?.
NUESTROS
HIJOS NECESITAN CONOCER EL EVANGELIO.
Marcos
16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
” El pastor Rogers en una ocasión
afirmó: “Si yo tuviera que identificar la mayor equivocación acerca de los
creyentes de hoy, sería que pasan mucho tiempo tratando que Dios les saque de
sus problemas, en lugar de sumergirse en la justicia.”
Estamos
viviendo a la defensiva en vez de la ofensiva. Necesitamos ir más allá de la
línea defensiva del cristianismo y ubicarnos a la ofensiva: Proclamando el
Reino de Dios, cumpliendo la Gran Comisión y compartiendo con otros al Señor
Jesucristo. Nuestro Pastor nunca nos llevará a donde su fortaleza no pueda
sostenernos. Nunca nos llevará por un camino que Él mismo no haya recorrido
primero.
PERO NO ES
SOLO MIS HIJOS Y MI FAMILIA, ES A TODO EL MUNDO.
¿Está usted
compartiendo el amor de Jesucristo y sus palabras de salvación con alguien que
esté perdido? Si no lo está haciendo, comience hoy a posicionarse a la ofensiva
y verá la mano de Dios moverse.
NUESTROS
HIJOS DEBEN ESCUCHAR A DIOS. USTED DEBE INSTRUIRLOS. Proverbios 2: 1- 7.
2:1 Hijo
mío, si recibieres mis palabras,
Y mis
mandamientos guardares dentro de ti,
2:2 Haciendo
estar atento tú oído a la sabiduría;
Si
inclinares tu corazón a la prudencia,
2:3 Si
clamares a la inteligencia,
Y a la
prudencia dieres tu voz;
2:4 Si como
a la plata la buscares,
Y la
escudriñares como a tesoros,
2:5 Entonces
entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás
el conocimiento de Dios.
2:6 Porque
Jehová da la sabiduría,
Y de su boca
viene el conocimiento y la inteligencia.
2:7 El
provee de sana sabiduría a los rectos;
Es escudo a
los que caminan rectamente.
ENTONCES
NUESTROS HIJOS APRENDERÁN TAMBIÉN A ORAR. Salmo 5: 1- 3.
5:1 Escucha,
oh Jehová, mis palabras;
Considera mi
gemir.
5:2 Está
atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,
Porque a ti
oraré.
5:3 Oh
Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me
presentaré delante de ti, y esperaré.
NUESTROS
HIJOS DEBEN SER SABIOS.
5:1 Hijo
mío, está atento a mi sabiduría,
Y a mí
inteligencia inclina tu oído,
5:2 Para que
guardes consejo,
Y tus labios
conserven la ciencia.
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