jueves, 17 de septiembre de 2015

¿ QUÉ ES LA ÉTICA BÍBLICA Y QUÉ ES LA ÉTICA CRISTIANA?.

¿ QUÉ ES LA ÉTICA BÍBLICA, LA ÉTICA CRISTIANA?.
La teología moral es una rama de la teología, que trata con el bien y el mal en el comportamiento humano. La mayoría de las religiones tienen un componente moral (se habla pues de la moral religiosa en contraposición con la moral secular).
Desde el punto de vista teológico en las religiones, en la medida en que la ética se deriva de verdad revelada de las fuentes divinas, la ética se estudia como una rama de la teología. Muchos [¿quién?] creen que la Regla de Oro, que enseña a la gente a "tratar a los demás como usted quiera ser tratado", es un denominador común en muchas de los principales códigos morales y las religiones.
EL TEMA DE LA ÉTICA ES MUY IMPORTANTE EN LA VIDA DEL CREYENTE.
La ética cristiana radica en la práctica del bien y de las buenas obras, tal como lo manda Jesucristo en el Evangelio. Por otra parte, el bien o el buen obrar está presente de modo intrínseco en la persona misma, que según el dogma cristiano fue hecho a imagen y semejanza de Dios. Cabe hacer notar que en la cultura luterana de los países nórdicos se cree que el hombre no es bueno en sí mismo y que necesita a Dios para librarse de su mal obrar.
LA ESCRITURA ES MUY CLARA CUANDO DICE:
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene” (Colosenses 3:1-6).
LA BIBLIA, LA PALABRA DE DIOS ES EL MANUAL DE LA ÉTICA.
Aunque mucho más que una lista de mandatos positivos y negativos, la Biblia nos da instrucciones detalladas sobre cómo vivir como debería el cristiano. La Biblia es todo lo que necesitamos para saber cómo vivir la vida cristiana. Sin embargo, la Biblia no trata explícitamente cada situación que podamos enfrentar en nuestras vidas. ¿Cómo, entonces, es suficiente? Esto es el porqué de la ética cristiana.
LA ÉTICA ES UNA COLECCIÓN DE PRINCIPIOS.
La ciencia define la ética como, “una colección de principios morales, el estudio de la moralidad.” Por lo tanto, la Ética Cristiana consiste de los principios, derivados de la fe cristiana, por los cuales actuamos. Mientras la Palabra de Dios no trata cada situación que podamos enfrentar a través de nuestras vidas, sus principios nos dan un estándar por el cual debiéramos conducirnos en tales situaciones donde no hay instrucciones explícitas. Por ejemplo, la Biblia no dice nada explícitamente del uso de las drogas ilegales, pero basado en principios que aprendemos a través de las Escrituras, podemos saber que esto es malo.
EÍCA ES RESPETO POR MÍ MISMO.
Por un lado, la Biblia nos dice que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo y que debiéramos honrar a Dios a través de ello (1 Corintios 6:19-20). Sabiendo lo que estas drogas hacen a nuestros cuerpos - el daño que causan a varios órganos - sabemos que al usarlos estaríamos destruyendo el templo del Espíritu Santo. Esto seguramente no honra a Dios. La Biblia dice también que debiéramos someternos a las autoridades que Dios Mismo ha puesto sobre nosotros (Romanos 13:1). Ya que estas drogas son ilegales, al usarlas, no estamos sometiéndonos a las autoridades, sino rebelándonos contra ellos. ¿Significa esto que si estas drogas ilegales fuesen legalizadas entonces estaría bien usarlas? No sin violar el primer principio.
LAS ESCRITURAS DAN CLARIDAD ACERCA DE TODOS LOS TEMAS
Por usar los principios que encontramos en las Escrituras, los cristianos pueden determinar el camino que debieran seguir en cada situación. En algunos casos será fácil, como los reglamentos para la vida cristiana que encontramos en Colosenses, el capítulo 3. En otros casos, sin embargo, necesitaremos estudiar la situación con más profundidad. La manera absolutamente mejor para hacer esto es el orar sobre lo que dice la Palabra de Dios. El Espíritu Santo mora en cada creyente, y uno de Sus papeles es enseñarnos cómo vivir: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26). “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él” (1 Juan 2:27). Entonces cuando oramos sobre las Escrituras, el Espíritu nos guía y nos enseña. Él nos indicará el principio sobre el cual necesitamos basar nuestra decisión en cada situación dada.
LA OBEDIENCIA ES UNO DE LOS PRINCIPALES PRINCIPIOS ÉTICOS.
Mientras la Palabra de Dios no trata toda situación que podamos enfrentar en nuestras vidas, es suficiente para llevar una vida cristiana. En la mayoría de los casos, podemos ver lo que dice la Biblia y seguir el camino apropiado basado en ello. En los casos donde la Escritura no nos da instrucciones explícitas para una situación dada, necesitamos encontrar el principio tras de ella. Otra vez, en algunos casos, será fácil. La mayoría de los principios que usan los cristianos son suficientes para la mayoría de los casos. En el caso raro donde no hay ni una Escritura explícita como tampoco un principio aparentemente claro, necesitamos confiar en Dios. Debemos orar sobre Su Palabra y abrirnos a Su Espíritu. El Espíritu nos enseñará y nos guiará a través de la Biblia para encontrar el principio sobre el cual necesitamos afirmarnos para poder andar y vivir tal como lo debería hacer un cristiano.
EL NUEVO TESTAMENTO.

(a) Los evangelios. Jesús evidenció gran respeto hacia la ley moral del AT; no vino a abolirla sino a cumplirla (Mt. 5.17ss). Pero él mismo no enseñaba como un legislador. Aun cuando expresó muchas de sus enseñanzas morales mediante imperativos (por ejemplo Mt. 5.39ss; Mr. 10.9), y enseñaba con la autoridad de un legislador (Mt. 7.24ss; Mr. 1.22), no era su propósito formular un código completo de reglas para la vida moral. La ley prescribe o prohíbe ciertas cosas específicas; a Jesús le interesaba dar a conocer e ilustrar el carácter general de la voluntad de Dios. La ley se ocupa de las acciones; Jesús se ocupó mucho más del carácter y los móviles que inspiran las acciones.
EL SERMÓN DEL MONTE DESTACA LAS FELICITACIONES POR LAS ACTUACIONES ÉTICAS.
El análisis que hacía Jesús de las exigencias de la ley está bien ilustrado en el Sermón del monte. La ley prohibía el homicidio y el adulterio. Jesús (sin condonar, naturalmente, ni lo uno ni lo otro) ponía el dedo en los pensamientos y las actitudes que estaban por detrás de las acciones. El hombre que abrigaba un odio particular hacia su prójimo, o mentalmente desvestía a la esposa de este, movido por su concupiscencia, no podía, enseñaba Jesús, eludir la culpa moral alegando que no había transgredido la letra de la ley (Mt. 5.21, 27). Las Bienaventuranzas, con las que comienza el Sermón (versículo 3), subrayan este mismo punto. No constituyen una lista de reglas, sino un conjunto de felicitaciones dirigidas a aquellos cuya vida ejemplifica actitudes piadosas.
LA ÉTICA DE ALGUNOS LÍDERES DE LA IGLESIA.
LA IGLESIA Y LOS HECHOS QUE OCURREN.
Al analizar la conducta de muchos líderes y congregaciones evangélicas, nos asombra encontrar un relativismo moral similar al que rige a nuestra sociedad sin Dios. Pero peor aún es descubrir en nuestras iglesias y en ministerios cristianos los mismos pecados, las mismas situaciones censurables que encontramos en nuestra sociedad contemporánea.

En esas congregaciones no se viven la santidad, la pureza, el amor, la verdad, la humildad y el respeto o temor a Dios. Algunos líderes obran como si fueran dueños de las congregaciones, de los ministerios y de los recursos, cayendo en los mismos excesos y pecados que condenan en los líderes que no son cristianos. Bien se expresó Cipriano cuando dijo: "Los pecados de los cristianos han debilitado el poder de la iglesia".
EL PODER DE LA IGLESIA NO RADICA EN LA FUERZA DEL HOMBRE, SINO EN EL PODER, LA GLORIA Y LA MAJESTAD DE JESUCRISTO EL SEÑOR.
LOS CRISTIANOS DEBEMOS LEER EL MUNDO Y SUS ACONTECIMIENTOS, PARA NO SER SORPRENDIDOS.
Mateo 24:21: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.”
El general Omar Bradley dijo esto acerca de nuestra generación: “Sabemos más de guerra que de paz. Sabemos más de matar que de vivir. Esta es nuestra declaración de progreso del siglo XX: el conocimiento de la ciencia sobrepasa la capacidad por control. Tenemos demasiados hombres dedicados a la ciencia y muy pocos hombres de Dios. El mundo ha alcanzado inteligencia sin sabiduría, poder sin conciencia. Somos un mundo de gigantes nucleares e infantes éticos.” Creemos que expresó una gran verdad. Jesús enseñó que viene un tiempo, como nunca antes visto en la historia: la gran tribulación cuando todo nuestro progreso y adelantos se reducirán a una persona: el Señor Jesucristo.
¿Dónde estará en el día de la gran tribulación? ¿Dónde anhela estar?.
HOY ES EL DÍA DE TOMAR DECISIONES.
¿ POR QUÉ NO ENTREGA SU VIDA AL SEÑOR JESUCRISTO?.
EL NOS ESTÁ ESPERANDO CON LOS BRAZOS ABIERTOS.

HOY ES EL DÍA DE SALVACIÓN.

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