viernes, 1 de diciembre de 2017

LA MEJOR MANERA DE COMUNICARNOS CON DIOS.VEINTEAVA PARTE.

74. UN DIÁLOGO EN SILENCIO PUEDE SOLUCIONAR MUCHOS PROBLEMAS.
EL DIÁLOGO SILENCIOSO.
Por el Hermano Pablo.
Aquel fue un diálogo dramático. Una vida estaba en juego. Fue un diálogo sobrecargado de emoción. Un diálogo en la cornisa de un edificio de Nueva York, a veinte pisos de altura. Fue, sin embargo, un diálogo totalmente silencioso.
Lo sostuvo Lillian Pérez, una señorita hispana de diecisiete años de edad, con Nicole Dean, una niña negra de la misma edad. Nicole había sufrido varios desengaños y, desesperada de la vida, intentaba suicidarse.
Como Nicole era sordomuda, Lillian, que practicaba el lenguaje de gestos, tras dos horas de arduos intentos logró su objetivo. No gritaron en ningún momento. Fue un diálogo de vida o muerte, dramático, serio, pero sin que se emitiera sonido alguno. Al fin las dos bajaron juntas de las cornisas del edificio, salvas y sanas.
Un diálogo, para tener intensidad, no precisa de gritos. Los gritos, más bien, enturbian la comunicación. Si dos personas que quieren dialogar se acaloran, en lugar de dar razones, dan insultos; y en lugar de comunicarse, cierran la puerta.
¿En dónde se ve más esto? En las comunicaciones entre marido y mujer. Si dialogaran sin esa emoción mórbida que añade el grito, y especialmente sin los golpes físicos que a veces acompañan la emoción, lo cual es imperdonable, se entenderían. El diálogo en paz y en armonía traería el provecho que se busca.
Por algo será que San Pablo recomienda que se elimine toda gritería. «Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias», les dice a los efesios (Efesios 4:31). Esas emociones envenenan la comunicación, mientras que las palabras delicadas suavizan toda conversación, y la armonía y el bien surgen de ellas.
¿Cómo hallar calma en medio de la tormenta? En primer lugar, ningún capitán levanta velas cuando ruge la tempestad. Antes de entablar alguna comunicación que pueda ser seria, esperemos que nuestros ánimos estén tranquilos. Ceder, para mantener la paz y por amor al cónyuge, es mil veces más importante y muestra mayor madurez que salir ganando en cualquier altercado.
Además, hablar con calma produce mucho mejor efecto. Así es como Dios habla con nosotros. Por cierto, un diálogo con Cristo les da a todos los demás diálogos de nuestra vida el provecho que buscamos.
DIOS NOS INVITA A RECIBIR SU PAZ.
Cristo quiere conversar con nosotros. Aceptemos su invitación. Él nos dará la paz que traerá armonía a todas nuestras relaciones. Recibamos la paz de Dios.
75! DIOS TE AMA! NO LO OLVIDES NUNCA.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3:16.
La mayoría de nosotros interpretamos este versículo de una manera muy amplia, pero si analizamos detenidamente, nos daremos cuenta que Jesús murió por cada uno de nosotros. ¡El murió por ti! , y si hubieras sido el único habitante de éste planeta, El hubiera soportado todo el sufrimiento solamente por ti, porque te ama con amor eterno. Te escogió a ti porque “Eres Especial”. No es que los demás no lo sean, es que todos nosotros somos personas especiales para El, con dones y habilidades particulares, diferentes a los demás y al mismo tiempo únicos.
Mira fijamente el ojo de alguien desde cierta distancia, seguro que verás allí una minúscula figura humana. Eres tú mismo. Los romanos denominaban a esa figura como la “muñequita” del ojo, esto es la “pupila”. La pupila o niña del ojo, es la parte más sensible, tanto así que cuando algo entra a los ojos parpadeamos para protegerla. De ese mismo modo Dios te cuida y protege, para que nada te dañe, porque eres lo más preciado para Él, “eres la Niña de los Ojos de Dios”.
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? Romanos 8:32.
La próxima vez que estés preocupado(a) por tu salud, por tu familia o tus finanzas, emprende un viaje mental al monte y pasa allí unos momentos mirando de nuevo las cosas relacionadas con la pasión. Encontrarás sangre que derramó por ti. La lanza que le clavaron por ti. Los clavos cuyo dolor sintió por ti. El letrero que dejó allí por ti. Todo esto lo hizo por ti. Sabiendo esto, sabiendo todo lo que hizo por ti allí, ¿todavía piensas que no tendrá cuidado de ti aquí y ahora?
Autora: Brisna Bustamante.
76. DIOS SIGUE MOSTRANDO SU AMOR.
Romanos 8:30c: “A los que justificó, a éstos también glorificó.”
¿Qué significa ser justificado? Significa ser declarado justo. La justificación no es ser bueno, aun cuando el ser bueno glorifica a Dios. Cuando usted pone su fe en donde Dios pone sus pecados, Dios pone el sello de “Justo” sobre su nombre en el libro de la vida del Cordero. No es por lo que usted ha hecho o hará, sino por haber sido justificado. Ninguna corte humana lo puede justificar. Sin embargo, lo que Dios hace no es solamente tomar al pecador y perdonarle sus pecados, sino que hace al culpable justo como si nunca jamás hubiera pecado. Eso es justificación.

Si usted viviera cada momento creyendo en la justificación que Dios le ha dado, ¿cómo se fortalecería su fe? ¿Tendría más disposición para compartir el regalo del amor de Dios?

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