domingo, 24 de diciembre de 2017

LA MEJOR MANERA DE COMUNICARNOS CON DIOS. LA VEINTICUATRO AVA PARTE.

89. NUEVAS DE GRAN GOZO PARA TODOS.
Lucas 2:10: “Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.”
El ángel anunció que hemos recibido “nuevas de gran gozo, que [son] para todo el pueblo”. Dios desea que su mensaje se dé a conocer por todo el mundo. Ahora bien, sé que quizás usted no sea un predicador, pero sí puede ser uno que alcanza almas. ¿Qué sucedería si todo creyente saliese a su vecindario y proclamara: “¡Jesús es Señor!”? ¿Cómo va el mundo a conocerle si no se lo decimos? Debemos ser valientes al llevar el mensaje de Jesús. Amigo (a), los cielos se abrirán y las trompetas sonaran. Y los muertos en Cristo resucitarán. Y una vez más se escuchará al ángel. ¡Él ha regresado! El Salvador que llegó a nacer en un pesebre, regresa como Monarca a gobernar y reinar.
¿Está usted compartiendo gozosamente las Buenas Nuevas de Cristo esta Navidad? ¿Será valiente y compartirá con alguien estas Buenas Nuevas hoy?
90! MIREN EL AMOR CON QUE DIOS NOS AMÓ!
Primera Juan 3:1: “Mirad cuál AMOR nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.”

¡Usted es rico (a)! El Señor Jesucristo llegó a ser el hijo del hombre para que nosotros podamos llegar a ser hijos de Dios. Somos SALVOS debido a la GRACIA de Navidad. Esto no es oratoria: ¡Es realidad!
Un niño hablaba de la seguridad eterna y expresó: “Dios me sostiene en sus manos.” Un cínico respondió: “¿Y qué si te resbalas de sus manos?” “Oh, se me olvidó decirle ―contestó el niño―, yo soy uno de sus dedos.” Usted es opulento (a), mi amigo (a).
En medio de todo el materialismo que en ocasiones asfixian el verdadero significado de la Navidad, tome tiempo para compartir las Buenas Nuevas con alguien hoy.
91! UN REGALO FRAFIL DE PARTE DE DIOS!
¡Gracias a Dios por su don inefable! (2 Corintios 9:15).
Cuando regalamos algo que puede romperse, nos aseguramos de que la caja lleve impresa en letras grandes la palabra FRÁGIL, ya que queremos que la traten con cuidado.
El regalo de Dios para nosotros vino en el paquete más frágil de todos: un bebé. A veces, imaginamos que el día de Navidad fue una escena hermosa como la de las tarjetas, pero cualquier madre puede decirte que no fue así. María estaba cansada y, probablemente, se sentía insegura. Era su primer hijo, y este había nacido en un lugar totalmente antihigiénico. Ella «lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón» (Lucas 2:7).
Un bebé necesita cuidados permanentes. Llora, come, duerme y depende de quienes lo cuidan. Tampoco puede tomar decisiones. En la época de María, la mortalidad infantil era elevada, y, a menudo, las madres morían al dar a luz.
¿Por qué escogió Dios una manera tan frágil de enviar a su Hijo al mundo? Porque tenía que ser como nosotros para poder salvarnos. El mayor regalo del cielo vino en el frágil cuerpo de un bebé, pero Dios asumió ese riesgo porque nos ama. ¡Estemos hoy agradecidos por semejante regalo!
Oremos así: Dios Fuerte y Todopoderoso, gracias por volverte pequeño y frágil aquel día hace tantos años. Me asombra lo que hiciste por mí y por el resto del mundo.
GRACIAS SEÑOR….GRACIAS SEÑOR….BENDITO DIOS.

Mi corazón está lleno de gratitud al pensar que Cristo dejó toda su Gloria para venir a este mundo para salvarnos. Realizar un recuento de las bendiciones que tenemos en Cristo me llena de gozo, porque todos son regalos de su gracia. En Navidad disfrutemos de Cristo, busquemos amarle más, y hablemos con Él para darle gracias por todo lo que nos trajo en Su persona.

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