A JESUCRISTO
EL HIJO DEL HOMBRE CON GRAN PODER Y GLORIA, LO VEREMOS.
“Entonces
verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria”
(Marcos 13:26).
Cuando
llegamos a un momento en el cual no entendemos lo que está sucediendo. Cuando
todo parece que se desmorona y se viene abajo...tenemos a Jesús.
JESUCRISTO
NOS BRINDA:
1. Siempre
tenemos el perdón de la cruz.
2. La victoria de la tumba vacía.
3. Y la
esperanza del inminente regreso de Cristo.
Cuando vamos donde el doctor y nos dice que
tenemos cierta enfermedad; cuando escuchamos que, como pareja, somos estériles
y no podemos tener hijos; cuando nos tenemos que declarar en bancarrota; cuando
nos despiden del trabajo; cuando leemos una carta de nuestro cónyuge
diciéndonos que nos abandona; cuando un ser amado muere debido a un acto
terrorista...¡Tenemos un Salvador!, y es nuestra la opción de creer o no creer.
En esos momentos podemos murmurar, criticar, refunfuñar o desesperarnos. O
podemos ceder ante el Salvador y escucharle decir: “Hijo mío, no importa lo que
está sucediendo, quiero que sepas que te amo.
1. Mira a la
cruz.
2. Mira la tumba vacía.
3. Espérame. Regresaré nuevamente.”
Póngase en
una posición de humildad. Si puede, arrodíllese. Si no puede, incline su cabeza
y cierre sus ojos. Imagínese la cruz de Cristo. Medite en la vergüenza que Él
experimentó, el dolor que soportó y la victoria que aseguró con Su muerte.
DIOS NOS
OFRECE UN VEDADERO PERDÓN.
“Porque seré
propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades” (Hebreos 8:12).
¿Alguna vez ha sentido como si ya
hubiese usado todas las reservas del perdón de Dios? Tal vez ha pensado: “No
tengo el derecho de venir y pedir que me perdone otra vez.” Amigo, no importa
cuántas veces haya pecado. Suponga que viene a Dios por la milésima vez con el
mismo pecado. ¿Le perdonará Él? ¡Sí, por supuesto que lo hará! En lo que a Dios
concierne, es como si viniera a Él la primera vez. ¿Por qué? Porque Él ha
enterrado en el olvido todas las otras veces. Dios castiga el pecado, pero no
guarda resentimientos. El Dios de Jonás, David, Marcos, Pedro y Jacob es su
Dios y nuestro Dios. Nos hemos acercado a Él tantas veces, pidiéndole una
segunda oportunidad, ¿y sabe qué? ¡Él nos la ha dado! Y sé que si Él puede
darnos una segunda oportunidad, de seguro que le dará a usted otra oportunidad.
¡El fracaso no es final!
¿Ha estado
usted indeciso de ir a Dios y pedirle su perdón acerca de algo? Amigo, ¡corra
hacia Él ahora mismo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario