viernes, 27 de junio de 2014

EL CONOCIMIENTO LA SABIDURÍA Y LA PALABRA DE DIOS SON LOCURA PARA EL MUNDO.

EL CONOCIMIENTO  LA SABIDURÍA Y LA PALABRA DE DIOS SON LOCURA PARA EL MUNDO.
PARA NOSOTROS LOS CREYENTES ES SALVACIÓN.
“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21).
La Palabra de Dios es, en primer lugar, indispensable para la salvación. Somos concebidos por ella. Primera Pedro 1:23 dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. ”En segundo lugar, la Palabra de Dios es indispensable para la santificación. Somos limpiados por ella. Primera Pedro 1:22 dice: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido…” En tercer lugar, la Palabra de Dios es indispensable para el sustento. Somos nutridos por ella. “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35). ¿Quiere usted crecer? Entonces es mejor que estudie, que se alimente de la Palabra de Dios.
¿Cuánto tiempo gastó mirando televisión, enviando correos electrónicos o navegando en Internet la semana pasada? ¿Cuánto tiempo invirtió cuidando su apariencia, o arreglando algo en casa o trabajando en el jardín? ¿Cuánto tiempo pasó leyendo la Palabra de Dios? ¿Hay algo que está fuera de balance que necesita ser corregido?.
“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28).
Si Dios el Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito, entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo, trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24 horas entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a usar una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a aquellos familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de estudio o trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y los capacite para discipular a quienes Él salva.
SEA SOBRIO Y SABIO EN TODO TODOS LOS DÍAS.
“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” (1 Tesalonicenses 5:8).
Un predicador se alejaba despidiéndose de un amigo, cuando su amigo le dijo: “¡Nos vemos! Ama a Dios. Odia el pecado. ¡Y ten cuidado con los camiones!”¿Dijo él: “¡Ten cuidado con los camiones!”? ¡Sí! ¿Y sabe qué? Es un buen consejo. Usted puede ser lastimado si un camión choca contra usted, sin importar si es salvo o no. Ahora, ¿por qué es eso importante? Porque como el hombre dijo, todos necesitamos amar a Dios y todos necesitamos odiar el pecado, pero todos somos humanos y necesitamos estar alerta de aquellas cosas en la vida que nos pueden hacer daño. Dios nos ha dado la mente de Cristo y necesitamos usar esa mente.
Primero Corintios 2:16 revela: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

¿Anda distraído hoy? ¿Está atento a las cosas de este mundo que pueden hacerle daño? Sea sobrio, esté alerta, y tenga cuidado de los camiones.
UTILICE LA SABIDURÍA PARA SABER DÓNDE ESTÁN SUS TESOROS.
Mateo 6:21: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Existen muchos que piensan que son afluentes cuando no lo son. Vemos la serie de televisión “Los estilos de vida de los ricos y famosos” y en muchas ocasiones debería llamarse: “Los estilos de vida de los ricos y fatuos.”

¿Cuándo es un hombre rico, pobre? Cuando él intenta encontrar la satisfacción en su dinero. Salomón, el hombre más sabio que jamás haya vivido, declaró: “El que ama el dinero, no se saciará de dinero” (Eclesiastés 5:10).

Un hombre de ingresos modestos le dijo a un hombre sumamente rico: “Yo tengo más que usted.” El hombre rico le preguntó: “¿Y cómo es eso?” Él le explicó: “Porque yo tengo todo lo que quiero, y usted no.”
Cuando usted se fija la meta de ser adinerado, el dinero se hace su amo en lugar de su sirviente. ¿Cuál es su meta con sus finanzas?
DIOS NOS HA DADO ESPÍRITU DE PODER, DE AMOR Y DE DOMINIO PROPIO.
Segunda Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Cuando nosotros deberíamos estar disfrutando vidas victoriosas y abundantes... ¿qué pasa? El miedo se escurre y nos toma por sorpresa. Muchos de nosotros perdemos oportunidades invaluables debido a esta anaconda apretadora que es el miedo. Cuando el temor domina, no existe ningún espacio para Cristo quien puede consolarnos (Juan 16:33). La preocupación es la prima desagradable del temor. Estos dos le harán a usted lo que la arena le ocasiona a la maquinaria. Lo pondrán fuera de servicio. Mas Dios nos da la victoria con su poder, su amor, y el regalo del domino propio. El Espíritu Santo es su guardaespaldas personal. Él camina con usted. La persona que puede arrodillarse ante Dios puede estar de pie ante cualquier ser humano.

Jesús lo tiene en su mirada. Usted está en la diestra de Dios. Anótelo y colóquelo un lugar dónde usted pueda meditar al respecto a lo largo del día. Ahora pregúntese: “Teniendo esto en cuenta... ¿existe algo que pueda cambiar estas verdades?”

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