LA
OBECIENCIA ES UN PRINCIPIO QUE DETERMINA NUESTRO ÉXITO EN LA VIDA CRISTIANA.
“Por lo
cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor
número” (1 Corintios 9:19).
Existen tres
razones para la obediencia: un esclavo obedece
porque tiene que hacerlo. Un empleado obedece porque necesita hacerlo.
Pero un hijo amoroso obedece porque quiere hacerlo. Muchos de nosotros vivimos
como esclavos, a pesar de que Jesús dijo: “Ya no os llamaré siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15).
El pastor
Rogers testificó: “Yo no trabajo para alcanzar mi salvación. Ese trabajo ya fue
hecho por mi Señor. Pero trabajaré como un esclavo por el amor a Dios.”
¿Y qué de
usted?.
¿Qué es lo
que usted está tratando de hacer hoy para “ganar” la salvación de Dios para su
alma? El sacrificio expiatorio de Jesús, por su pecado, fue completado en la
cruz hace más de 2.000 años. Pase este día alabando a Dios por haber enviado a
su Hijo para que muera en lugar suyo.
EN OTRAS
PALABRAS A JEHOVÁ SIEMPRE OBEDECERÉIS.
¿Qué es lo
que usted está tratando de hacer hoy para “ganar” la salvación de Dios para su
alma? El sacrificio expiatorio de Jesús, por su pecado, fue completado en la
cruz hace más de 2.000 años. Pase este día alabando a Dios por haber enviado a
su Hijo para que muera en lugar suyo.
Cuando
leemos un mandamiento en la Biblia, sea que lo entendamos o no, debemos
obedecerlo. La Biblia no es principalmente un libro que debe ser explicado; más
bien es un libro que debe ser creído y obedecido. Cuántas veces nosotros
queremos decirle a Dios cómo Él debe hacer las cosas. Puedo imaginarme a esos
primeros apóstoles cuando por primera vez conocieron a Pablo, perseguidor de
los creyentes. Esos bien intencionados creyentes podían haber estado orando a
Dios para que elimine a Pablo. Pero, ¿qué es lo que Dios hizo? ¡Le dio a Pablo
una nueva vida! ¿No se alegra usted de que así lo haya hecho? Amigo, no substituya
razonamiento humano por obediencia.
Lea
Isaías55:8-9 y Proverbios3:5-6. Busque el perdón de Dios si es que usted está
confiando en su propia manera de hacer las cosas, en lugar de hacerlas a Su
manera. Pídale fortaleza para confiar por completo en Él.
Isaías55:8-9.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis
caminos, dijo Jehová.
55:9 Como
son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Proverbios3:5-6.
Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te
apoyes en tu propia prudencia.
3:6
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él
enderezará tus veredas.
LA
OBEDIENCIA SE CONVIERTE EN UNA NORMA ESTANDAR MUY ALTA DELANTE DE DIOS.
La norma de
Dios.
Seréis,
pues, santos, porque yo soy santo.
Levítico
11:45
La vida
cristiana pudiera resumirse en esta declaración: Ser imitadores de Dios. Jesús
dijo "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los
cielos es perfecto" (Mt. 5:48). El apóstol Pedro reiteró esa norma elevada
cuando dijo "Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos
en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy
santo".
Cuanto más
se conoce a Dios, tanto más se entiende quién Él quiere que seamos, de modo que
lo primero que el creyente debe procurar es conocer a Dios (Fil. 3:10). Eso
puede lograrse solo cuando estudiamos el carácter de Dios como se revela en las
Escrituras.
La norma de Dios
Seréis,
pues, santos, porque yo soy santo.
Levítico
11:45
La vida
cristiana pudiera resumirse en esta declaración: Ser imitadores de Dios. Jesús
dijo "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los
cielos es perfecto" (Mt. 5:48). El apóstol Pedro reiteró esa norma elevada
cuando dijo "Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos
en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy
santo".
Cuanto más
se conoce a Dios, tanto más se entiende quién Él quiere que seamos, de modo que
lo primero que el creyente debe procurar es conocer a Dios (Fil. 3:10). Eso
puede lograrse solo cuando estudiamos el carácter de Dios como se revela en las
Escrituras.
3:10 a fin
de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
IMITAR A
DIOS ES OBEDECERLO EN TODO.
Sea imitador
de Dios.
Sed, pues,
imitadores de Dios como hijos amados.
Efesios 5:1
El imitar a
Dios pudiera ser fácil de analizar, pero es difícil de hacer. No puede hacerlo
con su propia fuerza. Pero Jesús nos dio en el Sermón del Monte el punto de
partida para imitar a Dios. Tenemos que llorar por nuestro pecado con un
espíritu quebrantado y contrito. Cuando estemos abrumados por nuestro carácter
pecaminoso, tendremos hambre y sed de justicia. Así que hay una paradoja:
"Debemos ser como Dios, pero tenemos que reconocer que no podemos ser como
Él por nuestro propio esfuerzo".
Una vez que
estemos conscientes de la paradoja, entonces sabemos que debe de haber algún
otro poder para hacer posible el imitar a Dios. El apóstol Pablo pedía a Dios
que nos fortaleciera "con poder en el hombre interior por su
Espíritu" (Ef. 3:16). El Espíritu Santo da la fortaleza para que seamos
"llenos de toda la plenitud de Dios" (v. 19). Podemos ser como Dios
(desde el punto de vista de su carácter), pero no podemos lograrlo por nuestra
cuenta. Esa es la obra del Espíritu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario