LAS
CONSECUENCIAS DEL ENOJO EN LA VIDA DE UN CRISTIANO.
Job 5:2
Porque el
enojo mata al insensato, y la ira da muerte al necio.
Proverbios
12:16
El enojo del
necio se conoce al instante, más el prudente oculta la deshonra.
Efesios 4:31
Sea quitada
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda
malicia.
Colosenses
3:8
Pero ahora
desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia,
lenguaje soez de vuestra boca.
EL JUSTO
ENOJO.
Airaos, pero
no pequéis.
Efesios 4:26
Pudiera
sorprenderse de que hay tal cosa como el justo enojo, es decir, enojarse por lo
que aflige a Dios y estorba sus principios. Pero no debemos enojarnos tanto que
cometamos pecado.
No se enoje
por sus propios principios. No se enoje cuando alguien lo ofenda. Y no permita
que su enojo degenere en resentimiento, amargura o malhumor. Eso está
prohibido. El único enojo justificable defiende el grande, glorioso y santo
carácter de nuestro Dios.
El enojo
egoísta, apasionado, indisciplinado y sin dominio es pecaminoso, inútil y
dañino. Debe desterrarse de la vida cristiana. Pero el enojo disciplinado que
busca la justicia de Dios es puro, desinteresado y dinámico. Debemos enojarnos
por el pecado en el mundo y en la iglesia. Pero no podemos dejar que el enojo
se convierta en pecado.
EL SEÑOR
JESUCRISTO NOS INVITA A DESARROLLAR EL DOMINIO PROPIO Y OTRAS VIRUDES MÁS
PROVECHOSAS.
Gálatas 5:23
Mansedumbre,
dominio propio; contra tales cosas no hay ley.
2 Timoteo
1:7
Porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.
2 Pedro 1:6
Al
conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la
perseverancia, piedad,
DESARROLLANDO
EL DOMINIO PROPIO.
Tres áreas
básicas:
La
disciplina es el fuego purificador por el cual el talento se convierte en
capacidad. (R. Smith)
1. Aprenda a Disciplinar su Mente: Mantenga
la mente activa, pensando lo bueno y correcto. Como alguien ha dicho, no se
puede tener una mente cristiana, sin leer la Biblia con regularidad (Fil. 4:8 -
Ro. 12:1-2 - Pr. 14:22 - ).
2. Aprenda a Disciplinar su Corazón: Pida
ayuda a Dios para poder controlar sus emociones o ellas le controlaran a usted.
Cultive el dominio propio (2 Ti. 1:7).
3. Aprenda a Disciplinar su Voluntad: Sus
acciones son importantes, las mismas perjudican o benefician a aquellos que le
rodean. No actúe por impulsos o solo por aquello que desea (Pr. 15:19 - 16:9 -
20:25 - 23:4 - 24:10).
¡Mantenga un
equilibrio entre ser y hacer. Procure ser mejor cada día!
Examínese
para ser más disciplinado:
- Revise y analice sus prioridades
personales, familiares y laborales. Vea si están en conformidad con la Palabra
de Dios.
- Revise sus hábitos de pensamiento. Qué
ocupa su mente. Cuánto tiempo invierte en la meditación de la Biblia. Cuántos
libros cristianos ha leído.
- Revise sus hábitos de trabajo: Alguien
dijo que disciplina es hacer las cosas correctas en el momento correcto y por
la razón correcta. Por ejemplo: Analice, Cómo invierte su tiempo. Es diligente
en su trabajo. Se coloca metas y las logra.
- Revise sus relaciones. Invierta el tiempo.
Desarrollando
Dominio Propio
Siempre me
han impresionado las artes marciales. Esos expertos, cinturones negros, saben
cómo usar aquello que han aprendido para defenderse, sin embargo se contienen
de no hacerlo.
Nosotros
como cristianos, debemos también disciplinarnos y tener dominio propio para
vivir una vida bajo la autoridad de Dios y no nuestros propios instintos,
deseos o emociones. Debemos depender de Dios para aprender a refrenar nuestra
lengua, nuestro temperamento, nuestros pensamientos y nuestras acciones.
Debemos aprender a vivir bajo el control del Espíritu Santo y permitámosle que
Él nos dirija. Esa es la forma más segura de no hacernos daño, ni dañar a otros.
Esa es la forma en que Dios puede transformarnos y hacernos cada vez más, a su
imagen.
El apóstol
nos da su consejo para aplicar esto, sería muy bueno memorizar y aplicar
diariamente esta verdad: Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el
deseo de la carne (Gá. 5:16). Todo creyente tiene la presencia y morada del
Espíritu Santo en su interior, es decir poseemos la persona y el poder del
Espíritu Santo para vivir una vida agradable a Dios. La palabra “andad” indica
una acción que debe ser continua, un andar o un estilo de vida habitual.
Otro consejo
del apóstol es el siguiente: porque si vivís conforme a la carne, habréis de
morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis
(Ro. 8:13). El Espíritu Santo nos da la energía y el poder para considerarnos
muertos al pecado de forma continua y gradual, y este es un proceso que nunca
termina en la vida. El medio por el cual opera el Espíritu Santo es, nuestra
obediencia a los mandatos sencillos de la Escritura.
Debemos
recordar que la guía, dependencia, control y ayuda del Espíritu Santo son
vitales para que desarrollemos el dominio propio.
Autor: C.
Swindoll
Dominio
Propio: Ayudas
Versículo
clave para memorizar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Fil 4:13)
Pasaje clave
para leer y meditar: (1 Cor. 6:9–20)
Pasos para
conseguir dominio propio:
- Empiece
haciendo un compromiso con Dios. (Dt. 32:4)
- Sepárese
del pecado. (Ro. 6:1–2)
- Ponga
nuevas metas. (2 Co. 5:9–10)
- Recuerde
quien es usted en Cristo, apóyese y viva en esa verdad. (Ro. 6:6)
- Sustituya
sus pensamientos por los de Dios. (Ro. 12:1–2)
- Someta su
voluntad a Dios. (Ro. 6:19)
- Procure
vivir en el poder de Cristo. (Ro. 5:1–2)
Enfóquese en
solucionar y mejorar su relación con Dios:
- Un nuevo
Propósito -“Deseo reflejar el carácter de Cristo en lo que veo y hago”. (Ro.
8:29)
- Una nueva
Prioridad -“Haré lo que sea para tener una vida y corazón puros”. (Ro. 12:2)
- Un nuevo
Plan -“Dependeré del poder de Jesucristo y no de mis fuerzas”. (Fil. 4:13)
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