viernes, 15 de agosto de 2014

EL ÚNICO EVANGELIO Y EL ÚNICO MENSAJE ES JESUCRISTO COMO SEÑOR.

EL ÚNICO EVANGELIO Y EL ÚNICO MENSAJE ES JESUCRISTO COMO SEÑOR.
EL ÚNICO EVANGELIO.

Y en ningún otro hay salvación.

Hechos 4:12

Si usted da testimonio a otros de que el evangelio de Jesucristo es el único evangelio, el único camino a Dios, no está proclamando su propio punto de vista de la religión correcta, sino la revelación de la verdad de Dios. Usted no predica el evangelio de Cristo sencillamente porque lo conoce, porque se ajusta a su personalidad o porque quiere ser intolerante y exclusivo. Usted presenta el evangelio de Cristo porque es el único camino provisto por Dios para que las personas encuentren la salvación del pecado y de la muerte eterna.

Usted predica el evangelio de Cristo como el único evangelio porque Él dijo "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo" (Jn. 10:9). Usted da testimonio de ese evangelio porque está de acuerdo con el apóstol Pablo en que "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Ti. 2:5).

De modo que está en buena compañía y tiene un fundamento sólido cuando da testimonio a quienes no conocen a Jesucristo del único camino de salvación dado por Dios.
LA DOBLE DECLARACIÓN DEL APÓSTOL PEDRO:
Yen ningún otro hay Salvación. Jesús es el Único salvador, el único camino.
El que sigue cualquier otro camino, está equivocado y está perdido.
Jesucristo es la Única Verdad, seguir otra Verdad, es vivir en el engaño.
Si no hay otro Nombre dado a los hombres en que podamos ser Salvos, para que buscar otras religiones, filosofías y creencias.
EXISTEN MUCHOS CONCEPTOS EQUIVOCADOS EN ESA BÚSQUEDA.
Muchas personas dicen: amo a Cristo tanto como tú, pero creo que no es la única verdad religiosa y agregan la religión es una cuestión personal, déjame creer en lo que yo quiero.
Otros dicen: la verdad religiosa es cuestión de interpretación personal.
Unos creen que una religión es superior a otra y que es cuestión de categorías y afirman: yo estoy en la mejor.
Jesucristo es admirado, consultado y respetado por muchos líderes; pero no Adorado como Señor y Dios.
Los más osados en cuestiones de Doctrina y religiones dicen: las doctrinas de las distintas clases de fe, no deberían tener una sola verdad, sino varias verdades.
Hoy vemos con preocupación el Sincretismo religioso: escoger de la Nueva Era, un poco del Catolicismo, un poco del Budismo y mezclarlo todo; pues al fin y al cabo lo importante es tener un dios. Esta posición finalmente nos está diciendo que lo importante es creer en cualesquier doctrina, con la que tengamos una identificación.
Dios no nos limita en una sola religión; existen muchas cosas que me gustan del Cristianismo, pero me parecen muy Dogmáticos.
Y están los que finalmente dicen: cualquier religión nos salva, lo importante es creer y punto. Por esto existe la libertad de religión.
LA VERDAD ES ESTA: JESUCRISTO ES EL ÚNICO DIOS VERDADERO PARA LLEGAR AL PADRE CELESTIAL.
Jesucristo no es un dios más entre muchos, El Es El Único Dios Salvador.
Jesucristo nos es una fuente divina entre otras fuentes, El Es la Única Fuente DE Vida.
Jesucristo no es una verdad más, El Es la única Verdad para el hombre.
En Mateo 1: 21- 23 encontramos esta Verdad: 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,[a] porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:

23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
¿ ESTÁ USTED PREDICANDO Y ESPERANDO A JESÚS?.
“Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas” (Proverbios 8:34).
Tick-tack; tick-tack; tick-tack. Miramos constantemente el reloj y nos frotamos nerviosamente las manos. ¿Es esto lo que Dios tiene en mente cuando dice que “debemos esperar en Él”? Bueno, sí, algunas veces, pero no siempre.

Cuando usted llega a un restaurante y se sienta, y el mesero se acerca para tomar su orden, ¿piensa que esa persona estaba sin hacer absolutamente nada, tan sólo esperando a que usted llegara?

¡De ninguna manera, si es que quiere conserva su trabajo! Debe estar ocupado u ocupada sirviendo a la clientela. De la misma manera, debemos estar ocupados mientras esperamos en el Señor. Esperar en Dios significa anhelar a Jesús, escuchar a Jesús, mirar a Jesús y vivir por Jesús. Si usted practica esta clase de espera, recibirá su poder, provisión y paz.
Tal vez usted le ha pedido a Dios que le conceda un cónyuge o un hijo, y han pasado años sin recibir una respuesta. Tal vez usted está en el aeropuerto, esperando la hora de su vuelo. ¿Cómo redime el tiempo? Pídale a Dios que le revele qué es lo que Él quiere que usted haga, en este momento, para Su gloria, mientras Jesucristo hace su regreso.
LA IMPORTANCIA DE LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO.
JESÚS INICIA SU MINISTERIO. Mateo 4: 12- 17.
(Mr. 1.14-20; Lc. 4.14-15; 5.1-11; 6.17-19)
12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;

13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,

14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:

15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
Camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció.
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
DESPUÉS DE LA GRAN COMISIÓN SE INICIA LA PREDICACIÓN.
A CUMPLIR LA ORDEN Y A OBEDECER AL SEÑOR. Mateo 28: 16- 20.
LA GRAN COMISIÓN.
(Mr. 16.14-18; Lc. 24.36-49; Jn. 20.19-23).
16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.

17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.

18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;


20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

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