NUESTRA ARMA CONTRA LAS ACECHANZAS DEL DIABLO ES LA PALABRA DE DIOS.

NUESTRA ARMA CONTRA LAS ACECHANZAS DEL DIABLO ES LA PALABRA DE DIOS.

Como soldados de Cristo...estamos en plena campaña.

Proverbios 4: 20, 23. Beneficios de la sabiduría.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras;

Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos;

Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan,

Y medicina a todo su cuerpo.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;

Porque de él mana la vida.

"Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús." 2 Timoteo 2:3, 4. (NVI). Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.

4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.

Vi hace algunos años la película "Rescatando al soldado Ryan". En el grupo de soldados escogidos para encontrar a Ryan, uno era un francotirador. Un soldado que tenía un rifle de alta precisión. Todos los soldados se ocupaban cada día de limpiar su arma para tenerla lista en todo tiempo; pero este soldado lo hacía con especial cuidado. Todos ellos vivían con su arma cerca; pero este nunca se separaba de ella. Ellos vivían en guerra permanente. Y sabían que descuidarse o quedar desarmado era firmar su sentencia de muerte. El enemigo los acechaba siempre.

Hoy no vivimos con este grado de estrés ni violencia. En los países occidentales y  de Sur América a pesar de la inseguridad que vivimos, no tenemos idea lo que significa vivir en medio de una guerra. Seguramente si hubiéramos nacido en medio oriente, nuestra realidad sería distinta. Nos acostumbramos a vivir más relajados, sin tantas preocupaciones. Pero para el cristiano, la realidad es igual que para aquel escuadrón que quería rescatar al soldado Ryan.

Solo aquel cristiano que entiende esta lucha y aflicción, no deja que las circunstancias le separen de la Palabra de Dios.

Nosotros, como soldados de Cristo, estamos para "rescatar a las almas que están en camino al infierno” y lo hacemos compartiéndoles el mensaje de Jesucristo, ésa es nuestra principal responsabilidad en esta tierra. Para poder llevarla a cabo, debemos refugiarnos en Dios y Su Palabra, conocerla y obedecerla. Estamos en plena campaña, en terreno enemigo, en permanente estado de guerra. Lo único que puede garantizar tu efectividad, es cuidar bien tu arma y tenerla siempre a mano.

Reflexión: ¿Cómo está tu relación con tu Biblia?.

Hebreos 4:12

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.