¿QUIÉN ES
REALMENTE JESÚS?
¿Quién es
Jesús? Se ha detenido para conocerle?
Sea cual sea
tu trasfondo, Jesús es difícil de ignorar. Casi dos mil millones de cristianos
aseguran ser sus seguidores; más de mil millones de musulmanes lo honran como
profeta.
Importantes
teólogos judíos lo consideran un gran rabino. Su imagen se puede encontrar en
los templos hindúes.
Muchos líderes espirituales de culto proclaman
ser la reencarnación del espíritu de Jesús.
Jaroslav
Pelikan, catedrático emérito de historia de Yale University, escribe:
Independientemente
de lo que cualquiera, en lo personal, piense o crea acerca de él, Jesús de
Nazaret ha sido la personalidad dominante en la historia de la cultura
occidental durante casi dos mil años. […] La mayor parte de la humanidad pone
fecha a los calendarios a partir de su nacimiento; millones usan su nombre para
jurar y millones para orar1.
¿SABE USTED
QUIÉN ES JESÚS?
Pese a toda
la atención que capta Jesús, la mayoría casi no tiene idea de quién es él como
persona, incluso muchos de los que lo veneran.
Con frecuencia he preguntado a cristianos:
EL AMOR
CAMINÓ ENTRE NOSOTROS
«Cuando
vayas al cielo, ¿a qué persona de la Biblia te gustaría conocer?».
Solamente
uno entre cientos ha mencionado a Jesús.
Creo que la
palabra «persona» los desconcierta porque no están acostumbrados a pensar en
Jesús como en una persona.
Cuando vemos
personificado a Jesús, suele causarnos una impresión extraña.
Hollywood
suele representarlo en cámara lenta. En la mayoría de las películas, Jesús habla
despacio, camina despacio y se mueve despacio.
También mira fijamente. Emily, mi hija de diez
años, y yo estábamos mirando una de las mejores películas de Jesús y nos dimos
cuenta de que ¡él nunca pestañeaba! Los otros actores sí lo hacían, pero Jesús
no.
Cada vez que
la cámara se enfocaba en el rostro de Jesús, nos empezaban a doler los ojos.
Decidí
estudiar a Jesús desde un punto de vista nuevo, olvidándome de lo que ya sabía
(o creía saber) sobre él. Quería sentir lo que experimentó Alberto Einstein cuando
leyó los Evangelios.
Su reflexión
fue:
Yo soy
judío, pero estoy fascinado por la figura brillante del Nazareno. […] Jesús es
demasiado formidable para los escritores, sin importar cuán ingeniosos puedan
ser. […] Nadie puede leer los Evangelios sin sentir la verdadera presencia de
Jesús.
Su
personalidad palpita en cada palabra2.
¿ ES USTED
UN ADMIRADOR O UN SEGUIDOR DE JESÚS?
Einstein no
era un seguidor de Cristo, pero se sintió asombrado por el hombre real de una
manera que muchos no entienden.
Mientras yo
leía y estudiaba los Evangelios, empecé a experimentar la sensación de asombro
de Einstein. Espero que a ti te pase lo mismo.
¿QUÉ SON LOS
EVANGELIOS?
Mateo,
Marcos, Lucas y Juan, los cuatro relatos bíblicos sobre la vida de Jesús, se llaman
Evangelios, una palabra
que significa buena
noticia.
Cada uno
lleva el nombre del autor y fueron escritos hace unos 1900 años en griego, el idioma del Imperio romano.
Hace unos
1900 años en griego, el idioma del Imperio romano.
Como los
biógrafos modernos, cada autor aporta su propio
punto de
vista único e incluye escenas o detalles que los otros
autores no
mencionan. Cuando juntamos sus relatos, obtenemos
una imagen
magnífica y tridimensional de Jesús. Como en los
videos
documentales, las escenas muchas veces están descritas
con detalles
tan gráficos que podemos ver exactamente qué está
pasando: el
entorno, las circunstancias, las personas y cómo las
trataba
Jesús.
Un estudio
sobre el amor
Este libro
investiga cómo trataba Jesús a las personas con las que
se
encontraba, porque es en los «pequeños momentos» con los
amigos y con
la familia que más revelamos nuestra verdadera
naturaleza.
Jesús no es la excepción.
A Gandhi, el
líder nacional de la India, le gustaba reprender
a los
cristianos porque no se tomaban en serio el llamamiento al
amor que
hizo Jesús. Sin embargo, ¿qué es más difícil de aprender
que el amor?
¿Cómo amas a alguien cuando no te responde
con amor,
sino con abandono o con ingratitud? ¿Cómo amas sin
ser atrapado
o usado por la otra persona? ¿Cómo amas cuando
tienes tus
propios problemas? ¿Cuándo te ocupas de ti mismo?
¿Cómo puedes
amar siendo compasivo y sincero? Cuando eres
compasivo,
las personas te usan; pero cuando eres sincero, se
enojan. ¿Qué
es el amor?
EL AMOR
CAMINÓ ENTRE NOSOTROS.
Muchos de
nosotros no hemos tenido buenos modelos de
amor. Ya ni
siquiera sabemos qué es lo normal. Permíteme sugerir
lo
siguiente: la persona de Jesús es la plomada con la que
podemos
nivelar nuestra vida. Él satisface nuestro anhelo por
tener un
héroe (alguien bueno y fuerte) que cambie este mundo.
Jesús llegó
a la casa de sus buenas amigas, María y Marta,
varios días
después de que murió su hermano Lázaro. María,
con el
estilo apasionado del antiguo Cercano Oriente, se arrojó
llorando a
los pies de Jesús. Abrumado por la pena, Jesús llora
con ella.
Varios espectadores comentan: «¡Miren cuánto lo amaba!»
(Juan
11:36). En este libro, nos uniremos a los espectadores de
Jesús,
observaremos a Jesús y veremos cómo amaba él.
JESUCRISTO
ES SEÑOR, DIOS, QUE SABIO ES.
QUE SABIO ES
JESUCRISTO EL SEÑOR Y DIOS.
Colosenses
2:3: “[Cristo] en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y
del conocimiento.”
Hace muchos
años, la Armada española estaba navegando a lo largo de la costa de Florida. Se
vino un huracán, y las naves, cargadas con oro y lingotes de plata, se fueron
al fondo. La gente sabía que el tesoro se había perdido y pensaban que una de
las naves se había hundido cerca de Vero Beach en Fort Pierce, Florida. Los
pescadores pescaron en esa ubicación, en ocasiones indudablemente lanzando su anzuelo
sobre una pila de oro. Un día unos exploradores estaban buceando y allí estaba:
en el agua poco profunda. De hecho, el agua era tan poco profunda que
cualquiera de nosotros pudo haber nadado hasta el fondo y sacar millones de
dólares. De la misma forma, creo que existen muchos creyentes que aún no han
descubierto la totalidad del tesoro que tenemos en el Señor Jesucristo.
¿Ha
sumergido su corazón en lo profundo del tesoro del Señor? ¿O está viviendo en
las aguas poco profundas preguntándose si el tesoro alguna vez vendrá a usted?
JESUCRISTO
ES DIOS. EL ES EL HIJO.
EL JESÚS
HISTÓRICO.
Dios envió a
su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 1 Juan 4:9.
Muchos dudan
si existió en realidad Jesús, pero muchos historiadores han escrito acerca del
Señor Jesucristo.
Alrededor de
114 d.C., el historiador romano Tácito escribió que al fundador de la religión
cristiana, Jesucristo, le dio muerte Poncio Pilato en el reinado del emperador
romano Tiberio (Annals [Crónicas] 15.44).
Plinio el
menor escribió una carta al emperador Trajano sobre el tema de Cristo y los
cristianos (Cartas 10.96-97).
En 90 d.C.,
el historiador judío Josefo escribió una breve nota biográfica acerca de Jesús:
"Fue alrededor de ese tiempo que Jesús, un hombre sabio, si es lícito llamarlo
hombre, ya que era un hacedor de obras maravillosas, maestro de tales hombres
cuando recibían la verdad con agrado. Atrajo hacia Él a muchos de los judíos y
a muchos de los gentiles. Él era Cristo" (Antigüedades 18.63).
El Talmud se
refiere a Jesús de Nazaret (Sanhedrin [Sanedrín] 43a, Abodah Zera 16b-17a).
Jesús fue un
hombre en la historia. Y sus afirmaciones fueron ciertas. ¿Duda de Su poder
para salvarlo a usted?
10. LA
CONFIRMACIÓN DEL HIJO DE DIOS.EL ES DIOS CON PODER.
Declarado
Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos. Romanos 1:4.
Jesucristo
tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera
solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los
creyentes de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de
David, pero no Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la
cruz y haber resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al
mundo, sino que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres.
Si hubo
alguna duda de que Jesucristo era el Hijo de Dios, su resurrección de los
muertos debiera eliminarla. Tenía que ser hombre para llegar a nosotros, pero
tenía que ser Dios para resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los
muertos, confirmó que era verdad lo que Él dijo.
Tan claro
como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a
Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es Dios encarnado.
.JESUCRISTO
ES DIOS.JESUCRISTO ES EL MESÍAS EL DIOS ENCARNADO.
NUESTRO
EVANGELIO CONSECUENTE. LAS ESCRITURAS ANUNCIABAN A CRISTO COMO EL MESÍAS
PROMETIDO.EL DIOS ENCARNADO
Él había
prometido [el evangelio] antes por sus profetas en las santas Escrituras. Romanos
1:2.
¿Sabía usted
que el Antiguo Testamento es absolutamente consecuente con el Nuevo? Es porque
las buenas nuevas son algo antiguo, no algo nuevo. El Antiguo Testamento, desde
Génesis hasta Malaquías, o cualquier libro entre ellos, es todo acerca de la
revelación de Jesucristo.
Jesús dijo
que las Escrituras dan testimonio de Él (Jn. 6:39). Al hablarles a los hombres
que iban por el camino a Emaús, Jesús dijo "¡Oh insensatos, y tardos de
corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el
Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde
Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las
Escrituras lo que de él decían" (Lc. 24:25-27).
¿Por qué hoy
es eso tan importante para usted? Para que pueda estar confiado de que las
Escrituras presentan la promesa de Dios de buenas nuevas en Cristo.
JESRISTO ES
DIOS.¿ TIENE USTED ALGUNA DUDA?
CRISTO
INCOMPARABLE. ÉL ES DIOS.
Él es antes
de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:17.
Jesucristo
es la personalidad incomparable de toda la historia humana.
Sócrates
enseñó cuarenta años, Platón cincuenta y Aristóteles cuarenta. El ministerio
público de Jesús duró menos de tres años, pero la influencia de su vida es
mucho más importante que los ciento treinta años combinados de los tres
filósofos más grandes de toda la antigüedad.
Jesús nunca
pintó un cuadro, pero algunas de las mejores pinturas de Rafael, Miguel Ángel,
Da Vinci y de muchos otros artistas encontraron en Él su inspiración.
Jesús no
escribió poesía, pero Dante, Milton y muchos de los más grandes poetas del
mundo han sido inspirados por Él como ningún otro. Ralph Waldo Emerson dijo que
el nombre de Cristo "más que escribirse se ha grabado en la historia de
este mundo".
Jesús no compuso
música, pero Haydn, Händel, Beethoven, Bach, Mendelssohn y muchos otros
alcanzaron la más elevada perfección de melodía en composiciones acerca de Él.
Jesucristo
ha influido en la sociedad humana como ningún otro. El Cristo incomparable es
las buenas nuevas. Y lo que la hace tan buena noticia es que el hombre no
merece nada y que Dios es muy misericordioso.
JESUCRISTO
ES DIOS. ¿SABE USTED LO QUE SIGNIFICA LA PALBRA DEIDAD?
EN
JESUCRISTO HABITA TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD. ÉL ES DIOS.
La caja de
la humanidad.
Porque en él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Colosenses 2:9.
Si
consideráramos este mundo como una dimensión de tiempo y espacio, entonces una
caja cerrada pudiera representarlo, con Dios fuera de la caja. Es imposible que
la humanidad escape de la caja porque, por definición, lo natural no puede
entrar en lo sobrenatural. Lo que está confinado al tiempo y al espacio no
puede escapar a la eternidad ni a lo infinito.
Como hay
algo dentro del hombre que anhela saber lo que hay fuera de la caja, él inventa
deidades, que es la forma en la que proliferan las religiones. Las distintas religiones
se convierten en una extensión del deseo del hombre de escapar de su caja, pero
el anhelo del hombre de trascender la caja no puede resolverse porque él está
confinado a la caja por su propia naturaleza.
¿Hay una
forma de escapar de esa caja? Sí, las buenas noticias son que hay una manera, y
es por medio de Cristo. El cristianismo reconoce que usted no puede salir de su
caja, pero proclama que Dios ha invadido la caja desde afuera. Jesucristo ha
entrado en su mundo para mostrarle cómo puede morar con Dios para siempre. ¿No
aceptará su invitación?
JESCRISTO ES
DIOS. LA CONFIRMACIÓN COMO HIJO DE DIOS.
Declarado
Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos.
Romanos 1:4
Jesucristo
tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera
solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los
creyentes de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de
David, pero no Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la
cruz y haber resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al
mundo, sino que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres.
Si hubo
alguna duda de que Jesucristo era el Hijo de Dios, su resurrección de los
muertos debiera eliminarla. Tenía que ser hombre para llegar a nosotros, pero
tenía que ser Dios para resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los
muertos, confirmó que era verdad lo que Él dijo.
Tan claro
como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a
Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es
JESUCRISTO
ES DIOS, ES NUESTRO SALVADOR.
UN PRINCIPIO
IMPORTANTE: CREER EN ÉL.
Hechos
16:31: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”
Un creyente
no es una persona que sencillamente cree que Cristo murió por sus pecados. El
diablo cree eso. Un creyente es una persona que se ha arrepentido de sus
pecados y ha invitado a Cristo a entrar en su corazón como Salvador y Señor.
Usted puede creer intelectualmente que un avión puede volar, pero para poder
volar usted debe probar sus alas. De la misma forma, cuando usted entrega su
corazón al Señor Jesucristo, Él toma el control de su vida y comienza a hacerle
la persona que Él desea que usted sea. Su vida no necesita ser absolutamente
perfecta para que usted pueda ir al cielo. En el momento que recibe a Cristo
como su Salvador personal, usted está eternamente salvo, eternamente seguro y
Dios empieza a trabajar en usted.
¿No es
maravilloso saber que es salvo? Bien, esparza las Buenas Nuevas de esa
seguridad a su vecino hoy.
JESSUCRISTO
ES DIOS. ÉL ES NUESTRO INTRCESOR.
Juan 17:1-26.
1.Estas cosas habló Jesús, y
alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu
Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, 2por cuanto le diste autoridad sobre
todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. 3Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado. 4Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo
terminado la obra que me diste que hiciera. 5Y ahora, glorifícame tú, Padre,
junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. 6He
manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los
diste, y han guardado tu palabra.7Ahora han conocido que todo lo que me has
dado viene de ti; 8porque yo les he dado las palabras que me diste; y las
recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me
enviaste. 9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has
dado; porque son tuyos; 10y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido
glorificado en ellos. 11Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el
mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has
dado, para que sean uno, así como nosotros. 12Cuando estaba con ellos, los
guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se
perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.
13Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo
completo en sí mismos. 14Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado,
porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.15No te ruego que los
saques del mundo, sino que los guardes del maligno. 16Ellos no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo.17Santifícalos en la verdad; tu palabra es
verdad. 18Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo. 19Y
por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la
verdad. 20Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en
mí por la palabra de ellos, 21para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás
en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea
que tú me enviaste. 22La gloria que me diste les he dado, para que sean uno,
así como nosotros somos uno: 23yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los
amaste tal como me has amado a mí. 24Padre, quiero que los que me has dado, estén
también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has
dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25Oh Padre
justo, aunque el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han
conocido que tú me enviaste. 26Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a
conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.
JESUCRISTO
NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE.
El mundo
sabe que hace dos mil años, un hombre llamado Jesús, vino de la aldea de
Nazaret, en lo que actualmente se llama Israel. Él recorrió toda la región y se
ganó un buen séquito. Después de unos años, los líderes religiosos de Jerusalén
lo acusaron falsamente de crímenes y lo entregaron a las autoridades romanas,
quienes lo ejecutaron clavándolo en una cruz. Poco tiempo después, sus
seguidores predicaban en el nombre de Jesucristo, quien ellos decían que había
resucitado. Cada vez más seguidores se agregaron a este movimiento, el cual se
transformó en la iglesia cristiana de la actualidad.
Aun los más
escépticos están de acuerdo en estos hechos. Pero hay mucho más de Jesús que
solo eso. De dónde vino, lo que hizo en la tierra, lo que puede hacer por
nosotros ahora, todo está revelado en la Biblia. Este libro contiene el único
relato de Jesús y lo escribieron las personas que lo escucharon enseñar y
vieron sus obras. Esto es lo que la Biblia nos enseña sobre Jesucristo.
1. JESÚS ES
DIOS
Juan
escribió sobre Él: "En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba
con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Él creó el mundo y todo lo que
en él existe (Juan 1:3). Los líderes religiosos de su época entendieron que
Jesús alegaba ser Dios (Juan 5:17-18). Pablo escribió que cuando Jesús murió,
el Padre le reveló a todo el mundo que Él era Dios (Filipenses 2:5-11).
2. JESÚS ES
EL HIJO DE DIOS
Según la
Biblia, "Hijo de Dios" significa: (1) que Él es plenamente Dios. (2)
que Él es una de las tres personas que componen al Único Dios. Este concepto se
denomina la "Trinidad".
Los líderes
religiosos de la época de Jesús entendían bien este concepto: "Así que los
judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo quebrantaba el
sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se
hacía igual a Dios" (Juan 5:18).
3. JESÚS SE
HIZO HUMANO A TRAVÉS DEL NACIMIENTO VIRGINAL
El eterno
Hijo de Dios ya existía en el cielo (Juan 17:5). Por el poder del Espíritu
Santo (Mateo 1:20), nació como un ser humano, y le pusieron por nombre Jesús
(Mateo 1:25). Para demostrar que Jesús no era un simple hombre más (Colosenses
2:9), Dios eligió a una mujer virgen para que lo diera a luz (Lucas 1:34-35).
4.
JESUCRISTO ES EL SALVADOR DEL MUNDO
Cada vez que
desobedecemos a Dios, eso se llama pecado. La penalidad por el pecado es la
muerte, pero Dios en su amor quiere que todos vivamos. Por eso envió al Mesías
prometido (también llamado el Cristo), para salvar al mundo (Juan 1:41). El
Hijo de Dios, Jesucristo, vino a la tierra a morir en nuestro lugar. Dado que
Él vivió sin pecado, solo Él está calificado para pagar por nuestros pecados
mediante su muerte en una cruz. Allí demostró su poder sobre la muerte, cuando
se levantó de la tumba tres días más tarde. Solamente a través de Jesús
nuestros pecados pueden ser perdonados y podemos venir a Dios (Hechos 4:12).
Jesucristo es el Salvador de cada persona en el mundo (Juan 3:16).
5. JESÚS
HACE MILAGROS
En todo el
tiempo que Jesús estuvo en la tierra, hizo milagros. Sanó a los enfermos (Mateo
8:16, entre otros muchos ejemplos), controló el clima (Marcos 4:39), multiplicó
la comida (Mateo 14:14-21), y proveyó dinero cuando fue necesario (Mateo
17:24-27). Incluso después de dejar la tierra, todavía sigue haciendo milagros
en las vidas de las personas (Hechos 3:12-16).
6. JESÚS
CAMBIA LAS VIDAS
La gente que
seguía a Jesús abandonaba sus pecados. Él echó fuera siete demonios de la vida
de María Magdalena (Lucas 8:2) y ella se convirtió en una seguidora devota que
luego les dijo a los demás que Jesús había resucitado (Juan 20:16). Zaqueo, un
recaudador de impuestos, le devolvió a la gente lo que les había robado cuando
les cobraba los impuestos y dio la mitad de todo lo que tenía a los pobres
(Lucas 19:1-10). Cuando estos seguidores eran llenos del poder del Espíritu
Santo, eran capaces de declarar el mensaje de Jesús, hacer milagros y vivir
libres del pecado (Lucas 10:1-20).
Por casi dos
mil años Jesús ha estado cambiando las vidas de la gente en todo el mundo.
"Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo
ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!" (2 Corintios 5:17). Él puede cambiar
tu vida también. Jesús te liberará de tu adicción al pecado (Romanos 6:22),
renovará tu mente (Romanos 12:2) y sanará tus heridas (2 Tesalonicenses
2:16-17).
7. JESÚS
VIVE A LA DIESTRA DE DIOS EL PADRE
Después que
Jesús se levantó de los muertos, ascendió a los cielos, al lugar donde estaba
antes de hacerse hombre. Desde allí puede escuchar nuestras oraciones (Romanos
8:34).
8. JESÚS
REGRESARÁ PARA JUZGAR A TODA LA HUMANIDAD
Mientras aún
estaba en la tierra, Jesús dijo: "La señal del Hijo del hombre [un título
que Jesús se atribuía a sí mismo] aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas
las razas de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del
cielo con poder y gran gloria" (Mateo 24:30). Cuando el Hijo del hombre
regrese, Él separará a los que vivirán con Él para siempre en el cielo de
aquellos que serán castigados (Mateo 25:31-32).
9.
JESUCRISTO TE RECIBIRÁ SI VIENES A ÉL
Jesús dijo:
"Al que a mí viene, no lo rechazo" (Juan 6:37). Por esta razón Él
vino a la tierra: "a buscar y a salvar lo que se había perdido"
(Lucas 19:10). No importa lo que hayas hecho, Jesús todavía quiere que vengas a
Él. Dijo más: "No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se
arrepientan" (Lucas 5:32).
ORA CONMIGO
AHORA PARA HACER QUE JESUCRISTO SEA TU SALVADOR Y AMIGO PERSONAL.
"Dios,
gracias por amarme y por enviar a tu Hijo a morir en la cruz por mis pecados.
Le doy a Jesús el control de mi vida. Ayúdame a ser la persona que tú quieres
que sea. En el nombre de Jesús. Amén."
Has tomado
la decisión más importante en toda tu vida. Jesús dijo: "El que a mí
viene, no lo echo fuera". Él es la respuesta a tus preguntas de la vida.
¿SABE USTED
LO QUE SIGNIFICA LA RESURRECCIÓN DE CRISTO?
LEA 1
CORINTIOS 15.
1Además os
declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también
recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis
la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
3Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; Is. 53.5-12. 4y que fue sepultado,
y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; Sal. 16.8-10; Os. 6.2.
5y que apareció a Cefas, Lc. 24.34. Y después a los doce. Mt. 28.16-17; Mr.
16.14; Lc. 24.36; Jn. 20.19. 6Después apareció a más de quinientos hermanos a
la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7Después apareció a
Jacobo; después a todos los apóstoles; 8y al último de todos, como a un
abortivo, me apareció a mí. Hch. 9.3-6. 9Porque yo soy el más pequeño de los
apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la
iglesia de Dios. Hch. 8.3. 10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su
gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos;
pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11Porque o sea yo o sean ellos, así
predicamos, y así habéis creído.
12Pero si se
predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
vosotros que no hay resurrección de muertos? 13Porque si no hay resurrección de
muertos, tampoco Cristo resucitó. 14Y si Cristo no resucitó, vana es entonces
nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15Y somos hallados falsos
testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al
cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16Porque si los
muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17y si Cristo no resucitó,
vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que
durmieron en Cristo perecieron. 19Si en esta vida solamente esperamos en
Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
20Mas ahora
Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos. 22Porque así como en Adán todos mueren, también en
Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las
primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24Luego el fin, cuando
entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda
autoridad y potencia. 25Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a
todos sus enemigos debajo de sus pies. Sal. 110.1. 26Y el postrer enemigo que
será destruido es la muerte. 27Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus
pies. Sal. 8.6. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él,
claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28Pero luego que
todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al
que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
29De otro
modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los
muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30¿Y por qué
nosotros peligramos a toda hora? 31Os aseguro, hermanos, por la gloria que de
vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero. 32Si como
hombre batallé en Éfeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no
resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. Is. 22.13. 33No erréis;
las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34Velad debidamente,
y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.
35Pero dirá
alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36Necio, lo que
tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37Y lo que siembras no es el
cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
38pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
39No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres,
otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. 40Y
hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los
celestiales, y otra la de los terrenales. 41Una es la gloria del sol, otra la
gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es
diferente de otra en gloria.
42Así
también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará
en incorrupción. 43Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en
debilidad, resucitará en poder. 44Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo
espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45Así también está
escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; Gn. 2.7. El postrer
Adán, espíritu vivificante. 46Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal;
luego lo espiritual. 47El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo
hombre, que es el Señor, es del cielo. 48Cual el terrenal, tales también los
terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49Y así como
hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
50Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino
de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
51He aquí,
os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará
la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados.1 Ts. 4.15-17. 53Porque es necesario que esto corruptible se
vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54Y cuando esto
corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de
inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte en victoria. Is. 25.8. 55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh
sepulcro, tu victoria?
Os. 13.14. 56ya que el aguijón de la muerte es
el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57Mas gracias sean dadas a Dios, que
nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
58Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
JESUCRISTO
ES DIOS. DIOS HA GLORIFICADO A SU HIJO. ÉL ES EL AUTOR DE LA VIDA.
LEA HECHOS
3: 1-26. 3:1 Pedro y
Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
3:2 Y era
traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del
templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en
el templo.
3:3 Este,
cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le
diesen limosna.
3:4 Pedro,
con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
3:5 Entonces
él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
3:6 Mas
Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
3:7 Y
tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies
y tobillos;
3:8 y
saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y
saltando, y alabando a Dios.
3:9 Y todo
el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
3:10 Y le
reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la
Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
3:11 Y
teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo,
atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.
3:12 Viendo
esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de
esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o
piedad hubiésemos hecho andar a éste?
3:13 El Dios
de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a
su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato,
cuando éste había resuelto ponerle en libertad.
3:14 Más
vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida,
3:15 y
matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo
cual nosotros somos testigos.
3:16 Y por
la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su
nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia
de todos vosotros.
3:17 Mas
ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros
gobernantes.
3:18 Pero
Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus
profetas, que su Cristo había de padecer.
3:19 Así
que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para
que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
3:20 y él
envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
3:21 a quien
de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración
de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han
sido desde tiempo antiguo.
3:22 Porque
Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre
vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable;
3:23 y toda
alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.
3:24 Y todos
los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han
anunciado estos días.
3:25
Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros
padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de
la tierra.
3:26 A
vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os
bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.
JESUCRISTO
ES DIOS. ÉL VINO DEL CIELO.
EL ROL QUE
VINO A DESEMPEÑAR JESUCRISTO HACIENDO LA VOLUNTAD DE SU PADRE.
DICE JESÚS:
VINE A HACER SU VOLUNTAD.
“Porque he
descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió” - Juan 6:38.
Consideramos
extraordinario el que un ser humano rinda plenamente sus planes y su voluntad a
la voluntad de Dios, probablemente porque no es común encontrar ese tipo de
personas.
Pero como
hemos visto, a la luz de quién es Dios y quiénes somos nosotros, dicha
rendición de su voluntad a la del Padre solo se puede explicar en términos de
abnegación, confianza y humildad absolutas así como de una profunda devoción al
Padre.
Durante los
años que pasó aquí en la tierra. Jesús mantuvo su postura de obediencia a Dios.
Aceptó la
voluntad de su Padre, aun siendo dolorosa lo hizo porque su amor hizo que se
sometiera a su voluntad, pues en ningún momento vimos su resistencia o querer
hacer lo contrario.
Así también
nuestro pensar, actuar, nuestra vida entera debe rendirse a la voluntad de
Dios, pues ¿qué otro objetivo existe para que estemos ahora aquí sino es el
propósito para el que nos creó: para hacer su voluntad?
¿Perdiste tu
trabajo, tu familia está destruyéndose, sientes que tu vida no tiene sentido?
Pues, levanta la cabeza para salir adelante.
Si haces su voluntad, también recibirás las instrucciones y las armas
para llevarla a cabo. Preséntate a Él y dile:
“Aquí me
tienes, he venido oh Dios a hacer tu voluntad” - Hebreos 10:7.
Autora.
Telma Céspedes.
EL PODER Y
LA GLORIA SON DE DIOS Y NO DE NOSOTROS.
Segunda
Corintios 4:7: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.”
Si usted es
como la mayoría de las personas, usted no se da cuenta de su dependencia en
Dios hasta que ya está consumido por el estrés causado por usted mismo, o por
circunstancias más allá de su control.
¿Por qué
pasa esto?
Pablo enseña
que es porque somos frágiles, y añade que Dios nos ha hecho de esta manera para
que el poder de Dios sea dado a conocer a través de nosotros. Quizás algunos le
digan: “Haga un nudo en la cuerda de su vida y ¡sosténgase!” En ocasiones Dios
desea que soltemos la cuerda que nos ata a hábitos destructivos. Dependemos
totalmente en Dios para que el amor de su Hijo sea dado a conocer a todo el
mundo.
Consiga una
cuerda y ate un nudo en ella. Manténgala en su escritorio durante esta semana
como un recordatorio que Dios no es solamente el nudo al final de la cuerda,
¡Él es el Salvador del mundo!
"RECONOCE
TU DEPENDENCIA"
UN PEQUEÑO
PASO DE OBEDIENCIA ES UN GIGANTESCO PASO HACIA LA BENDICIÓN.
Cuenta la
historia que Dalila había intentado varias veces pedirle a Sansón que le dijera
qué lo hacía tan fuerte, pero no lo había logrado hasta que un día le dijo:
¿Cómo puedes decirme “te amo” si no me confías tus secretos? ¡Ya te has burlado
de mí tres veces y aún no me has dicho lo que te hace tan fuerte!”. Lo presionó
tanto que finalmente logró que Sansón le revelara su secreto: “Nunca se me ha
cortado el cabello -le confesó-, porque fui consagrado a Dios desde mi
nacimiento. Si me raparan la cabeza, perdería la fuerza, y me volvería tan
débil como cualquier otro hombre”.
Dalila
arrulló a Sansón hasta dormirlo con la cabeza sobre su regazo y luego hizo
entrar a un hombre para que le afeitara las siete trenzas de su cabello. De esa
forma, comenzó a debilitarlo y la fuerza lo abandonó. Entonces ella gritó:
“¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!”. Cuando se despertó, pensó:
“Haré como antes y enseguida me liberaré”, pero no se había dado cuenta que el
Señor lo había abandonado. Así los filisteos lo capturaron y le sacaron los
ojos, se lo llevaron a Gaza, donde lo ataron con cadenas de bronce y lo
obligaron a moler grano en la prisión, pero en poco tiempo, el cabello comenzó
a crecerle otra vez.
Los
gobernantes filisteos se habían juntado para celebrar un gran festival y
exigían que trajeran a Sansón para que los entretuviera, así que lo sacaron de
la prisión. En ese momento Sansón le pidió a un joven sirviente que lo llevara
hasta el lugar donde se encontraban las columnas que sostenían el templo y
pusiera sobre ellas sus manos. Entonces oró: “Soberano Señor, acuérdate de mí
otra vez. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas sólo una vez más. Con un solo
golpe, déjame vengarme de los filisteos por la pérdida de mis dos ojos”.
Entonces Sansón apoyó las manos sobre las dos columnas centrales que sostenían
el templo, las empujó con ambas manos y pidió nuevamente en oración: “Déjame
morir con los filisteos”. Y el templo se derrumbó. De esa manera, Sansón mató
más personas al morir, que las que había matado durante toda su vida.
Cuando
reconocemos que dependemos completamente de Dios, El convierte nuestros
fracasos en victorias, lo hizo con Sansón y hoy también puede hacerlo contigo,
solo acepta que ya no puedes seguir luchando en tus propias fuerzas y necesitas
que Él intervenga a tu favor para darte la victoria que estás esperando.
Dios no
puede evitar las consecuencias de nuestros actos y decisiones pero si puede
hacer que estos sean más beneficiosos para nuestras vidas.
Un pequeño
paso de obediencia es un gigantesco paso hacia la bendición.
Autor(a).
Brisna Bustamante S.
Sub
Coordinadora Call Center.
AHORA QUE
SABE QUE JESUCRISTO ES DIOS: CREA, OBEDEZCA Y SIRVALE AL SEÑOR SIENDO SU
DISCIPULO.
LLEVAR EL
MENSAJE MÁS IMPORTANTE AL MUNDO EL EVANGELIO DE LAS BUENAS NOTICIAS.
EL COMIENZO
DE UNA GRAN MISIÓN.
Marcos
16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.”
El pastor
Rogers en una ocasión afirmó: “Si yo tuviera que identificar la mayor
equivocación acerca de los creyentes de hoy, sería que pasan mucho tiempo
tratando que Dios les saque de sus problemas, en lugar de sumergirse en la
justicia.”
Estamos
viviendo a la defensiva en vez de la ofensiva. Necesitamos ir más allá de la
línea defensiva del cristianismo y ubicarnos a la ofensiva: Proclamando el
Reino de Dios, cumpliendo la Gran Comisión y compartiendo con otros al Señor
Jesucristo. Nuestro Pastor nunca nos llevará a donde su fortaleza no pueda
sostenernos. Nunca nos llevará por un camino que Él mismo no haya recorrido
primero.
¿Está usted
compartiendo el amor de Jesucristo y sus palabras de salvación con alguien que
esté perdido? Si no lo está haciendo, comience hoy a posicionarse a la ofensiva
y verá la mano de Dios moverse.
Romanos
1:17: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
¿Es justo
Dios? Sí. ¿Y cómo se revela la justicia de Dios? De fe en fe. Dios le da una
verdad, usted cree en esa verdad y Dios le da más verdades. Mientras más
obedezca la luz, más luz recibirá. La razón por la cual algunos de nosotros no
entendemos más de la Biblia es porque aún no hemos obedecido a la luz que Dios
ya nos ha dado. Es tiempo que tomemos en serio y obedezcamos la Palabra de
Dios. Si comenzamos a obedecer las cosas pequeñas que entendemos, Dios
iluminará nuestro camino para ayudarnos a comprender lo que aún no entendemos.
Pídale a
Dios que le dé entendimiento acerca de las profundidades de su Palabra a fin de
compartir su verdad, de una mejor manera, con los no creyentes a su alrededor.
“Porque no
me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel
que cree; al judío primeramente, y también al griego” (Romanos 1:16).
¿Está usted
listo para “gastar” y “gastarse” por el Señor hoy, o tiene muchas otras cosas
en su agenda? ¿Está disponible a ser usado por el Señor, aunque esto le cause
“sangre, sudor y lágrimas”, o está más
interesado en planificar dónde pasará sus próximas vacaciones? Muchos de
nosotros somos “gallinas” cuando de testificar del Señor Jesucristo se trata.
Nos esquivamos o nos desentendemos cuando se toca el asunto de religión o Dios.
Esperamos que nadie esté mirando cuando, estando en un lugar público, oramos
para que Dios bendiga nuestros alimentos. Necesitamos más del espíritu de los
santos que sufren tortura y abuso en prisiones, en este mismo momento por causa
del Evangelio, todo porque profesan amor por Jesucristo. Jesús dijo: “Porque el
que se avergonzare de Mí y de mis palabras en esta generación adúltera y
pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la
gloria de su Padre, con los santos ángeles” (Marcos 8:38)
Dios le está
llamando para que deje atrás su “cómodo” cristianismo y que comparta con
alguien que Jesús le ama y quiere salvarle. ¿Lo hará o le dará vergüenza
hacerlo? Que este sea el año en que usted lleve la luz de Cristo a su
universidad, a su vecindario, a su trabajo. ¡Dondequiera que Dios le ponga,
deje que Él le use para su gloria!
“He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).
Acabar la
carrera que Dios ha planeado para nosotros nunca es fácil. Toma disciplina y
arduo trabajo. Requiere que nos levantemos al caer, nos sacudamos el polvo y
volvamos a comenzar. Uno de estos días usted tendrá que mirar hacia atrás y
espero pueda ser capaz de decir que luchó como un guerrero y acabó como un
atleta.
¿Qué carrera
está usted corriendo? ¿La carrera para lograr el éxito mundano cuéstele lo que
le cueste o la carrera real? Tome uno tiempo para escribir algunas metas que le
ayudarán a mantenerse en curso para la gloria de Dios. Use Isaías 61:1-3 como
guía.
61:1 El
Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel;
61:2 a
proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los enlutados;
61:3 a
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo
de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y
serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Salmos
126:6: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a
venir con REGOCIJO, trayendo sus gavillas.”
¿Sabe lo que
hace en la mañana cuando tiene un tiempo a solas con el Señor? Está desyerbando
su jardín. Está limpiando de malezas el jardín de su mente para que la BUENA
SEMILLA de la Palabra de Dios pueda multiplicarse. Ahora, el próximo paso es
plantar la semilla y cultivar la cosecha de Dios. Y cuando vaya a ganar almas,
riegue los cultivos con sus lágrimas. Lea en Juan 17 cómo el corazón del Señor
se quebrantó por las personas que Él anhelaba abrazar y amar. Aprenda este tipo
de compasión en el jardín que Dios le ha dado a cultivar para su Reino.
Pídale a
Dios que le ponga en sus campos de servicio. Ruéguele que le haga firme, pero
compasivo y sabio para compartir sus Buenas Nuevas.
“Porque no
podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:20).
En algún
lugar de California durante la fiebre del oro de 1894, la historia relata que
un día dos mineros encontraron una veta de oro muy rica. Ellos decidieron no
compartir con nadie el descubrimiento para que la veta fuese sólo para ellos.
Entonces fueron al pueblo a comprar mejor equipo para minar el oro, pero cuando
salieron cantidades de personas les seguían. Su júbilo estaba escrito en sus
rostros. ¿Lo que está en su corazón está escrito en su rostro? Oh, cómo oro que
toda persona que lea esto hoy no esconda lo que ha encontrado en Jesucristo.
Deseo que la gente que le vea hoy diga: “No sé qué sucede con esa persona, pero
yo quiero lo que ella posee. Quiero lo que él (o ella) tiene.” El regalo de la salvación es para usted, pero
también es para que otros lo posean y deseen lo que usted tiene.
¿Cómo le va
a compartir de Jesús a alguien hoy? ¿A quién le va a compartir? ¿Qué le va a
compartir? Pídale a Dios que le dé la valentía y la oportunidad de compartir
las mejores buenas nuevas que alguien necesita escuchar.
EL SEÑOR NOS
LLAMA A CONSTRUIR PUENTES.
Cuenta una
historia que dos hermanos vivieron juntos y en armonía por muchos años pero un
día comenzó un pequeño malentendido que fue creciendo. Si bien los hermanos
vivían en granjas separadas, durante cuarenta años habían cultivado juntos,
compartido maquinaria e intercambiado productos, eran un gran equipo juntos.
Lamentablemente, esto se vio afectado cuando un buen día el conflicto terminó en una explosión de palabras seguidas de
semanas de silencio.
Una mañana
alguien llamó a la puerta del hermano mayor. Era un carpintero que estaba
buscando trabajo. - Tengo un trabajo para usted, afirmó el hermano mayor. Al
otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi
hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero
él desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nuestras granjas. Él pudo
haber hecho eso para enfurecerme, pero le voy a hacer algo mejor. ¿Ve aquella
pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de
dos metros de alto, no quiero verlo nunca más. Acto seguido, el hermano mayor
ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y se fue al pueblo a buscar
provisiones.
Al volver el
granjero quedó atónito.
No había
ninguna cerca de dos metros; en su lugar
había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una
fina pieza de arte con todo y pasamanos. En ese momento, el hermano menor vino
desde su granja y abrazando a su hermano le dijo:
- Eres una
gran persona, construir este hermoso puente después de todo lo que he hecho y
dicho. Mientras se reconciliaban se
dieron cuenta de que el carpintero estaba tomando sus herramientas y se
marchaba.
- No,
espera, dijo el hermano mayor, no puedes irte, tengo muchos proyectos para ti.
- Me
gustaría quedarme, dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.
Muchas veces permitimos que los malos entendidos nos separen de la gente que
amamos, permitimos que el orgullo sea quien domine nuestras acciones y algo que
podía arreglarse rápidamente se transforma en años de enfrentamientos, y separación.
Nosotros
estamos llamados a ser agentes de paz, a amar a nuestro prójimo, a perdonar las
ofensas, sin importar quién se equivocó.
Así como el
carpintero hizo del puente una obra de arte con los desechos de madera que
tenía, nosotros debemos hacer nuestro mejor esfuerzo por reconstruir los lazos
que nos acercan a las personas que amamos. No basta con un intento, hay que
hacer lo mejor que podamos con lo que tenemos a nuestro alcance.
Recuerda que
el rencor hace más daño a la persona que lo siente que a aquella que pudo
generar la situación que causó ese sentimiento. Perdona, no permitas que en tu
corazón eche raíces la amargura.
“Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo.” - Efesios 4:32.
HOY HAY
MUCHOS HUYENDO DE DIOS.
VOLVIENDO A
SU PERFECTA VOLUNTAD.
El esfuerzo
de Jonás para evitar la voluntad de Dios; la segunda comisión; Nínive se
arrepiente; el disgusto de Jonás.
El Señor
ordenó a Jonás, diciéndole: «Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y
pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de Mí. Y Jonás se
levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis . . . » (Jonás 1:2-3).
Jonás probablemente estaba encantado con las buenas noticias de que el juicio
de Dios pronto iba a caer sobre Nínive. Él no podía creer que la misericordia y
el amor de Dios se iba a extender aun a los enemigos de Israel. Pues, entonces
él decidió de no ser misionero a Nínive. Él probablemente se sintió muy
afortunado cuando en el día que él llegó a Jope descubrió una nave que salía
para Tarsis, uno de los lugares más lejanos de comercio en Fenicia.
Por un
tiempo, los acontecimientos eran favorables en «las vacaciones» de Jonás y
momentáneamente le dio tal paz en su mente que «había bajado al interior de la
nave, y se había echado a dormir» (1:5). Sin embargo, cuando vemos las
circunstancias favorables, aun cuando estamos evitando la voluntad de Dios,
ellas son sólo temporarias y nunca nos llevan a un buen fin. Los marineros
tuvieron miedo cuando una gran tempestad se levantó. Al oír que Jonás huía de
la presencia de Dios, lo echaron al mar, pero un gran pez se lo tragó. Después
de tres días de buscar razones dentro de sí mismo, Jonás se arrepintió y el
gran pez lo vomitó en tierra seca. Entonces Jonás se convirtió en el mejor
evangelista de sus días y llegó a ver la ciudad entera de Nínive arrepentirse
de sus maldades. Dios podía haber llamado a otro profeta y podía haber dejado a
Jonás en el fondo del mar, pero Dios tuvo misericordia, demostrando Su amor
hacia el profeta y hacia el pueblo de Nínive que se arrepintió. La buena
voluntad de Dios para perdonar a los mayores pecadores que se arrepienten fue
bien conocida cuando el rey de Nínive y su pueblo se arrepintieron y se
libraron de la destrucción profetizada por Jonás.
“Y Jonás se
levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló
una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse
con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová” - Jonás 1:3.
Jonás huyó
de la voluntad de Dios, para encontrarse que era imposible hacer tal cosa. El
profeta estaba convencido que podía burlar los planes perfectos de Dios. Él pensó que ir en dirección opuesta le
evitaría cumplir con lo establecido por el Todo Poderoso.
Lamentablemente,
Jonás se encontró en el vientre de un pez gigante, y allí rodeado de algas y
sin esperanza, Jonás entiende que el ir en contra de los designios de Dios
traía terribles consecuencias.
Al igual que
Jonás muchos de nosotros un día hemos ido en contra de la voluntad de Dios. En
incontables oportunidades pensamos que nuestras opciones son mejores y seguimos
nuestra propia agenda. Los mandamientos de Dios no son siempre llamativos y por
lo tanto imponemos nuestras reglas o seguimos lo que dicte nuestro
corazón. Ni hablar de quienes
sencillamente han conocido a Dios, pero han decidido pretender que no le
conocen.
Como en la
vida de Jonás, nosotros también nos encontraremos con lo no efectivo que
resulta alejarnos de Dios. Los
resultados siempre serán los mismos y las decepciones similares. Lo
impresionante de la historia de Jehová y de la nuestra es que no importa lo
mucho que nos hayamos alejado o la cantidad de errores que en nuestra huida
hayamos cometido, en el mismo momento en que reconozcamos nuestro error, Dios
estará dispuesto a cambiar nuestra historia y por ende nuestro futuro.
Nada impidió
que Dios cumpliera su propósito en la vida de Jonás, y nada va a impedir que
Dios cumpla el propósito en tu vida. Jehová es experto en obrar a pesar de
nosotros mismos y lo hará las veces que sea necesario.
En el libro de Jonás, aprendemos que Jonás llegó
a un punto físico de depresión (véase Jonás 4:3,8). Él quería que Dios le
matara.
4:3 Ahora
pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte
que la vida.
4:4 Y Jehová
le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?
4:5 Y salió
Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una
enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en
la ciudad.
4:6 Y
preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese
sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró
grandemente por la calabacera.
4:7 Pero al
venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la
calabacera, y se secó.
4:8 Y
aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol
hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo:
Mejor sería para mí la muerte que la vida.
4:9 Entonces
dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me
enojo, hasta la muerte.
4:10 Y dijo
Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la
hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche
pereció.
4:11 ¿Y no
tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte
mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda,
y muchos animales?
Si te has alejado de Dios, sea un poco o
demasiado, sólo ten presente que no hay lugar al que puedas huir de Su presencia
y que Él hará todo lo necesario para que vuelvas tus ojos al cielo, regreses al
buen camino y experimentes el amor y el perdón inmerecido de Dios hacia ti. Hoy
es el día para volver a Dios. Mañana
puede ser muy tarde.
“¿A dónde me
iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos,
allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si
tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará
tu mano, Y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me
encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no
encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las
tinieblas que la luz. Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre
de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy
maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
No fue
encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo
más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban
escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, Sin faltar una de
ellas.” (Salmo 139:7-16).
Autor(a).
Dilean Canas.
JESUCRISTO
ES DIOS. ÉL NOS DA INSTRUCCIONES PARA VIVIR BIEN.
LAS
INSTRUCCIONES DEL MAESTRO.
Por el
Hermano Pablo.
Era el
primer salto en paracaídas. Los ocho jóvenes australianos, todos ellos
aprendices de paracaidismo, estaban entusiasmados. El avión que los llevaba
volaba a mil quinientos metros de altura, y uno por uno los jóvenes fueron
saltando. Todos habían estudiado con esmero. Pero a Alan Bannerman, de la
ciudad de Sydney, no le fue bien. Su paracaídas se desplegó antes de tiempo y
se enredó en la cola del avión. El joven quedó colgado de la cola en pleno
vuelo.
El
instructor de Alan comenzó a darle instrucciones: cómo quitarse el paracaídas
enredado, cómo abrir el de repuesto, cómo aterrizar. Y siguiendo las
instrucciones del profesor, y recordando las lecciones aprendidas en ocho horas
de aprendizaje, el joven pudo salir de su amarradura y aterrizar sano y salvo.
Qué
importante es saber cómo seguir las instrucciones del maestro! Es la única
salvedad en cualquier problema que se presente, ya sea en el aprendizaje del
paracaidismo o en el caminar de esta vida.
Son
ciertamente muy pocos los que practican el paracaidismo, y sin embargo la vida
entera es un gran salto. A diario confrontamos situaciones imprevistas. Cada
nada tenemos que tomar decisiones de mayor o menor envergadura, y nos perdemos
en el gran mare mágnum de perplejidades y desasosiegos que son parte de esta
vida.
¿Qué podemos
hacer cuando nuestro paracaídas no funciona, cuando nos estamos cayendo
indefensos en forma vertiginosa? ¿Hay alguna solución para el alma confundida?,
¿para la vida en caos? Si no es nuestra paz del alma la que va en quiebra, es
nuestra conducta, o nuestros negocios, o nuestro hogar o nuestra vida. Siempre
hay algo que no anda bien, y a veces estas son situaciones muy severas. Nos
estamos cayendo, y no hay salvación. ¿QUÉ PODEMOS HACER?
Siempre
podemos hacer las dos cosas que hizo Alan Bannerman, el paracaidista de Sydney:
pedir sinceramente la ayuda divina, y luego seguir las instrucciones del
Maestro.
Hay, para
las luchas de la vida, un Dios que está atento a nuestro clamor. Según el
salmista, ese «Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura
en momentos de angustia» (Salmo 46:1). Y es su Hijo Jesucristo, el Maestro
divino, quien nos da los pasos a seguir. «Vengan a mí todos ustedes que están
cansados y agobiados —nos invita Cristo—, y yo les daré descanso. Carguen con
mi yugo y aprendan de mí —nos instruye—, pues yo soy apacible y humilde de
corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave
—concluye— y mi carga es liviana» (Mateo 11:28-30). Permitamos que Jesucristo
sea nuestro Maestro y nuestro socorro.
Filipenses
1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
VIAJE
TRANQUILO, NO SABEMOS; PERO ATERRIZAJE SEGURO SÍ.
Dios no le
ha prometido un viaje tranquilo, pero sí ha prometido un aterrizaje seguro. Él
tiene un propósito al permitir cada circunstancia en su vida. Usted puede
contar con ello. Él estará con usted en toda tormenta de la vida. Andrew Murray
dijo: “Dios está dispuesto a asumir completamente la responsabilidad de la vida
que totalmente se entrega a Él.”
Uno de estos
días, su destino será alcanzado. Y pronto, muy pronto, Él bajará de la montaña
de su gloria y la trompeta sonará. Y nuestra pequeña embarcación zarpará de las
aguas del tiempo y llegará inmediatamente a las orillas de la eternidad. Cuando
Él venga, ¡Él vendrá por usted! ¡Él viene por nosotros!
Primera
Tesalonicenses 4:16-18 nos dice que nos alentemos unos a otros con las palabras
acerca del regreso de Cristo. ¿Tiene un amigo que está pasando por un problema?
Llévele consuelo con estas palabras.
4:16 Porque
el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
4:17 Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor.
4:18 Por
tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
EN
JESUCRISTO PODEMOS CONFIAR.
Primera
Corintios 15: 27: “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.”
Alabe al
Señor! ¡La historia tiene un final feliz! ¡Él ha resucitado! Jesús está sentado
a la diestra de Dios en este mismo momento, intercediendo por nosotros (Romanos
8:34). Y sus oraciones son siempre contestadas. Cuando los problemas de su vida
estén más allá de su control, recuerde que éstos están bajo los pies de Cristo.
¿Dónde está el Señor? Está en los cielos, intercediendo por usted. ¿Dónde están
sus dificultades? Están sujetas debajo de los pies del Señor Jesucristo. ¡Él
está vivo y pronto regresará por usted!
¿Conoce a
alguien que esté pasando pesares? Escríbale una nota de ánimo y utilice Romanos
8:34 con un versículo de esperanza.
8:34 ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó,
el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
LA PRUEBA
DEL AMOR DE JESUCRISTO, ES LA CRUZ.
Juan 10:18:
“Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla,
y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
La verdad
profunda del amor del Salvador es comprensible cuando consideramos una verdad
importante: Jesucristo es la única persona que ha escogido morir. “Pero, ¿qué
de los kamikaze, los pilotos japoneses suicidas en la segunda guerra mundial?
¿Qué de los soldados quienes, habiendo pisado y detonado una mina,
permanecieron inmovibles hasta que sus compañeros se alejaran lo suficiente
para que estuviesen a salvo?” Ellos no escogieron morir, sólo escogieron cuándo
morir. Nosotros y todo aquel que aún esté por nacer, eventualmente moriremos.
Sin embargo, únicamente hubo Uno que no tenía que morir. Los clavos no
retuvieron a nuestro Salvador en esa cruz. Cuerdas plateadas de amor y ataduras
doradas de redención fueron las que le mantuvieron allí.
Lea los
Salmos 22, 23 y 24 y regocíjese en la provisión, protección y providencia del
Buen Pastor.
22:1 Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué
estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
23:1 Jehová
es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En
lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a
aguas de reposo me pastoreará.
24:1 De
Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y
los que en él habitan.
24:2 Porque
él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó
sobre los ríos.
24:3 ¿Quién
subirá al monte de Jehová?
¿Y quién
estará en su lugar santo?
24:4 El
limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha
elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado
con engaño.
LA REVELACIÓN
DE DIOS ES GLORIOSA Y MAJESTUOSA.
“Todas las
cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre,
ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera
revelar” (Mateo 11:27).
Cuando Dios
condescendió para darse a conocer a nosotros, la Biblia llama a este acto
“revelación”. El Infinito revelándose a lo finito. Ahora, ¿cuál es el agente de
esta revelación? El Espíritu Santo. Sólo el Espíritu Santo conoce la mente de
Dios y busca las cosas profundas de Dios. Usted y yo no podemos conocer a Dios,
aparte de lo que el Espíritu Santo nos revele acerca de Él.
En Isaías
55:9 leemos: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos
más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.”
Incluso en
el plano humano, la única manera de conocernos mutuamente, es cuando en forma
personal nos “revelamos” el uno al otro. Y la única manera para el hombre de
conocer a Dios, es que Dios mismo se le revele. ¡Alabado sea Dios porque
escogió hacer eso!
¿Cuán bien
conoce usted a Dios? ¿Cuán bien usted quiere conocerle? Una forma de saberlo es
sumando los períodos de tiempo que usted invierte para conocerlo. ¿Cómo se
compara eso con la cantidad de tiempo que usted pueda tomar tratando de conocer
a su novio o novia, o en pasatiempos, o aprendiendo cómo jugar un juego? Amigo
(a), ¿en dónde está su pasión?
“Porque los
montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi
MISERICORDIA, ni el pacto de mi PAZ se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene
misericordia de ti” - (Isaías 54:10).
DESCUBRIENDO
LA GRANDEZA DE DIOS.
En ocasiones
las más grandes revelaciones vienen por medio de la confrontación.
¿Por qué
Dios llevó a los israelitas hacia el Mar Rojo?
A fin de que
ellos tuvieran una confrontación con Él, y DESCUBRIERAN su GRANDEZA y
LIBERACIÓN. Muchas veces lo que pensamos son tragedias y problemas, no son más
que las maneras que utiliza Dios para acercarnos a Él. Dios cierra esta puerta.
Dios cierra aquella puerta. Parece que no hubiera una salida. Con todo, debemos
AFERRARNOS al hecho de que DIOS se REVELA a nosotros en la TORMENTA, y Él pone
sus huellas en el mar.
Piense en
tres cosas que usted puede hacer hoy para traer la luz del Hijo de Dios a
alguien que pudiera ser que esté luchando con su fe. Luego, ¡vaya y hágalo!
DIOS HA
REVELADO SU PODER Y GLORIA POR MEDIO DE JESUCRISTO EL SEÑOR.
“Porque
aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también
nosotros somos débiles en Él, pero viviremos con Él por el poder de Dios para
con vosotros” - (2 Corintios 13:4).
¿Está
enfrentando un problema que necesita resolver? Podemos aprender mucho en cuanto
a cómo resolver problemas, leyendo sobre el milagro que Jesús realizó cuando
alimentó a 5.000 personas. Cuando Jesús y los discípulos estuvieron con miles
de personas hambrientas, Él le preguntó a Felipe: “¿De dónde compraremos pan
para que coman éstos?” (Juan 6:5).Amigo, le diré que Jesús no estaba pidiendo
información. Él ya sabía lo que iba ha hacer. Más bien estaba tratando de darle
a Felipe la revelación que nosotros nunca debemos evaluar nuestros problemas a
la luz de nuestros propios recursos o fortaleza. No tenemos ningún derecho de
pedirle al mundo que crea nuestro mensaje a menos que haya algo en nosotros que
es inexplicable y sobrenatural. Debe haber una dimensión divina en nuestras
vidas.
¿Qué es lo
que Proverbios 3:5-6 le dice que debe hacer cuando está enfrentando un
problema? 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te
apoyes en tu propia prudencia.
3:6
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él
enderezará tus veredas.
JESUCRISTO
ES REAL, PUEDE CREER EN TODAS SUS PROMESAS.
“Por lo cual
asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y
estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” - (2
Timoteo 1:12).
El pastor
Rogers testificó: “Es un milagro que yo conozca al Señor Jesucristo. No dije
que es un milagro que sepa acerca del Señor Jesucristo. Lo conozco. Puedo leer
un libro sobre Abraham Lincoln, pero eso no significa que le conozca. Yo
conozco a Jesucristo porque Él se ha revelado a mí. Dios me salvó y ahora Él es
muy real para mí.”
¿Es
Jesucristo real para usted? El Espíritu Santo revela a Dios a cada no de
nosotros. Sin Él, no tendríamos ningún entendimiento de nuestra relación con
Dios por medio de su Hijo Jesucristo. ¡Aleluya! ¡Cuán maravilloso es que Dios
haya escogido conocernos a través de Su Hijo, por medio del Espíritu Santo!
Tenemos un compañero constante. El trabajo del Espíritu Santo no es sólo ser
nuestro maestro, sino también nuestro protector. Él protege los intereses de
Dios en sus hijos cada día.
Ore: “Señor,
con todo mi corazón, con todo lo que soy, yo quiero conocerte. Deseo que
nuestra relación sea muy íntima y que mi fe crezca. Límpiame y hazme todo lo
que Tú quieres que sea. Rindo por completo mi vida a Ti.”
DIOS NOS
REVELÓ SU VOLUNTAD.
La historia
del pueblo de Dios confirma los muchos que tuvieron que soportar circunstancias
hostiles y sufrimientos, pero aún se mantuvieron fieles y pudieron cumplir con
la perfecta voluntad de Dios. En la famosa lista de los «héroes de la fe»
(Hebreos 11:1-38), Dios nos da un repaso de muchos de ellos. «Por la fe
Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac . . . pensando que Dios es
poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado,
también le volvió a recibir . . . Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó
llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el
pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales (de corta duración) del
pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de
los egipcios» (11:17-26). Los hombres y las mujeres del Antiguo Testamento
escritos en esta lista son ejemplos de personas que escogieron obedecer a Dios
y vivir piadosamente, sin considerar las consecuencias.
Esto nos
recuerda de lo mucho que nuestro Salvador ha dispuesto para nosotros por medio
del Espíritu Santo que mora en nosotros y por medio del conocimiento completo
de Su voluntad revelado en Su Palabra escrita. En verdad, «nosotros también,
teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo
peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante» (12:1). Los corredores que ganan la carrera de la vida
ponen «los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios» (12:2). La vida del creyente demanda negarse a sí
mismo, la disciplina, y un corazón sincero y lleno de amor para con Dios y para
Su Palabra. Estas características distinguen al creyente del desenfreno que se
practica en el mundo. Tenemos que decidir por nuestra propia cuenta, por medio
de la oración y la lectura de las Escrituras y una examinación personal, si hay
algo en nuestras vidas que nos está estorbando que necesita ser eliminado.
«La carrera»
de la cual el apóstol Pablo nos escribe es una vida de lealtad y de obediencia.
«Y (Jesús) decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lucas 9:23).
DIOS NOS
REVELA EN SU PALABRA, LO QUE DEBEMOS HACER.
«Hijo mío. .
. (que) tu corazón guarde Mis mandamientos; porque largura de días y años de
vida y paz te aumentarán» (Proverbios 3:1-2).
EL SEÑOR
PIDE SANTIDAD Y OBEDIENCIA A SUS HIJOS.
Jesús nos
amonesta: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos
de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» (Mateo 7:15). Sin duda, la vida
eterna es el don de Dios «no por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios
2:9). Pero, también es verdad que «la fe sin obras es muerta» (Santiago 2:20).
La enseñanza es falsa cuando ofrece la vida eterna para llegar al cielo sin
mencionar la vida del discipulado. Para clarificar la diferencia entre los
verdaderos profetas y los falsos profetas, nuestro Señor dijo: «No todo el que me
dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de Mi Padre que está en los cielos» (Mateo 7:21). Sin embargo, la
evidencia de ser un verdadero creyente es mucho más que hacer grandes obras; es
el ser obediente al Señor Jesucristo.
Nuestro
Señor nos dejó esta parábola: «Cualquiera, pues, que Me oye estas Palabras, y
las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella
casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que Me
oye estas Palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que
edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron
vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su
ruina» (7:24-27).
La
obediencia tiene un sentido doble: el primero: «Cualquiera, pues, que Me oye
estas Palabras», entonces reacciona: «y las hace (estas Palabras)». El sabio y
el necio les dan mucho cuidado y labor a sus actividades — el uno está haciendo
tesoros en el cielo, pero el otro solamente está cumpliendo metas humanas.
Cuando nuestro mayor deseo es agradar a Cristo, Su Palabra será nuestro mando
supremo para esta vida, y nos guiará a evitar el lazo de la obstinación, del
orgullo, y de la avaricia. Por medio de Su Palabra sola, guiados por el
Espíritu Santo, es que podemos estar a cuenta con nuestro Creador.
Es imposible
vivir otra vez los años malgastados, pero es posible dejar de edificar sobre la
arena que se hunde y empezar a edificar sobre la Roca de la eternidad. «Porque
nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta
porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada
uno cuál sea, el fuego la probará» (I de Corintios 3:11-13).
El tener la
mente de Cristo purifica nuestros pensamientos (Filipenses 2:5).
DIOS NOS
REVELA EL VERDADERO EVANGELIO.
Efesios 2:8:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios.”
¿Cómo puede
usted decir si tiene o no el verdadero evangelio?
El apóstol Pablo nos da tres pruebas.
1. La primera es el origen del evangelio. ¿De
dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El evangelio
es legitimado por su origen.
2. La
segunda es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia
no es el verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir
prestado, ni lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo
en la cruz. Es la obra sobrenatural de Dios.
3. La
tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema.
Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
Dedique una
o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de
Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de
venir!
AHORA ES
TIEMPO DE PONER ATENCIÓN A LAS SEÑALES DE DIOS Y A SU REGRESO.
PREPARANDONOS
PARA EL DÍA FINAL ANUNCIADO POR EL SEÑOR.
“Más el fin
de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro
4:7).
G. Campwell
Morgan fue un gran expositor de la Palabra de Dios, y alguna vez dijo: “Nunca
recuesto mi cabeza en la almohada sin pensar que tal vez antes de despertar, mi
mañana final haya llegado. Nunca comienzo a trabajar sin pensar que Él puede
interrumpir mi trabajo para hacer el Suyo.”
Cada noche,
al irnos a acostar, deberíamos decir: “Jesús puede venir esta noche.” Y cada
día al ir a nuestros respectivos trabajos, deberíamos pensar que ese día
pudiera ser el último día de trabajo para nosotros. Debemos estar apercibidos
para Su regreso.
¿Está usted
orando por el retorno de Jesús? Si usted le ama, debería estar anhelando Su
regreso y orando: “Sí, ven, Señor Jesús” (Ap. 22:20).
Si éste
fuera su último día sobre la tierra, ¿qué es lo que haría diferente? ¿Cómo
invertiría su tiempo? ¡Piénselo! Luego viva como si Jesús fuera a venir
cualquier momento. ¿Y sabe qué? ¡A lo mejor lo hace!
SOMOS HECHOS
JUSTICIA DE DIOS EN JESUCRISTO.
“Al que no
conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:21).
ES LA OBRA
DE JESUCRISTO Y NO NUESTRA RELIGIOSIDAD.
¿Alguna vez
se ha acostado al final de un largo día y satisfecho se dice: “Bien, hoy fui
una buena persona, así que si muero esta noche iré al cielo?” Si lo ha hecho,
no está solo. Me atrevo a afirmar que la mayoría de personas creen que si van a
la iglesia, diezman su dinero y hacen bien a otros, que Dios les permitirá
entrar al cielo. Con todo, si ser religioso nos puede llevar al cielo, por qué
fue un hombre tan religioso como Pablo confrontado cuando viajaba camino a
Damasco y el Señor le preguntó: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hechos
9:4b). Aún más importante, si pudiésemos salvarnos a nosotros mismos realizando
buenas obras Dios no tenía necesidad de enviar a su Unigénito al mundo como sacrificio
substituto por usted y por mí. No, es la justicia de Jesús lo que nos salva.
No es hasta
que admitamos nuestro pecado que vamos a conocer la misericordia y el perdón
del Rey. Póstrese ante Él hoy y admita que está perdido sin Él y que su
salvación fue comprada exclusivamente con la sangre de Cristo.
TODA LENGUA
CONFIESE QUE JESUCRISTO ES EL SEÑOR, PARA GLORIA DE DIOS PADRE.
“ ¡TODO
SUCEDE PARA LA GLORIA DE DIOS!”
“Por cuanto
agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” (Colosenses 1:19).
¿Sabe usted
por qué suceden todas las cosas? Es para traer gloria a Dios el Padre, Dios el
Hijo, y Dios el Espíritu Santo. De hecho, la Palabra de Dios nos dice que
Jesucristo debe tener preeminencia en toda la historia. El todo de la historia
culmina exclusivamente en eso. ¿Sabe la razón por qué el mundo fue creado?
¡Jesús! ¿Sabe por qué ministra el Espíritu Santo? ¡Jesús! ¿Sabe para qué habrá
un día de juicio final? Para que “toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). Hitler y Hemingway lo
confesarán. Buda y Mahoma lo confesarán. Ningún ser humano puede cambiar ese
certísimo futuro: toda la creación reconocerá que Jesús es el Señor.
La próxima
vez que alguien le pegunte por qué suceden ciertas cosas, dígales: “¡Para la
gloria de Dios!”
LOS OJOS DEL
SEÑOR CONTEMPLAN TODA LA TIERRA.
“Todas las
cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les
es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15).
¿Alguna vez
ha escuchado a alguien decir: “Deje que su conciencia sea su guía”? Bueno, eso
no siempre es lo más recomendable, porque la conciencia puede estar
contaminada. Un indígena norteamericano, creyente, dijo lo siguiente
relacionado con nuestra conciencia: “En mi corazón hay una flecha que tiene
tres afiladas puntas. Si hago lo malo, la flecha se mueve, y me corta. Si hago
lo malo muchas veces, las puntas se desgastan y ya no me duele tanto. Pero
cuando desaparece el dolor, ¡cuídese!”
Una persona
puede estar adormecida o ciega a lo que ha hecho, y volverse insensible a sus
malas acciones. Si tal ocurre, una persona puede llegar a tener “una conciencia
cauterizada”. La única forma en que su conciencia puede ser su guía, es cuando
Dios guía su conciencia.
2 Crónicas
16:9 dice: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar
su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él [...].”
DIOS SABE LO
QUE HABLAMOS, LO QUE HACEMOS Y A LOS LUGARES QUE VAMOS.
Viva hoy
sabiendo que los ojos del Señor están sobre usted, y al final del día
pregúntese: “¿He encontrado gracia a los ojos del Señor por la forma en que he
hablado, por lo que he hecho, y a donde he ido?”
LO QUE
HACEMOS EN ESTA VIDA TIENE ECO EN LA ETERNIDAD.
Eco en la
eternidad. Mateo 6:19-21.
© Copyright
2010 Más de la Vida con Jorge Cota.
Mateo 6: 19-
21.6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
6:20 sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
LA RAZÓN DE
ADMINISTRAR BIEN EL TIEMPO.
Imagínese un
banco que todos los días por la mañana le acredita a su cuenta personal $86,400
dólares pero el saldo no se transfiere al día siguiente. En otras palabras, al final del día se le
termina ese dinero. Cualquier cantidad de los $86,400 dólares que no gastó
durante el día; los perdió. ¿Usted qué haría? Yo estoy seguro que la mayoría de
nosotros gastaríamos cada centavo todos los días. Por lo menos transferiríamos
el saldo a otra cuenta.
La realidad
de las cosas es que sí hay un banco así y se llama el banco del tiempo. Todas
las mañanas, usted y yo somos acreditados con 86,400 segundos y todas las noches
el banco del tiempo cancela todo lo que no logró gastar, invertir o transferir.
No le ofrece protección de ningún tipo, y su cuenta puede cerrarse en cualquier
momento y sin previo aviso. Si usted falla en usar el deposito del día; la
pérdida es suya.
En Planet
Hollywood (una cadena de restaurantes) de Fort Lauderdale en Florida. Hay una
nota escrita a mano por Bruce Lee que se llama.
Mi Objetivo
Principal Definido. La nota dice lo siguiente:
"Yo,
Bruce Lee, seré la primera superestrella oriental mejor pagada de los Estados
Unidos. A cambio daré las actuaciones más excitantes y rendiré al máximo de
calidad en la capacidad de actor. Comenzando en 1970, alcanzaré fama mundial y
desde ahí en adelante hasta el final de 1980, tendré en mi posesión $10,000,000.
Luego viviré de la forma que deseo y alcanzaré armonía y felicidad
interior".
--Firmado,
Bruce Lee (Enero 1969).
Cuatro años
y medio más tarde Bruce Lee estaba muerto. Bruce Lee estaba radicalmente
comprometido a una causa sin trascendencia y sin importancia. Yo le garantizo
que hoy está eternamente arrepentido. La pregunta para todos nosotros el día de
hoy es la siguiente: ¿Estaremos algún día eternamente arrepentidos?
Cuando usted
esté delante de su Creador, estará avergonzado por su "Objetivo
Principal" y por todo aquello que
consumió su tiempo, su talento y su tesoro. Espero que no.
De manera
que yo lo desafío a que busque un lugar donde pueda impactar a la eternidad. Un
lugar donde pueda decir: "Sabes, valió la pena mi existencia".
¿Cómo lo
encuentra? Haciéndose cuatro preguntas…
1. ¿Qué sé
hacer bien?
2. ¿Qué me
gusta hacer tanto, que lo haría gratis?
3. ¿Qué puedo
hacer que aún no está hecho?
4. ¿Qué
puedo hacer que tendrá ramificaciones eternas?
Cuando
encuentre una cosa que conteste esas cuatro preguntas estará listo para
trascender.
Como puede
ver, "Lo que hacemos en esta vida, tiene su eco en la eternidad".
La Palabra
nos dice claramente en Proverbios 27: 21.
27:21.No te
jactes del día de mañana, porque no sabes qué traerá el día.
El Apóstol
Santiago nos advierte en Santiago 4:13- 15.
4:13 ¡Vamos
ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un
año, y traficaremos, y ganaremos;
4:14 cuando
no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es
neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
4:15 En
lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto
o aquello.
SANTOS Y
LIMPIOS DELANTE DE DIOS.
“Lávame más
y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
Antes de que
el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el
lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza
hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había
utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de
entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del
mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo,
estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos.
Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de
nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la
presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el
Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
¿Se ha
acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de
Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando
para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce
mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el
camino eterno.”
PEREGRINOS
SOMOS.
Por Carlos
Rey.
La batalla
rugía con todo su furor. Los soldados avanzaban contra el enemigo. Al ponerse
el sol, la oscuridad los obligó a descansar hasta el día siguiente. Era
peligroso tratar de ganar más territorio de noche, así que el comandante de la
tropa ordenó que todos cavaran una trinchera. Cuando ya los demás habían
terminado, quedó un solo soldado que seguía cavando cada vez más hondo.
El
comandante pensó que el joven soldado tal vez hubiera dado contra una piedra o
que le hubiera tocado un terreno más duro que el de sus compañeros. Pero cuando
vio que sacaba tierra suave y fresca, le preguntó:
—¿Acaso no
ha llegado a la profundidad necesaria?
—Sí —le
contestó el soldado—, pero prefiero que la trinchera quede bien honda y segura.
A lo que el
comandante replicó:
—Recuerde,
soldado, que no vamos a estar aquí más que una sola noche.
Esta
anécdota nos hace reflexionar sobre la tendencia que muchos tienen a
profundizarse en las cosas de esta vida. Tanto es así que pareciera que fueran
a pasar toda una eternidad en esta tierra. No les cruza por la mente el que
seamos peregrinos. Se afianzan a todo lo que ofrece este mundo. Se aferran a
las cosas materiales. Se sujetan a esta tierra con ligaduras tan fuertes que algunos,
al tener que soltarlas por alguna tragedia o por alguna adversidad económica,
no soportan el cambio y deciden ponerle fin a su vida.
A los que
tienen este sentir, y aun a los que no hemos llegado hasta ese extremo de
desesperación, nos conviene atender a estas sabias palabras de Jesucristo: «No
acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y
donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el
cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a
robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.... Busquen
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán
añadidas.»1.
Lo cierto es
que sólo estamos de paso en esta tierra. Vamos rumbo a nuestro destino final.
La muerte no es un cese de actividades sino una transición. Ni constituye el
fin de la vida sino sólo un traslado a otra esfera. Si durante esta vida hemos
pensado únicamente en lo terrenal y no nos hemos reconciliado con Dios por el
único medio que Él ha provisto, que es su Hijo Jesucristo, entonces, cuando
pasemos a la otra vida, Cristo tendrá que decirnos: «Yo di mi vida por ti en la
lucha que libré por tu alma, pero tú no me reconociste. Por eso ahora no puedo
reconocerte a ti ante mi Padre aquí en el cielo.»2.
En cambio,
si hemos reconocido a Cristo como nuestro único Salvador y hemos vivido como
peregrinos que anhelan una patria mejor, entonces Cristo nos reconocerá ante su
Padre y nos dará la bienvenida a la patria celestial que nos ha preparado.3.
1 Mt 6:19-21,33. 6:19 No os hagáis
tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones
minan y hurtan;
6:20 sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
2 Mt 10:32‑33. A
cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
10:33 Y a
cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante
de mi Padre que está en los cielos.
3 He 11:13‑16.
Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
11:14 Porque
los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
11:15 pues
si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían
tiempo de volver.
11:16 Pero
anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de
llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
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