miércoles, 17 de enero de 2018

JESUCRISTO ES DIOS. DOCUMENTO QUE RECOPILA INFORMACIÓN BIBLICA SOBRE JESUCRISTO COMO DIOS.

¿QUIÉN ES REALMENTE JESÚS?
¿Quién es Jesús? Se ha detenido para conocerle?
Sea cual sea tu trasfondo, Jesús es difícil de ignorar. Casi dos mil millones de cristianos aseguran ser sus seguidores; más de mil millones de musulmanes lo honran como profeta.
Importantes teólogos judíos lo consideran un gran rabino. Su imagen se puede encontrar en los templos hindúes.
 Muchos líderes espirituales de culto proclaman ser la reencarnación del espíritu de Jesús.
Jaroslav Pelikan, catedrático emérito de historia de Yale University, escribe:
Independientemente de lo que cualquiera, en lo personal, piense o crea acerca de él, Jesús de Nazaret ha sido la personalidad dominante en la historia de la cultura occidental durante casi dos mil años. […] La mayor parte de la humanidad pone fecha a los calendarios a partir de su nacimiento; millones usan su nombre para jurar y millones para orar1.
¿SABE USTED QUIÉN ES JESÚS?
Pese a toda la atención que capta Jesús, la mayoría casi no tiene idea de quién es él como persona, incluso muchos de los que lo veneran.
 Con frecuencia he preguntado a cristianos:
EL AMOR CAMINÓ ENTRE NOSOTROS
«Cuando vayas al cielo, ¿a qué persona de la Biblia te gustaría conocer?».
Solamente uno entre cientos ha mencionado a Jesús.
Creo que la palabra «persona» los desconcierta porque no están acostumbrados a pensar en Jesús como en una persona.
Cuando vemos personificado a Jesús, suele causarnos una impresión extraña.
Hollywood suele representarlo en cámara lenta. En la mayoría de las películas, Jesús habla despacio, camina despacio y se mueve despacio.
 También mira fijamente. Emily, mi hija de diez años, y yo estábamos mirando una de las mejores películas de Jesús y nos dimos cuenta de que ¡él nunca pestañeaba! Los otros actores sí lo hacían, pero Jesús no.
Cada vez que la cámara se enfocaba en el rostro de Jesús, nos empezaban a doler los ojos.
Decidí estudiar a Jesús desde un punto de vista nuevo, olvidándome de lo que ya sabía (o creía saber) sobre él. Quería sentir lo que experimentó Alberto Einstein cuando leyó los Evangelios.
Su reflexión fue:
Yo soy judío, pero estoy fascinado por la figura brillante del Nazareno. […] Jesús es demasiado formidable para los escritores, sin importar cuán ingeniosos puedan ser. […] Nadie puede leer los Evangelios sin sentir la verdadera presencia de Jesús.
Su personalidad palpita en cada palabra2.
¿ ES USTED UN ADMIRADOR O UN SEGUIDOR DE JESÚS?
Einstein no era un seguidor de Cristo, pero se sintió asombrado por el hombre real de una manera que muchos no entienden.
Mientras yo leía y estudiaba los Evangelios, empecé a experimentar la sensación de asombro de Einstein. Espero que a ti te pase lo mismo.
¿QUÉ SON LOS EVANGELIOS?
Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los cuatro relatos bíblicos sobre la vida de Jesús, se llaman Evangelios, una palabra que significa buena noticia.
Cada uno lleva el nombre del autor y fueron escritos hace unos 1900 años en griego, el idioma del Imperio romano.
Hace unos 1900 años en griego, el idioma del Imperio romano.
Como los biógrafos modernos, cada autor aporta su propio
punto de vista único e incluye escenas o detalles que los otros
autores no mencionan. Cuando juntamos sus relatos, obtenemos
una imagen magnífica y tridimensional de Jesús. Como en los
videos documentales, las escenas muchas veces están descritas
con detalles tan gráficos que podemos ver exactamente qué está
pasando: el entorno, las circunstancias, las personas y cómo las
trataba Jesús.
Un estudio sobre el amor
Este libro investiga cómo trataba Jesús a las personas con las que
se encontraba, porque es en los «pequeños momentos» con los
amigos y con la familia que más revelamos nuestra verdadera
naturaleza. Jesús no es la excepción.
A Gandhi, el líder nacional de la India, le gustaba reprender
a los cristianos porque no se tomaban en serio el llamamiento al
amor que hizo Jesús. Sin embargo, ¿qué es más difícil de aprender
que el amor? ¿Cómo amas a alguien cuando no te responde
con amor, sino con abandono o con ingratitud? ¿Cómo amas sin
ser atrapado o usado por la otra persona? ¿Cómo amas cuando
tienes tus propios problemas? ¿Cuándo te ocupas de ti mismo?
¿Cómo puedes amar siendo compasivo y sincero? Cuando eres
compasivo, las personas te usan; pero cuando eres sincero, se
enojan. ¿Qué es el amor?
EL AMOR CAMINÓ ENTRE NOSOTROS.
Muchos de nosotros no hemos tenido buenos modelos de
amor. Ya ni siquiera sabemos qué es lo normal. Permíteme sugerir
lo siguiente: la persona de Jesús es la plomada con la que
podemos nivelar nuestra vida. Él satisface nuestro anhelo por
tener un héroe (alguien bueno y fuerte) que cambie este mundo.
Jesús llegó a la casa de sus buenas amigas, María y Marta,
varios días después de que murió su hermano Lázaro. María,
con el estilo apasionado del antiguo Cercano Oriente, se arrojó
llorando a los pies de Jesús. Abrumado por la pena, Jesús llora
con ella. Varios espectadores comentan: «¡Miren cuánto lo amaba!»
(Juan 11:36). En este libro, nos uniremos a los espectadores de
Jesús, observaremos a Jesús y veremos cómo amaba él.
JESUCRISTO ES SEÑOR, DIOS, QUE SABIO ES.
QUE SABIO ES JESUCRISTO EL SEÑOR Y DIOS.

Colosenses 2:3: “[Cristo] en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”

Hace muchos años, la Armada española estaba navegando a lo largo de la costa de Florida. Se vino un huracán, y las naves, cargadas con oro y lingotes de plata, se fueron al fondo. La gente sabía que el tesoro se había perdido y pensaban que una de las naves se había hundido cerca de Vero Beach en Fort Pierce, Florida. Los pescadores pescaron en esa ubicación, en ocasiones indudablemente lanzando su anzuelo sobre una pila de oro. Un día unos exploradores estaban buceando y allí estaba: en el agua poco profunda. De hecho, el agua era tan poco profunda que cualquiera de nosotros pudo haber nadado hasta el fondo y sacar millones de dólares. De la misma forma, creo que existen muchos creyentes que aún no han descubierto la totalidad del tesoro que tenemos en el Señor Jesucristo.

¿Ha sumergido su corazón en lo profundo del tesoro del Señor? ¿O está viviendo en las aguas poco profundas preguntándose si el tesoro alguna vez vendrá a usted?
JESUCRISTO ES DIOS. EL ES EL HIJO.
EL JESÚS HISTÓRICO.

Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 1 Juan 4:9.

Muchos dudan si existió en realidad Jesús, pero muchos historiadores han escrito acerca del Señor Jesucristo.

Alrededor de 114 d.C., el historiador romano Tácito escribió que al fundador de la religión cristiana, Jesucristo, le dio muerte Poncio Pilato en el reinado del emperador romano Tiberio (Annals [Crónicas] 15.44).

Plinio el menor escribió una carta al emperador Trajano sobre el tema de Cristo y los cristianos (Cartas 10.96-97).

En 90 d.C., el historiador judío Josefo escribió una breve nota biográfica acerca de Jesús: "Fue alrededor de ese tiempo que Jesús, un hombre sabio, si es lícito llamarlo hombre, ya que era un hacedor de obras maravillosas, maestro de tales hombres cuando recibían la verdad con agrado. Atrajo hacia Él a muchos de los judíos y a muchos de los gentiles. Él era Cristo" (Antigüedades 18.63).

El Talmud se refiere a Jesús de Nazaret (Sanhedrin [Sanedrín] 43a, Abodah Zera 16b-17a).

Jesús fue un hombre en la historia. Y sus afirmaciones fueron ciertas. ¿Duda de Su poder para salvarlo a usted?

10. LA CONFIRMACIÓN DEL HIJO DE DIOS.EL ES DIOS CON PODER.

Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos. Romanos 1:4.

Jesucristo tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los creyentes de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de David, pero no Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la cruz y haber resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al mundo, sino que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres.


Si hubo alguna duda de que Jesucristo era el Hijo de Dios, su resurrección de los muertos debiera eliminarla. Tenía que ser hombre para llegar a nosotros, pero tenía que ser Dios para resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los muertos, confirmó que era verdad lo que Él dijo.

Tan claro como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es Dios encarnado.
.JESUCRISTO ES DIOS.JESUCRISTO ES EL MESÍAS EL DIOS ENCARNADO.
NUESTRO EVANGELIO CONSECUENTE. LAS ESCRITURAS ANUNCIABAN A CRISTO COMO EL MESÍAS PROMETIDO.EL DIOS ENCARNADO

Él había prometido [el evangelio] antes por sus profetas en las santas Escrituras. Romanos 1:2.

¿Sabía usted que el Antiguo Testamento es absolutamente consecuente con el Nuevo? Es porque las buenas nuevas son algo antiguo, no algo nuevo. El Antiguo Testamento, desde Génesis hasta Malaquías, o cualquier libro entre ellos, es todo acerca de la revelación de Jesucristo.

Jesús dijo que las Escrituras dan testimonio de Él (Jn. 6:39). Al hablarles a los hombres que iban por el camino a Emaús, Jesús dijo "¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían" (Lc. 24:25-27).

¿Por qué hoy es eso tan importante para usted? Para que pueda estar confiado de que las Escrituras presentan la promesa de Dios de buenas nuevas en Cristo.
JESRISTO ES DIOS.¿ TIENE USTED ALGUNA DUDA?
CRISTO INCOMPARABLE. ÉL ES DIOS.

Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:17.

Jesucristo es la personalidad incomparable de toda la historia humana.

Sócrates enseñó cuarenta años, Platón cincuenta y Aristóteles cuarenta. El ministerio público de Jesús duró menos de tres años, pero la influencia de su vida es mucho más importante que los ciento treinta años combinados de los tres filósofos más grandes de toda la antigüedad.

Jesús nunca pintó un cuadro, pero algunas de las mejores pinturas de Rafael, Miguel Ángel, Da Vinci y de muchos otros artistas encontraron en Él su inspiración.

Jesús no escribió poesía, pero Dante, Milton y muchos de los más grandes poetas del mundo han sido inspirados por Él como ningún otro. Ralph Waldo Emerson dijo que el nombre de Cristo "más que escribirse se ha grabado en la historia de este mundo".

Jesús no compuso música, pero Haydn, Händel, Beethoven, Bach, Mendelssohn y muchos otros alcanzaron la más elevada perfección de melodía en composiciones acerca de Él.

Jesucristo ha influido en la sociedad humana como ningún otro. El Cristo incomparable es las buenas nuevas. Y lo que la hace tan buena noticia es que el hombre no merece nada y que Dios es muy misericordioso.
JESUCRISTO ES DIOS. ¿SABE USTED LO QUE SIGNIFICA LA PALBRA DEIDAD?
EN JESUCRISTO HABITA TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD. ÉL ES DIOS.

La caja de la humanidad.

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Colosenses 2:9.

Si consideráramos este mundo como una dimensión de tiempo y espacio, entonces una caja cerrada pudiera representarlo, con Dios fuera de la caja. Es imposible que la humanidad escape de la caja porque, por definición, lo natural no puede entrar en lo sobrenatural. Lo que está confinado al tiempo y al espacio no puede escapar a la eternidad ni a lo infinito.

Como hay algo dentro del hombre que anhela saber lo que hay fuera de la caja, él inventa deidades, que es la forma en la que proliferan las religiones. Las distintas religiones se convierten en una extensión del deseo del hombre de escapar de su caja, pero el anhelo del hombre de trascender la caja no puede resolverse porque él está confinado a la caja por su propia naturaleza.

¿Hay una forma de escapar de esa caja? Sí, las buenas noticias son que hay una manera, y es por medio de Cristo. El cristianismo reconoce que usted no puede salir de su caja, pero proclama que Dios ha invadido la caja desde afuera. Jesucristo ha entrado en su mundo para mostrarle cómo puede morar con Dios para siempre. ¿No aceptará su invitación?
JESCRISTO ES DIOS. LA CONFIRMACIÓN COMO HIJO DE DIOS.
Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos.

Romanos 1:4

Jesucristo tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los creyentes de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de David, pero no Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la cruz y haber resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al mundo, sino que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres.

Si hubo alguna duda de que Jesucristo era el Hijo de Dios, su resurrección de los muertos debiera eliminarla. Tenía que ser hombre para llegar a nosotros, pero tenía que ser Dios para resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los muertos, confirmó que era verdad lo que Él dijo.

Tan claro como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es
JESUCRISTO ES DIOS, ES NUESTRO SALVADOR.
UN PRINCIPIO IMPORTANTE: CREER EN ÉL.
Hechos 16:31: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”

Un creyente no es una persona que sencillamente cree que Cristo murió por sus pecados. El diablo cree eso. Un creyente es una persona que se ha arrepentido de sus pecados y ha invitado a Cristo a entrar en su corazón como Salvador y Señor. Usted puede creer intelectualmente que un avión puede volar, pero para poder volar usted debe probar sus alas. De la misma forma, cuando usted entrega su corazón al Señor Jesucristo, Él toma el control de su vida y comienza a hacerle la persona que Él desea que usted sea. Su vida no necesita ser absolutamente perfecta para que usted pueda ir al cielo. En el momento que recibe a Cristo como su Salvador personal, usted está eternamente salvo, eternamente seguro y Dios empieza a trabajar en usted.

¿No es maravilloso saber que es salvo? Bien, esparza las Buenas Nuevas de esa seguridad a su vecino hoy.
JESSUCRISTO ES DIOS. ÉL ES NUESTRO INTRCESOR.
Juan 17:1-26. 1.Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, 2por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. 3Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 4Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. 5Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. 6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra.7Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti; 8porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste. 9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos; 10y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos. 11Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros. 12Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. 13Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos. 14Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.15No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. 16Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.17Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. 18Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo. 19Y por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad. 20Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: 23yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí. 24Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25Oh Padre justo, aunque el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 26Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.
JESUCRISTO NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE.
El mundo sabe que hace dos mil años, un hombre llamado Jesús, vino de la aldea de Nazaret, en lo que actualmente se llama Israel. Él recorrió toda la región y se ganó un buen séquito. Después de unos años, los líderes religiosos de Jerusalén lo acusaron falsamente de crímenes y lo entregaron a las autoridades romanas, quienes lo ejecutaron clavándolo en una cruz. Poco tiempo después, sus seguidores predicaban en el nombre de Jesucristo, quien ellos decían que había resucitado. Cada vez más seguidores se agregaron a este movimiento, el cual se transformó en la iglesia cristiana de la actualidad.

Aun los más escépticos están de acuerdo en estos hechos. Pero hay mucho más de Jesús que solo eso. De dónde vino, lo que hizo en la tierra, lo que puede hacer por nosotros ahora, todo está revelado en la Biblia. Este libro contiene el único relato de Jesús y lo escribieron las personas que lo escucharon enseñar y vieron sus obras. Esto es lo que la Biblia nos enseña sobre Jesucristo.

1. JESÚS ES DIOS
Juan escribió sobre Él: "En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Él creó el mundo y todo lo que en él existe (Juan 1:3). Los líderes religiosos de su época entendieron que Jesús alegaba ser Dios (Juan 5:17-18). Pablo escribió que cuando Jesús murió, el Padre le reveló a todo el mundo que Él era Dios (Filipenses 2:5-11).

2. JESÚS ES EL HIJO DE DIOS
Según la Biblia, "Hijo de Dios" significa: (1) que Él es plenamente Dios. (2) que Él es una de las tres personas que componen al Único Dios. Este concepto se denomina la "Trinidad".

Los líderes religiosos de la época de Jesús entendían bien este concepto: "Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios" (Juan 5:18).

3. JESÚS SE HIZO HUMANO A TRAVÉS DEL NACIMIENTO VIRGINAL
El eterno Hijo de Dios ya existía en el cielo (Juan 17:5). Por el poder del Espíritu Santo (Mateo 1:20), nació como un ser humano, y le pusieron por nombre Jesús (Mateo 1:25). Para demostrar que Jesús no era un simple hombre más (Colosenses 2:9), Dios eligió a una mujer virgen para que lo diera a luz (Lucas 1:34-35).

4. JESUCRISTO ES EL SALVADOR DEL MUNDO
Cada vez que desobedecemos a Dios, eso se llama pecado. La penalidad por el pecado es la muerte, pero Dios en su amor quiere que todos vivamos. Por eso envió al Mesías prometido (también llamado el Cristo), para salvar al mundo (Juan 1:41). El Hijo de Dios, Jesucristo, vino a la tierra a morir en nuestro lugar. Dado que Él vivió sin pecado, solo Él está calificado para pagar por nuestros pecados mediante su muerte en una cruz. Allí demostró su poder sobre la muerte, cuando se levantó de la tumba tres días más tarde. Solamente a través de Jesús nuestros pecados pueden ser perdonados y podemos venir a Dios (Hechos 4:12). Jesucristo es el Salvador de cada persona en el mundo (Juan 3:16).

5. JESÚS HACE MILAGROS
En todo el tiempo que Jesús estuvo en la tierra, hizo milagros. Sanó a los enfermos (Mateo 8:16, entre otros muchos ejemplos), controló el clima (Marcos 4:39), multiplicó la comida (Mateo 14:14-21), y proveyó dinero cuando fue necesario (Mateo 17:24-27). Incluso después de dejar la tierra, todavía sigue haciendo milagros en las vidas de las personas (Hechos 3:12-16).

6. JESÚS CAMBIA LAS VIDAS
La gente que seguía a Jesús abandonaba sus pecados. Él echó fuera siete demonios de la vida de María Magdalena (Lucas 8:2) y ella se convirtió en una seguidora devota que luego les dijo a los demás que Jesús había resucitado (Juan 20:16). Zaqueo, un recaudador de impuestos, le devolvió a la gente lo que les había robado cuando les cobraba los impuestos y dio la mitad de todo lo que tenía a los pobres (Lucas 19:1-10). Cuando estos seguidores eran llenos del poder del Espíritu Santo, eran capaces de declarar el mensaje de Jesús, hacer milagros y vivir libres del pecado (Lucas 10:1-20).

Por casi dos mil años Jesús ha estado cambiando las vidas de la gente en todo el mundo. "Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!" (2 Corintios 5:17). Él puede cambiar tu vida también. Jesús te liberará de tu adicción al pecado (Romanos 6:22), renovará tu mente (Romanos 12:2) y sanará tus heridas (2 Tesalonicenses 2:16-17).

7. JESÚS VIVE A LA DIESTRA DE DIOS EL PADRE
Después que Jesús se levantó de los muertos, ascendió a los cielos, al lugar donde estaba antes de hacerse hombre. Desde allí puede escuchar nuestras oraciones (Romanos 8:34).

8. JESÚS REGRESARÁ PARA JUZGAR A TODA LA HUMANIDAD
Mientras aún estaba en la tierra, Jesús dijo: "La señal del Hijo del hombre [un título que Jesús se atribuía a sí mismo] aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas las razas de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria" (Mateo 24:30). Cuando el Hijo del hombre regrese, Él separará a los que vivirán con Él para siempre en el cielo de aquellos que serán castigados (Mateo 25:31-32).

9. JESUCRISTO TE RECIBIRÁ SI VIENES A ÉL
Jesús dijo: "Al que a mí viene, no lo rechazo" (Juan 6:37). Por esta razón Él vino a la tierra: "a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10). No importa lo que hayas hecho, Jesús todavía quiere que vengas a Él. Dijo más: "No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan" (Lucas 5:32).

ORA CONMIGO AHORA PARA HACER QUE JESUCRISTO SEA TU SALVADOR Y AMIGO PERSONAL.
"Dios, gracias por amarme y por enviar a tu Hijo a morir en la cruz por mis pecados. Le doy a Jesús el control de mi vida. Ayúdame a ser la persona que tú quieres que sea. En el nombre de Jesús. Amén."

Has tomado la decisión más importante en toda tu vida. Jesús dijo: "El que a mí viene, no lo echo fuera". Él es la respuesta a tus preguntas de la vida.
¿SABE USTED LO QUE SIGNIFICA LA RESURRECCIÓN DE CRISTO?
LEA 1 CORINTIOS 15.
1Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; Is. 53.5-12. 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; Sal. 16.8-10; Os. 6.2. 5y que apareció a Cefas, Lc. 24.34. Y después a los doce. Mt. 28.16-17; Mr. 16.14; Lc. 24.36; Jn. 20.19. 6Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Hch. 9.3-6. 9Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Hch. 8.3. 10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
12Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Sal. 110.1. 26Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Sal. 8.6. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
29De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? 31Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero. 32Si como hombre batallé en Éfeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. Is. 22.13. 33No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.
35Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; 38pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 39No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. 40Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 41Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.
42Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; Gn. 2.7. El postrer Adán, espíritu vivificante. 46Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 50Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
51He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.1 Ts. 4.15-17. 53Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. Is. 25.8. 55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
 Os. 13.14. 56ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
58Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
JESUCRISTO ES DIOS. DIOS HA GLORIFICADO A SU HIJO. ÉL ES EL AUTOR DE LA VIDA.
LEA HECHOS 3: 1-26. 3:1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
3:2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
3:3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
3:4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
3:5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
3:6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
3:7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
3:8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
3:9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
3:10 Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
3:11 Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.
3:12 Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?
3:13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad.
3:14 Más vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida,
3:15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
3:16 Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.
3:17 Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes.
3:18 Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer.
3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
3:20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
3:21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
3:22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable;
3:23 y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.
3:24 Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días.
3:25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
3:26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.
JESUCRISTO ES DIOS. ÉL VINO DEL CIELO.
EL ROL QUE VINO A DESEMPEÑAR JESUCRISTO HACIENDO LA VOLUNTAD DE SU PADRE.
DICE JESÚS: VINE A HACER SU VOLUNTAD.
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” - Juan 6:38.
Consideramos extraordinario el que un ser humano rinda plenamente sus planes y su voluntad a la voluntad de Dios, probablemente porque no es común encontrar ese tipo de personas.
Pero como hemos visto, a la luz de quién es Dios y quiénes somos nosotros, dicha rendición de su voluntad a la del Padre solo se puede explicar en términos de abnegación, confianza y humildad absolutas así como de una profunda devoción al Padre.
Durante los años que pasó aquí en la tierra. Jesús mantuvo su postura de obediencia a Dios.
Aceptó la voluntad de su Padre, aun siendo dolorosa lo hizo porque su amor hizo que se sometiera a su voluntad, pues en ningún momento vimos su resistencia o querer hacer lo contrario.
Así también nuestro pensar, actuar, nuestra vida entera debe rendirse a la voluntad de Dios, pues ¿qué otro objetivo existe para que estemos ahora aquí sino es el propósito para el que nos creó: para hacer su voluntad?
¿Perdiste tu trabajo, tu familia está destruyéndose, sientes que tu vida no tiene sentido? Pues, levanta la cabeza para salir adelante.  Si haces su voluntad, también recibirás las instrucciones y las armas para llevarla a cabo. Preséntate a Él y dile:
“Aquí me tienes, he venido oh Dios a hacer tu voluntad” - Hebreos 10:7.
Autora. Telma Céspedes.
EL PODER Y LA GLORIA SON DE DIOS Y NO DE NOSOTROS.
Segunda Corintios 4:7: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.”
Si usted es como la mayoría de las personas, usted no se da cuenta de su dependencia en Dios hasta que ya está consumido por el estrés causado por usted mismo, o por circunstancias más allá de su control.
¿Por qué pasa esto?
Pablo enseña que es porque somos frágiles, y añade que Dios nos ha hecho de esta manera para que el poder de Dios sea dado a conocer a través de nosotros. Quizás algunos le digan: “Haga un nudo en la cuerda de su vida y ¡sosténgase!” En ocasiones Dios desea que soltemos la cuerda que nos ata a hábitos destructivos. Dependemos totalmente en Dios para que el amor de su Hijo sea dado a conocer a todo el mundo.
Consiga una cuerda y ate un nudo en ella. Manténgala en su escritorio durante esta semana como un recordatorio que Dios no es solamente el nudo al final de la cuerda, ¡Él es el Salvador del mundo!
"RECONOCE TU DEPENDENCIA"
UN PEQUEÑO PASO DE OBEDIENCIA ES UN GIGANTESCO PASO HACIA LA BENDICIÓN.
Cuenta la historia que Dalila había intentado varias veces pedirle a Sansón que le dijera qué lo hacía tan fuerte, pero no lo había logrado hasta que un día le dijo: ¿Cómo puedes decirme “te amo” si no me confías tus secretos? ¡Ya te has burlado de mí tres veces y aún no me has dicho lo que te hace tan fuerte!”. Lo presionó tanto que finalmente logró que Sansón le revelara su secreto: “Nunca se me ha cortado el cabello -le confesó-, porque fui consagrado a Dios desde mi nacimiento. Si me raparan la cabeza, perdería la fuerza, y me volvería tan débil como cualquier otro hombre”.
Dalila arrulló a Sansón hasta dormirlo con la cabeza sobre su regazo y luego hizo entrar a un hombre para que le afeitara las siete trenzas de su cabello. De esa forma, comenzó a debilitarlo y la fuerza lo abandonó. Entonces ella gritó: “¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!”. Cuando se despertó, pensó: “Haré como antes y enseguida me liberaré”, pero no se había dado cuenta que el Señor lo había abandonado. Así los filisteos lo capturaron y le sacaron los ojos, se lo llevaron a Gaza, donde lo ataron con cadenas de bronce y lo obligaron a moler grano en la prisión, pero en poco tiempo, el cabello comenzó a crecerle otra vez.
Los gobernantes filisteos se habían juntado para celebrar un gran festival y exigían que trajeran a Sansón para que los entretuviera, así que lo sacaron de la prisión. En ese momento Sansón le pidió a un joven sirviente que lo llevara hasta el lugar donde se encontraban las columnas que sostenían el templo y pusiera sobre ellas sus manos. Entonces oró: “Soberano Señor, acuérdate de mí otra vez. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas sólo una vez más. Con un solo golpe, déjame vengarme de los filisteos por la pérdida de mis dos ojos”. Entonces Sansón apoyó las manos sobre las dos columnas centrales que sostenían el templo, las empujó con ambas manos y pidió nuevamente en oración: “Déjame morir con los filisteos”. Y el templo se derrumbó. De esa manera, Sansón mató más personas al morir, que las que había matado durante toda su vida.
Cuando reconocemos que dependemos completamente de Dios, El convierte nuestros fracasos en victorias, lo hizo con Sansón y hoy también puede hacerlo contigo, solo acepta que ya no puedes seguir luchando en tus propias fuerzas y necesitas que Él intervenga a tu favor para darte la victoria que estás esperando.
Dios no puede evitar las consecuencias de nuestros actos y decisiones pero si puede hacer que estos sean más beneficiosos para nuestras vidas.
Un pequeño paso de obediencia es un gigantesco paso hacia la bendición.
Autor(a). Brisna Bustamante S.
Sub Coordinadora Call Center.
AHORA QUE SABE QUE JESUCRISTO ES DIOS: CREA, OBEDEZCA Y SIRVALE AL SEÑOR SIENDO SU DISCIPULO.
LLEVAR EL MENSAJE MÁS IMPORTANTE AL MUNDO EL EVANGELIO DE LAS BUENAS NOTICIAS.
EL COMIENZO DE UNA GRAN MISIÓN.
Marcos 16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
El pastor Rogers en una ocasión afirmó: “Si yo tuviera que identificar la mayor equivocación acerca de los creyentes de hoy, sería que pasan mucho tiempo tratando que Dios les saque de sus problemas, en lugar de sumergirse en la justicia.”
Estamos viviendo a la defensiva en vez de la ofensiva. Necesitamos ir más allá de la línea defensiva del cristianismo y ubicarnos a la ofensiva: Proclamando el Reino de Dios, cumpliendo la Gran Comisión y compartiendo con otros al Señor Jesucristo. Nuestro Pastor nunca nos llevará a donde su fortaleza no pueda sostenernos. Nunca nos llevará por un camino que Él mismo no haya recorrido primero.
¿Está usted compartiendo el amor de Jesucristo y sus palabras de salvación con alguien que esté perdido? Si no lo está haciendo, comience hoy a posicionarse a la ofensiva y verá la mano de Dios moverse.
Romanos 1:17: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
¿Es justo Dios? Sí. ¿Y cómo se revela la justicia de Dios? De fe en fe. Dios le da una verdad, usted cree en esa verdad y Dios le da más verdades. Mientras más obedezca la luz, más luz recibirá. La razón por la cual algunos de nosotros no entendemos más de la Biblia es porque aún no hemos obedecido a la luz que Dios ya nos ha dado. Es tiempo que tomemos en serio y obedezcamos la Palabra de Dios. Si comenzamos a obedecer las cosas pequeñas que entendemos, Dios iluminará nuestro camino para ayudarnos a comprender lo que aún no entendemos.
Pídale a Dios que le dé entendimiento acerca de las profundidades de su Palabra a fin de compartir su verdad, de una mejor manera, con los no creyentes a su alrededor.
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” (Romanos 1:16).
¿Está usted listo para “gastar” y “gastarse” por el Señor hoy, o tiene muchas otras cosas en su agenda? ¿Está disponible a ser usado por el Señor, aunque esto le cause “sangre, sudor y lágrimas”,  o está más interesado en planificar dónde pasará sus próximas vacaciones? Muchos de nosotros somos “gallinas” cuando de testificar del Señor Jesucristo se trata. Nos esquivamos o nos desentendemos cuando se toca el asunto de religión o Dios. Esperamos que nadie esté mirando cuando, estando en un lugar público, oramos para que Dios bendiga nuestros alimentos. Necesitamos más del espíritu de los santos que sufren tortura y abuso en prisiones, en este mismo momento por causa del Evangelio, todo porque profesan amor por Jesucristo. Jesús dijo: “Porque el que se avergonzare de Mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre, con los santos ángeles” (Marcos 8:38)
Dios le está llamando para que deje atrás su “cómodo” cristianismo y que comparta con alguien que Jesús le ama y quiere salvarle. ¿Lo hará o le dará vergüenza hacerlo? Que este sea el año en que usted lleve la luz de Cristo a su universidad, a su vecindario, a su trabajo. ¡Dondequiera que Dios le ponga, deje que Él le use para su gloria!
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).
Acabar la carrera que Dios ha planeado para nosotros nunca es fácil. Toma disciplina y arduo trabajo. Requiere que nos levantemos al caer, nos sacudamos el polvo y volvamos a comenzar. Uno de estos días usted tendrá que mirar hacia atrás y espero pueda ser capaz de decir que luchó como un guerrero y acabó como un atleta.
¿Qué carrera está usted corriendo? ¿La carrera para lograr el éxito mundano cuéstele lo que le cueste o la carrera real? Tome uno tiempo para escribir algunas metas que le ayudarán a mantenerse en curso para la gloria de Dios. Use Isaías 61:1-3 como guía.
61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
61:2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
61:3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Salmos 126:6: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a venir con REGOCIJO, trayendo sus gavillas.”
¿Sabe lo que hace en la mañana cuando tiene un tiempo a solas con el Señor? Está desyerbando su jardín. Está limpiando de malezas el jardín de su mente para que la BUENA SEMILLA de la Palabra de Dios pueda multiplicarse. Ahora, el próximo paso es plantar la semilla y cultivar la cosecha de Dios. Y cuando vaya a ganar almas, riegue los cultivos con sus lágrimas. Lea en Juan 17 cómo el corazón del Señor se quebrantó por las personas que Él anhelaba abrazar y amar. Aprenda este tipo de compasión en el jardín que Dios le ha dado a cultivar para su Reino.
Pídale a Dios que le ponga en sus campos de servicio. Ruéguele que le haga firme, pero compasivo y sabio para compartir sus Buenas Nuevas.
“Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:20).
En algún lugar de California durante la fiebre del oro de 1894, la historia relata que un día dos mineros encontraron una veta de oro muy rica. Ellos decidieron no compartir con nadie el descubrimiento para que la veta fuese sólo para ellos. Entonces fueron al pueblo a comprar mejor equipo para minar el oro, pero cuando salieron cantidades de personas les seguían. Su júbilo estaba escrito en sus rostros. ¿Lo que está en su corazón está escrito en su rostro? Oh, cómo oro que toda persona que lea esto hoy no esconda lo que ha encontrado en Jesucristo. Deseo que la gente que le vea hoy diga: “No sé qué sucede con esa persona, pero yo quiero lo que ella posee. Quiero lo que él (o ella) tiene.”  El regalo de la salvación es para usted, pero también es para que otros lo posean y deseen lo que usted tiene.
¿Cómo le va a compartir de Jesús a alguien hoy? ¿A quién le va a compartir? ¿Qué le va a compartir? Pídale a Dios que le dé la valentía y la oportunidad de compartir las mejores buenas nuevas que alguien necesita escuchar.
EL SEÑOR NOS LLAMA A CONSTRUIR PUENTES.
Cuenta una historia que dos hermanos vivieron juntos y en armonía por muchos años pero un día comenzó un pequeño malentendido que fue creciendo. Si bien los hermanos vivían en granjas separadas, durante cuarenta años habían cultivado juntos, compartido maquinaria e intercambiado productos, eran un gran equipo juntos. Lamentablemente, esto se vio afectado cuando un buen día  el conflicto terminó  en una explosión de palabras seguidas de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta del hermano mayor. Era un carpintero que estaba buscando trabajo. - Tengo un trabajo para usted, afirmó el hermano mayor. Al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nuestras granjas. Él pudo haber hecho eso para enfurecerme, pero le voy a hacer algo mejor. ¿Ve aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más. Acto seguido, el hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y se fue al pueblo a buscar provisiones.
Al volver el granjero quedó atónito.
No había ninguna cerca de dos metros; en su lugar  había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte con todo y pasamanos. En ese momento, el hermano menor vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo:
- Eres una gran persona, construir este hermoso puente después de todo lo que he hecho y dicho. Mientras se reconciliaban  se dieron cuenta de que el carpintero estaba tomando sus herramientas y se marchaba.
- No, espera, dijo el hermano mayor, no puedes irte, tengo muchos proyectos para ti.
- Me gustaría quedarme, dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir. Muchas veces permitimos que los malos entendidos nos separen de la gente que amamos, permitimos que el orgullo sea quien domine nuestras acciones y algo que podía arreglarse rápidamente se transforma en años de enfrentamientos, y  separación.
Nosotros estamos llamados a ser agentes de paz, a amar a nuestro prójimo, a perdonar las ofensas, sin importar quién se equivocó.
Así como el carpintero hizo del puente una obra de arte con los desechos de madera que tenía, nosotros debemos hacer nuestro mejor esfuerzo por reconstruir los lazos que nos acercan a las personas que amamos. No basta con un intento, hay que hacer lo mejor que podamos con lo que tenemos a nuestro alcance.
Recuerda que el rencor hace más daño a la persona que lo siente que a aquella que pudo generar la situación que causó ese sentimiento. Perdona, no permitas que en tu corazón eche raíces la amargura.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” - Efesios 4:32.
HOY HAY MUCHOS HUYENDO DE DIOS.
VOLVIENDO A SU PERFECTA VOLUNTAD.
El esfuerzo de Jonás para evitar la voluntad de Dios; la segunda comisión; Nínive se arrepiente; el disgusto de Jonás.
El Señor ordenó a Jonás, diciéndole: «Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de Mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis . . . » (Jonás 1:2-3). Jonás probablemente estaba encantado con las buenas noticias de que el juicio de Dios pronto iba a caer sobre Nínive. Él no podía creer que la misericordia y el amor de Dios se iba a extender aun a los enemigos de Israel. Pues, entonces él decidió de no ser misionero a Nínive. Él probablemente se sintió muy afortunado cuando en el día que él llegó a Jope descubrió una nave que salía para Tarsis, uno de los lugares más lejanos de comercio en Fenicia.
Por un tiempo, los acontecimientos eran favorables en «las vacaciones» de Jonás y momentáneamente le dio tal paz en su mente que «había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir» (1:5). Sin embargo, cuando vemos las circunstancias favorables, aun cuando estamos evitando la voluntad de Dios, ellas son sólo temporarias y nunca nos llevan a un buen fin. Los marineros tuvieron miedo cuando una gran tempestad se levantó. Al oír que Jonás huía de la presencia de Dios, lo echaron al mar, pero un gran pez se lo tragó. Después de tres días de buscar razones dentro de sí mismo, Jonás se arrepintió y el gran pez lo vomitó en tierra seca. Entonces Jonás se convirtió en el mejor evangelista de sus días y llegó a ver la ciudad entera de Nínive arrepentirse de sus maldades. Dios podía haber llamado a otro profeta y podía haber dejado a Jonás en el fondo del mar, pero Dios tuvo misericordia, demostrando Su amor hacia el profeta y hacia el pueblo de Nínive que se arrepintió. La buena voluntad de Dios para perdonar a los mayores pecadores que se arrepienten fue bien conocida cuando el rey de Nínive y su pueblo se arrepintieron y se libraron de la destrucción profetizada por Jonás.
“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová” - Jonás 1:3.
Jonás huyó de la voluntad de Dios, para encontrarse que era imposible hacer tal cosa. El profeta estaba convencido que podía burlar los planes perfectos de Dios.  Él pensó que ir en dirección opuesta le evitaría cumplir con lo establecido por el Todo Poderoso.
Lamentablemente, Jonás se encontró en el vientre de un pez gigante, y allí rodeado de algas y sin esperanza, Jonás entiende que el ir en contra de los designios de Dios traía terribles consecuencias.
Al igual que Jonás muchos de nosotros un día hemos ido en contra de la voluntad de Dios. En incontables oportunidades pensamos que nuestras opciones son mejores y seguimos nuestra propia agenda. Los mandamientos de Dios no son siempre llamativos y por lo tanto imponemos nuestras reglas o seguimos lo que dicte nuestro corazón.  Ni hablar de quienes sencillamente han conocido a Dios, pero han decidido pretender que no le conocen.
Como en la vida de Jonás, nosotros también nos encontraremos con lo no efectivo que resulta alejarnos de Dios.  Los resultados siempre serán los mismos y las decepciones similares. Lo impresionante de la historia de Jehová y de la nuestra es que no importa lo mucho que nos hayamos alejado o la cantidad de errores que en nuestra huida hayamos cometido, en el mismo momento en que reconozcamos nuestro error, Dios estará dispuesto a cambiar nuestra historia y por ende nuestro futuro.
Nada impidió que Dios cumpliera su propósito en la vida de Jonás, y nada va a impedir que Dios cumpla el propósito en tu vida. Jehová es experto en obrar a pesar de nosotros mismos y lo hará las veces que sea necesario.
 En el libro de Jonás, aprendemos que Jonás llegó a un punto físico de depresión (véase Jonás 4:3,8). Él quería que Dios le matara.
4:3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
4:4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?
4:5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.
4:6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.
4:7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.
4:8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.
4:9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.
4:10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.
4:11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
 Si te has alejado de Dios, sea un poco o demasiado, sólo ten presente que no hay lugar al que puedas huir de Su presencia y que Él hará todo lo necesario para que vuelvas tus ojos al cielo, regreses al buen camino y experimentes el amor y el perdón inmerecido de Dios hacia ti. Hoy es el día para volver a Dios.  Mañana puede ser muy tarde.
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.” (Salmo 139:7-16).
Autor(a). Dilean Canas.
JESUCRISTO ES DIOS. ÉL NOS DA INSTRUCCIONES PARA VIVIR BIEN.
LAS INSTRUCCIONES DEL MAESTRO.
Por el Hermano Pablo.
Era el primer salto en paracaídas. Los ocho jóvenes australianos, todos ellos aprendices de paracaidismo, estaban entusiasmados. El avión que los llevaba volaba a mil quinientos metros de altura, y uno por uno los jóvenes fueron saltando. Todos habían estudiado con esmero. Pero a Alan Bannerman, de la ciudad de Sydney, no le fue bien. Su paracaídas se desplegó antes de tiempo y se enredó en la cola del avión. El joven quedó colgado de la cola en pleno vuelo.
El instructor de Alan comenzó a darle instrucciones: cómo quitarse el paracaídas enredado, cómo abrir el de repuesto, cómo aterrizar. Y siguiendo las instrucciones del profesor, y recordando las lecciones aprendidas en ocho horas de aprendizaje, el joven pudo salir de su amarradura y aterrizar sano y salvo.
Qué importante es saber cómo seguir las instrucciones del maestro! Es la única salvedad en cualquier problema que se presente, ya sea en el aprendizaje del paracaidismo o en el caminar de esta vida.
Son ciertamente muy pocos los que practican el paracaidismo, y sin embargo la vida entera es un gran salto. A diario confrontamos situaciones imprevistas. Cada nada tenemos que tomar decisiones de mayor o menor envergadura, y nos perdemos en el gran mare mágnum de perplejidades y desasosiegos que son parte de esta vida.
¿Qué podemos hacer cuando nuestro paracaídas no funciona, cuando nos estamos cayendo indefensos en forma vertiginosa? ¿Hay alguna solución para el alma confundida?, ¿para la vida en caos? Si no es nuestra paz del alma la que va en quiebra, es nuestra conducta, o nuestros negocios, o nuestro hogar o nuestra vida. Siempre hay algo que no anda bien, y a veces estas son situaciones muy severas. Nos estamos cayendo, y no hay salvación. ¿QUÉ PODEMOS HACER?
Siempre podemos hacer las dos cosas que hizo Alan Bannerman, el paracaidista de Sydney: pedir sinceramente la ayuda divina, y luego seguir las instrucciones del Maestro.
Hay, para las luchas de la vida, un Dios que está atento a nuestro clamor. Según el salmista, ese «Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia» (Salmo 46:1). Y es su Hijo Jesucristo, el Maestro divino, quien nos da los pasos a seguir. «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados —nos invita Cristo—, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí —nos instruye—, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave —concluye— y mi carga es liviana» (Mateo 11:28-30). Permitamos que Jesucristo sea nuestro Maestro y nuestro socorro.
Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
VIAJE TRANQUILO, NO SABEMOS; PERO ATERRIZAJE SEGURO SÍ.
Dios no le ha prometido un viaje tranquilo, pero sí ha prometido un aterrizaje seguro. Él tiene un propósito al permitir cada circunstancia en su vida. Usted puede contar con ello. Él estará con usted en toda tormenta de la vida. Andrew Murray dijo: “Dios está dispuesto a asumir completamente la responsabilidad de la vida que totalmente se entrega a Él.”
Uno de estos días, su destino será alcanzado. Y pronto, muy pronto, Él bajará de la montaña de su gloria y la trompeta sonará. Y nuestra pequeña embarcación zarpará de las aguas del tiempo y llegará inmediatamente a las orillas de la eternidad. Cuando Él venga, ¡Él vendrá por usted! ¡Él viene por nosotros!
Primera Tesalonicenses 4:16-18 nos dice que nos alentemos unos a otros con las palabras acerca del regreso de Cristo. ¿Tiene un amigo que está pasando por un problema? Llévele consuelo con estas palabras.
4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
4:18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
EN JESUCRISTO PODEMOS CONFIAR.
Primera Corintios 15: 27: “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.”
Alabe al Señor! ¡La historia tiene un final feliz! ¡Él ha resucitado! Jesús está sentado a la diestra de Dios en este mismo momento, intercediendo por nosotros (Romanos 8:34). Y sus oraciones son siempre contestadas. Cuando los problemas de su vida estén más allá de su control, recuerde que éstos están bajo los pies de Cristo. ¿Dónde está el Señor? Está en los cielos, intercediendo por usted. ¿Dónde están sus dificultades? Están sujetas debajo de los pies del Señor Jesucristo. ¡Él está vivo y pronto regresará por usted!
¿Conoce a alguien que esté pasando pesares? Escríbale una nota de ánimo y utilice Romanos 8:34 con un versículo de esperanza.
8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
LA PRUEBA DEL  AMOR DE JESUCRISTO, ES LA CRUZ.
Juan 10:18: “Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
La verdad profunda del amor del Salvador es comprensible cuando consideramos una verdad importante: Jesucristo es la única persona que ha escogido morir. “Pero, ¿qué de los kamikaze, los pilotos japoneses suicidas en la segunda guerra mundial? ¿Qué de los soldados quienes, habiendo pisado y detonado una mina, permanecieron inmovibles hasta que sus compañeros se alejaran lo suficiente para que estuviesen a salvo?” Ellos no escogieron morir, sólo escogieron cuándo morir. Nosotros y todo aquel que aún esté por nacer, eventualmente moriremos. Sin embargo, únicamente hubo Uno que no tenía que morir. Los clavos no retuvieron a nuestro Salvador en esa cruz. Cuerdas plateadas de amor y ataduras doradas de redención fueron las que le mantuvieron allí.
Lea los Salmos 22, 23 y 24 y regocíjese en la provisión, protección y providencia del Buen Pastor.
22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
24:2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.
24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
24:4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
LA REVELACIÓN DE DIOS ES GLORIOSA Y MAJESTUOSA.
“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” (Mateo 11:27).
Cuando Dios condescendió para darse a conocer a nosotros, la Biblia llama a este acto “revelación”. El Infinito revelándose a lo finito. Ahora, ¿cuál es el agente de esta revelación? El Espíritu Santo. Sólo el Espíritu Santo conoce la mente de Dios y busca las cosas profundas de Dios. Usted y yo no podemos conocer a Dios, aparte de lo que el Espíritu Santo nos revele acerca de Él.
En Isaías 55:9 leemos: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Incluso en el plano humano, la única manera de conocernos mutuamente, es cuando en forma personal nos “revelamos” el uno al otro. Y la única manera para el hombre de conocer a Dios, es que Dios mismo se le revele. ¡Alabado sea Dios porque escogió hacer eso!
¿Cuán bien conoce usted a Dios? ¿Cuán bien usted quiere conocerle? Una forma de saberlo es sumando los períodos de tiempo que usted invierte para conocerlo. ¿Cómo se compara eso con la cantidad de tiempo que usted pueda tomar tratando de conocer a su novio o novia, o en pasatiempos, o aprendiendo cómo jugar un juego? Amigo (a), ¿en dónde está su pasión?
“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi MISERICORDIA, ni el pacto de mi PAZ se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti” - (Isaías 54:10).
DESCUBRIENDO LA GRANDEZA DE DIOS.
En ocasiones las más grandes revelaciones vienen por medio de la confrontación.
¿Por qué Dios llevó a los israelitas hacia el Mar Rojo?
A fin de que ellos tuvieran una confrontación con Él, y DESCUBRIERAN su GRANDEZA y LIBERACIÓN. Muchas veces lo que pensamos son tragedias y problemas, no son más que las maneras que utiliza Dios para acercarnos a Él. Dios cierra esta puerta. Dios cierra aquella puerta. Parece que no hubiera una salida. Con todo, debemos AFERRARNOS al hecho de que DIOS se REVELA a nosotros en la TORMENTA, y Él pone sus huellas en el mar.
Piense en tres cosas que usted puede hacer hoy para traer la luz del Hijo de Dios a alguien que pudiera ser que esté luchando con su fe. Luego, ¡vaya y hágalo!
DIOS HA REVELADO SU PODER Y GLORIA POR MEDIO DE JESUCRISTO EL SEÑOR.
“Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en Él, pero viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros” - (2 Corintios 13:4).
¿Está enfrentando un problema que necesita resolver? Podemos aprender mucho en cuanto a cómo resolver problemas, leyendo sobre el milagro que Jesús realizó cuando alimentó a 5.000 personas. Cuando Jesús y los discípulos estuvieron con miles de personas hambrientas, Él le preguntó a Felipe: “¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?” (Juan 6:5).Amigo, le diré que Jesús no estaba pidiendo información. Él ya sabía lo que iba ha hacer. Más bien estaba tratando de darle a Felipe la revelación que nosotros nunca debemos evaluar nuestros problemas a la luz de nuestros propios recursos o fortaleza. No tenemos ningún derecho de pedirle al mundo que crea nuestro mensaje a menos que haya algo en nosotros que es inexplicable y sobrenatural. Debe haber una dimensión divina en nuestras vidas.
¿Qué es lo que Proverbios 3:5-6 le dice que debe hacer cuando está enfrentando un problema? 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
3:6 Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
JESUCRISTO ES REAL, PUEDE CREER EN TODAS SUS PROMESAS.
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” - (2 Timoteo 1:12).
El pastor Rogers testificó: “Es un milagro que yo conozca al Señor Jesucristo. No dije que es un milagro que sepa acerca del Señor Jesucristo. Lo conozco. Puedo leer un libro sobre Abraham Lincoln, pero eso no significa que le conozca. Yo conozco a Jesucristo porque Él se ha revelado a mí. Dios me salvó y ahora Él es muy real para mí.”
¿Es Jesucristo real para usted? El Espíritu Santo revela a Dios a cada no de nosotros. Sin Él, no tendríamos ningún entendimiento de nuestra relación con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. ¡Aleluya! ¡Cuán maravilloso es que Dios haya escogido conocernos a través de Su Hijo, por medio del Espíritu Santo! Tenemos un compañero constante. El trabajo del Espíritu Santo no es sólo ser nuestro maestro, sino también nuestro protector. Él protege los intereses de Dios en sus hijos cada día.
Ore: “Señor, con todo mi corazón, con todo lo que soy, yo quiero conocerte. Deseo que nuestra relación sea muy íntima y que mi fe crezca. Límpiame y hazme todo lo que Tú quieres que sea. Rindo por completo mi vida a Ti.”
DIOS NOS REVELÓ SU VOLUNTAD.
La historia del pueblo de Dios confirma los muchos que tuvieron que soportar circunstancias hostiles y sufrimientos, pero aún se mantuvieron fieles y pudieron cumplir con la perfecta voluntad de Dios. En la famosa lista de los «héroes de la fe» (Hebreos 11:1-38), Dios nos da un repaso de muchos de ellos. «Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac . . . pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir . . . Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales (de corta duración) del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios» (11:17-26). Los hombres y las mujeres del Antiguo Testamento escritos en esta lista son ejemplos de personas que escogieron obedecer a Dios y vivir piadosamente, sin considerar las consecuencias.
Esto nos recuerda de lo mucho que nuestro Salvador ha dispuesto para nosotros por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros y por medio del conocimiento completo de Su voluntad revelado en Su Palabra escrita. En verdad, «nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante» (12:1). Los corredores que ganan la carrera de la vida ponen «los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios» (12:2). La vida del creyente demanda negarse a sí mismo, la disciplina, y un corazón sincero y lleno de amor para con Dios y para Su Palabra. Estas características distinguen al creyente del desenfreno que se practica en el mundo. Tenemos que decidir por nuestra propia cuenta, por medio de la oración y la lectura de las Escrituras y una examinación personal, si hay algo en nuestras vidas que nos está estorbando que necesita ser eliminado.
«La carrera» de la cual el apóstol Pablo nos escribe es una vida de lealtad y de obediencia. «Y (Jesús) decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lucas 9:23).
DIOS NOS REVELA EN SU PALABRA, LO QUE DEBEMOS HACER.
«Hijo mío. . . (que) tu corazón guarde Mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán» (Proverbios 3:1-2).
EL SEÑOR PIDE SANTIDAD Y OBEDIENCIA A SUS HIJOS.
Jesús nos amonesta: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» (Mateo 7:15). Sin duda, la vida eterna es el don de Dios «no por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios 2:9). Pero, también es verdad que «la fe sin obras es muerta» (Santiago 2:20). La enseñanza es falsa cuando ofrece la vida eterna para llegar al cielo sin mencionar la vida del discipulado. Para clarificar la diferencia entre los verdaderos profetas y los falsos profetas, nuestro Señor dijo: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos» (Mateo 7:21). Sin embargo, la evidencia de ser un verdadero creyente es mucho más que hacer grandes obras; es el ser obediente al Señor Jesucristo.
Nuestro Señor nos dejó esta parábola: «Cualquiera, pues, que Me oye estas Palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que Me oye estas Palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina» (7:24-27).
La obediencia tiene un sentido doble: el primero: «Cualquiera, pues, que Me oye estas Palabras», entonces reacciona: «y las hace (estas Palabras)». El sabio y el necio les dan mucho cuidado y labor a sus actividades — el uno está haciendo tesoros en el cielo, pero el otro solamente está cumpliendo metas humanas. Cuando nuestro mayor deseo es agradar a Cristo, Su Palabra será nuestro mando supremo para esta vida, y nos guiará a evitar el lazo de la obstinación, del orgullo, y de la avaricia. Por medio de Su Palabra sola, guiados por el Espíritu Santo, es que podemos estar a cuenta con nuestro Creador.
Es imposible vivir otra vez los años malgastados, pero es posible dejar de edificar sobre la arena que se hunde y empezar a edificar sobre la Roca de la eternidad. «Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará» (I de Corintios 3:11-13).
El tener la mente de Cristo purifica nuestros pensamientos (Filipenses 2:5).
DIOS NOS REVELA EL VERDADERO EVANGELIO.
Efesios 2:8: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”
¿Cómo puede usted decir si tiene o no el verdadero evangelio?
 El apóstol Pablo nos da tres pruebas.
 1. La primera es el origen del evangelio. ¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El evangelio es legitimado por su origen.
2. La segunda es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz. Es la obra sobrenatural de Dios.
3. La tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema. Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
Dedique una o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de venir!
AHORA ES TIEMPO DE PONER ATENCIÓN A LAS SEÑALES DE DIOS Y A SU REGRESO.
PREPARANDONOS PARA EL DÍA FINAL ANUNCIADO POR EL SEÑOR.
“Más el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).
G. Campwell Morgan fue un gran expositor de la Palabra de Dios, y alguna vez dijo: “Nunca recuesto mi cabeza en la almohada sin pensar que tal vez antes de despertar, mi mañana final haya llegado. Nunca comienzo a trabajar sin pensar que Él puede interrumpir mi trabajo para hacer el Suyo.”
Cada noche, al irnos a acostar, deberíamos decir: “Jesús puede venir esta noche.” Y cada día al ir a nuestros respectivos trabajos, deberíamos pensar que ese día pudiera ser el último día de trabajo para nosotros. Debemos estar apercibidos para Su regreso.
¿Está usted orando por el retorno de Jesús? Si usted le ama, debería estar anhelando Su regreso y orando: “Sí, ven, Señor Jesús” (Ap. 22:20).
Si éste fuera su último día sobre la tierra, ¿qué es lo que haría diferente? ¿Cómo invertiría su tiempo? ¡Piénselo! Luego viva como si Jesús fuera a venir cualquier momento. ¿Y sabe qué? ¡A lo mejor lo hace!
SOMOS HECHOS JUSTICIA DE DIOS EN JESUCRISTO.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:21).
ES LA OBRA DE JESUCRISTO Y NO NUESTRA RELIGIOSIDAD.
¿Alguna vez se ha acostado al final de un largo día y satisfecho se dice: “Bien, hoy fui una buena persona, así que si muero esta noche iré al cielo?” Si lo ha hecho, no está solo. Me atrevo a afirmar que la mayoría de personas creen que si van a la iglesia, diezman su dinero y hacen bien a otros, que Dios les permitirá entrar al cielo. Con todo, si ser religioso nos puede llevar al cielo, por qué fue un hombre tan religioso como Pablo confrontado cuando viajaba camino a Damasco y el Señor le preguntó: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hechos 9:4b). Aún más importante, si pudiésemos salvarnos a nosotros mismos realizando buenas obras Dios no tenía necesidad de enviar a su Unigénito al mundo como sacrificio substituto por usted y por mí. No, es la justicia de Jesús lo que nos salva.
No es hasta que admitamos nuestro pecado que vamos a conocer la misericordia y el perdón del Rey. Póstrese ante Él hoy y admita que está perdido sin Él y que su salvación fue comprada exclusivamente con la sangre de Cristo.
TODA LENGUA CONFIESE QUE JESUCRISTO ES EL SEÑOR, PARA GLORIA DE DIOS PADRE.
“ ¡TODO SUCEDE PARA LA GLORIA DE DIOS!”
“Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” (Colosenses 1:19).
¿Sabe usted por qué suceden todas las cosas? Es para traer gloria a Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. De hecho, la Palabra de Dios nos dice que Jesucristo debe tener preeminencia en toda la historia. El todo de la historia culmina exclusivamente en eso. ¿Sabe la razón por qué el mundo fue creado? ¡Jesús! ¿Sabe por qué ministra el Espíritu Santo? ¡Jesús! ¿Sabe para qué habrá un día de juicio final? Para que “toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). Hitler y Hemingway lo confesarán. Buda y Mahoma lo confesarán. Ningún ser humano puede cambiar ese certísimo futuro: toda la creación reconocerá que Jesús es el Señor.
La próxima vez que alguien le pegunte por qué suceden ciertas cosas, dígales: “¡Para la gloria de Dios!”
LOS OJOS DEL SEÑOR CONTEMPLAN TODA LA TIERRA.
“Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15).
¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir: “Deje que su conciencia sea su guía”? Bueno, eso no siempre es lo más recomendable, porque la conciencia puede estar contaminada. Un indígena norteamericano, creyente, dijo lo siguiente relacionado con nuestra conciencia: “En mi corazón hay una flecha que tiene tres afiladas puntas. Si hago lo malo, la flecha se mueve, y me corta. Si hago lo malo muchas veces, las puntas se desgastan y ya no me duele tanto. Pero cuando desaparece el dolor, ¡cuídese!”
Una persona puede estar adormecida o ciega a lo que ha hecho, y volverse insensible a sus malas acciones. Si tal ocurre, una persona puede llegar a tener “una conciencia cauterizada”. La única forma en que su conciencia puede ser su guía, es cuando Dios guía su conciencia.
2 Crónicas 16:9 dice: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él [...].”
DIOS SABE LO QUE HABLAMOS, LO QUE HACEMOS Y A LOS LUGARES QUE VAMOS.
Viva hoy sabiendo que los ojos del Señor están sobre usted, y al final del día pregúntese: “¿He encontrado gracia a los ojos del Señor por la forma en que he hablado, por lo que he hecho, y a donde he ido?”
LO QUE HACEMOS EN ESTA VIDA TIENE ECO EN LA ETERNIDAD.
Eco en la eternidad. Mateo 6:19-21.
© Copyright 2010 Más de la Vida con Jorge Cota.
Mateo 6: 19- 21.6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
LA RAZÓN DE ADMINISTRAR BIEN EL TIEMPO.
Imagínese un banco que todos los días por la mañana le acredita a su cuenta personal $86,400 dólares pero el saldo no se transfiere al día siguiente.  En otras palabras, al final del día se le termina ese dinero. Cualquier cantidad de los $86,400 dólares que no gastó durante el día; los perdió. ¿Usted qué haría? Yo estoy seguro que la mayoría de nosotros gastaríamos cada centavo todos los días. Por lo menos transferiríamos el saldo a otra cuenta.
La realidad de las cosas es que sí hay un banco así y se llama el banco del tiempo. Todas las mañanas, usted y yo somos acreditados con 86,400 segundos y todas las noches el banco del tiempo cancela todo lo que no logró gastar, invertir o transferir. No le ofrece protección de ningún tipo, y su cuenta puede cerrarse en cualquier momento y sin previo aviso. Si usted falla en usar el deposito del día; la pérdida es suya.
En Planet Hollywood (una cadena de restaurantes) de Fort Lauderdale en Florida. Hay una nota escrita a mano por Bruce Lee que se llama.
Mi Objetivo Principal Definido. La nota dice lo siguiente:
"Yo, Bruce Lee, seré la primera superestrella oriental mejor pagada de los Estados Unidos. A cambio daré las actuaciones más excitantes y rendiré al máximo de calidad en la capacidad de actor. Comenzando en 1970, alcanzaré fama mundial y desde ahí en adelante hasta el final de 1980, tendré en mi posesión $10,000,000. Luego viviré de la forma que deseo y alcanzaré armonía y felicidad interior".
--Firmado, Bruce Lee (Enero 1969).
Cuatro años y medio más tarde Bruce Lee estaba muerto. Bruce Lee estaba radicalmente comprometido a una causa sin trascendencia y sin importancia. Yo le garantizo que hoy está eternamente arrepentido. La pregunta para todos nosotros el día de hoy es la siguiente: ¿Estaremos algún día eternamente arrepentidos?
Cuando usted esté delante de su Creador, estará avergonzado por su "Objetivo Principal"  y por todo aquello que consumió su tiempo, su talento y su tesoro. Espero que no.
De manera que yo lo desafío a que busque un lugar donde pueda impactar a la eternidad. Un lugar donde pueda decir: "Sabes, valió la pena mi existencia".
¿Cómo lo encuentra? Haciéndose cuatro preguntas…
1. ¿Qué sé hacer bien?
2. ¿Qué me gusta hacer tanto, que lo haría gratis?
3. ¿Qué puedo hacer que aún no está hecho?
4. ¿Qué puedo hacer que tendrá ramificaciones eternas?
Cuando encuentre una cosa que conteste esas cuatro preguntas estará listo para trascender. 
Como puede ver, "Lo que hacemos en esta vida, tiene su eco en la eternidad".
La Palabra nos dice claramente en Proverbios 27: 21.
27:21.No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué traerá el día.
El Apóstol Santiago nos advierte en Santiago 4:13- 15.
4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
SANTOS Y LIMPIOS DELANTE DE DIOS.
“Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
Antes de que el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo, estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos. Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
¿Se ha acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.”
PEREGRINOS SOMOS.
Por Carlos Rey.
La batalla rugía con todo su furor. Los soldados avanzaban contra el enemigo. Al ponerse el sol, la oscuridad los obligó a descansar hasta el día siguiente. Era peligroso tratar de ganar más territorio de noche, así que el comandante de la tropa ordenó que todos cavaran una trinchera. Cuando ya los demás habían terminado, quedó un solo soldado que seguía cavando cada vez más hondo.
El comandante pensó que el joven soldado tal vez hubiera dado contra una piedra o que le hubiera tocado un terreno más duro que el de sus compañeros. Pero cuando vio que sacaba tierra suave y fresca, le preguntó:
—¿Acaso no ha llegado a la profundidad necesaria?
—Sí —le contestó el soldado—, pero prefiero que la trinchera quede bien honda y segura.
A lo que el comandante replicó:
—Recuerde, soldado, que no vamos a estar aquí más que una sola noche.
Esta anécdota nos hace reflexionar sobre la tendencia que muchos tienen a profundizarse en las cosas de esta vida. Tanto es así que pareciera que fueran a pasar toda una eternidad en esta tierra. No les cruza por la mente el que seamos peregrinos. Se afianzan a todo lo que ofrece este mundo. Se aferran a las cosas materiales. Se sujetan a esta tierra con ligaduras tan fuertes que algunos, al tener que soltarlas por alguna tragedia o por alguna adversidad económica, no soportan el cambio y deciden ponerle fin a su vida.
A los que tienen este sentir, y aun a los que no hemos llegado hasta ese extremo de desesperación, nos conviene atender a estas sabias palabras de Jesucristo: «No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.... Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.»1.
Lo cierto es que sólo estamos de paso en esta tierra. Vamos rumbo a nuestro destino final. La muerte no es un cese de actividades sino una transición. Ni constituye el fin de la vida sino sólo un traslado a otra esfera. Si durante esta vida hemos pensado únicamente en lo terrenal y no nos hemos reconciliado con Dios por el único medio que Él ha provisto, que es su Hijo Jesucristo, entonces, cuando pasemos a la otra vida, Cristo tendrá que decirnos: «Yo di mi vida por ti en la lucha que libré por tu alma, pero tú no me reconociste. Por eso ahora no puedo reconocerte a ti ante mi Padre aquí en el cielo.»2.
En cambio, si hemos reconocido a Cristo como nuestro único Salvador y hemos vivido como peregrinos que anhelan una patria mejor, entonces Cristo nos reconocerá ante su Padre y nos dará la bienvenida a la patria celestial que nos ha preparado.3.
1         Mt 6:19-21,33. 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
2         Mt 10:3233. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
10:33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
3         He 11:1316. Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
11:14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
11:15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.
11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.







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