ESTE AÑO ES
DECLARADO AÑO AGRADABLE DE DIOS.
EL AÑO
AGRADABLE Y EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR ES SALVACIÓN PARA TODA LA HUMANIDAD.
¿CUÁNTOS LO
CREEN ASÍ? OREMOS ENTONCES.
Lucas 4:
14-30.
4:14 Y Jesús
volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra
de alrededor.
4:15 Y
enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
4:16 Vino a
Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga,
conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
4:17 Y se le
dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar
donde estaba escrito:
4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto
me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha
enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar
libertad a los cautivos,
Y vista a
los ciegos;
A poner en
libertad a los oprimidos;
4:19 A predicar el año agradable del Señor.
4:20 Y
enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la
sinagoga estaban fijos en él.
4:21 Y
comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
4:22 Y todos
daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia
que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
4:23 Él les
dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas
cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu
tierra.
4:24 Y
añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
4:25 Y en
verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando
el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda
la tierra;
4:26 pero a
ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
4:27 Y
muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de
ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.
4:28 Al oír
estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
4:29 y
levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del
monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
4:30 Mas él
pasó por en medio de ellos, y se fue.
I INTRODUCCIÓN.
Empieza el
nuevo año y Por lo general se piensa en las metas y sueños personales: en el
trabajo, en la familia, en los viajes, en la nueva casa, en el carro, en los
negocios aplazados, en un nuevo noviazgo o en un compromiso formal. Quizás unos
pocos estén pensando en la iglesia, en dedicar más tiempo al ministerio, en
ayudar a los necesitados o en consagrarse más a Dios. Si algo debería
caracterizar el año agradable del Señor es precisamente esto último.
“Encomienda
a Jehová tu camino, confía en él; y él hará”. Salmos 37:5.
Piensa en
los nuevos propósitos y encomienda tu vida al Señor, deja que Él sea quien
dirija tus pasos, ¿quién más sabe lo que es mejor para nosotros?
CUATRO
ASPECTOS IMPORTANTES DEL PASAJE BIBLICO.
EL AUTOR, EL
MENSAJE, EL MENSAJERO Y LA ACTITUD DE LOS RECEPTORES DEL MENSAJE.
1. EL AUTOR. LUCAS.
Es considerado por la tradición cristiana el autor del
Evangelio según san Lucas y de los Hechos de los Apóstoles. Fue discípulo de
Pablo de Tarso. Médico, historiador y evangelista.
En el libro de los hechos podemos ver la precisión con que
narra la vida de Jesús.
1:1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas
las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
1:2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber
dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
1:3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó
vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y
hablándoles acerca del reino de Dios.
1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de
Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis
de mí.
1:5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Lucas nos narra desde
su origen genealógico, el nacimiento, su Ministerio, la búsqueda de sus
seguidores y discípulos, los Milagros, enseñanzas, Pasión, Muerte,
Resurrección. Finaliza con la historia ocurrida a los seguidores en el camino a
Emaús, la aparición a los discípulos y la Ascensión.
2. EL MENSAJE.
Jesús dijo: “El Espíritu de Dios está sobre mí”. Él vivió en
sujeción a su Padre. Y porque Él escogió someterse, Dios le dio autoridad. Este
es el principio para usted y para mí para la vida diaria. Nunca tendremos
autoridad y poder hasta que no estemos dispuestos a estar bajo autoridad. La
autoridad no se desarrolla por sí misma. Siempre proviene de una fuente más
alta de poder.
Pero para recibir poder y autoridad, hay que llenarnos de" Humildad” Y "Mansedumbre" ¿Sería eso una descripción de usted mismo? Pídale a Dios que le ayude
a tener la actitud de su Hijo.
Los capítulos 4 y 5 de Marcos nos dan una maravillosa
ilustración de todas las cosas que Dios ha puesto bajo la autoridad del Señor
Jesucristo. Encontramos a Cristo calmando la tormenta (Marcos 4:35-41), lo cual
nos dice que Jesús es el Señor sobre los desastres; lo vemos sanando a un
hombre endemoniado (Marcos 5:1-20), lo cual significa que tiene autoridad sobre
los demonios. Luego Jesús sana a una mujer que por doce años había padecido de
un flujo de sangre (Marcos 5:24-34), así que aún las enfermedades están bajo su
dominio. La ilustración final en estos capítulos sobre la autoridad de Jesús,
es cuando resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:38-43). Sobre lo que quiera que
sea: desastres, demonios, enfermedades y aún la muerte, ¡Jesucristo es Señor! y Soberano y nada lo toma por sorpresa.
Lucas nos propone en la enseñanza de hoy tres o cuatro
cualidades que hacen que un año resulte verdaderamente agradable.
El texto de Lucas 4:18-19 es una combinación de Is 61,1-2 y
Is 58,6. Los pasajes son: Is 61,1a.b.d; 61,2a.
Lucas omite Is 61,1c: “a vendar a los corazones rotos”, y también Is
61,2b-3a: “para anunciar un día de venganza, para consolar a todos los que
lloran, para darles a los afligidos de Sión gloria en lugar de ceniza”. Y añade Is 58,6, que se encuentra en un
pasaje que describe el verdadero ayuno que Jehová desea, referido a la
liberación de los que estaban cargados de deudas.
Así que la finalidad de ese don del Espíritu para quienes
Jesús pronunció aquellas palabras en la sinagoga judía y para nosotros hoy, es
la misma: beneficiar a los desgraciados por causas económicas, físicas y
sociales. Ahí empieza todo. No es tener el Espíritu Santo de manera egoísta,
para mis intereses personales únicamente. Más bien, el Espíritu Santo desea que
no solo yo, sino otros, tengan un año agradable también. Si comprendemos eso,
entonces veremos que nuestro egoísmo no le está haciendo bien a nadie, en
especial a la iglesia del Señor.
La primera cualidad en la que debemos pensar si este año que
transcurre hacia su final fue realmente agradable al Señor; y más aún, si nos
hemos de proyectar bien para el siguiente, es considerar:
1. Que el Espíritu es enviado a Jesús y
a nosotros los creyentes para dar buenas noticias a los pobres.
La alusión de dar buenas nuevas a los pobres no es solamente
la de proclamar el mensaje de salvación. Esto está implícito en las buenas
noticias que Jesús se propone predicar desde allí en adelante, y que debe ser
parte de nuestra misión con los incrédulos.
El mensaje central de Lucas, tomado de Isaías, es en realidad
dar buenas noticias a los pobres en el sentido de ayudar al desamparado, de
proveer para sus necesidades, de cuidar de ellos. Lucas intensifica este mensaje
universalista en los versículos 25-27. El mensaje y la ayuda material incluía
personas de todas las naciones como la viuda de Sarepta, en Sidón; o como el
leproso Naamán, el sirio. Además de cubrir una necesidad espiritual, Dios se
había propuesto suplir otras necesidades: dar de comer a una viuda y sanar a un
enfermo. Ellos recibirían, con lo material, la salvación espiritual. Ese es el
plan de Jesús cuando anuncia que ha sido enviado a dar buenas noticias a los
pobres.
A veces, este aspecto del ministerio de Jesús parece
cumplirse en Lc 13,10-17 (la mujer encorvada desde hacía 18 años estaba atada
por Satanás, encarcelada). Pero resulta mucho mejor considerar la alusión de Lc
4,18-19 como una referencia a los que están encarcelados a causa de las deudas.
Jesús se dirigía a los presuntos responsables de estos encarcelamientos en Lc
6,35.37. Aquí aparece la imagen del jubileo bíblico. Cada cincuenta años, los
campos se dejaban en barbecho, las personas regresaban a sus casas, las deudas
eran canceladas y los esclavos liberados.
Ahora bien, quisiera preguntar: ¿cuáles son esas deudas que
debes perdonar este año o el que viene? Todavía alcanzas a terminar un año de
manera agradable al Señor. ¿Hay alguien que te deba algo −puede ser algo
físico, emocional o espiritual− y por alguna razón no ha podido pagarte?
¿Estarías dispuesto a perdonarle esa deuda o darle un plazo bastante
conveniente? Otros, tal vez, necesitan
salir de una mala racha económica: no tienen trabajo, están sin dinero, sin
comida, pensativos sobre el futuro, ¿estás haciendo algo por ellos?
2. Que el Espíritu es enviado a Jesús y
a nosotros los creyentes para liberar a los encarcelados y dar vista a los
ciegos.
A veces, este aspecto del ministerio de Jesús parece
cumplirse en Lc 13,10-17 (la mujer encorvada desde hacía 18 años estaba atada
por Satanás, encarcelada). Pero resulta mucho mejor considerar la alusión de Lc
4,18-19 como una referencia a los que están encarcelados a causa de las deudas.
Jesús se dirigía a los presuntos responsables de estos encarcelamientos en Lc
6,35.37. Aquí aparece la imagen del jubileo bíblico. Cada cincuenta años, los
campos se dejaban en barbecho, las personas regresaban a sus casas, las deudas
eran canceladas y los esclavos liberados.
¿Hay alguien que ha pecado contra ti y le estás guardando
rencor de manera indefinida? ¿Quisieras perdonarle como Dios te perdonó a ti?
¿Sabes de alguien que esté “atado” por una enfermedad física, a quien no has
visitado y por quien no has orado mucho para que el Señor lo libere de esa
esclavitud? ¿Eres comprensivo con tus padres, ancianos quizás (si los tienes),
en su enfermedad? ¿Los llamas a menudo, visita y los ayuda económicamente? ¿Los
liberas de esa deuda con la enfermedad, con su economía maltratada, o con su
soledad? O te da igual. ¿Y qué me dices
de aquellos que necesitan un consejo, pero estás demasiado ocupado para
escucharlos? (los ciegos que necesitan la vista). Podrías liberarlos emocionalmente
pero no tienes tiempo, ¡hay mucho que hacer, quizás mañana! El año agradable
del Señor también los incluye a ellos.
3. Que el Espíritu es enviado a Jesús y
a nosotros los creyentes para liberar a los oprimidos.
En sentido figurado significa “romper”, “oprimir
espiritualmente”. Quizás referido también a los oprimidos por las deudas y el
encarcelamiento. Era común que quienes debían dinero se iban a la cárcel hasta
que pagaran todo con años de prisión. El término también incluye a los
oprimidos o quebrantados por las calamidades, por circunstancias adversas. Aquí
caben todos los que sufren distintos dolores en la vida: las angustias, las
tristezas, las depresiones, los desalientos, el rechazo, el menosprecio de
otros, las humillaciones, los que están “destrozados, rotos espiritual y
emocionalmente”, aquellos que son agobiados por las injusticias sociales.
EL AÑO AGRADABLE O DE GRACIA.
A proclamar el año agradable (o de gracia) del Señor. – En el
contexto de Isaías 61:1-2, parece hacer referencia al año del jubileo que
ocurría cada 50 años. En ese año todos los esclavos hebreos que pudieron haber
sido esclavizados por deudas fueron puestos en libertad. La tierra que había
sido vendida a otro volvió a su dueño original (Levítico 25:8-13). La profecía
de Isaías describe exactamente para lo que Jesús vino, para liberar a los
cautivos.
Cuando pensamos en este pasaje nos damos cuenta de que como
seguidores del Mesías que tenemos que decirle a otros acerca de Jesús, y al
hacerlo, nosotros también estamos declarando que “ahora es el tiempo aceptable;
ahora es el día de salvación.” (2 Corintios 6:2) 6:2 Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación.
El año agradable del Señor es cuando somos restaurados y
puestos en libertad. Es el año en que aceptamos a Jesús como nuestro Mesías y
reconocen la necesidad de un Salvador y la aceptación de que vamos a servirle,
alabarle, adorarle, honrarle, buscarle y obedecerle por el resto de nuestra
vida.
Tenemos las maravillosas “Buenas Nuevas.” Vamos a decirles a
todos los que conocemos. Fue la comisión de Jesús a Sus discípulos y como
creyentes es nuestra comisión también.
3.EL
MENSAJERO.
“Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo
el Padre, porque Yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8:29).
“Y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”
(Filipenses 2:8-9).
“Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11).
¿QUIÉN ES JESÚS EL MENSAJERO?
A) Colosenses 2:3: “[Cristo] en quien están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”
B) Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos
por él. 1 Juan 4:9.
C) Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos. Romanos 1:4.
D) Él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en él subsisten. Colosenses 1:17.
E) Porque en él habita corporalmente toda
la plenitud de la Deidad. Colosenses 2:9.
F) Juan 17:1-10. 1.Estas cosas habló Jesús, y
alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu
Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, 2por cuanto le diste autoridad sobre
todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. 3Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado. 4Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo
terminado la obra que me diste que hiciera. 5Y ahora, glorifícame tú, Padre,
junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. 6He
manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los
diste, y han guardado tu palabra.7Ahora han conocido que todo lo que me has
dado viene de ti; 8porque yo les he dado las palabras que me diste; y las
recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me
enviaste.
1. JESÚS ES DIOS.
Juan escribió sobre Él: "En el principio ya existía el
Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Él
creó el mundo y todo lo que en él existe (Juan 1:3). Los líderes religiosos de
su época entendieron que Jesús alegaba ser Dios (Juan 5:17-18). Pablo escribió
que cuando Jesús murió, el Padre le reveló a todo el mundo que Él era Dios
(Filipenses 2:5-11).
3. JESÚS ES EL HIJO DE DIOS.
Según la Biblia, "Hijo de Dios" significa: (1) que
Él es plenamente Dios. (2) que Él es una de las tres personas que componen al
Único Dios. Este concepto se denomina la "Trinidad".
Hechos 3: 3:17-26. Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como
también vuestros gobernantes.
3:18 Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado
por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer.
3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio,
3:20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
3:21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta
los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca
de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
3:22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios
os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en
todas las cosas que os hable;
3:23 y toda alma que no oiga a aquel profeta, será
desarraigada del pueblo.
3:24 Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos
han hablado, también han anunciado estos días.
3:25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que
Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas
todas las familias de la tierra.
3:26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su
Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su
maldad.
JESUCRISTO ES DIOS. ÉL VINO DEL CIELO.
EL ROL QUE VINO A DESEMPEÑAR JESUCRISTO HACIENDO LA VOLUNTAD
DE SU PADRE.
DICE JESÚS: VINE A HACER SU VOLUNTAD.
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió” - Juan 6:38.
4. LA ACTITUD DE LOS RECEPTORES DEL
MENSAJE.
Lucas 4: 4:28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
4:29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le
llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de
ellos, para despeñarle.
4:30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
Los líderes religiosos de la época de Jesús entendían bien lo
que Jesús les decía: "Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para
matarlo, pues no sólo le decían quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba
a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios" (Juan 5:18).
UNA CONCLUSIÓN CON ESTA HISTORIA.
VALÍA LA PENA.
Por el Hermano Pablo.
Cuando trajeron al joven soldado a la sala de cirugía, el
doctor Kenneth Swan movió la cabeza. Dudaba sinceramente que valiera la pena
tratar de salvarle la vida. Tenía ambas piernas destrozadas. El pecho lo tenía
hundido. Había perdido un ojo, y el otro estaba mal herido. «Si vive —pensó el
médico—, será infeliz toda su vida.» ¿Valdrá la pena operarlo? Sin embargo, lo
operó.
Veintitrés años después se encontraron el doctor Swan y
Kenneth McGarity, el joven que había sido herido en el campo de batalla.
Sucedió en Fort Benning, Georgia, cuando el gobierno le otorgaba cuatro
condecoraciones al veterano de Vietnam.
El médico y el veterano se dieron la mano. McGarity estaba
lisiado y, además, ciego. Pero había cursado estudios de universidad, se había
casado, tenía dos hijos y tocaba magistralmente el piano. Kenneth McGarity era
un hombre entero, feliz y útil a la sociedad. «He aprendido una gran lección
—dijo el doctor Kenneth Swan—. Nunca debo dudar de la validez de una operación.»
Este caso tiene dos capítulos. El primero fue la explosión de
una bomba que destrozó a Kenneth McGarity en la guerra de Vietnam, y el médico
que lo operó porque algo, como quiera, había que hacer. El segundo capítulo
tuvo lugar veintitrés años después, cuando el médico pudo contemplar el valor
de su decisión.
¿Valía la pena hacer todo lo posible por poner en orden el
cuerpo destrozado de ese joven? ¡Seguro que sí! Hubo que amputarle ambas
piernas. Hubo que extraerle los dos ojos. Hubo que coserlo por todas partes, y
reacondicionar pecho, rostro, brazos y manos. Pero valió la pena. Tras
veintitrés años de lucha tenaz, Kenneth McGarity llegó a ser un hombre completo
y feliz.
¿Qué tal si damos rienda suelta a la imaginación? Un día Dios
el Padre y Jesucristo su Hijo conversaban acerca del hombre, que había caído en
las garras de Satanás y estaba totalmente destrozado por el pecado. El Padre
preguntó: «¿Vale la pena salvar a este despreciable ser humano?» Y el Hijo
respondió: «Sí, vale la pena. Tengo esperanza en él. Daré mi vida por él, y con
mi sacrificio lo regeneraré y transformaré.» Así pudo haber transcurrido la
conversación.
Lo que sabemos sin tener que imaginárnoslo es que Cristo vino
a este mundo. Murió en la cruz del Calvario, y resucitó para confirmar el valor
de ese sacrificio. A los ojos de Dios, todos somos de inmenso valor. Por eso
entregó Dios a su Hijo. Y es por ese sacrificio que nosotros podemos gozar de
una vida plena, abundante y digna. A eso la Biblia lo llama salvación, Amor,
Rescate, Ayuda.
LIBERTAD A LOS CAUTIVOS.
¿De qué estamos cautivos?¿De las excusas, de los vicios, de
la ira, de la pereza, de las deudas, de las mentiras, de problemas en el
trabajo o en la casa, de tropezar siempre con la misma piedra, de la opresión?
Seremos verdaderamente libres, si permitimos al SEÑOR JESUS,
hacer su obra en nosotros, ¿Cómo? Permaneciendo en su palabra, conoceremos la
verdad y esta nos hará libres de cualquier esclavitud, y del pecado. Jn. 8.
31-38. Trayendo VISTA A LOS CIEGOS. Pues a veces no vemos, o no queremos ver.
No vemos a Dios a nuestro lado, que nos cuida y nos da todas las cosas. No
vemos a los que están más cerca, a los que amamos, y que también nos aman
(Descargar y ver el estudio: Padres, hijos hermanos,) vivimos al lado de ellos
y no valoramos y agradecemos su presencia, a veces solo nos soportamos.
Hermanos, en Cristo Dios nos ha dado: LA SALVACION.
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