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LA FE EXTRAORDINARIA DE UNA MUJER
LA FE EXTRAORDINARIA DE UNA MUJER
Marcos
5:21-30.
5:21 Pasando
otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una
gran multitud; y él estaba junto al mar.
5:22 Y vino
uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se
postró a sus pies,
5:23 y le
rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella
para que sea salva, y vivirá.
5:24 Fue,
pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.
5:25 Pero
una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,
5:26 y había
sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había
aprovechado, antes le iba peor,
5:27 cuando
oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
5:28 Porque
decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.
5:29 Y en
seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana
de aquel azote.
5:30 Luego
Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la
multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
5:31 Sus
discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha
tocado?
5:32 Pero él
miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
5:33
Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido
hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
5:34 Y él le
dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
CUAL DEBE
SER LA ACTITUD PARA PARAR EL FLUJO.
1. Con toda
seguridad fue informada de los milagros y sanidades que el Señor hacía.
Escuchó el
mensaje del Salvador.
2. Se acercó
al Señor.
Activo su
fe:
“la fe es
por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
3. Le buscó
entre la multitud y se esforzó por acercarse a él.
Venir a
Jesús, porque es el único que puede sanar y salvar al mundo.
La religión
tradicional nos ha enseñado a creer en múltiples mediadores entre Dios y los
seres humanos.
4. No debió ser fácil a una mujer debilitada
como ella, abrirse paso por la gran multitud que rodeaba al Señor.
“Porque hay
un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio en
su debido tiempo” (1 Timoteo 2:5)
5. Tocó el
manto del Señor.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar (Mateo
11:28
Sabemos la
solución a nuestros problemas, pero pensamos demasiado para ir a Jesús.
6. La fe de
la mujer (5:28-29).
La mujer se olvidó de los prejuicios, no era Judía, pero rompió los Paradigmas sociales, no le importó sino su problema.¿ Por qué no me acerco a Jesús, qué te lo ha impedido, tu posición social, eres mejor que otros, o te ves tan pequeña, que crees que van a rechazarte.?
La mujer se olvidó de los prejuicios, no era Judía, pero rompió los Paradigmas sociales, no le importó sino su problema.¿ Por qué no me acerco a Jesús, qué te lo ha impedido, tu posición social, eres mejor que otros, o te ves tan pequeña, que crees que van a rechazarte.?
“Si tocare solamente su manto, seré salva”
(Marcos 5:21).
Ella solo necesitaba
una cosa, llegar hasta el Manto.
7. Tenía la
seguridad de que Cristo podía sanar su enfermedad.
“lo que es
imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:27).
Hay persona
que tal vez te dicen que Dios no te escucha, pero la Verdad es que Dios nos ha
dado promesas y El las cumple.
PARA DIOS
TODOS SOMOS IGUALES. Efesios 2: 14.
2:14 Porque
él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación,
Dios ha
hecho una sola Iglesia en Cristo Jesús, en El somos uno, no hay raza, ni
religión, ni idiomas, ni costumbres; nada debe hacernos ver diferentes. Dios
derribó las diferencias, por eso nos invita a amarnos unos a otros en Cristo
Jesús.
ISAÍAS 44.
5- 6.
44:5 Este
dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro
escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel.
44:6 Así
dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el
primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
LAS PROMESAS
PARA LA IGLESIA DE HOY: Santiago: 5: 13-
20.
5:13 ¿Está
alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante
alabanzas.
5:14 ¿Está
alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por
él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
5:15 Y la
oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere
cometido pecados, le serán perdonados.
5:16
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis
sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
5:17 Elías
era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente
para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
5:18 Y otra
vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
5:19
Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno
le hace volver,
5:20 sepa
que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un
alma, y cubrirá multitud de pecados.
UNA DETERMINACIÓN
LLEVA A UNA BENDICIÓN.
Ella toma
una decisión aunque una gran multitud la separe de la bendición, ella va a
buscar la manera de sobrepasarla y llegar a ella, miremos como ella dice"
Si tan solo tocare su manto seré sana" ah cuanta fe había en ella y solo
pedía tocar un pedacito del manto del Rey, y que hizo ella al ver la gran
multitud que lo apretaba, se desanimó?, se echó para atrás, desistió? pues NO ella paso por encima de esa
multitud, no se a empujones o gateando por debajo de las piernas de la
multitud, exponiéndose a que la sacaran o la apretujaran, y ella llego hasta
ese objetivo que en su corazón sabía que era la solución a ese largo tiempo de
sufrimiento, y no dijo que le quería abrazar o pedírselo directamente, no solo
con un pedacito del manto tan solo tocarlo con la punta del dedo ella tendría
su bendición .Vemos como luego de vencer todos los obstáculos que la ley
imponía y ella toca su manto y dice allí
que fue sana en ese mismo instante.
La mujer del
flujo de sangre es uno de los relatos que ministra incesantemente a mi vida
cuando se trata de predicar y enseñar sobre la SANIDAD DIVINA. Como la mujer
del flujo de sangre hay muchas mujeres diagnosticadas con enfermedades y
padeciendo por mucho tiempo de éstas. Pero hay esperanza; hay una solución, que
es Jesús el Sanador.
Esta mujer
había acudido a la ciencia, que aunque en muchas ocasiones ha podido brindar
ayuda y alivio a condiciones, síntomas y enfermedades, sabemos que está
limitada y que en algunos casos los efectos secundarios resultan ser peores que
la misma enfermedad. En el caso de esta mujer, la ciencia no pudo ayudar a
resolver su situación. Gastó todo cuanto tenía. ¡Qué triste!
Esta mujer
del flujo de sangre gastó todo lo que tenía. Doce años con un flujo de
sangre. Imagínese el escenario: doce
años, ¡sangrando día tras día!
¡DETERMINA
TU MILAGRO!
Es
interesante este relato porque fue la mujer quien decidió ponerle punto final a
su enfermedad. ¡Ella determinó el momento de su milagro! Ella dijo: “Con solo
tocar su manto seré salva”. Aun sabiendo que era declarada inmunda y que no
podía tocar su cuerpo (por eso tocó el manto); sabiendo que tendría
dificultades para llegar a Jesús, ella determinó llegar a él, y sin necesidad
de contacto físico, sólo con tocar sus vestidos ella creía que sanaría.
PIENSA Y
ACTÚA INMEDIATAMENTE.
Pero su
esfuerzo no fue en vano ya que ella recibió lo que había buscado. Recibió su
sanidad. Y Jesús le dijo que también había sido salva (Mateo 9:22). Muchas
veces, al buscar algo de Dios recibimos más de lo que buscábamos. Jesús respondió
a su esfuerzo, obró a favor de ella. Hay algo interesante aquí. Cuando Jesús le
dice que ha recibido su salvación ya ella había sentido la sanidad en su
cuerpo. Llegó, se extendió y tocó su manto y nos dice la Biblia que
inmediatamente sintió la sanidad en su cuerpo. Sin embargo, Jesús deseaba hacer
más. Preguntó quién le había tocado.
DOS COSAS A
LA VEZ: SANIDAD Y SALVACIÓN.
Aquí
llegamos al último paso. Llegamos a la confesión. No fue un paso fácil para
ella. Dice Lucas que vino temblando y sólo cuando vio que no había quedado
oculta (8:47). Fue algo aterrador para ella. Confesó ella que había hecho algo
casi ilícito y lo habló ante toda la multitud. Ya había recibido su sanidad y
se iba contenta. No sabía que Jesús tenía mucho más para ella. No calles lo que
Dios ha hecho porque Él tiene mucho más para ti. Si te encuentras en un lugar
de desesperación, sigue caminando hacia la fe y verás la respuesta de Dios.
"ME
LEVANTARÉ"
Las palabras
de esta mujer muestran una Fe activa y agresiva. Durante el ministerio terrenal
de Jesús todos los que “se levantaron y acudieron a Jesús en busca de sanidad
la recibieron"
La sanidad
divina no es un elemento separado de la salvación/sanidad espiritual. La
sanidad divina está incluida en el sacrificio de la Cruz y la salvación. Por
eso dicen las Escrituras:
Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo
tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Isa 53:5
Más él fue
herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz,
cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Isa 53:4
Él es quien
perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias. Salmo 103:3.
ORACIÓN:
Padre celestial, en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, muchas gracias por
su Amor, su sanidad, su Salvación y su Misericordia. La Iglesia de Jesucristo
de Santa Rosa lo Honra. Amén.
PASTOR.
Rigoberto Gómez E.
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