jueves, 3 de octubre de 2013

LA FE EXTRAORDINARIA DE UNA MUJER .: MILAGROS DE JESÚS

Marcos 5:21-30.
5:21 Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.
5:22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,
5:23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
5:24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.
5:25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,
5:26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
5:27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
5:28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.
5:29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
5:30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
5:31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?
5:32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
5:33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
CUAL DEBE SER LA ACTITUD PARA PARAR EL FLUJO.
1. Con toda seguridad fue informada de los milagros y sanidades que el Señor hacía.
Escuchó el mensaje del Salvador.
2. Se acercó al Señor.
Activo su fe:
“la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
3. Le buscó entre la multitud y se esforzó por acercarse a él.
Venir a Jesús, porque es el único que puede sanar y salvar al mundo.
La religión tradicional nos ha enseñado a creer en múltiples mediadores entre Dios y los seres humanos.
 4. No debió ser fácil a una mujer debilitada como ella, abrirse paso por la gran multitud que rodeaba al Señor.

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio en su debido tiempo” (1 Timoteo 2:5)
5. Tocó el manto del Señor.
 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar  (Mateo 11:28
Sabemos la solución a nuestros problemas, pero pensamos demasiado para ir a Jesús.

6. La fe de la mujer (5:28-29).
La mujer se olvidó de los prejuicios, no era Judía, pero rompió los Paradigmas sociales, no le importó sino su problema.¿ Por qué no me acerco a Jesús, qué te lo ha impedido, tu posición social, eres mejor que otros, o te ves tan pequeña, que crees que van a rechazarte.?
 “Si tocare solamente su manto, seré salva” (Marcos 5:21).
Ella solo necesitaba una cosa, llegar hasta el Manto.
7. Tenía la seguridad de que Cristo podía sanar su enfermedad.
“lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:27).
Hay persona que tal vez te dicen que Dios no te escucha, pero la Verdad es que Dios nos ha dado promesas y El las cumple.
PARA DIOS TODOS SOMOS IGUALES. Efesios 2: 14.
2:14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
Dios ha hecho una sola Iglesia en Cristo Jesús, en El somos uno, no hay raza, ni religión, ni idiomas, ni costumbres; nada debe hacernos ver diferentes. Dios derribó las diferencias, por eso nos invita a amarnos unos a otros en Cristo Jesús.
ISAÍAS 44. 5- 6.
44:5 Este dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel.
44:6 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
LAS PROMESAS PARA LA IGLESIA DE HOY: Santiago: 5:  13- 20.
5:13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
5:17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
5:18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
5:19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
5:20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
UNA DETERMINACIÓN LLEVA A UNA BENDICIÓN.
Ella toma una decisión aunque una gran multitud la separe de la bendición, ella va a buscar la manera de sobrepasarla y llegar a ella, miremos como ella dice" Si tan solo tocare su manto seré sana" ah cuanta fe había en ella y solo pedía tocar un pedacito del manto del Rey, y que hizo ella al ver la gran multitud que lo apretaba, se desanimó?, se echó para atrás,  desistió? pues NO ella paso por encima de esa multitud, no se a empujones o gateando por debajo de las piernas de la multitud, exponiéndose a que la sacaran o la apretujaran, y ella llego hasta ese objetivo que en su corazón sabía que era la solución a ese largo tiempo de sufrimiento, y no dijo que le quería abrazar o pedírselo directamente, no solo con un pedacito del manto tan solo tocarlo con la punta del dedo ella tendría su bendición .Vemos como luego de vencer todos los obstáculos que la ley imponía y  ella toca su manto y dice allí que fue sana en ese mismo instante.
La mujer del flujo de sangre es uno de los relatos que ministra incesantemente a mi vida cuando se trata de predicar y enseñar sobre la SANIDAD DIVINA. Como la mujer del flujo de sangre hay muchas mujeres diagnosticadas con enfermedades y padeciendo por mucho tiempo de éstas. Pero hay esperanza; hay una solución, que es Jesús el Sanador.
Esta mujer había acudido a la ciencia, que aunque en muchas ocasiones ha podido brindar ayuda y alivio a condiciones, síntomas y enfermedades, sabemos que está limitada y que en algunos casos los efectos secundarios resultan ser peores que la misma enfermedad. En el caso de esta mujer, la ciencia no pudo ayudar a resolver su situación. Gastó todo cuanto tenía. ¡Qué triste!
Esta mujer del flujo de sangre gastó todo lo que tenía. Doce años con un flujo de sangre.  Imagínese el escenario: doce años, ¡sangrando día tras día!
¡DETERMINA TU MILAGRO!
Es interesante este relato porque fue la mujer quien decidió ponerle punto final a su enfermedad. ¡Ella determinó el momento de su milagro! Ella dijo: “Con solo tocar su manto seré salva”. Aun sabiendo que era declarada inmunda y que no podía tocar su cuerpo (por eso tocó el manto); sabiendo que tendría dificultades para llegar a Jesús, ella determinó llegar a él, y sin necesidad de contacto físico, sólo con tocar sus vestidos ella creía que sanaría.
PIENSA Y ACTÚA INMEDIATAMENTE.
Pero su esfuerzo no fue en vano ya que ella recibió lo que había buscado. Recibió su sanidad. Y Jesús le dijo que también había sido salva (Mateo 9:22). Muchas veces, al buscar algo de Dios recibimos más de lo que buscábamos. Jesús respondió a su esfuerzo, obró a favor de ella. Hay algo interesante aquí. Cuando Jesús le dice que ha recibido su salvación ya ella había sentido la sanidad en su cuerpo. Llegó, se extendió y tocó su manto y nos dice la Biblia que inmediatamente sintió la sanidad en su cuerpo. Sin embargo, Jesús deseaba hacer más. Preguntó quién le había tocado.

DOS COSAS A LA VEZ: SANIDAD Y SALVACIÓN.

Aquí llegamos al último paso. Llegamos a la confesión. No fue un paso fácil para ella. Dice Lucas que vino temblando y sólo cuando vio que no había quedado oculta (8:47). Fue algo aterrador para ella. Confesó ella que había hecho algo casi ilícito y lo habló ante toda la multitud. Ya había recibido su sanidad y se iba contenta. No sabía que Jesús tenía mucho más para ella. No calles lo que Dios ha hecho porque Él tiene mucho más para ti. Si te encuentras en un lugar de desesperación, sigue caminando hacia la fe y verás la respuesta de Dios.
"ME LEVANTARÉ"
Las palabras de esta mujer muestran una Fe activa y agresiva. Durante el ministerio terrenal de Jesús todos los que “se levantaron y acudieron a Jesús en busca de sanidad la recibieron"
La sanidad divina no es un elemento separado de la salvación/sanidad espiritual. La sanidad divina está incluida en el sacrificio de la Cruz y la salvación. Por eso dicen las Escrituras:

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Isa 53:5
Más él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Isa 53:4
Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias. Salmo 103:3.
ORACIÓN: Padre celestial, en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, muchas gracias por su Amor, su sanidad, su Salvación y su Misericordia. La Iglesia de Jesucristo de Santa Rosa lo Honra. Amén.

PASTOR. Rigoberto Gómez E.

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