lunes, 27 de enero de 2014

EL PADRE DE TÚ PASTOR: QUITARÁ TODA LÁGRIMA

El Padre de Tu Pastor, ¡No Habrá Lágrimas!
Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará
a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.    – Ap. 7:17
 
Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
¿Has sentido alguna vez el peso de la vida?  ¿Has estado triste alguna vez?  ¿Tu corazón se ha roto alguna vez – debido a que pecaste o alguien cercano a ti está alejándose de Dios?  Y, ¿Qué hay del desánimo y la derrota?  ¿Has sentido como que te das por vencido?

¡Por supuesto que lo has experimentado!  ¡Y también yo!  Esos síntomas – que ocasionan nuestras lágrimas – tocan las vidas de todos.  Algunas veces las lágrimas son reales, fluyendo de nuestros ojos.  Más a menudo, las cargamos muy profundamente.  Nadie está exento.

Algún día, esas lágrimas de aflicción se habrán ido.  Por siempre.  Nunca serán recordadas otra vez.  Puedes contar con ello.

El Padre del Pastor dijo que Él enjugaría toda lágrima de nuestros ojos.  Tres veces lo prometió (Is. 25:8, Ap. 7:17, Ap. 21:4 – Cadena de estudio 1601, La Tristeza Terminará).  ¡Y tu Padre celestial siempre cumple Su palabra!  Desde las profecías de Isaías a la visión del apóstol Juan del futuro, el mensaje es claro.  TODAS las lágrimas serán olvidadas.  La muerte será conquistada.  ¡No más llanto, clamor, ni dolor!  Confía en la palabra del Padre.

¡La Cruz lo logró!  Jesús declaró en voz alta, Consumado es.  Y cuando Él dijo eso, se refería a que todas las luchas para tu alma habían sido completadas.  Su muerte pagó victoriosamente por tu redención.  La reconciliación de TODAS LAS COSAS de regreso al Padre se convirtió en una obra terminada (Col. 1:15-20), desde la perspectiva de Dios.  No necesita hacerse ninguna otra cosa.  La sangre de Jesús cubre los pecados de todo el mundo.

La tumba vacía lo garantiza.  La promesa del Padre (Sal. 16:10) y la promesa de Jesús (Mt. 16:21, Mr. 9:9, Jn. 2:19) fueron cumplidas.  La tumba estaba vacía y la muerte fue vencida para siempre.  En las palabras del apóstol Pablo, Jesús se convirtió en las primicias de los que durmieron.  Como él continúa explicando, eso significa que TODOS serán vivificados en Cristo (1 Co. 15:20-28).  Multitudes de personas serán resucitadas de todo linaje y lengua y pueblo y nación (Ap. 5:9).  Por siempre Jesús será su Pastor-Cordero-Rey.

¡Así que regocíjate!  Sé paciente – permite que Dios haga su trabajo de perfeccionamiento en ti hoy mismo.  Él está preparándote para vivir con Él por siempre.  Practica la adoración.  Practica el trabajo del reino.  Aprende cómo celebrarlo a Él en cada nueva mañana.  La bienaventuranza eterna te espera.  No habrá ningún ojo con lágrimas en el cielo.  Las cosas viejas serán olvidadas.  ¡Todo será hecho totalmente nuevo!

Esas son las buenas nuevas.  ¡Alguien que conoces hoy las necesita!  Diles la verdad acerca de Jesús y hazles saber acerca de la mano del Padre, que algún día enjugará cada una de sus lágrimas llenas de dolor.

Mi glorioso Pastor-Cordero-Rey.  Perdóname por dudar de Ti y de Tu palabra.  Confío en Ti.  Creo que vienes otra vez.  Vienes por mi.  Pero mientras espero, quiero aprender a tener paciencia.  Enséñame a ver que todo lo que está sucediéndome es para mi bien.  Tu estás preparándome para mi eterna función contigo.  Te adoro, Señor Jesús.  Permite que mi trabajo sea un sacrificio de alabanza para Ti hoy.  Y cuando haya oportunidad, Te prometo decirle a alguien que Tú y Tu eterno Reino son las buenas noticias que ellos están anhelando.  Te amo.  Amén.
 
-- Dr. Juan Jauchen

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