LA SALVACIÓN
LE PERTENECE SOLO A DIOS.
“Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre
que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu
de Dios” (1 Corintios 2:11).
Sidlow
Baxter una vez dijo: “Sus emociones son la parte más superficial de su
naturaleza. La salvación es el trabajo profundo de Dios. Y Él no va a hacer su
trabajo más profundo en la parte superficial.” El Pastor Rogers solía decir:
“Usted puede pensar que me conoce porque escucha mi voz o lee mis palabras,
pero usted no puede mirar a lo profundo de mi espíritu. Desde el momento que le
di mi corazón a Jesucristo, hay un sello de autenticidad en mi corazón que
afirma: ‘Adrián, tú me perteneces’. No es un sentimiento emocional, porque las
emociones nada tienen que ver con mi salvación.” La salvación tampoco es algo
intelectual porque la salvación no puede razonarse. Ésta es un asunto de Dios.
Su salvación
fue asegurada por la sangre expiatoria de Jesucristo. Alabe a Dios por esta
verdad que permanece firme, independiente de sus sentimientos. Lea Colosenses
2:13-14 y agradezca a Dios por su Espíritu que le dio la vida en Cristo.
2:13 Y a
vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
2:14
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
“Y el que
nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios” (2 Corintios
1:21).
¿Qué es lo
que Dios hará por usted, si se lo permite? Él lo establecerá. En otras
palabras, Él lo hará estable, seguro, confiable e inamovible para que no sea
zarandeado por todo viento de doctrina. Este verbo está en tiempo presente
participio, lo cual significa que su acción es continua. No significa que es
una sola vez y basta. Dios está en el proceso de establecerlo. Ahora, ¿en dónde
lo establece? En Cristo. Él le está moviendo cerca y más cerca a Cristo, la Roca
de su salvación. Cuando usted es salvo, Dios lo pone en Cristo y entonces, días
tras día, lo acerca más y más a Él.
Examine su
caminar con Dios. ¿Qué cosas específicas usted ve en su vida que son
indicativas que está más cerca de Dios que lo que estuvo hace un año atrás, o
hace un mes, o hace una semana o hace un día?
“Por medio
de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” - (2 Pedro 1:4).
Algunos
destruyen la doctrina que cuando una persona es salva siempre es salva. Ellos
piensan que si eso fuese verídico, entonces podría pecar todo lo que quisieran.
Como decía el pastor Rogers: “Yo peco todo lo que quiero. ¡Yo no quiero pecar!”
Si lo único que evita que usted peque es el temor de perder su salvación, nos
preguntamos si verdaderamente se ha entregado totalmente a Dios y le ha pedido
que le salve. Pedro nos enseña que hemos llegado “a ser participantes de la
naturaleza divina”. ¿Significa eso que usted no pecará más? No. Sin embargo,
antes de ser salvos, corremos al pecado, una vez salvos nos alejamos corriendo
del pecado. Podemos resbalar, pero somos salvos. El deseo del creyente es vivir
pura y limpiamente para la gloria de Dios.
¿Y qué de
usted? ¿Posee el deseo de ser santo? ¿O trata la doctrina de la seguridad de la
salvación como una licencia para llevar un estilo de vida pecadora?.
“Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos
3:28).
Si Dios el
Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito,
entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la
responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación
es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos
no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este
mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única
labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la
salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no
trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo,
trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24
horas entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a
usar una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a
aquellos familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de
estudio o trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y
los capacite para discipular a quienes Él salva.
“Pero
nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza
de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” (1 Tesalonicenses
5:8).
Un
predicador se alejaba despidiéndose de un amigo, cuando su amigo le dijo: “¡Nos
vemos! Ama a Dios .Odia el pecado. ¡Y
ten cuidado con los camiones!”¿Dijo él: “¡Ten cuidado con los camiones!”? ¡Sí!
¿Y sabe qué? Es un buen consejo. Usted puede ser lastimado si un camión choca
contra usted, sin importar si es salvo o no. Ahora, ¿por qué es eso importante?
Porque como el hombre dijo, todos necesitamos amar a Dios y todos necesitamos
odiar el pecado, pero todos somos humanos y necesitamos estar alerta de
aquellas cosas en la vida que nos pueden hacer daño. Dios nos ha dado la mente
de Cristo y necesitamos usar esa mente.
Primero
Corintios 2:16 revela: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?
Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
¿Anda
distraído hoy? ¿Está atento a las cosas de este mundo que pueden hacerle daño?
Sea sobrio, esté alerta, y tenga cuidado de los camiones.
“Porque
somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:4).
Cuando
Jesucristo murió, Él no sólo murió por nosotros, sino que nosotros también
morimos con Él. Quizás usted diga: “Bueno, ¿qué diferencia tiene que Él haya
muerto por mí o que yo haya muerto con Él? Es simplemente un juego de palabras. ”¡De ninguna manera! Cuando
usted está muerto, la muerte no tiene dominio sobre usted. No se puede matar a
un hombre que ya está muerto. Supongamos un hombre es ejecutado por cometer un
crimen de pena de muerte, no obstante, de alguna forma él resucita. ¿Cree que
él puede ser arrestado nuevamente por su crimen? Rotundamente no. Eso sería
doble castigo. Él ya pagó la sentencia
de su crimen. Es necesario que usted entienda que cuando Jesús murió, usted
murió, y ¡la ley no posee más poder sobre usted! La sentencia de su pecado fue
totalmente pagada porque Él murió por usted. Usted murió con Él.
Encuentre a
alguien hoy y cuéntele las mejores nuevas que jamás nunca se han contado. Jesús
recibió la ira de Dios. Él murió para que ella o él puedan vivir. ¡Vaya,
compártalo!
Apocalipsis
1:18: “Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de
los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”
Cuando el
pastor Rogers estuvo en Moscú visitó la tumba de Lenin. Él está en una caja de
cristal sellada. Usted puede observar su cara maquillada y su barba bien
recortada. Y sobre esa tumba está escrito lo siguiente: “Él fue el mayor líder
de todos los pueblos, de todas las naciones, de todos los tiempos. Él fue el
señor de la nueva humanidad. Él fue el salvador del mundo.” ¿Notó que todo está
en pretérito? Él fue. En cambio, Jesús está vivo. Él es el gran YO SOY. Lo que
hace la diferencia en nuestras vidas es un encuentro con el Cristo viviente.
Servimos a un Salvador que está vivo y está escuchando todas nuestras
oraciones. Él está embotellando toda lágrima y regocijándose con toda victoria.
Dele gracias
a Dios por su plan de salvación al enviar a su Hijo a morir por usted. ¡Alabe a
Dios porque Jesús vive para siempre!
Salmos 78:7:
“A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de
Dios; que guarden sus mandamientos.”
El 8 de junio
de 1845, Andrew Jackson dijo: “La Biblia es la roca sobre la cual descansa
nuestra República. ”Unos cuantos años antes en 1820, otro de nuestros
estadistas, Daniel Webster declaró: “Que no olvidamos el carácter religioso de
nuestro origen.” En los días de nuestros antepasados, la gente no contendía con
respecto a la importancia de la Biblia. Nuestros antepasados proclamaron por
todos lados su gran reverencia por el cristianismo, habiendo viajado en su luz
y trabajado en su esperanza. Buscaron incorporar, escuchar e implantar su
influencia en todas las instituciones: civiles, políticas y literarias.
La herencia
nacional es importante, pero también lo es su herencia espiritual como creyente
y como familia. ¿Por qué no toma un tiempo esta semana y se sienta a escribir
la herencia espiritual de su familia?.
Salmos 71:
17: “Oh, Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus
maravillas.”
Satanás está
en medio de una matanza: él quiere asesinar nuestra memoria y sumergirnos en el
mar del olvido sin recolección de la herencia cristiana que poseemos como
nación. Trágicamente está dirigiendo su artillería a nuestros hijos y
particularmente en el lugar donde en tiempos pasados crecían en el conocimiento
de lo bueno: las escuelas públicas. En éstas se sacó la oración, mas entró la
policía. Se sacó la Biblia, pero entró el programa de aclaración de valores. Se
sacaron los Diez Mandamientos, mas entró la ingeniería social. Se sacó la
creación, pero entró la evolución. Se sacó la historia correcta, mas entró el
revisionismo. Dios dice que debemos recordar la generación por venir.
Usted tiene
una labor importante: influenciar las vidas de los que vendrán después de
usted. Enséñeles a andar en los caminos del Señor e ir contra la marea del
mundo.
Colosenses
3:1: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde
está Cristo sentado a la diestra de Dios.”
Primera
Pedro 2:11 dice que somos “extranjeros y peregrinos” en este mundo. Estamos en
el mundo, pero no somos del mundo. Los creyentes hemos nacidos dos veces en un
mundo de personas nacidas sólo una vez. Y en la mayoría de las circunstancias
nos encontraremos nadando contra la corriente. Es como un buceador de aguas
profundas que está sumergido y fuera de su medio ambiente natural. Él no podría
sobrevivir si no estuviera conectado a su fuente de vida en la superficie.
Nosotros necesitamos vivir de esa forma. Si vamos a sobrevivir, necesitamos
permanecer conectados a Jesús quien es nuestra fuente de vida. Por ello, la
Biblia nos enfatiza que no pongamos nuestra mirada en las cosas de abajo, sino
en “las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”.
Es tiempo de
revisar su salvavidas... ¿está confiando en algo mundano? ¿Está desarrollando
amistades con las cosas de este mundo?.
Segunda
Corintios 5:8: “Pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y
presentes al Señor.”
Un hombre
llamado Salomón Capullo murió. Su lápida en Londres lee: “Bajo estas nubes y
bajo estos árboles yace el cuerpo de Salomón Capullo. Mas lo que está aquí no
es Salomón: es sólo su capullo, porque él salió y ascendió a Dios.” Nos gusta
eso. Nuestro cuerpo es sólo un capullo.
¿Qué le
sucede a un hijo de Dios que ha recibido a Cristo como su salvador personal?
Cuando cierra sus ojos en esta vida, los abre en la vida futura. Jesús no dijo:
“Después de dos o tres mil años estarás conmigo en el paraíso.” Jesús enseñó:
“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”(Lucas 23:43).
¿Posee usted
la seguridad que si muriera hoy estaría con Jesús en el paraíso? Si no,
entonces confiese sus pecados, crea en su nombre y será salvo. Luego, ¡vaya y
compártalo con alguien! .
Salmos
119:34: “Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón.”
¿Es Dios
justo? ¡Sí! Entonces, ¿cómo se revela la justicia de Dios? De fe en fe. Dios le
da una verdad. Usted cree en esa verdad, por lo tanto Dios le da más verdad.
Entre más obedece la luz, más luz usted recibirá. La razón por la que algunos
de nosotros no entendemos más la Biblia, es porque no hemos estado viviendo
conforme a la luz que Dios ya nos ha dado. Si usted desea entender esa parte de
la Biblia que no entiende, empiece a obedecer la parte que sí entiende y
entonces entenderá aquello que no entendía. ¿Entendió?.
Pídale a
Dios que le dé una fe que le revele las verdades ocultas de su Palabra y que le
son difíciles de comprender en este momento.
Juan 14.6:
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por Mí.”
El
materialismo dice: “Compre su éxito.” El político dice: “Legisle.” El ejército dice: “Pelee.” La
industria dice: “Trabaje.” El filósofo dice: “Piense.” Mas Jesús dice: “No
existe ninguna otra salida, sino es a través de Mí.” Jesús le salvará por medio
de su gracia y lo hará Él solo. O usted rotundamente no se salvará. Cuando
usted es salvo por la gracia de Dios, usted se salva instantáneamente y
eternamente. Su propia virtud no es suficiente para salvarlo, ni su maldad es
suficiente para impedírselo. Jesús le ama tanto, que murió para salvarle.
¿Cree usted
plenamente en la veracidad de las palabras de Jesús y ha seguido la forma en
que Él nos enseña que podemos ser salvos? Quizá usted tiene un amigo que
necesita esta verdad hoy. Compártala, no la borre.
CREER EN EL
SEÑOR JESUCRISTO.
Mateo 1:21:
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque Él salvará a su
pueblo de sus pecados.”
¿Somos los
creyentes ingenuos por creer en Jesús? ¿Estamos sirviendo a un Dios falso? Si
usted va a la tumba de Confucio, encontrará que está ocupada. Si va a la tumba
de Buda, encontrará que está ocupada. Si va a la tumba de Jesús, usted la
encontrará vacía. Él es un Salvador resucitado. Eso es importantísimo, porque
usted puede sacar a Confucio del confucionismo y aún tener el confucionismo.
Puede sacar a Buda del budismo y todavía tener el budismo. Pero usted no puede
sacar a Jesucristo del cristianismo y aún tener el cristianismo, porque el
cristianismo no es un código, no es un credo, no es una causa. Es el mismo
Cristo.
Usted tiene
una esperanza que el mundo necesita escuchar. ¿Con quién puede compartir esa
esperanza hoy?
Apocalipsis
3:20: “He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Una y otra
vez, la gente pregunta: “¿Si existe un Dios, por qué hay tanto sufrimiento?”
Nunca hay una respuesta fácil a dicha pregunta cuando alguien está angustiado o
sufriendo, pero Dios le enseñó al pastor Rogers que el universo tiene una
enfermedad. Y Dios no puede quitar el dolor hasta que el último vestigio de
pecado desaparezca. Lo peor que podría pasarle a la humanidad sería que
viviésemos en un mundo maldito por el pecado, mas sin embargo que éste
pareciese ser aún un paraíso. Si fuese así, nosotros nunca vendríamos a Dios.
Dios ha
colmado este mundo con misericordias inmensurables. Concéntrese hoy, no en el
dolor, sino en la provisión de la gracia de Dios.
SALMO 2.
JESUCRISTO ES EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
En él nos
predice el Espíritu Santo: I. La oposición que había de hacerse al Reino del
Mesías (vv. 1-4). II. La represión y el castigo de tal oposición (vv. 4,
5).III. La erección del reino de Cristo a pesar de dicha oposición (v. 6). IV.
La confirmación y el establecimiento del reino mesiánico (v. 7). V. La promesa
de su ampliación y éxito (vv. 8, 9). VI. Un llamamiento y una exhortación a los
reyes y príncipes a que se sometan voluntariamente a ser súbditos de este reino
(vv. 10.12).
1. El reino
del Mesías está fundado sobre un decreto eterno de Dios el Padre (v. 7). No ha
sido una súbita resolución, ni la prueba de un experimento, sino el resultado
de los consejos de la sabiduría divina .
2. El
decreto se publica para conocimiento y satisfacción de todos los que son
llamados a someterse al rey como súbdito, y para dejar sin excusa a los que no
quieren que Cristo reine sobre ellos. Cristo presenta aquí un doble título para
su reino:
A) El título de herencia (v. 7): «Mi
hijo eres tú; yo te he engendrado hoy.» En He. 1:5 se cita esta Escritura para
mostrar que Cristo tiene más excelente nombre que los ángeles, y lo tiene por
herencia (He. 1:4). "El Padre ama al Hijo, y todas las cosas las ha
entregado en su mano» (Jn. 3:35). Siendo el Hijo, e Hijo único, es el heredero
de todas las riquezas del Padre.
B) El título de mutuo acuerdo (vv.
8,9), que consiste en que el Hijo se compromete a tomar las riendas del
gobierno que Yahveh pone en sus manos.
3. Se le prometen al Mesías las
naciones hasta los confines de la tierra (v. 8); no sólo los judíos, sino
también los gentiles. Gran parte del mundo de la gentilidad recibieron el
Evangelio cuando fue predicado por primera vez, pero esta Escritura tendrá
cumplimiento final y pleno cuando los reinos de este mundo pasen a ser los
reinos de nuestro Señor y de su Cristo (Ap. 11: 15). Es entonces cuando con
cetro de hierro (v. 9) quebrantará a los que no se le sometan por amor. Esto se
cumplió en parte cuando fue destruida Jerusalén por el poder romano y, cuando
más tarde, fue establecida la religión cristiana con la destrucción oficial del
paganismo, pero no se cumplirá plenamente hasta que haya puesto a todos sus
enemigos debajo de sus pies (1 Co. 15:24,25. V. Sal. 110:5,6).
Al cantar esto, y orar por
ello, hemos de glorificar a Cristo como al Hijo de Dios y Señor legítimo
nuestro, tomando aliento con esta promesa de que el reino del Mesías será
establecido triunfante de toda oposición.
HEBREOS 1:6 – 8, 13.
1:6 Y otra
vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de
Dios.
1:7 Ciertamente de los ángeles
dice:
El que hace a sus ángeles
espíritus,
Y a sus ministros llama de
fuego.
1:8 Mas del Hijo dice: Tu
trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de
tu reino.
1:13 Pues, ¿a cuál de los
ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies?.
Primera
Pedro 3:18: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el
justo por los injustos, para llevarnos a Dios.”
¡Suponga que
alguien le da un puñetazo en la nariz! E imagínese que en un acto de compasión,
usted le dice a esa persona que le pegó: “Le perdono.” Y suponga que le
responde: “No hay necesidad de que usted me perdone. Yo ya me he perdonado.”
Usted se sentiría un poco estafado. Sólo el que fue golpeado puede perdonar al
golpeador. El pecado es un puño ante Dios, y sólo Dios puede perdonar el
pecado. Primera Pedro 3:18 contiene suficiente dinamita del Evangelio para
apagar el pecado, el odio, el dolor, y la enfermedad en la vida de alguien, mas
esa dinamita debe encenderse con la chispa de la fe. ¿Hay alguien en su vida
que usted necesita perdonar? ¿Quizá alguien a quien usted necesita pedirle
perdón? Hágalo ahora mismo. Mañana quizás nunca llegue.
Proverbios
3:5-6: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.”
Debe existir
confianza completa en que el Señor cuidará de nosotros. Porque esta confianza
completa conlleva al contentamiento constante.
Proverbios
3:5-6 nos dice que debemos confiar con todo nuestro corazón. No sólo en parte.
Y debemos reconocerlo en todos nuestros caminos, no sólo en algunos de ellos.
Dios no será partícipe de sólo una parte. Usted no puede decirle: “Señor, deseo
tu voluntad en mi vida social, pero no en mis negocios.” Ni tampoco: “Señor,
deseo tu voluntad en mi vida dentro de la iglesia, mas no la quiero con mis
amistades. ”Usted simplemente no puede hacer eso. Si vale la pena que Él esté
en parte de su vida, entonces vale la pena que esté en TODA su vida.
¿A qué se
está aferrando hoy? Déselo todo a Jesús. La obediencia instantánea traerá
bendición increíble.
Jeremías
29.11: “Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
¿Ama usted a
Cristo? ¿Anhela agradarle con todo su corazón? Entonces, recuerde esto: los
retrasos de Dios no son rechazos de Dios.
Muchos
creyentes piensan que están en medio del desierto: que todo lo que hacen es ser
llevados en círculos. Quizá Dios está preparándole. Él no está listo aún para
ponerle en medio de fuertes responsabilidades. Él le tiene en espera para su
santo propósito. La vida es una jornada que no acaba. Dios está preparando algo
maravilloso para usted. Él no desea que usted se resigne con menos que su
propósito óptimo para su vida y su labor.
¡Memorice Jeremías 29:11-13 esta semana, luego
comparta esta verdad con un amigo.