ORANDO POR
LA SALVACIÓN DE TODOS LOS HOMBRES. Hebreos 10: 1- 21.
10:1
Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel,
es para salvación.
El anhelo de
nuestro corazón debe ser por nuestra familia, los vecinos, los compañeros de
estudio, de trabajo, por nuestra ciudad; por las personas que no saben, o no
han reconocido a Jesucristo como su Señor y Salvador. Muchos de ellos son
religiosos, pero sin compromiso para ceder sus vidas a él.
10:2 Porque
yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
Parce que
cada uno quiere presentar su propio Dios, a su manera y no de la forma correcta
como Dios lo hace, a través de su Hijo, de Jesucristo, a quien ha constituido
Heredero de todo.
10:3 Porque
ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se
han sujetado a la justicia de Dios;
La Palabra
nos trae la Verdad, entonces por qué existen tantas religiones, movimientos
espirituales, sectas y grupos, muchas veces cada uno siguiendo a sus Líderes,
sus propios escritos, a sus propios profetas, con normas, reglamentos,
directrices personales o colectivas y entonces
¿ dónde quedan las Sagradas Escrituras, la Biblia.?
10:4 porque
el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Si el fin de
la ley es Cristo, entonces porque seguir en el cumplimiento de leyes impuestas;
que se convierten muchas veces en amenazas, que no traen paz al corazón, sino
que dejan dudas, divisiones.
10:5 Porque
de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas
cosas, vivirá por ellas.
Se ha dicho
que el hombre no está en condiciones de cumplir la ley; Cristo cumple toda la
ley, él la cumplió por nosotros, entonces basta con acercarnos a él, vivir para
él y obedecerle a él.
10:6 Pero la
justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al
cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);
10:7 o,
¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los
muertos).
10:8 Mas
¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la
palabra de fe que predicamos:
Es necesario
cambiar mi posición. Cristo es mi Señor y lo que yo no puedo hacer, él lo hace
por mí. ¿ Tienes fe .?, entonces cree en Jesucristo y allí aplicas tu fe.
10:9 que si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo.
10:10 Porque
con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación.
10:11 Pues
la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Si cree en
Jesucristo, él no te dejará solo, estará a tu lado siempre, su Espíritu está
allí lo más cercano, en el corazón.
10:12 Porque
no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es
rico para con todos los que le invocan;
10:13 porque
todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
10:14 ¿Cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? .
¿Cómo van a
invocar el nombre de nuestro Señor Jesucristo, si tú no le hablas, si no los
llevas a conocerlo, si no se los presentas; seguirán creyendo lo que siempre
les han dicho, que él no es Dios, que es solo un hombre muy humilde, que enseñó
muchas cosas, que es un profeta; Dios dice de él en Hebreos 1: 8- 13.
1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por
el siglo del siglo;
Cetro de
equidad es el cetro de tu reino.
1:9 Has
amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual
te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de
alegría más que a tus compañeros.
1:10 Y:
Tú, oh
Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos
son obra de tus manos.
1:11 Ellos
perecerán, mas tú permaneces;
Y todos
ellos se envejecerán como una vestidura,
1:12 Y como
un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres
el mismo,
Y tus años
no acabarán.
1:13 Pues,
¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a
mi diestra,
Hasta que
ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
10:15 ¿Y
cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son
los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!.
10:16 Más no
todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a
nuestro anuncio?
10:17 Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
10:18 Pero
digo: ¿No han oído? Antes bien,
Por toda la
tierra ha salido la voz de ellos,
Y hasta los
fines de la tierra sus palabras.
10:19 También
digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice:
Yo os
provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo;
Con pueblo
insensato os provocaré a ira.
10:20 E
Isaías dice resueltamente:
Fui hallado
de los que no me buscaban;
Me manifesté
a los que no preguntaban por mí.
10:21 Pero
acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y
contradictor.
APLICACIÓN
DE PRINCIPIOS CRISTIANOS.
Crezcamos en
todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
Efesios 4:15
El crecimiento
espiritual es sencillamente cuestión de aplicar los principios bíblicos, pero
hay muchos que creen que solamente los gigantes espirituales experimentan un
gran aumento de fe.
He leído
acerca de místicos que se arrodillaban y oraban de ocho a diez horas, haciendo
huecos en los pisos de madera. He leído acerca de Robert Murray McCheyne, que
empapaba las páginas de su Biblia y la madera de su púlpito con sus lágrimas. Y
he leído Power Through Prayer [Poder mediante la oración] de E. M. Bounds, quien
dedicaba muchas horas a la oración. Cuando supe de esas personas, lo único que
pude pensar fue que nunca alcanzaría ese nivel. Pero Dios nos usa a cada uno de
nosotros de maneras distintas.
El
crecimiento espiritual no es una proeza mística por un grupo selecto que está
en un plano espiritual superior. Más bien, es sencillamente cuestión de
glorificar a Dios confesando el pecado, confiando en Él, llevando fruto,
alabándolo, obedeciendo y proclamando su Palabra, orando y guiando a otros a
Cristo. Esas son las características que todo cristiano necesita a fin de
crecer en la fe. Cuando se concentre en ellas, el Espíritu de Dios lo
transformará a usted a la imagen de Cristo, de un nivel de gloria al siguiente.
“Manteniendo
buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran
de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación,
al considerar vuestras buenas obras” (1 Pedro 2:12).
Frecuentemente
escucho a creyentes quejarse por la inmoralidad en las películas y en la
televisión, pero ¿quién está haciendo algo al respecto?¿Es usted parte de la
solución? ¿Tiene en su lista de oración los nombres de productores, directores,
escritores, actores o periodistas? ¿Testifica usted a estas personas? ¿Las ama
en el Señor Jesucristo? ¿Está escribiendo cartas a los productores, en respaldo
por su buena programación? ¿Respalda usted a los patrocinadores que promueven
programas morales? Debemos ser sal y luz. Mateo 5:16 dice:
“Así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos.”
Está usted
alumbrando en su vecindario, en la empresa, en el colegio, universidad, en el
club.
¿Cuáles son
sus obras: Haga una lista de las cosas que está haciendo en su comunidad y que
estén impactando; también puede empezar hoy, únase a otros cristianos o
hermanos de la Iglesia y empiece a actuar. Dios espera ser Glorificado por lo
que nosotros hacemos.
¿CUÁNDO
EMPEZARÁS A PREDICAR LA PALABRA?
Hágase la
siguiente pregunta: “¿Cómo impacta mi vida la inmoralidad en el mundo? ¿Cómo
sacrifico mi propia vida a fin de que otros puedan conocer la salvación que
Jesús ofrece?” ¡Entregue su vida para la gloria de Dios!.
¿QUÉ HAY DE
TÚ TESTIMONIO?
13:5 Sean
vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él
dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
13:6 de
manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es
mi ayudador; no temeré
Lo que me
pueda hacer el hombre.
Debemos
preguntarnos cada uno de nosotros como cristianos, si verdaderamente tenemos la
mirada en las cosas de arriba, en el Cielo, como dice la Escritura, o también
vamos como el mundo tras las riquezas, en el afán, siguiendo las corrientes y
buscando la solución de nuestros problemas en las personas y no en Dios.
El salmo 46:
10 nos dice: 46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado
entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
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