LA NECESIDAD
DE ORAR Y DE COMPARTIR EL EVANGELIO.
“Huye el
impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león”
(Proverbios 28:1).
Muchos
gobiernos han tratado, jurídicamente, de sacar a Dios de las escuelas públicas.
¿Pero sabe que eso nunca podrá lograrse? Porque usted no puede sacar el
cristianismo de las escuelas, a menos que mantenga a los cristianos afuera. Si
usted es un estudiante, le desafío a que hable valiente y confiadamente acerca
de Jesucristo. Usted es su especial mensajero de amor ante los profesores,
compañeros estudiantes, personal administrativo, personal de limpieza y muchos
más. Algunas de estas personas pueden haber ido a la iglesia el domingo, pero
lo único que encontraron fue una religión fría y muerta. No encontraron a
Jesús. ¿Será usted Jesús para ellos, esta semana? Otros nunca han entrado en
una iglesia. ¿Les invitará usted a que vayan a su congregación?.
NO DEJE DE
PREDICAR A JESUCRISTO TODOS LOS DÍAS.
Invite a un
compañero de estudio o trabajo a comer juntos. Vea si hay alguna necesidad en
la vida de él o ella por lo cual usted puede orar. Comparta cómo Dios le ha
ayudado a usted en, tal vez, las mismas circunstancias. Ofrezca orar por él o
ella antes de regresar a clases o al trabajo.
LA RESPUESTA
DE DIOS PARA SUS HIJOS.
Por qué Dios
contesta la oración.
Todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en
el Hijo.
Juan 14:13
¿Por qué Dios
contesta la oración? La última parte del versículo de hoy da la respuesta:
"Él contesta la oración por el bien suyo y por el bien nuestro". Lo
hace para mostrar su poder. El comprender este concepto aumenta nuestra
confianza en la oración: "Podemos saber que Dios responderá porque es una
oportunidad para Él de recibir gloria". Crecemos espiritualmente cuando
conversamos con Dios mediante la oración y vemos sus obras poderosas.
El contexto
de Juan 14:13 muestra que los discípulos estaban muy afligidos porque Jesús les
dijo que se iría. Los discípulos habían dependido de Jesús por tanto tiempo que
temían quedarse sin Él. Jesús les había dado todos los recursos. Él era su
amigo amado y su recurso espiritual, teológico y económico. Él era su futuro y
su presente. Se aterraron al pensar que Él se iba, pero les dejó a ellos y nos
dejó a nosotros la promesa de Juan 14:13; todo lo que necesitemos y pidamos en
su nombre, Él lo hará.
Romanos 10:1
Hermanos, el
deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es para su salvación.
Filipenses
4:6
Por nada
estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de
gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
Colosenses
4:2
Perseverad
en la oración, velando en ella con acción de gracias;
ELEGIDOS POR
DIOS PARA SER SUS TESTIGOS EN EL MUNDO.
“Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos
3:28).
Si Dios el
Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito,
entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la
responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación
es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos
no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este
mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única
labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la
salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no
trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo,
trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24
horas entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a
usar una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a
aquellos familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de
estudio o trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y
los capacite para discipular a quienes Él salva.
DIOS HA
ESCOGIDO AL PIADOSO PARA QUE ORE.
“Sabed,
pues, que Jehová ha escogido al piadoso para Sí; Jehová oirá cuando yo a Él
clamare” (Salmo 4:3).
Si alguna
vez ha habido una buena razón para usted y para mí de orar, sería cuando Jesús
dijo que debemos orar (vea Lucas 18:1b). Sin embargo usted se pregunta por qué
hablar con Dios sobre sus necesidades, siendo que “vuestro Padre sabe de qué
cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis” (Mateo 6:8). Orar es
tener comunión con Dios. Es parte del gran plan de Dios que se nos ha dado el
privilegio de cooperar con Dios en oración. En Efesios 6:18 se nos dice que
debemos “orar en el Espíritu”. Toda oración que el Espíritu Santo ponga en su
corazón será contestada, porque la oración que llega al cielo es la oración que
comienza en el cielo. Nosotros sólo cerramos el circuito.
¿De qué
habla con Dios? ¿Le está solicitando algo? ¿O sencillamente da gracias por el
privilegio de tener comunión con Él? Invierta tiempo hoy en oración, sin
pedirle absolutamente nada, sino simplemente alabándole y agradeciéndole por
permitirle tener esa clase de relación con Él.
¿ EXISTE UNA
ORACIÓN PREFERENCIAL?.
Requisito
previo a la oración
Si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
1 Juan 5:14
Orar en el
nombre de Cristo es más que una fórmula. Algunos piensan que tienen que
terminar toda oración con la frase "En el nombre de Cristo, amén".
Pero la oración apropiada abarca mucho más que una fórmula.
¿Qué
significa orar en el nombre de Cristo? En las Escrituras, el nombre de Dios
incluye todo lo que Él es. Cuando Dios le dio su nombre a Moisés, le dij
"Yo soy el que soy" (Éx. 3:14). De igual manera, el nombre de
Jesucristo incluye todo lo que Él es. Cuando se ora en su nombre, lo que se
pide tiene que ser consecuente con lo que Él es. Orar en el nombre de Cristo es
orar según la voluntad de Dios.
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