Cristo Como Pastor: ¿Lo Conoces?
Una Reseña
Jehová es mi pastor; nada me faltará. – Sal. 23:1
Una Reseña
Jehová es mi pastor; nada me faltará. – Sal. 23:1
Hno. Juan con Maria
¡La mayoría de las personas no tienen ninguno! Pero tú. ¡Tú tienes a un Pastor! Y no cualquier pastor. Él es el más increíble Pastor que el mundo ha visto jamás.
Él es un Pastor poderoso. ¡Todopoderoso (Sal. 23:1)!
Cada día Él desea lavarte con Su Palabra (Sal. 23:2).
Tu Pastor tiene brazos largos y fuertes (Is. 40:11). Siempre que estés desalentado, débil o confundido, todo lo que tienes que decir es “Papi, ¿me puedes cargar, por favor?” Más que otra cosa Él anhela que tú escuches el latir de su corazón y compartir Sus secretos más profundos contigo.
Él es el Gran Pastor que ama al mundo (Jn. 10:11). Él murió voluntariamente por todos. Por cada uno de nosotros.
Ahora mismo, Él es exaltado, por encima de toda nación, reino y poder (He. 13:20). Él le equipará y facultará, si se lo permites. Todo para que tu vida sea un canal para alabarlo a Él.
Tu Pastor nunca se da por vencido con nadie – ni siquiera con los peores seres humanos. Cuando vagamos, Él nos mira. Y él esperará, hasta que el último de Su rebaño haya regresado a casa (1 P. 2:25).
Pronto Él regresará. Él regresará con una corona de gloria – para que la pongas a Sus pies (1 P. 5:4).
Y por siempre estarás con Él. Tu Pastor. Tu Rey. Tu Cordero sacrificado (Ap. 7:17). Por toda la eternidad, verás las huellas de los clavos en Sus manos. Nunca olvidarás que tu gozo indescriptible en el cielo se logró a un costo infinito - ¡La vida de tu Pastor!
Amigo mío, esto es más que simple teología de un libro. Es la realidad.
Escúchalo. Él te está llamando. Síguelo. Obedécelo. Ámalo. Dile a otros acerca de Él. Permite que te cargue. Él está vivo y cada nueva mañana Él está tan cerca de ti que cuenta los cabellos de tu cabeza. Él está por encima de ti. Por debajo de ti. Alrededor de ti. Él es tu Sabiduría. Tu Guía. Tu Protector Tu Consolación. Tu Rey. Alábale. Sírvele. Agradécele. Adórale. Y cuando le falles, nunca olvides. No hay nada que puedas hacer que haga que Él te ame menos. Él es tu vida. Él es todo lo que necesitarás jamás. Nadie, y me refiero a nadie, satisfará tus necesidades como tu Pastor Jesús lo hace.
Él es un Pastor poderoso. ¡Todopoderoso (Sal. 23:1)!
Cada día Él desea lavarte con Su Palabra (Sal. 23:2).
Tu Pastor tiene brazos largos y fuertes (Is. 40:11). Siempre que estés desalentado, débil o confundido, todo lo que tienes que decir es “Papi, ¿me puedes cargar, por favor?” Más que otra cosa Él anhela que tú escuches el latir de su corazón y compartir Sus secretos más profundos contigo.
Él es el Gran Pastor que ama al mundo (Jn. 10:11). Él murió voluntariamente por todos. Por cada uno de nosotros.
Ahora mismo, Él es exaltado, por encima de toda nación, reino y poder (He. 13:20). Él le equipará y facultará, si se lo permites. Todo para que tu vida sea un canal para alabarlo a Él.
Tu Pastor nunca se da por vencido con nadie – ni siquiera con los peores seres humanos. Cuando vagamos, Él nos mira. Y él esperará, hasta que el último de Su rebaño haya regresado a casa (1 P. 2:25).
Pronto Él regresará. Él regresará con una corona de gloria – para que la pongas a Sus pies (1 P. 5:4).
Y por siempre estarás con Él. Tu Pastor. Tu Rey. Tu Cordero sacrificado (Ap. 7:17). Por toda la eternidad, verás las huellas de los clavos en Sus manos. Nunca olvidarás que tu gozo indescriptible en el cielo se logró a un costo infinito - ¡La vida de tu Pastor!
Amigo mío, esto es más que simple teología de un libro. Es la realidad.
Escúchalo. Él te está llamando. Síguelo. Obedécelo. Ámalo. Dile a otros acerca de Él. Permite que te cargue. Él está vivo y cada nueva mañana Él está tan cerca de ti que cuenta los cabellos de tu cabeza. Él está por encima de ti. Por debajo de ti. Alrededor de ti. Él es tu Sabiduría. Tu Guía. Tu Protector Tu Consolación. Tu Rey. Alábale. Sírvele. Agradécele. Adórale. Y cuando le falles, nunca olvides. No hay nada que puedas hacer que haga que Él te ame menos. Él es tu vida. Él es todo lo que necesitarás jamás. Nadie, y me refiero a nadie, satisfará tus necesidades como tu Pastor Jesús lo hace.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. --Fil. 4:6-7
-- Dr. Juan Jauchen
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