LAS CINCO
(5) TIPOS DE PERSONAS QUE ENCONTRARÁS EN EL CIELO.
DEDUZCALAS
USTED. ¿ ESTÁ USTED ALLÍ?.
Cinco
personas que encontrarás en el cielo:
Porque es
necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo. 2 Co.
5:10- 11.
5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
5:11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.
5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
5:11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.
Mitch Albom,
es autor del libro “Las cinco personas que encontrarás en el cielo”. Este
escritor nos hace pensar sobre los últimos minutos de la vida de ciertos
hombres. ¿Qué hacen? ¿Cómo invierten su tiempo? ¿A quiénes influencian? ¿Cómo
impactan a quienes les rodean? ¿Cómo son conocidos? Estos y muchos otros
aspectos de la vida de una persona cubre este libro. Por ejemplo se mencionan:
actitudes, acciones, modales, gestos, saludos; él escribe sobre estos aspectos
singulares del diario vivir a los cuales no damos valor, pero sabemos que
afectan a aquellos con quienes convivimos en distintos lugares. El libro de
Albom además ofrece una profunda comprensión de cómo intervenimos
involuntariamente en las vidas de otras personas y nos hace pensar en el lugar
que Cristo está preparando. Ahora bien no hay como la Biblia para hacernos
meditar en la Patria Celestial. Pero debemos aclarar que para los cristianos,
nuestro gozo final en la eternidad no proviene de otras personas únicamente,
sino de nuestro Señor y Salvador. El cielo, recuerda, es un lugar real, que
Jesús está preparando ahora para nosotros. Y, cuando lleguemos allí, nos
regocijaremos al encontrarnos con el Cristo vivo (Juan 14:2-3; 2 Pedro 3:13).
Sin embargo, no nos olvidemos que este encuentro con Jesús también incluirá
rendir cuentas por la vida que llevamos en la tierra. Se nos dice a los
creyentes: «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras
estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» (2 Corintios 5:10). Su evaluación
sabia y justa nos mostrará cómo es que hemos amado a Dios y a nuestro prójimo
(Mateo 22:37-40). Si bien mi amigo y amiga no sabemos quiénes serán las
primeras cinco personas con las que nos encontremos en el cielo, sí sabemos y
estamos seguros quién será la primera de todas: el Señor Jesús. Que encuentro
maravilloso que nos llena de gozo, pero también nos hace reflexionar y examinar
nuestro andar mientras transitamos aquí en la tierra.
Mientras vives aquí, recuerda: estar con Jesús
por siempre es y será la suma de toda la felicidad.
El eterno YO
SOY.
“puestos los
ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:2
Mientras sus
ojos estén fijos en el Señor, usted podrá resistir los días que van de mal en
peor. ¡Fije sus ojos en el Señor! Hágalo una vez. Hágalo a diario. Hágalo diez
mil veces. Hágalo constantemente. Cuando su calendario le pone presión, cuando
sus perspectivas se diluyen, cuando su esperanza se apagan, cuando la gente lo
desilusiona, cuando los sucesos se vuelven en su contra, cuando los sueños
mueren, cuando las paredes se estrechan, cuando el pronóstico se ve lúgubre,
cuando su corazón se parte,… mire al Señor, y siga mirándolo a Él.
¿Quién es
Él? Él es Jehová, el eterno YO SOY, el soberano Señor del Universo. Él nunca ha
perdido el control. Siempre es Fiel, Inmutable, Todopoderoso, Bueno, Compasivo,
lleno de Gracia, Sabio, lleno de Amor, Soberano, y siempre Confiable. ¡Fije sus
ojos en el Señor!.
"Entonces
Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera". Éxodo 24:12
El Señor le
dio a su pueblo la Palabra de Dios para que pudiera conocer su voluntad y
obedecerla. Le dio también el diseño del tabernáculo en el Antiguo Testamento
para que Él pudiera venir y morar entre ellos. Él no quiso permanecer distante.
¡Al contrario siempre quiere estar cerca de ti! Dios quiso hacerse accesible y
estar al alcance de su pueblo.
Moisés es un hombre que se encontró con
Dios. Aprendió que para ello era necesario la disciplina y preparación. Y te
digo: Una cosa es saber qué hacer; otra muy diferente es hacerla ¿Cuántos de
nosotros tomamos cursos en cuanto a la oración, pero rara vez oramos, o
aprendemos las técnicas de la evangelización pero casi nunca compartimos
nuestra fe? Así dejamos pasar el tiempo y perdemos oportunidades.
En Éxodo
24:12; 25:1-9, a través de Moisés somos
confrontados con algunos recordatorios formidables de la Palabra de Dios.
Nosotros como creyentes no necesitamos una nueva técnica creativa, pero sí en
ciertos momentos necesitamos una buena sacudida. Necesitamos muchas veces la
exhortación del Espíritu Santo, porque debemos reconocer que en muchos momentos
somos flojos, lentos y aletargados cuando se trata de subir la montaña y
encontrarse durante media hora con el Señor.
A pesar de nuestro pésimo historial y falta
de disciplina, Dios desea hacer una obra en nosotros.
En este día deseo
que el Señor te haga meditar, para recordarte que podemos llegar a ser hombres
y mujeres de Dios más fuertes, con sólo mantener un tiempo de encuentro diario
con Él.
A Dios no le importa en lo más mínimo el
lugar que escojas, ni la cantidad de tiempo que dediques. Lo único que a Él le
interesa es tu vida, tu disciplina diaria y tu corazón. Dios desea estar
contigo cada día y desea que tú estés con Él, por medio de su Palabra.
Que gozo es
escribirte y animarte con estas líneas. El Salmo 119:9 dice: "¿Con qué
limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra". Es realmente
precioso ver como Dios no solo se ocupa en hacernos saber cómo Él quiere que el
cristiano viva su vida, sino que Él nos provee divina y sabia instrucción para
caminar cerca de él. ¡Él siempre va más allá y nos da una precisa instrucción
sobre cómo lograrlo! Un estimado profesor enseñando sobre el Salmo 19 nos dice:
- La Palabra
de Dios es “perfecta” (vs.7) está palabra hebrea podríamos traducirla como
"completa, exhaustiva, suficiente".
- La Palabra
de Dios puede "volver sabio al sencillo" (vs.7), es decir competente
para enfrentar con prudencia y sabiduría los embates de la vida.
- La Palabra
de Dios también "alumbra los ojos” (vs.8) y esto se refiere al hecho que
la Palabra de Dios es pura, sin pecado, sin error, es clara, iluminadora. La
Sagrada Escritura provee luz y entendimiento a aquella persona que desea vivir
rectamente.
Realmente necesitamos las Escrituras día tras día,
porque únicamente la Palabra de Dios es tan poderosa y comprehensiva que puede
convertir o transformar a la persona completa y cambiar a alguien para que
llegue a ser la persona que Dios quiere que sea.
Ahora te
pregunto ¿Deseas llegar ser aquella persona que Dios quiere? ¿Estás en esa
lucha?.
El enemigo
siempre busca perturbarnos, distraernos, desanimarnos para que bajemos los
brazos y dejemos de estudiar las Escrituras. En muchas ocasiones atenta contra
nosotros, para que perdamos el enfoque y nos entretengamos con cosas
pasajeras. Como menciona un pastor:
"Varios son los enemigos que Satanás utiliza para impedir el propósito de
Dios en nuestras vidas":
1. El Secularismo: es decir el mal
uso de las prioridades en la vida, darle mayor importancia al estudio o al
trabajo antes que a la obra de Dios (Mateo 6:33).
2. El Materialismo: es decir la
búsqueda desmedida de lo material, o la búsqueda desenfrenada de comodidad, de
condición social, o placer como la ambición suprema de la vida.
3. El Mundanalidad: es decir
conformarse a este siglo y seguir la corriente del mundo, lo que lleva a un
corazón indiferente hacia las cosas de Dios (1Juan 2:15-17).
4. El Romanticismo: es decir colocar
una relación antes que a Dios; enamorarse o elegir al compañero/a incorrecto, esto lleva al
creyente a desviarse de la Voluntad de Dios.
5. El Temor: es decir la falta de
confianza en que Dios proveerá para que cumplamos con su deseo. Hacer la obra
de Dios, siempre requiere fe.
Verdaderamente
nos interesa el Cielo y ¿qué estamos
dispuestos a hacer para ir?.
Juan 3: 13
Nadie ha
subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que
está en el cielo.
Juan 3:31
El que
procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede de
la tierra y habla de la tierra. El que procede del cielo está sobre todos.
Lucas 24:51
Y aconteció
que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.
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