martes, 18 de febrero de 2014

SI CRISTO ESTÁ EN TÚ VIDA, ENTONCES SONRÍE.


SI JESUCRISTO ESTÁ EN TÚ VIDA, ENTONCES SONRÍE.
“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21).
La Palabra de Dios es, en primer lugar, indispensable para la salvación. Somos concebidos por ella. Primera Pedro 1:23 dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. ”En segundo lugar, la Palabra de Dios es indispensable para la santificación. Somos limpiados por ella. Primera Pedro 1:22 dice: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido…” En tercer lugar, la Palabra de Dios es indispensable para el sustento. Somos nutridos por ella. “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás”(Juan 6:35). ¿Quiere usted crecer? Entonces es mejor que estudie, que se alimente de la Palabra de Dios.
¿Cuánto tiempo gastó mirando televisión, enviando correos electrónicos o navegando en Internet la semana pasada? ¿Cuánto tiempo invirtió cuidando su apariencia, o arreglando algo en casa o trabajando en el jardín? ¿Cuánto tiempo pasó leyendo la Palabra de Dios? ¿Hay algo que está fuera de balance que necesita ser corregido?
Reflexión: Regalo de Graduación.
LA PALABRA DE DIOS ES EL MEJOR REGALO.
Una vez un joven muchacho, que estaba a punto de graduarse, contemplaba todos los días el hermoso auto deportivo en una tienda de autos.

Sabiendo que su padre podía comprárselo, le dijo que ese auto era todo lo que quería. Como se acercaba el día de graduación su padre lo llamó para que fuera a su privado. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba. El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo.

Curioso y algo decepcionado, el joven abrió la caja y encontró una hermosa Biblia, con cubierta de piel y con su nombre finamente escrito en letras de oro. Enojado le gritó a su padre diciendo: "¿Con todo el dinero que tienes y lo que me das es esta Biblia?." Salió de su casa y no regresó más.

Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenía una gran casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre, que ya era anciano, estaba muy enfermo, pensó visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes de que pudiera partir a verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto y le había heredado todas sus posesiones. Su corazón se llenó pronto de tristeza y arrepentimiento.

Empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le quiso obsequiar. Con lágrimas en los ojos, la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11 que decía textualmente:

"Y si vosotros siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan".

Mientras leía esas palabras, unas llaves de auto cayeron de la Biblia. Tenía una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha de su graduación y las palabras: "TOTALMENTE PAGADO".

Cuántas veces hemos rechazado o hemos sido ciegos ante las bendiciones que Dios nos manda, ya sea por engreimiento, nuestro apego a lo perecedero o a nuestros propios planes de vida. Sin embargo, Dios nos ofrece no sólo colmarnos de los bienes materiales, los cuales vendrán "por añadidura", sino también nos ofrece colmarnos de los bienes espirituales que sólo Él nos puede dar para lograr nuestra verdadera felicidad.
Por. Pablo Román Caballero. La reflexión.
LA IMPORTANCIA DE LAS ESCRITURAS.
¿Por qué debemos leer y meditar en la Biblia? Siete razones simples:
1.  La Escritura es viva y poderosa (He. 4:12).
2.  La Escritura es útil para enseñarnos, para corregirnos y para instruirnos (2 Ti. 3:16).
3. La Palabra de Dios nunca vuelve vacía (Is. 55:8-11).
4. Las verdades bíblicas que hemos almacenado mediante la lectura y la memorización, son utiliza por el Espíritu Santo en nuestra vida, en los momentos de necesidad. Ella nos ayuda a pensar correctamente (Fil. 4:8).
5. Si dedicamos tiempo a la lectura de la Biblia y reflexionamos en ella, el Espíritu Santo puede corregirnos, guiarnos, animarnos y recordarnos conceptos, con el fin de aplicarlos.(Mt. 4: 1-11).
6. La lectura Bíblica convierte nuestra mente en un depósito del cual el Espíritu Santo saca los recursos para ayudarnos en los momentos de tentación, prueba o necesidad (Sal. 119: 9,11).
7- La Palabra de Dios guardada en nuestras mentes y corazón;  nos ayuda a obedecerla (Dt. 30:14).
LE DEVUELVO LA REFLEXIÓN QUE ME ENVIÓ, REFORZADITA Y MUCHAS GRACIAS.

PASTOR. RIGOBERTO.

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