Tu Hogar Celestial
... voy, pues, a preparar lugar para vosotros. -- Jesús (Jn. 14:2)
... voy, pues, a preparar lugar para vosotros. -- Jesús (Jn. 14:2)
Hno. Juan con Maria
¿Deseas maximizar el gozo en tu vida con Jesús, y en tu ministerio con los demás este año?
Permíteme sugerir que pienses más acerca del cielo. No deberías pasar por alto la misericordia, el poder y el amor que Dios quiere darte cada día de esta vida. No olvides que Él busca pureza en tu vida y tu ministerio ahora, de modo que Su misericordia, poder y amor fluyan libremente a través de ti hacia la gente que conoces cada día (Col. 1:24-29).
Lo que estoy sugiriendo es que conforme vivas y ministres, mantengas un ojo abierto y enfocado en la eternidad. ¡El cielo es real! El cielo es para siempre. Y el cielo está siendo preparado para ti ahora mismo. Jesús conoce tu nombre. Y Él está esperando a que te unas a Él en nuestras moradas eternas. Viviremos, serviremos y adoraremos juntos. Y le veremos a Él, en toda Su gloria, con esas manos manchadas de sangre y perforadas por clavos como nunca antes.
Permíteme sugerir que pienses más acerca del cielo. No deberías pasar por alto la misericordia, el poder y el amor que Dios quiere darte cada día de esta vida. No olvides que Él busca pureza en tu vida y tu ministerio ahora, de modo que Su misericordia, poder y amor fluyan libremente a través de ti hacia la gente que conoces cada día (Col. 1:24-29).
Lo que estoy sugiriendo es que conforme vivas y ministres, mantengas un ojo abierto y enfocado en la eternidad. ¡El cielo es real! El cielo es para siempre. Y el cielo está siendo preparado para ti ahora mismo. Jesús conoce tu nombre. Y Él está esperando a que te unas a Él en nuestras moradas eternas. Viviremos, serviremos y adoraremos juntos. Y le veremos a Él, en toda Su gloria, con esas manos manchadas de sangre y perforadas por clavos como nunca antes.
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos . . . (Ap. 7:9)
No habrá más dolor. Ni más enfermedad. Todas nuestras lágrimas llenas de aflicción serán limpiadas (Ap. 7:17). Cada deseo de tu corazón y cada promesa que tengas de Dios serán cumplidos totalmente. Tu Pastor, Jesús, siempre cumplirá Su palabra.
Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón (Sal. 37:4).
Así que no te pongas muy cómodo aquí en este mundo. ¡El cielo es tu verdadero hogar! Todo lo que hagas, todo lo que te suceda, todo el trabajo para perfeccionarte que Jesús está haciendo en ti ahora (Fil. 1:6) – es para prepararte para tu vida futura y tu ministerio con Él.
Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria (Sal. 73:24).
Vive en esa esperanza. Regocíjate en esa realidad. Estudia y medita en las promesas de Dios acerca de tu hogar celestial (cadenas 1529-1540). Predica sobre el cielo. Espera ver a Jesús cara a cara muy pronto. ¡Hay una vida gloriosa que te espera después de esta!
-- Dr. Juan Jauchen1529 – El Hogar Celestial
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