lunes, 13 de febrero de 2017

ADORACIÓN HONRA Y GLORIA A DIOS.

ADORACIÓN HONRA Y GLORIA A DIOS.
“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17).
Formalismo y adoración son dos cosas muy distintas. Cuando usted adora al Señor, debe haber libertad y orden. Adoración no es música suave y todos sentados, muy quietos, sin sonreír siquiera. Eso no es adoración. Alguna gente dice: “Bueno, ese fue un servicio dignificado.” Anteriormente lo hemos dicho: “Ellos no saben la diferencia entre reverencia y ‘rigor mortis’.” Si usted estudia la adoración en la Biblia, descubrirá que estaba marcada por la vivacidad, espontaneidad y gozo. Los primeros creyentes tenían algo que el fuego no podía quemar, la espada no podía matar, el agua no podía ahogar y las cárceles no podían detener. Ellos conocieron la santidad, el amor y la gloria de Dios en una forma que transformó sus vidas.
Por favor lea los Salmos 5:7. Más yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;
Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
Y Salmo 29:2. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre;
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
 Y tome un tiempo hoy para adorar a Dios con gozo y verdad.
“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” - (Juan 4:23).

El Padre desea tener comunión con usted en adoración. Él no busca ni su dinero, ni su gloria, ni su fortaleza. Él busca su corazón. C.S.Lewis dijo: “Es en el proceso de ser adorado que Dios comunica su presencia a los hombres.” Si usted no adora a Dios, pero le está sirviendo (o por lo menos así lo cree), usted está cometiendo un gran error. El orar sin adorar es una burla. El cantar sin adorar es como metal que resuena. El trabajar sin adorar es un insulto a Dios. El enseñar sin adorar es ignorancia. El servir sin adorar es hipocresía. El testificar sin adorar es perjurio. Dios quiere su genuina adoración.

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