jueves, 16 de febrero de 2017

NACER DE NUEVO, ES NACER DE LA PALABRA, DEL ESPÍRITU.

NACER DE NUEVO, ES NACER DE LA PALABRA, DEL ESPÍRITU.
“¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio” - (Mateo 23:26).
¿Qué sucede cuando usted trata de ayudar a otros? Siempre comenzamos desde “afuera”. Pensamos que si podemos cambiar el medio ambiente del hombre (su hogar, vestimenta, alimentos, educación, etc.), entonces podemos crear un nuevo hombre. Esto no se puede hacer. No hay que olvidar que fue en el Huerto de Edén en donde el hombre se metió en problemas. El “limpiar” lo exterior, lo de afuera, es sólo reformar. Más cuando usted limpia lo interior, eso es regenerar. Jesús les dijo a los fariseos que no necesitaban otro baño; necesitaban un nuevo nacimiento. Preste atención, no estamos diciendo que no debemos ayudar a otros. Debemos hacerlo. Pero el ser humano necesita algo más que jabón y jamón. ¡Necesita salvación! Necesita nacer “de arriba”, y no sólo un empujoncito desde abajo.
EMPIECE HOY A VIVIR DE NUEVO.
 Juan 3:7: “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.”
¿Alguna vez ha conocido a alguien que haya nacido físicamente dos veces? ¿Ha conocido a una persona que ha nacido espiritualmente dos veces? En ningún lugar de la Biblia encontrará un pasaje donde alguien haya recibido la salvación dos veces. Una vez que usted llega a ser parte de la familia, ya está dentro de la familia.
En una ocasión el pastor Rogers explicó: “Hubo ocasiones en las que defraudé a mis padres. Hubo momentos en los que mi padre me disciplinó; con todo, seguía siendo un Rogers. Seré un Rogers por toda la eternidad; no podré ser nada más de lo que fui al nacer.”
Es lo mismo en su vida espiritual. Cuando usted nace en la familia de Dios, su nombre se registra en el libro de la vida del Cordero. Es un hecho establecido.
Primera Pedro 1:23: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”
Una niña tenía que llevar su certificado de nacimiento a la escuela. La mamá le había advertido enfáticamente que no perdiera ese documento porque era tremendamente importante. Con todo, la niña lo perdió. Estaba sentada en los escalones de la escuela, llorando, cuando el conserje se le acercó y le preguntó qué pasaba. Ella contestó: “Perdí mi excusa de haber nacido.” Esto tal vez le parecerá algo divertido, mas posee una analogía muy importante. Usted no necesita ninguna excusa para nacer de nuevo. Usted tiene un Salvador y Él le está llamando por su nombre.
¿Ha nacido usted de nuevo? ¿Ha experimentado el poder limpiador de la sangre de Jesucristo que quita todo pecado? Si no lo ha hecho, le invito a que se acerque a Él en arrepentimiento y fe.
DIOS NOS HACE COMPRENDER LA SABIDURÍA. HOY PUEDE NACER DE NUEVO.
Salmo 51:6: “He aquí, Tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.”
Si tiene la oportunidad de visitar un aserradero, observe cómo cortan la madera. Ellos sacan un gran árbol del bosque que puede tener deformaciones y nudos, lo ponen en la mesa de corte, lo pasan por la sierra cortándole un lado. Luego le dan vuelta y le cortan el otro lado. Cuando ellos terminan de aserrarlo si lo mira de perfil, quedó perfectamente recto. Más si usted observa sus extremos o los añillos de la madera verá que el corazón todavía está torcido. Es igual con algunos individuos que están viviendo exteriormente la vida cristiana.
Jeremías 17:9 advierte que “engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”. Necesitamos la regeneración. Nosotros debemos nacer de nuevo.
Le invitamos a leer el Salmo 19:14. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
 Y ore de corazón que hoy usted desee ser puro en pensamiento, palabra y obra.
UNA NUEVA VISIÓN NOS TRAE EL NUEVO NACIMIENTO.
Proverbios 29:18: “Sin profecía [visión]el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.”
Helen Keller a la tierna edad de 19 meses perdió su vista, pero ella tenía visión. Un reportero le preguntó a la Srta. Keller: “¿Existe algo peor que nacer ciego?” “Sí contestó ella es tener vista y no tener visión.”
¿Tiene usted una visión para su vida?
El pastor Rogers compartía: “En el Día a Día, evalúo las metas para mi vida. Éstas son metas espirituales, intelectuales, físicas, financieras y de mi trato con otros. Oro por éstas y pido a Dios que se haga su voluntad en cada una. Las elevo con manos abiertas y le suplico a Dios que me dé sabiduría acerca de la dirección que Él desea que mi vida tome. No quiero ser una persona sin visión. Ni tampoco deseo que usted sea una.”

Empiece a pensar acerca de algunas metas que le agradarían para su vida. Ore y busque el rostro del Señor al meditar acerca del futuro.

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