La otra
noche, mi esposa y yo disfrutábamos de una tranquila conversación. Por alguna
razón terminamos hablando del regreso de Cristo. Durante nuestro diálogo, un
pensamiento se mantenía en nuestras mentes: "Él volverá. ¡Qué diferente
será todo!"
Es asombroso
notar la renovación mental que ocurre en nuestra escala de valores. El regreso
de Cristo nos lleva a lo básico, ¿cierto? ¿Con qué frecuencia dedicamos tiempo
a cosas que ciertamente necesitan nuestra atención… pero que abruptamente se
saldrán de enfoque al sonido de la
trompeta? Tal parecía que Dios me estaba diciendo: "Mantén las manos
abiertas, hijo mío y recuerda que lo más importante es la eternidad conmigo”.
Porque
nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos
a un Salvador, el Señor Jesucristo. —Filipenses 3:20
¿Cuánto
tiempo ha pasado desde que usted, o los suyos, han medito sobre esto? Si usted
es como yo, quizá ha pasado mucho tiempo. Aquellas personas que son más
prácticas que místicas, que son más realistas que idealistas, tienden a pensar
en eso sólo en los funerales o al escuchar de experiencias al borde de la
muerte. La mayoría de nosotros nos preocupamos más por el presente que por el
futuro.
Por favor,
medite en esto: el futuro regreso de Cristo tiene enormes implicaciones en el presente.
Carlos A.
Zazueta.
Anticipando Su regreso | 1 de Febrero, 2017 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario