INTRODUCCIÓN:
http://ebookscristianos.org/wp-content/uploads/2008/02/sermonessobrejob1.pdf
Job 1: 1, Job 1: 20, Job 5: 17, 18, Job 19: 17- 25.
CUANDO NOS OCURREN PROBLEMAS CREEMOS SER LOS ÚNICOS Y LOS MÁS AFECTADOS, PERO HAY OTROS EN IGUAL CONDICIÓN
http://ebookscristianos.org/wp-content/uploads/2008/02/sermonessobrejob1.pdf
Job 1: 1, Job 1: 20, Job 5: 17, 18, Job 19: 17- 25.
CUANDO NOS OCURREN PROBLEMAS CREEMOS SER LOS ÚNICOS Y LOS MÁS AFECTADOS, PERO HAY OTROS EN IGUAL CONDICIÓN
¡Peor
Imposible!
"Me probará, y
saldré como oro" Job 23:10
Cuando
enseñaba en una escuela bíblica en una ciudad muy grande, a veces corregía las
tareas de los alumnos en un patio de comidas, mientras esperaba el tren para ir
a casa. Un día, golpeé accidentalmente mi taza de café, y todo el contenido
cayó dentro de mi portafolio. En la mayoría de las grandes ciudades, donde
están las personas que viajan diariamente a sus trabajos, hay un lugar
reservado y tranquilo, sin embargo, el ruido del café al caer fue tan tremendo
que no pasó desapercibido, entonces, un hombre que estaba sentado cerca, dijo
bien alto: "¡Peor imposible!".
Desde luego,
ese comentario fue exagerado. Sin embargo, todos le tememos a algún tema en
particular, como a la decadencia económica, la muerte de un hijo o de un
cónyuge, el cáncer o cualquier otra pérdida o dificultad. El libro de Job es un
ejemplo de "peor imposible" No obstante, Job evaluó sabiamente la
función de Dios en medio de las pruebas relacionadas con pérdidas y una salud
quebrantada: Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro» (Job
23:10). Esta sabia declaración nos enseña tres lecciones importantes:
CONOCER A DIOS. Isaias 40: 25- 31.
40:25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.
40:26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.
40:27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?
40:28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
40:29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
40:30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
40:31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
CONOCER A DIOS. Isaias 40: 25- 31.
40:25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.
40:26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.
40:27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?
40:28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
40:29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
40:30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
40:31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
(1) Aquello
que nos sucede o que tememos que suceda puede ser usado para probar nuestro
carácter.
(2) Aquello
que nos sucede o que tememos que suceda puede ser usado para fortalecernos.Romanos 8: 28.
8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(3) Dios
proveerá la fuerza y el consuelo necesarios para que salgamos adelante. No
importa cuán difícil o imposibles nos parezca aquello por lo que atravesamos. Jeremias 29: 11- 12.
29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
29:12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
29:12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
Un consejo
en momentos difíciles, aférrate a Dios. Él prometió obrar a tu favor, aun
cuando todo se torne peor imposible. Recuerda Dios nunca está en contra tuyo,
permite pruebas, circunstancias o situaciones para que seas mejor y más
parecido a Cristo.
Reflexión: "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? Ro. 8:31- 32".
| ||||||||
Con los caimanes al acecho en las desiertas playas del ancho y solitario río del que son terribles dueños, avanza un bongo por el Arauca en los llanos de Venezuela. Se trata de una canoa mercante, capitaneada por el patrón, que lleva a bordo a dos pasajeros: Santos Luzardo y el Brujeador. El patrón le dice a Luzardo que no acepte nunca a un compañero de viaje a quien no conozca como a sus manos. Con eso se refiere a que no debió haber accedido a que el Brujeador, que se parece al diablo mismo, los acompañara en la canoa. Pero más tarde le dice que no hay que preocuparse. Además de que van con ellos cuatro hombres y un rifle, «el Viejito viene con nosotros», le asegura el capitán. Luego de descansar en la orilla, embarcan, pero al rato uno de los remeros advierte: «¡Vamos solos, patrón!» Ante esto, el patrón manda que se devuelvan, porque «se nos ha quedado el Viejito en tierra», explica. Al salir de nuevo del punto de partida, el patrón alza la voz y pregunta: «¿Con quién vamos?» Los remeros responden: «¡Con Dios!» Y el patrón le explica a Luzardo: «Ese era el Viejito que se nos había quedado en tierra. Por estos ríos llaneros, cuando se abandona la orilla, hay que salir siempre con Dios. Son muchos los peligros de trambucarse, y si el Viejito no va en el bongo, el bonguero no va tranquilo. Porque el caimán... el temblador y la raya... y... los caribes... dejan a un cristiano en los puros huesos, antes de que se puedan nombrar las Tres Divinas Personas.» De ahí que Rómulo Gallegos, el célebre autor venezolano, concluya el primer capítulo de su clásica novela Doña Bárbara con estas elocuentes palabras: «¡Cuán inútil resonaría la demanda de auxilio, al vuelco del coletazo del caimán, en la soledad de aquellos parajes! Sólo la fe sencilla de los bongueros podía ser esperanza de ayuda, aunque fuese la misma ruda fe que los hacía atribuirle poderes sobrenaturales al siniestro Brujeador.»1 Menos mal que, a diferencia de los cristianos de nombre nada más, cada uno de nosotros, como verdadero seguidor de Cristo, puede conocer al «Viejito», al Padre celestial, «como a sus manos». No tenemos que ampararnos en preguntas sacramentales como «¿Con quién vamos?», ni en ritos o supersticiones semejantes, ni nos hace falta tener a Dios por amuleto o talismán. Comprendemos, más bien, que Dios, a quien el profeta Daniel trata como «el venerable Anciano»,2 envió al mundo a su Hijo Jesucristo, la Segunda de «las Tres Divinas Personas», para vivir entre nosotros, morir por nosotros y ascender al cielo para interceder por nosotros. Y tenemos plena confianza en las últimas palabras que pronunció Cristo antes de ascender a la presencia del Padre celestial: «Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.»3 De modo que si alguien pregunta: «¿Con quién vamos?», no titubeamos en contestar: «¡Con Dios!», inspirados por una fe sencilla y una esperanza de ayuda perpetua que se cimentan en la interrogación retórica: «Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?»4 | ||||||||
|
LA VIDA ES:
DURA, DIFÍCIL, INJUSTA,.......Y NO SE QUE MÁS DIRIAMOS
La vida es
dura
La vida es
dura. Estas cuatro palabras son una evaluación exacta de nuestra vida en esta
tierra. Cuando el escritor del libro de la Biblia llamado Job tomó su estilete
para escribir su historia, pudo haber comenzado con una frase contundente muy
semejante: “La vida es injusta.”
Nadie puede
negar el hecho de que la vida está caracterizada por problemas, aflicciones y
angustias. La mayoría de nosotros hemos aprendido a enfrentar la realidad que
la vida es dura, pero ¿no es también injusta? ¡Bienvenido al mundo de Job! Job
fue un hombre de una piedad única y genuina; también fue un hombre que tuvo una
prosperidad bien merecida. Fue un caballero piadoso, extremadamente rico, un
excelente esposo y un buen padre, pero una serie de súbitas y brutales
calamidades, una tras otra, convirtieron a Job en un amasijo de quebrantamiento
y aflicción. La extraordinaria acumulación de desastres que lo golpearon habría
sido suficiente como para acabar con cualquiera de nosotros. Job se queda en la
ruina, sin casa, sin hijos, en la miseria más grande. Está de pie en un valle
azotado por el viento, junto a las diez tumbas frescas de sus hijos que han
muerto. Su esposa solloza profundamente, a tiempo que se arrodilla a su lado
después de escucharle decir: “Seguiremos sirviendo a nuestro Dios, ya sea que
nos dé o nos lo quite todo”. Ella se inclina y le susurra en voz baja: “¿Por
qué no maldices a Dios y te mueres?”. Su
miseria se convierte en un misterio ante el silencio de Dios. No recibe ningún
consuelo.
Haga una
pausa y contemple la angustia de esta pareja, sin olvidar que Job no ha hecho
nada para merecer tan insoportable dolor. ¿Cómo habría sido su reacción de
haber sido usted y no Job el protagonista de esta historia? Nuestra inclinación
natural por la justicia hace que el dolor tome el lugar de la paciencia. Ahora en esos momentos debemos recordar:
1- En todo
lo que haga cuando surjan los conflictos, sea sabio. Si no tiene cuidado, manejará los conflictos
con la energía de la carne. Pero después...lo lamentará.
2- Siempre
hay dos lados en la calle del conflicto, evalúe las diferencias. La otra parte de ser sabio es orar, busque la
perspectiva de Dios. Él nos dará la
sabiduría que necesitamos si se la pedimos.
3- Tome cada
conflicto tal y como se presenta. . . y luego manéjelo por separado. Es posible que usted haya ganado una batalla
ayer, pero eso no contará cuando surjan las escaramuzas de hoy. Es posible que
tenga una gran dosis de paciencia hoy, pero eso no significará nada cuando el
día de mañana venga de nuevo el ataque. Dios no nos da la paciencia a crédito.
Cada día es un nuevo día.
Dios, en los
tiempos difíciles, quiere que desarrollemos rasgos de paciencia. Alguien dijo que éstos son: dar
espacio, tiempo y gracia. Permítame decirle que estos rasgos, no se logran con
una vida fácil sino en los momentos difíciles.
EL ÚNICO QUE
NOS GARANTIZA LA SEGURIDAD ES DIOS
MANOS
SEGURAS
“Y me
salvará tu diestra.” Salmo 138:7
Edwin van
der Sar, arquero del equipo de fútbol Manchester United, tenía un par de manos
«seguras». Durante una temporada, tuvo el récord mundial del arco menos
vencido: ¡1.302 minutos sin que le metieran un gol! Esto significa que, durante
casi 15 encuentros de 90 minutos cada uno, mientras él cuidaba los postes y el
travesaño, nadie pudo anotar ni siquiera un gol contra ese equipo. Pero, en
marzo de 2009, el récord se acabó cuando un equipo adversario anotó un gol.
El salmista
David hallaba consuelo en las manos más seguras que existen: las de Dios. En el
Salmo 138, hablando de la protección del Señor, escribió: «… extenderás tu
mano, y me salvará tu diestra» (v. 7). Tal como David, nosotros también podemos
acudir a las manos seguras de Dios para protegernos del peligro y de la derrota
espiritual.
Otra
seguridad que la Palabra de Dios brinda para los seguidores de Cristo se
encuentra en Judas 1:24-25 "Y a aquel que es poderoso para guardaros sin
caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único
y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia,
ahora y por todos los siglos. Amén". Esto no significa que nunca
tropezaremos, sino que nunca lo haremos de tal manera que el Señor no nos pueda
levantar. Las manos seguras de Dios no fallan… ¡Jamás!
Reflexión:
No hay nada más seguro que estar en las manos de Dios.
Dios; cuanto te necesitamos a diario, no nos dejes solos por favor, ven a nuestra ayuda pronto. Amén
¿QUÉ HACER CON NUESTRA PREOCUPACIÓN:? Hebreos 10: 35- 39.
10:35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
10:37 Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
10:38 Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
10:35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
10:37 Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
10:38 Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
- Debemos
evitar la preocupación. Filipenses 4:6, se nos ordena, “Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias.”
- Debemos
traer todas nuestras necesidades y preocupaciones ante Dios en oración, en vez
de preocuparnos acerca de ellas.
- Debemos
impedir preocuparnos acerca de las necesidades físicas, como la ropa y la
comida. Jesús nos asegura que nuestro Padre Celestial cuida de todas nuestras
necesidades (Mt. 6:25-34).
¿Cómo vencer
la preocupación?
- Dios
quiere que vivamos ésta instrucción: “echando toda nuestra ansiedad sobre Él,
porque Él tiene cuidado de nosotros” (1 P. 5:7).
- Dios
quiere que no nos agobiemos llevando el peso de los problemas y las cargas.
Dios nos anima a entregarle todas nuestras preocupaciones y carga (Mt.
11:28-30).
- Dios
quiere que sepamos que le importamos y se interesa por nosotros
(Sal.103:13,14).
- Dios
quiere que recordemos que ninguna preocupación es demasiado grande o pequeña
para que no tenga Su atención (Is. 49:15).
- Dios
quiere que le entreguemos nuestros problemas, y Él promete darnos Su paz, la
cual sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7).
¡Por tanto,
no necesitamos preocuparnos por nada!
¿Qué pasa cuando usted se preocupa? Usted transporta las dificultades del mañana al día de hoy.Dios no le dio gracia para las dificultades de mañana. Él solamente le da gracia para las de hoy. Cuando usted toma prestado los problemas del mañana, sobrecarga el circuito de hoy. La ansiedad no quita el pesar del mañana, sino las fuerzas del día de hoy.Entonces cuando usted enfrenta el mañana, ya está sin aliento porque va sobrecargado en el presente. Por consiguiente, la preocupación no le prepara para el mañana, por el contrario, no estará listo para enfrentarlo. El ayer es cheque cancelado. El mañana es una nota promisoria. El día de hoy posee todo el efectivo que usted puede administrar. ¡Gástelo sabiamente!
LAS PREOCUPACIONES ALTERAN LA VIDA NORMAL:
1 Pedro 5:7: “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.”
¿Qué pasa cuando usted se preocupa? Usted transporta las dificultades del mañana al día de hoy.Dios no le dio gracia para las dificultades de mañana. Él solamente le da gracia para las de hoy. Cuando usted toma prestado los problemas del mañana, sobrecarga el circuito de hoy. La ansiedad no quita el pesar del mañana, sino las fuerzas del día de hoy.Entonces cuando usted enfrenta el mañana, ya está sin aliento porque va sobrecargado en el presente. Por consiguiente, la preocupación no le prepara para el mañana, por el contrario, no estará listo para enfrentarlo. El ayer es cheque cancelado. El mañana es una nota promisoria. El día de hoy posee todo el efectivo que usted puede administrar. ¡Gástelo sabiamente!
PUNTO DE ACCIÓN:
¡La preocupación se comerá su almuerzo y también su desayuno y cena! Confiese sus preocupaciones como pecado (porque lo son). Coloque sus ansiedades ante el trono de Dios todopoderoso y confíe en que Él proveerá.
¡La preocupación se comerá su almuerzo y también su desayuno y cena! Confiese sus preocupaciones como pecado (porque lo son). Coloque sus ansiedades ante el trono de Dios todopoderoso y confíe en que Él proveerá.
PASTOR:
Rigoberto Gomez E